Una prensa quebrada que sigue mirando al gobierno en busca de publicidad, pero encantada de ser perfecta
Andan los diarios dando cera a los partidos porque, dicen, se han instalado en un autismo que les impide escuchar y actuar conforme a los deseos de los ciudadanos. Lo dicen y hacen bien en decirlo porque es verdad, pero no cuentan que sus lectores, los del diario de toda la vida, también les han vuelto la espalda a ellos y que los anunciantes retiran inversiones a un velocidad sostenida.
La sociedad está cambiando y con ella, los usos y las costumbres, las fidelidades y los afectos mutan para ir a buscar aquello que mes satisfacción otorga a cada cual. Nada está establecido y nada será,mañana, como hoy lo vemos.
El cambio les llega a ellos como les ha llegado a muchos antes que a ellos, de manera que no les queda otra que morir dejando el campo libre a nuevos actores mejor adaptados y conocedores de cómo satisfacer los deseos de votantes y lectores, o cambian y encuentran la manera de hacerlo ellos.
Mientras les alcanza la muerte o deciden el cambio, ambos seguirán pensando que la culpa no es suya.