Pasar Cabo de Hornos a vela da derecho a tres cosas bien ganadas: permanecer cubierto en presencia del rey, llevar el pendiente de oro en el lado derecho y escupir contra el viento.
Qué menos!!!
Hace días que tenía ganas de comentar algo sobre los
diferentes mensajes que nos llegan desde el mundo del deporte, tan desequilibrado,
visceral y falto de reflexión como siempre. Como lo negativo no merece
demasiado la pena, me voy a limitar a comentar dos extremos que parecen no
pertenecer al mismo universo y sin embargo, comparten muchos valores: el
deporte extremo de la Vendee Globe y la anciana sabiduría y sentido común de un
triunfador que no ha perdido de vista la realidad, Vicente del Bosque.
A pesar de ser muy poco conocida y de que, por supuesto, los
medios españoles no le hacen el más mínimo caso, la Vendee Globe es un reto que
coloca al ser humano más allá de los límites físicos y mentales. Se trata de
dar la vuelta al mundo en solitario y sin escalas, bajando allá donde el viento
se transforma y es una amenaza sólida; allí donde el hielo reina y los sentidos
se confunden con las alucinaciones por falta de sueño. En la presente edición
van camino de romper todos los récords tras galopara por los rugientes cuarenta
y los furiosos cincuenta con las olas amenazando las popas de sus barcos. Hoy,
cuando algunos ya buscan la calma de las aguas templadas y el resto afronta el
infierno del Cabo de Hornos, mi admiración para su esfuerzo y para su capacidad
de afrontar la locura con serenidad.
El segundo ejemplo de sentido común y sensatez es el que nos
ofrece todos los días Vicente del Bosque. Es ejemplar, modélico; es perfecto y
el modelo a imitar para todos aquellos que estando tan cerca de la estupidez
que causa la fama, tienen un faro con el que orientarse. Mientras otros dentro
del mundo del futbol pierden el norte, Vicente del Bosque cumple con la
normalidad ciudadana con ejemplaridad y absoluta calma. Ojalá todos los famosos
y poderosos conservaran, como él, la limpia humanidad de un tío normal y buena
gente. Gracias, caballero.
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