Aniversario de la Operación Overlord, la mayor y más grande empresa logística que haya emprendido jamás el ser humano y cuya trascendencia sobre el curso de la historia de Europa es innegable. La entrada en las dos Guerras Mundiales de los Estados Unidos supuso contar con la fuerza clave que lo definía todo: el armamento, la intendencia, el número de combatientes y contar, además, con un aliado que no sólo estaría presente en los campos de batalla: estaría presente y con una actividad clave en la reconstrucción europea.
A veces, cuando Europa, amante casquivana y voluble, acusa a los EEUU de imperialismo, desmedido afán de control etc, se olvida de que ese amante ahora un poco posesivo, se jugó muchos bigotes para que ella pudiera vestirse de modestia. Francia, siempre dispuesta a ofrecerle al mundo la peor versión que un estado puede ofrecer en cuanto a humildad internacional y solidaridad, ya anunció, desde el primer día que ella era estrecha y que no tragaba gratis y que, como buena puta, tenía precio: satisfacer el orgullo inacabable de De Gaulle. Los barcos americanos fueron bombardeados por las defensas costeras francesas en Argelia y tuvieron que ganarse las cabezas de playa a tiro limpio.
La operación Overlord consagraba a los USA como salvadores de Europa pero antes, en la Primera Guerra Mundial una cancioncita había movilizado a los “hijos de la libertad” para llegarse hasta los campos de batalla y no volver hasta que el trabajo estuviera terminado. La canción se llamaba Over There y tuvo tanta influencia que su autor, John M. Cohan, recibió la medalla del congreso por ella y fue declarada canción oficial del Ejército.
Ike Eisenhower, en su libro “Cruzada en Europa” pone negro sobre blanco el balance logístico de la operación Overlord y los datos son escalofriantes, vale la pena consultarlos si es que, como a mí, el Alzheimer no os hace olvidar dónde cuerno he puesto el puñetero libro.
En resumen, un día para recordar que el ser humano tiene una muy preocupante tendencia a liarse a tiros, que hay que tener mucho ojo con nosotros y que tranquilitos estamos mejor. Y por supuesto, darle las gracias a los USA por echar una mano allí cuando y donde más se necesitaba. Echaron la mano y dejaron muchos muertos por esas tierras que no eran suyas pero que quisieron libres. ¡Gracias!
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