El próximo martes 15 habrá un eclipse de luna; una noche en la que nuestra compañera de viaje se teñirá de rojo - es decir: el ángulo de refracción de la luz reflejada será favorable a la parte roja del espectro - y ya hay catastrofistas y profetas que anuncian el fin de los días. Es curiosa esa costumbre tan humana de buscar causas y efectos en fenómenos naturales que se producen tanto si el hombre está presente como si no.
El cosmos fluye, evoluciona y cambia ajeno por completo a nuestra presencia, pero la soberbia del hombre no pude admitir esa falta de protagonismo: todo tiene que estar en función de nosotros, seguimos siendo homocéntricos a pesar de conocer sobradamente nuestra marginal posición en el universo.
El próximo martes habrá un eclipse de luna muy bonito y habrá tres más en el plazo de unos meses, tan sólo eso. Y tranquilos, que no pasará nada, seguro.
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