La Unión Europea pide retrasar la edad de jubilación más
allá de los actuales 67 que ya vemos,
algunos, en una lejanía más o menos cercana. La verdad, no acabo de ver cómo
van a hacer eso posible, máxime si tenemos en cuenta que ninguna empresa
contrata a los que estamos por encima de los cincuenta.
No llevo yo hoy un día especialmente propenso a la calma
sosegada en los comentarios sobre la administración, la burocracia y el sistema,
de manera que es posible que el tema no sea el más indicado para un día de
truenos, pero lo voy a intentar. La jubilación, ese extraño periodo en el que
deberíamos recibir parte del fruto de nuestro trabajo en forma de pensión
previamente pagada, se origina cuando la esperanza de vida era mucho más corta
que la actual, pero no es menos cierto que los gastos de la Administración
también eran muy inferiores a los actuales y que a los ciudadanos no nos dan
opción alguna a la hora de determinar
que es superfluo y que intocable.
Nos hacen trampa y dicen que no queremos recortes y no es
cierto. No conozco a un solo amigo, ciudadano, conocido o perteneciente a
cualquier segmento poblacional que no quiera recortes y además, muchos
recortes. Lo que no queremos son ESTOS
recortes y este retroceso imparable de los derechos civiles y del estado de
bienestar. Todos queremos recortar la Administración a su mínima y funcional expresión;
la que permitiría la correcta aplicación de la tecnología hoy disponible. Y
además, queremos que se haga poco a poco para armonizar su implantación con la
jubilación de los funcionarios para no aumentar el paro. Queremos recortar el
tamaño y el coste de una Administración ineficiente y duplicada: nadie movería un dedo
para salvar a un Senado que no sirve absolutamente para nada y eso serían
muchos millones. Nadie movería un dedo para que se mantengan asesores y
contratados oscuros, empresas públicas tan eficaces como Madrid Espacios y
congresos y así ad infinitum.
Queremos que nos quiten todos esos gastos, que recorten todo
aquello que les afecta a ELLOS, a los políticos que mantienen lo que no
queremos y nos quitan lo que tanto nos ha costado conseguir. Y si después de hacer
lo que hay que hacer, hay que mirar otras partidas, a lo mejor nos toca seguir
buscando trabajo a los 70 para aumentar nuestro CV de parados de larga
duración, pero antes queremos ver pasar muchos muertos por delante de nuestra
puerta.
P.D. Por favor, no nos enganchemos con la diferencia entre trabajos físicos e intelectuales, que ya sabemos que son dos universos distintos y no me he olvidado.
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