Por no saber, no sabe ni conducir sin multas
Esperanza Aguirre, tan ejemplar ella, mantiene una cierta
tendencia hacia el lado oscuro que la ciudadanía no acaba de ver ni de
castigar. Esta señora, populista, de vocación tacheriana hacia los urinarios
masculinos, anda siempre cercana a los más turbios asuntos del PP. En los
últimos días se ha manifestado vehemente cercana a Ángel Carromero, personaje
extraño de extrañas actividades y demasiado extrañas consecuencias.
No seré yo el que se brinde a exaltar las bondades del
régimen cubano, ni mucho menos, pero eso de que Esperancita ande pidiendo una
investigación internacional para lavar la imagen de alguien que se ha pegado el
toñazo conduciendo sin carnet y ha matado a un par de cristianos no me parece
muy cabal. No quiere entrar en honduras con este caso, pero el tal Angelito se
puede dar con un canto en los dientes de que eso le haya pasado en Cuba y no
los USA, donde la hubiera cagado con vistas a la calle durante TODA la condena
que le hubiera impuesto un tribunal federal, con bastante probabilidad.
Entonces no hubiera habido canje, ni negociación ni páseme Vd. el río y
Esperanza no hubiera abierto el pico.
Esperanza ha estado demasiado cerca del tamallazo, del
actual presidente de la comunidad, personaje siniestro con dejes sicilianos y
extensas ramificaciones en casi todas las áreas de negocio inventadas por el
ser humano y demasiado cerca de otros elementos relacionados con oscuras
tramas, así que su interés por el caso hace todavía más oscuro el objeto de deseo
de nuestra excelsa dama.
No me fío, lo siento: esta señora tiene demasiado pasado,
demasiada ambición, demasiado encono contra tantos; tanto rencor acumulado que todo lo que de ella
viene me genera una desconfianza máxima. No hay asunto turbio en el PP que le
sea ajeno por una u otra relación más o menos lejana, de manera que si ella se
interesa por Carromero, algo malo tiene ese asunto, seguro.
¿No hay un mejor objeto
para tanta atención de nuestra ex? Raro, pero raro, raro!
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