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jueves, 31 de marzo de 2011

Ideas sobre dos ruedas

Un visión más completa de la misma realidad.

El mundo, visto desde las dos ruedas de una moto, cambia sustancialmente y se nos ofrece más auténtico, más real. Es como si, desprovisto de todo lo que no es esencial, nos mostrara mucha más verdad que la que enseña a los habitantes del mundo de las cuatro ruedas. Enlatados dentro del coche, el paisaje que vemos se nos aleja y escapa, esconde olores y sensaciones que, en la moto, nos ayudan a vivir la realidad de una forma más auténtica y reconocible.
Con las ideas sucede lo mismo: sin ninguna de las distracciones que emanan de la radio o de la música, que nos asaltan y condicionan, la cabeza se descubre capaz de buscar la raíz misma de la idea y el pensamiento. Autista bajo el casco, protegido del exterior y de lo superfluo, las ideas buscan el centro con precisión de cirujano.
Pensar en las cosas mientras las ideas se refrescan por el aire que les llega es algo bueno y positivo: se llega mejor al objetivo, la maleza, que tanto oculta y confunde, desaparece y todo se nos muestra más sencillo y asequible. Es posible que la sensación de libertad que nos transmite la fuerza del motor tenga algo que ver con ello, pero puedo asegurar que cuando en mi cabeza bailan ideas y soluciones distintas y no muy claras, un buen trayecto en moto me suele brindar perspectivas novedosas y creativas.
Y por encima de todo, la luz; una luz que nos acoge, nos envuelve y nos engaña para hacernos pensar que el camino es infinito y nos pide ser seguido hasta el final imposible. El coche sólo es un medio, un instrumento, pero la moto se junta con el viaje para ofrecerse como un fin en si mismos; nos seducen con sus sensaciones y cada curva, cada paisaje, nos permiten descubrirlos siempre nuevos, cambiantes, con tonos siempre diferentes.
Pensar sobre dos ruedas es pensar en lo esencial, en lo más importante y eso es bueno; siempre es bueno.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Hoteles

Algunos hoteles recuerdan los días en los que fueron destino.
Hoy, apenas algunos añoramos sus ritos y la tranquila cadencia de sus horas.

Los hoteles guardan, celosos, tiempo y recuerdos de las almas que pasearon soledades por sus alfombras y salones. En los hoteles podemos encontrarnos con vidas que esperan, junto a esa planta del rincón, ser rescatadas y vividas de nuevo.
En las camas de los hoteles se acumulan sueños que intentan ser soñados por otros sueños; peligrosos esos sueños que creemos nuestros y nuevos y, sin embargo, fueron soñados hace años y cayeron en la almohada al despertar su creador. Desde entonces, agazapados, han esperado al oportunidad de reinventarse y eso sólo es posible si, en la noche, nos asaltan para pillarnos desprevenidos y confiados a la bondad de nuestros propios sueños.
También los hoteles gustan de recordar otros tiempos, aquellos en los que no se respiraba con esa prisa angustiada que contagian los viajeros de hoy. Los hoteles se acuerdan de otros pasos tranquilos sobre caminos largos y placenteros; se acuerdan, los hoteles, de cuando ellos eran el soñado destino de los que querían encomendar sus días al experto cuidado de sus ritos y ceremonias.
Los hoteles saben de amores y de traiciones; de pasiones agotadas sobre la tela de sus butacas y el rebozo de sus camas; camas robadas a la vigilancia de otro amor. También saben de amores ilusionados, de felicidad compartida y noches blancas consagradas a Venus; pero esos recuerdos se fueron con sus dueños para ser recordados una y otra vez. Egoísta el amor que no se deja olvidar.
En los hoteles se acumulan mundos perdidos sobre otros mundos olvidados, pero el viajero de hoy no tiene tiempo para vivir otras vidas que no sean las de los otros, esos otros que gobiernan su vida; nuestras vidas. El viajero de hoy ni siquiera sabe que sueña los sueños que sueña fueron soñados por otros.
El viajero de hoy no deja nada en el hotel que pueda ser revivido en la experiencia de futuros viajeros. El viajero de hoy viaja su viaje tan vacío que no puede olvidar nada en el hotel.

lunes, 28 de marzo de 2011

Fuego, caverna y cenizas

¿Es la obra creada el pálido reflejo de aquello que quisimos crear?
Habita el arte la misma caverna  pensada por Paltón para la realidad toda?

Según mi amigo Kike - a cada cual lo suyo - Margarita Yourcelar pone, en boca de uno de los personajes de Memorias de Adriano, “El verdadero fuego es la vida,la literatura tán solo recoge sus cenizas”. Bonita metáfora para ser tratada en la comida de los lunes, momento en el que se repasan los temas más dispares. ¿Que queda del impulso vital que anima la creación una vez que ésta queda plasmada? Como en la visión de Paltón, apenas una sombra que se desliza en la pared de la oscura caverna, un remedo suave de aquello que motivó en el hombre la disposición a crear.
Obra, pensamiento, ceniza y fuego como elementos originarios y recuerdos de aquello que debieron ser, pero geniales, a veces. Si pensamos en que la frase es cierta, imaginemos la altura original de obras que han hecho grande al hombre; de obras que nos han hecho sentir pequeños en nuestra pretendida destreza; obras geniales creadas, a veces, por seres despreciables por su vida pública, por sus actos fuera de la creación y por el desarrollo de su vida personal.
Curioso eso de la naturaleza del creador, la obra y la vida; como si la propia obra eligiera a su creador con independencia de lo abominable que éste pudiera ser fuera de la inmensa tarea encomendada. En este mismo blog escribía sobre la conveniencia de que el escritor fuera desconocido y no un personaje capaz de generar filias o fobias por otra cosa que sus escritos; pero las propias obras desprecian esa máxima: ellas eligen, como un parásito inmensamente diestro y habilidoso, la mano de aquél que les dará la libertad de ser admiradas.
¿Qué anima la creación? ¿Es posible que la creación misma elija al autor para ser creada? Preguntas sin respuesta que quedan el aire esperando a ser contestadas, algún día, por aquél que pueda rebelarse contra el tirano y renunciar a crear aquello que le ordena ser creado: el que sea verdaderamente libre de matar o de crear; de servir o renunciar a servir: el libre contestará. Los esclavos nos entregamos a la tarea de contar aquello que quiere ser contado, obedientes al impulso que pone en marcha la solitaria tarea de contarnos, a nosotros mismos, las mismas cosa de siempre.

domingo, 27 de marzo de 2011

Mear fuera del tiesto

No parece que esta sea la mejor forma de reivindicar una sociedad más laica e independiente de la religión.

En los últimos días, un par de semanas más o menos, se han producido uno hechos aislados contra la religión que creo que han conseguido un escándalo contraproducente para la causa del laicismo. Entrar medio en bolas y bebidos en una capilla de la Complutense o convocar una procesión atea –tan absurda como la procesión católica- me parece ofensivo para muchos, inútil para la consolidación de unos objetivos políticos necesarios y confuso a la hora de separar, definir y matizar.
No hace falta volver a definir mi postura al respecto: como ateo convencido creo que lo religioso, y todo lo que lo religioso conlleva, debe restringirse al ámbito de lo privado y desaparecer tanto del espacio público como de la posición mental con la que se le favorece de manera injusta, absurda y contraproducente para el avance de la sociedad, la ciencia y la humanidad.
La religión y todo lo que ella arrastra de superstición, miedo, desconocimiento e imposición, pierde terreno ante la ciencia, ante la evolución natural de las sociedades bien estructuradas y ese camino debe ser trazado con calma, sin ofender a nadie, sin imponer obligaciones excepto las derivadas de la libertad de ejercer las opciones particulares son coacciones. La religión implica todo lo contrario y esa es su debilidad, su talón de Aquiles: sin imposición y sin coacción, la religión se diluye mansamente en el olvido y ese será su destino final, por mucho que todavía nos queden siglos para verlo.
El Dalai Lama ha dado un importante paso al separar lo político de lo religioso abandonado la práctica de un sistema teocrático injusto, antiguo e ineficaz, pero el Dalai Lama es un agente muy pequeño, testimonial si acaso, dentro de una partida de gigantes. A día de hoy el peligro de verdad lo encarna el Islam y su concepción tiránica y violenta del hecho religioso y sus opositores frontales, los fascistas americanos que meten a Dios en el origen de todas bárbaras acciones que intentan poner en marcha.
Por otra parte, estos elementos han elegido un enemigo sencillo y asequible que apenas se defiende, por mucho que algunos armen el escándalo. Europa tiene un problema con la religión y ese problema se nos ha colado debajo de la camisa de nuestro tranquilo y civilizado debate: el Islam. Ese es el enemigo que no entiende otra postura más que la suya; ese es el que ante la crítica se defiende matando y lanzando a sus fanáticos en forma de “fatuas” demenciales. Nuestra defensa de lo laico debe mirar hacia ese lado, que el lado de lo católico sabe que su retroceso está asegurado. Intenta mantener privilegios en España, Italia, Polonia y poco más, pero sabe que Austria, Alemania y otros países considerados bastiones de su moral y de sus privilegios políticos encabezan la fuga.
Nunca la mala educación ha servido para nada y en este caso, debe servir todavía menos, así que si esos groseros quieren elegir bien un objetivo y vivir emociones fuertes, les aconsejo que intenten que, en la próxima fiesta del cordero, los musulmanes españoles lleven los animales que quieran sacrificar a los mataderos municipales. Si nosotros tenemos que hacerlo con los cerdos el día dela matanza para mantener el nivel sanitario, que también ellos se adapten a esa legislación. ¿A que sería divertido sentarse y ver los fuegos artificiales?
Pues eso, que una cosa es la ideología y otra, mear fuera del tiesto.

sábado, 26 de marzo de 2011

El Regalo de Pandora

Baphonet se deja convocar por otro moderno signo compuesto, también, por cinco signos: E=mc2

Prometeo robó el fuego para los hombres y Zeus, enojado, creó a Pandora para que sembrara el mundo con ponzoñosos dones. Prometeo había entregado al hombre una tecnología que les permitía calentar el invierno y cocinar los alimentos y alejar a las bestias sin matarlas. Los dones de Pandora encerraban secretos que los convertían en dañinos.
El hombre parece haber olvidado las enseñanzas de los mitos y busca los dones de Pandora sin recordar que, por cada beneficio, sus regalos maldicen al que los usa con un ciento por uno de calamidades y desgracias.
La humanidad, tras un largo camino de armonía con la naturaleza y con la esencia de la vida que es común a todos los seres de este mundo, se ha lanzado a una carrera de destrucción e inconsciencia que, pro primera vez, puede llegar a destruir, para siempre, esa vida que nos une con la madre tierra.
Somos señores de esos caballos de muerte que parecen obedecernos y sólo buscan hollar los campos con pisadas funestas sobre las que no crece nada: somos niños jugando con los poderes de dioses que no comprenden las consecuencias de sus actos.
El Siglo XX culminó el proceso nefasto iniciado en el XVIII con la revolución industrial y el Siglo XXI parece querer consagrar el sacrificio de la especie entregada al satánico rito de una tecnología que no controlamos.
Por primera vez somos capaces de destruirnos como especie, pero también por primera vez, la amenaza no es sólo para nosotros mismos: arrastraremos la vida conocida en nuestra caída y el mundo, tras nosotros, será distinto. El antropoceno perdurará en las extrañas criaturas que alumbrará nuestra hecatombe como especie: de la risa de Pandora se generarán extrañas formas de vida que deberán su existencia a nuestra absoluta imbecilidad y al reinado de nuestra soberbia. Los cinco signos de la sencilla fórmula de Einstein, como si de un moderno pentagrama satánico se tratara, han invocado la presencia de los demonios nucleares que el hombre ha liberado sobre el mundo.
Somos enanos elevados sobre el mundo a hombros de aquellos gigantes de la ciencia que nunca soñaron con que sus creaciones alumbraran la muerte. El juego de estos niños ya ha avisado varias veces de su peligro: Hiroshima, Nagasaki, Chernóbil, Mururoa y otra vez Japón, empiezan a definir un patrón de consecuencias que no queremos ver ni considerar en su totalidad. Seguimos ciegos ante el veneno de los regalos de Pandora y Zeus ya sabe que su castigo se acerca: olvidamos la sencillez del fuego robado por Prometeo y la aparente belleza de Pandora nos cegó. La tierra olvidará nuestro paso.

viernes, 25 de marzo de 2011

Gratis total



Jaime Mayor Oreja demostrando que, en España, la calumnia, el insulto y el falso testimonio, no sólo no tienen coste alguno, sino que generan beneficios.
Pagamos todos, eso si, pero ellos tranquilos y a lo suyo.

Esta expresión, por desgracia muy reconocible en nuestro país, se acuñó hace años al descubrirse que la familia de un cargo político viajaba en la compañía transmediterránea bajo el epígrafe tarifario de “gratis total”. Desde entonces, la cosa de favores, corrupciones y degeneración de la cosa política se ha despeñado por barrancos profundos arrastrándonos a todos.
Todos se gritan “tu más”, pero la verdadera tragedia, lo que realmente está sucediendo, es que “nosotros, menos”, pues la corrupción es un cáncer que no ataca sólo a un partido, ataca al cuerpo social en su conjunto y hay que extirparlo. Las administraciones locales, los ERES andaluces, todo lo relacionado con el llamado caso Gurtel, los tamallazos, la colectiva vergüenza de Fabra; las golfadas de TODOS deben ser condenadas, perseguidas y encarceladas por el bien de todos. Y ojo, que hay cosas que, siendo legales, son inmorales, de forma que también deberían ser erradicadas de las prácticas habituales de nuestros políticos.
La realidad, tristemente, es otra y esos temas acaban saliendo “gratis total”. Y ojo, que por si alguien que siga el blog piensa que mi postura denuncia a los del PP y oculta a los PSOE, está absolutamente confundido. Más bien, me ocurre todo lo contrario: por sentirlos más próximos y exigirles más, me repugnan especialmente los casos que afectan al PSOE, de forma que tranquilos. El mejor ejemplo es lo que está sucediendo con los ERES e Andalucía: llegarán los juicios y las condenan, pero ahora mismo, ya, de Chaves hacia abajo, todos deberían desfilar con la carta de dimisión en los dientes; aunque sólo sea para dar una imagen medianamente seria de la política; que es complicado y difícil.
Ya hemos visto que la corrupción, entre amigos, sale gratis total, pero ahora me voy a detener en otras acciones perversas que tampoco se pagan y que, también, contribuyen a que esto sea poco menos que una casa de mala nota: las declaraciones de los políticos y las mentiras en forma de titulares de prensa.
Sobre las segundas tenemos, incluso, una sentencia judicial que les permite no decir la verdad, lo cual es de coña, pero es que de lo primero hay tanto que voy a centrarme en un ejemplo especialmente venenoso: Mayor Oreja. Este anacronismo con barba y una cara dura fuera de lo normal, ha hecho de la mentira su mejor bandera y carta de presentación. En su cabeza anida el sueño de ser el héroe patrio que debería haber acabado con ETA, de forma que nadie más, nunca y bajo ninguna circunstancia, puede arrebatarle ese honor. Que los gobiernos de España hayan dejado a ETA “para el arrastre” no cuenta; que los diferentes gobiernos de Zapatero hayan metido en la cárcel a más etarras que cualquier otro –sólo desde la última declaración de “tregua”, más de treinta – es algo que no afecta jamás a su discurso: Zapatero ha pactado con ETA un acuerdo oscuro y vergonzante que quiere entregar el País Vasco a la tiranía abertzale.
Este tío, que está como una regadera estropeada, salpica su veneno hacia todos lados, PP incluido pero, una vez más, le sale gratis total. Creo, de verdad, que hay que exigir el pago de esas cuentas pendientes y que, cuando un político acusa a otro de hacer algo ilegal, debe hacerlo a la salida del juzgado de guardia y atenerse a las consecuencias de lo dicho en forma de sentencia de inhabilitación, pago de indemnizaciones o lo que sea que la justicia disponga en estos casos, pero no podemos seguir aplicando esa nefasta tarifa de “gratis total” que acaba saliendo demasiado cara para todos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Horarios y economía

Siempre hemos aspirado a "vivir como curas", pero esta demostración, en plena crisis, es poco menos que pornográfica.


Tema de debate en la comida: los horarios de trabajo en España en comparación con los horarios europeos y de Estados Unidos. La conclusión ha sido unánime y descorazonadora: los horarios no cambiarán porque los que mandan, los directivos, los que ya han sido domesticados, no quieren que cambien. La vuelta a casa a las cinco y media de la tarde les parece una condena cruel; privarse de las comidas de trabajo que acaban a las cuatro, un descenso en su nivel de vida y además, no poder evaluar a los jóvenes y los mandos intermedios por el inmenso valor de la “permanencia”, un derroche.
España ha empezado a valorar más la presencia que la eficacia, el silencio ante jornadas de doce o catorce horas que la satisfacción personal y el rendimiento. Nuestra competitividad se entiende de manera un tanto curiosa: consiste en poner a tres” juniors” para hacer , mal, el trabajo que deberían hacer , bien, cuatro o cinco “veteranos”.
Hoy en día no se puede planificar el trabajo teniendo en cuenta las horas por las que el trabajador recibe su salario, que eso se entiende que es “vivir muy bien”, no: hay que poner a la gente en la olla y estructurar la actividad para que se trabaje mucho más de lo que se paga. Si un director de departamento tiene la idea de que cuatro trabajadores contratados para trabajar 40 horas ala semana hacen un total de 160 horas, lo lleva claro: no sirve, es un blando y hay que cambiarlo por otro que consiga:

a.- que las horas sean 60 por persona para un total de 240 horas a la semana en el departamento.

b.- una vez conseguido eso, hay que ir cambiando el perfil, de manera que, en pocos meses, esos cuatro trabajadores que costaban 160.000€ al año, se hayan convertido en tres “juniors” que cuesten 60.000 y que no protesten demasiado.

Eso si, cuando haya que hacer un trabajo de calidad y competir para no perder clientes o cuentas o lo que sea, que nadie pida milagros, que esos 20.000 al año no rinden ni protegen, ni piensan, como los 40.000 de los que echamos hace tres meses.
Los horarios de hoy ni son “históricos”, más allá de las penurias del pluriempleo de post guerra, ni ofrecen solución o alternativa a la bajada y al descenso del consumo que nos acarrea esta crisis. Eso, por no hablar de la utopía de la conciliación de la vida laboral y familiar, que ya sería de risa: niños auto educados con las llaves de casa colgadas, abuelos convertidos en padres forzosos que ni son abuelos ni tienen las ganas, la capacidad física ni el aguante para ser padres de verdad y pierden, además, la felicidad de tratar con los nietos en su verdadera y necesaria función y todo lo que se os ocurra.
Solución: acabemos a las cinco de la tarde, trabajemos de 9 a 5 y llenemos los gimnasios, comercios, centros de ocio y cultura; mejoremos el rendimiento de cada hora de presencia en las oficinas, talleres y centros de trabajo y vivamos la vida de una forma mucho más racional, mejor planificada, más sana y más feliz. Y si eso les cuesta el divorcio o el alcoholismo a nuestros jefes por tener que afrontar su convivencia con la arpía que les espera en casa, se siente: que cada palo aguante su vela, que nosotros, con nuestras chicas, estamos encantados.

martes, 22 de marzo de 2011

No a la guerra: ¿queda claro?

Menos mal que los maestros siguen enseñando.

Parece que las dormidas conciencias patrias ya no se sienten incómodas pensando en esta guerra, en la guerra que los perros de los amos han iniciado contra Gadafi. Como siempre, esta, y todas las guerras, harán sufrir a aquellos que nada tienen que ver con los intereses políticos o económicos de los que mandan. Para desalojar a Gadafi del poder, los muertos serán necesarios miles de muertos cuya culpa, imperdonable, es haber nacido en Libia.
Esta guerra, que es tan rechazable en su naturaleza como cualquier otra, ha sido bendecida y aprobada por la ONU, como en su día fueron bendecidas las animaladas de los cruzados o contaron con los apoyos divinos de uno y otro bando las guerras religiosas libradas en Europa, lo cual no cambia en nada su perversidad. Esa bendición no cambia, en nada, su perversidad, su naturaleza horrorosa.
La guerra es la prueba del fracaso del hombre como especie, es la negación de su capacidad para convivir y para incrementar su cultura moral. La guerra es destrucción y siempre es injusta para la población civil que, además de tener que sufrir a un tirano impuesto o consentido, debe padecer los efectos perversos de una guerra desatada por los mismos que ates consintieron.
Las últimas intervenciones han sido, sin excepción, para desalojar del poder a títeres consentidos que se salieron del cauce establecido por los amos. Dijimos no a la guerra de Irak y hay que decir no a esta guerra, a esta intervención militar montada de forma tardía, hipócrita y cobarde; una guerra bajo fórmula antigua: “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. No derrocamos a Gadafi, pero apoyamos a los rebeldes y atacamos al tirano: su derrocamiento será cuestión del triunfo popular.
Seguimos dando mucho asco y encima, asco silencioso. NO A LA GUERRA.

domingo, 20 de marzo de 2011

El vuelo de las grullas de papel: Yo quiero ser japonés

Las grullas de papel como símbolo d ela generosidad de un pueblo ejemplar.

Me entero, viendo la TV, que en Japón se han formado grupos de recaudadores voluntarios que piden dinero para ayudar. Piden dinero para comprar comida, ropa, lo que sea necesario para otros japoneses que se han quedado sin nada. No recuerdo el nombre con el que ellos denominan a esta acción, pero la traducción “espíritu nipón”, significa, más o menos, gente que ayuda a la gente. En Madrid, en plena Puerta del Sol, también hay japoneses que, abandonando su habitual silencio, comedimiento y corrección, piden a gritos ayuda para sus compatriotas. A cada uno que entrega dinero, le dan una grulla de papel de la que cuentan un origen hermoso: con las secuelas de Hirosima, una niña, enferma de cáncer producido por las radiaciones, pensó que haciendo mil grullas de papel se curaría. Murió, pero su ejemplo de de esfuerzo y de trabajo para un sueño, ha calado en la sociedad y cambian los donativos para entregar conseguir miles de grullas. Cada mil grullas, un deseo cumplido. Pero ¿de donde salen las grullas? Todos los alumnos y padres del colegio japonés de Madrid, trabajan a destajo haciendo esas grullas para que no falten nunca.
Japón está dejando al mundo boquiabierto. Conocíamos su disciplina, su educada corrección contenida, pero lo que nos están demostrando nos coloca a todos a la altura del betún. No hay ni un disturbio, ni una pelea, ni una riña: cada individuo aspira al bien colectivo y se mire donde se mire, el individuo piensa en el grupo.
Las grullas de papel volarán y con ellas se llevarán al paraíso sintoísta el esfuerzo y el ejemplo de esos obreros, todos mayores de sesenta años, que permanecen trabajando de forma voluntaria en la central de Fukushima. Saben que todos los que se queden peleando con los reactores van a morir y están seguros de ello, de manera que han expulsado a los jóvenes, a los que deben reconstruir el país y seguir el espíritu de un país que se sabe tan grande como el valor, la disciplina y el enorme valor de sus ciudadanos.
Hay que destacar que no sólo cuidan de si mismos y no se olvidan de nadie: es que cuidan hasta de los animales domésticos y las redes de recogida, adopción y cuidado funcionan desde el minuto uno.
Si ser japonés es ser lo que yo veo en estos días, no tengo la menor duda sobre lo que quiero ser de mayor: yo quiero ser japonés.
Eso si: que nadie se olvide de la vergüenza de las líneas aéreas que han multiplicado sus tarifas por siete para aprovechar la demanda de salida; de los especuladores que han intentado hacer negocio sobre el sufrimiento de este pueblo. Como siempre, el ser humano muestra su enorme capacidad para lo bueno y para lo malo.

sábado, 19 de marzo de 2011

Juegos soñados

Jugamos en la cola del viento como pájaros dormidos en el aire negro.

Dormimos, tapados en la nube del sueño, cuando vivimos como amantes ausentes del amor enamorado.

Somos apenas el dibujo esbozado de un niño perdido.

¿A quien llamamos, asustados, en la noche de los días perdidos?

Somos los sueños soñados por el sueño de la vida; apenas el recuerdo de algo que pudo haber sido.

Recuerdo pasajero de un aliento perdido.

Apenas energía, pulso, mente y sueño, todo junto para morir amando el imposible amor de ser amado.

16 de marzo avión Madrid-Amsterdam

viernes, 18 de marzo de 2011

Libia entregada a la jauría

Es Sarkozi, pero pordrían ser tantos....Berlusconi, Zapatero, ...los que ahora forman jauría, antes cuidaban del verraco asilvestrado. Todo por la pasta.

Por fin los amos de esto han conseguido el permiso para soltar a los perros, que la presa se escapaba viva y el verraco, que parecía domesticado, se ha vuelto cimarrón y hay que acabar con él y sus tarascadas a los aparceros. Libia y los libaneses nos importan un carajo a la vela, pero el petróleo si es importante y a Gadafi ya no podemos sacarlo de paseo.
Fue un asilvestrado, terrorista confeso, siempre dictador, folclórico, cruel, corrupto y sanguinario hasta que descubrió que, siendo amable con los amos del cotarro, los otros pecadillos, esos que implicaban la agonía de su pueblo en la miseria, la acumulación de miles de millones para imprevistos, sus histriónicas apariciones despreciando a la mujer y otras muestras de buen gusto, pasaban a un segundo plano y la cosa no pasaba a mayores.
En las últimas semanas, los amos de esto se han desesperado esperando que la cosa se pariera solita, luego buscando exclusiones aéreas, reuniendo al consejo de seguridad y apretando clavijas, pero la ONU no daba permiso para soltar a los perros. Cuando ya la esperanza de los rebeldes se deshacía a punto de caer el último bastión, la ONU ha dicho que vale, que da permiso para cazar al verraco y los cazadores tocan el cuerno para levantar a las jaurías.
A su sonido acuden los USA, Francia y una España que tiene que demostrarle a Obama que no se ha olvidado del adiestramiento recibido, que lo de Irak fue una pecado de juventud y que ya nos portamos bien y obedecemos moviendo el rabito.
Como en Irak, se nos importa una higa la democracia, la humanidad, la justicia social y otras gilipolleces antiguas: nos importa estar bien mirados por los amos de la cosa y que no nos sigan dejando al margen del reparto, que la crisis aprieta y hay que dar de comer a los perros y a los bancos, que son los perreros de los amos, por supuesto.
Si es que damos un asquito....

martes, 15 de marzo de 2011

Nikei = Homo homini lupo


Corta entrada para llamar nuestra atención sobre el hecho de que el primer gasto del gobierno de Japón no ha sido para reconstruir el país o para limpiarlo de los millones de toneladas de escombros acumuladas en lo que fueron sus calles, no: el primer gasto, enorme, ha sido para protegerse de las crueles dentelladas que los mercados internacionales han lanzado contra la descubierta yugular del estado.
Nos venden el sistema económico internacional, nos dicen que los mercados traerán desarrollo y riqueza, pero lo que no nos venden es la ruindad de un sistema que, ante una situación como la que atraviesan los japoneses, no es capaz de volcarse en la ayuda en lugar de esforzarse por obtener riqueza a cambio de la desgracia de nuestros hermanos.
Me repugna ver cómo, mientras los que sufren dan ejemplo de disciplina, civismo, solidaridad y honradez, los que poseen la riqueza concentran sus energías en convertir la desgracia en miseria y el horror en crueldad con el caído.
El hombre es un lobo para el hombre, lo sabemos de antiguo, pero comprobarlo, una vez más, da un cierto vértigo y mucho, muchísimo asco, pero no evita que el índice Nikei se desmorone.

lunes, 14 de marzo de 2011

Visionado obligatorio

Hoy no escribo, hoy os pido que, por favor, veais estos dos videos sobre los que no voy a comentar nada.
Mañana comentaré algunos aspectos de la situación de Japón, pero hoy toca ver y no leer ni escribir.


y

domingo, 13 de marzo de 2011

Fukushima


¿De verdad sabemos manejar la energía nuclear?
Del papel de los radicales del átomo hablaremos otro día, que hoy es demasiado fácil darles cera.

Es un nombre que va a quedar grabado en la memoria colectiva como otros quedaron antes que él: Chernobil, Bophal, Three Miles Island y otros muchos que han venido a confirmar nuestra vulnerabilidad ante diferentes cuestiones. La formulación de Einstein, tan simple, tan elemental y tan capaz de generar nuevas posibilidades, ha colocado al hombre ante la posibilidad de abrir una puerta que promete grandes cosas; buenas o malas, pero grandes, sin duda.
La emergencia nuclear que vive ahora mismo Japón se produce casi cuarenta años después de que se instalara la central: cuarenta años de desarrollo tecnológico, mejora de sistemas de contención y prevención, profesionales mejor preparados y una larga lista de perfeccionamientos sobre la situación real de los años 70. Si ahora casi –y considero generoso ese casi - no podemos hacer nada ante un fallo en los sistemas, mi pregunta se centra en lo que, de verdad, se conocía, se sabía y se podía actuar en los años setenta cuando la central fue construida, cuando todos los favorables a ella aseguraban, como aseguran hoy mismo, que “era imposible un accidente nuclear”. Desde mi punto de vista, el problema, la carencia real de la energía nuclear, es el nivel de nuestros conocimientos reales sobre ella. Sabemos encender el petardo, pero una vez que la mecha empieza a consumirse, no podemos, ni sabemos, evitar la explosión.
Este accidente llega justo en el momento en el que occidente mira a la energía nuclear como una solución “barata” frente a otros tipos de energía y creo, sinceramente, que es posible que esa evaluación de costes sea intencionadamente escasa. Me parece que es muy posible que, si se incluyeran, de verdad, todos los costes del proceso completo, la ventaja real de la energía nuclear, en términos económicos globales, sería muy diferente de lo que ahora nos muestran. El ser humano tiene una tendencia genética a actuar sobre y con las novedades antes de saber y conocer del todo su verdadera naturaleza. Si se hace negocio, la cosa marcha y empezamos a estar en terrenos muy peligrosos en los que hace falta ir con mucho cuidado para no hacer algo que no tenga solución.
La realidad actual acelera los tiempos, la tecnología es capaz de ofrecernos unos titulares muy brillantes que, muy posiblemente, escondan demasiada “letra pequeña”. El ser humano debe aprender a pensarse en colectivo, en global, en su conjunto completo sin permitir que intereses parciales pongan en peligro a la especie entera y a su medio ambiente.
Es muy posible, seguramente es verdad, que la energía nuclear puede aportar mucho a nuestra sociedad, pero también me parece, y estoy casi seguro de ello, que eso lo conseguirá y lo hará una tecnología nuclear distinta a la actual, más conocida, más controlable, menos dañina, con un ciclo de vida más largo, con más aplicaciones y unos residuos menos complejos en su tratamiento.
La energía nuclear, otra energía nuclear, puede ver la luz gracias los conocimientos científicos y a la tecnología actual, pero eso es algo que también podemos aplicar al desarrollo de otro tipo de energías que hoy son caras y poco previsibles, sin posibilidad de almacenarse y generadoras de otro tipo de contaminaciones: la estética (pocas cosas más feas que un campo de molinos perfilando la montaña) y la mental, que alimenta y promueve esa falsa idea de que el consumo puede, y para algunos, debe, ser ilimitado.
De la misma manera que hay que producir energía de forma distinta, debemos consumir los recursos –y la energía es un recurso más – de una forma más consciente, ahorrativa, coherente y sabia. Y utilizo el concepto de sabiduría con idea de que podamos conocer, de verdad, la realidad completa de lo que hacemos, su origen, su coste, su muerte, su reciclaje, su necesidad real y las implicaciones completas de su uso, su coste y su abandono.
Por cierto: todo esto no lo harán nunca las empresas que viven, hoy, de vendernos energía y tecnología, esas que necesitan un consumo uniformemente acelerado. Ese modelo de economía es el que nos ha traído hasta aquí y, desde mi modesto y molesto punto de vista, es el primer objetivo a definir en el cambio, pues si no, no será posible acceder al conocimiento real de las tecnologías que deben hacer posible que el hombre sobreviva al hombre.

P.D.- Buen final para incluir en la idea de súper hombre de Nietzsche: el que viene después del hombre que hoy conocemos y que será mejor que él. (Lo de despreciar la idea y equipararla al nazismo hitleriano, me parece de una pobreza mental y una simplificación hacia la mera apariencia física absolutamente ofensiva y además, muy cómoda para no leer la obra del autor, que de simple no tiene nada.)

sábado, 12 de marzo de 2011

Nada

Ni mar ni tierra ni cielo: solo terror.

Veo, como todos vemos desde el viernes, las terribles imágenes que llegan desde Japón y compruebo una vez más –lo aprendí cuando me toco vivirlo en el D.F. – que nada de lo que el hombre hace vale nada a la hora de hacer frente a la catástrofe. Ni diques, ni barcos, ni carreteras, ni casas: nada vale, nada puede, nada...es igual que tratar de parar una bala con una hoja de papel. Y la tierra sigue, los mares continúan con su ordenada secuencia de mareas y parecen demostrar que una ola, por grande que sea, no es nada, que lo importante es la propia esencia del mar, su permanencia, su impresionante fertilidad, su inmenso desprecio por todo lo que no es su propio poder y destino.
El hombre, esa pequeña parte de la historia de la tierra, pasará como tantas otras especies han pasado y la tierra seguirá su viaje hasta encontrase con su propio destino; una realidad en la que habremos dejado una pequeña huella, muy pequeña pero muy sucia, eso si.
Nada ha pasado en términos geológicos, nada ha pasado que no haya pasado antes y en una escala que ni siquiera podemos soñar: los grandes lagos de Estados Unidos tuvieron un origen catastrófico, por no hablar de otras grandes estructuras geológicas que, según algunos, incluso dejaron huella en las leyendas del hombre. Hay ciertos indicios que, es posible, pueden poner de manifiesto que hubo un día en el que el mar negro y el mediterráneo se unieron y chocaron y las aguas subieron inundando laderas, tierras y campos en un desastre que algunos llamaron diluvio universal.
Nada ha pasado desde el viernes aunque haya explotado una instalación nuclear en Japón, nada ha pasado en Libia y Europa mira hacia la nada que hay al otro lado de la responsabilidad y de la decencia; aunque algunos pensemos que en los desiertos de Libia, además de sangre y de muertos, yace la dignidad de un sueño muerto, frío y traicionado llamado Unión Europea.
Nada es lo que recordarán los muertos de un Tsunami en la historia del hombre, nada es lo que recordará la tierra y nada es lo que nuestra inacción consiente ante la inmensa afrenta de la historia vivida en estos días de vergüenza, sueños, muerte, desolación y esperanza. Es nada lo que el hombre importa y nada es lo que estas letras significan para nada.

viernes, 11 de marzo de 2011

Campo de Marzo


 
Campea Mayo amoroso
que el amor ronda majadas,
ronda establos y pastores,
ronda puertas, ronda camas,
ronda mozas en el baile
y en aire ronda faldas...
Tiene estos días, el campo, ganas de venirse arriba; de vestirse en verdes nuevos y adornarse de renuevos; de refrescar las raíces dormidas por el invierno y dejarse remojar, entre nubes y entre soles. Es tiempo de verdes nuevos, limpios y suaves luciendo, por ese suelo que brilla con soles de amanecida.
Marzo se viene temprano, entre flores mustias de almendros y nuevas flores del pruno; amarillo de mimosas y verde de trigos verdes; y mojado de aguaceros seguidos de claros días que calientan amoríos adormecidos de invierno.
Se acerca el Mayo cantado, pero queda tiempo aún, que no han de llegar los amores rondando bajo las eras: que tiene que llegar Abril para romper el hechizo que propone el suave sol y con él vendrán ventiscas y aguaceros y más fríos, mientras el cuerpo se acuerda de que ya hace falta sol; que hace falta un cielo nuevo que se olvide de los hielos.
Llega Marzo con su engaño, como si el invierno huyera, pero miente: que nos aguarda emboscado con sus heladores días; con rayos y vientos fríos; con sus nubes de tormentas contra el verano que llega.
Es Marzo, mes de batallas, de luchas y de esperanzas; campo huido del invierno que se sueña ya en verano y que volverá a vestirse con blanco de escarcha y de hielo.
Volverán los hielos, sí, pero tiene estos días, el campo, ganas de venirse arriba.

jueves, 10 de marzo de 2011

Espinas en el pene... y rosas en la cara, airosa caminaba...

Mejor no demos ideas, que la industria del latex ya tiene bastante imaginación.

Leo, y juro que no es cachondeo, (http://www.periodistadigital.com/ciencia/ser-humano/2011/03/09/como-perdio-sexual-hombre-placer-hueso-mono-pene.shtml ), que el pene del hombre no tiene espinas gracias a la pérdida de un trozo de ADN codificante y eso gracias a no se que estudio de la Universidad de Stanford, que se habrá gastado una pasta gansa investigando el notabilísimo hecho. El estudio en cuestión busca el conocimiento de las secuencias genéticas que determinan la presencia, o ausencia, de determinadas características o formaciones anatómicas y poder manipular esas secuencias de cara a la generación de terapias concretas.
Todo esto me lo imagino yo y entiendo que, hasta aquí, la cosa es normal, por mucho que el redactor de la noticia (la fuente no da para más) vaya buscando una conclusión o sugerencia bastante más disparatada que esa. Uno de los párrafos dice, ya cerca de las conclusiones, (Sic) “Las espinas del pene son comunes en otros animales, incluyendo los chimpancés, macacos y ratones, pero una morfología más simplificada tiende a asociarse con la conducta monógama de ciertos primates.”
Estos tíos, cuando se ponen a desbarrar, son capaces de cualquier cosa, incluida la más burda manipulación de cualquier sesudo estudio científico. Vamos a ver, angelito, ¿me puedes correlacionar la ausencia de agallas con la curiosa tendencia humana a la estupidez? Imagino que, según esas cuidadas conclusiones, la ausencia de rabo está directamente relacionada con la necesidad de llevar pantalones o con la tendencia del ser humano a darse por saco con determinados temas.
No hay nada más idiota que la religión hablando de ciencia ni nada más patético que un científico intentando la demostración de los dogmas. La monogamia, que además de ser escasa en las sociedades primitivas, es bastante antinatural, es sólo una de las posibilidades que tiene el ser humano de organizarse y lo de la ausencia de espinas es, como mucho, un detalle de la madre naturaleza con nuestras chicas, que bastante tienen ellas con lo que tienen encima. Si además de malos tratos, machismo, menos sueldo y puteos laborales, tuvieran que aguantar las espinas de nuestros penes, la cosa ya sería para nota.
Ayer, día internacional de la mujer, tenía que acabar así, con una noticia que hablara de ausencia de espinas en el pene de los niños. ¿Es que de verdad merece la pena defender la libertad de prensa para que nos cuenten estas gilipolleces? Pues bueno, la verdad es que, por lo menos, a mi me ha servido para escribir esta tontería, colocar al soporte que la publica en el lugar que se merece y dar gracias a ese diseño que, esta vez si, se ha mostrado como verdaderamente inteligente y no como cuando quiere desbancar a Darwin de los libros escolares. De todas formas: seguro que los defensores de ese llamado diseño inteligente, jamás utilizarían el ejemplo de marras para hacer valer sus posturas, me juego la barba.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Nueva Ruinasa

Nota de obligada lectura: Antes de empezar a hacer leña del árbol caído, vaya por delante la salvedad obligada sobre la seriedad con la que debemos considerar la terrible situación que viven los trabajadores sumidos en la incertidumbre, los acreedores cuya supervivencia está en precario y otros dramas surgidos de la actuación de los gestores de Nueva Rumasa. Para ellos solidaridad, respeto y comprensión. Dicho esto, vamos a ponernos la máscara de carnaval y sacar el zurriago.


Diseño propiedad de los damnificados trabajadores de NuevaRumasa

Leo que los trabajadores de Nueva Rumasa han sacado un remedo del popular Monopoly con las mejores hazañas del inefable Ruiz Mateos. Desde hace un par de días, los diarios se llenan con enormes cantidades de ejemplos de la furia epistolar con la que José María Ruiz Mateos bombardeaba a los directivos de bancos y entidades de crédito, con especial dedicación hacia el Banco de Santander y  su presidente Emilio Botín.
Esas cartas, cuyo análisis pone de manifiesto una personalidad rayana en la neurosis obsesiva, nos muestran el perfil de alguien desconectado de la realidad y en permanente lucha con el mundo financiero. Hoy mismo, El País (Hay que leerlas, de verdad) informa sobre el ofrecimiento de toda la bodega en garantía de créditos y amortizaciones. Como es lógico, el Sr. Botín, que de tonto tiene lo justo, declinó tan amable ofrecimiento y siguió mirando hacia otros patrimonios con mejor salida. Lo de las botellitas se lo dejó a los pardillos que picaron pensando que el bebercio siempre apetece y que “la coñac” mantendría, sine die, muy buena acogida entre los adeptos.
Este tío, cuya personalidad debe ser lo suficientemente fuerte como para arrastrar a la colectiva locura a todos sus hijos varones( A los que define en una de las cartas como “extraordinarios todos”  si bien de las féminas nada sabemos, que deben ser muy discretas, ellas)  y organizar ceremonias religiosas, aquellarres más bien, en su capilla particular - juro que cada párrafo de cada carta es un tesoro de sorpresas- de las que partían rogativas/conjuros diversas. Unas, imagino, para agradecer la ingenuidad de los suscriptores, otras para condenar la tacañería de los bancos y otros, imagino también, para rogar por castigos sin límite para los rojos y socialistas responsables de su desvarío.
Este país ha permitido que este elemento se cuele por las rendijas del sistema de forma repetitiva y que encima pretenda dar lecciones de gestión, modernidad y eficacia con su señora esposa a la cabeza del dislate en la que han sido capaces de convertir un club de fútbol.
En fin, país y paisanaje con el que siempre podremos contar para narrar astracanadas, juergas, chirigotas, carnavales y saturnales.

martes, 8 de marzo de 2011

Forrenta años


Esta es una de las estupideces que convivieron con las Quintanilla de Onésimo Redondo, La Almunia de Doña Godina, Ferrol de El Caudillo. Si es que no había por dónde cogerlos.

La entrada de hoy será corta, tan corta como el genial resumen del franquismo que hoy, en la inauguración de una exposición muy bien estructurada sobre la obra de Forges, “Los forrenta años” ha hecho el propio autor: “el franquismo al final, no fue más que una estupidez, una enorme estupidez”.
Ya se que se pueden añadir miles de adjetivos a ese resumen: desde trágico, hasta sangriento, pero la esencia no cambia. Todo fue estúpido: las formas, los fastos, las enormes mentiras que nadie creía, la censura, la imposición de mascaradas vacías y absurdas, la falsa religiosidad mezclada con las putas “de toda confianza”, la autarquía, los gasógenos: una inmensa estupidez por la que pasó el tiempo hasta convertirla en tragicómica astracanada culminada por la lectura del testamento de su protagonista a cargo de un llorica que había convertido Málaga en un corral de matarife.
Hoy, cuando algunos tratan de presentar esa época vestida de lo que nunca fue, conviene que alguien, con la genialidad y la claridad mental de Forges, coloquen cada cosa en su sitio y que nadie se confunda: no se puede salvar nada. Repito nada. De aquella época lo único meritorio, ejemplarizante y heroico fueron las vidas de tantos y tantos que trabajaron como galeotes, lucharon contra todo y levantaron las vidas de sus hijos mientras unos jerarcas vesánicos se dedicaban a sus estupideces mientras el país sufría la pena negra. A ellos mi admiración, a los otros el desprecio que merece el verdadero nivel de sus actos.
Gracias por el aviso, maestro.
Hoy se prohibe, entonces se anhelaba.

lunes, 7 de marzo de 2011

Por alusiones

¿Es posible despreciar la tierra que alberga algo tan bello?
No seré yo, desde luego, el que lo haga.

Mi estimadísimo, y muy andaluz él, amigo José Manuel, ilustra mi entrada “La Saeta” con algo más que la solicitada información acerca de tronos y pasos que yo le había sugerido. Amablemente, me proporciona muchos datos y un buen revolcón por haber caído en el manejo de viejos tópicos sobre Andalucía y difundir una imagen de intransigencia rayana con el racismo o xenofobia hacia esa comunidad autónoma.
Como la afrenta es grande, mi defensa deberá ser buena, pues el rapapolvo ha sido de los gordos. En primer lugar, quiero dejar clara mi natural convivencia con todas las comunidades del estado sin excepción, con las que mantengo una relación igualitaria. Si acaso, y reconozco mi conocida debilidad, me decanto por Asturias como mi sueño particular y donde me encuentro especialmente en armonía con el entorno.
Dicho esto, entiendo que el manejo de estereotipos es universalmente injusto y dañino para la verdad, pero es que Andalucía sufre tantos, y se ha dejado colgar tantos, que es complicado evitarlos. Andalucía, para mi, es una tierra que acumula historia, sabiduría y que se relaciona con la vida y su devenir con una actitud antigua, previsora y experimentada por las muchas invasiones, tránsitos, permanencias y recuerdos de culturas que pasaron, se fueron y que dejaron una especie de memoria genética a la que concedo enorme superioridad sobre mi visión cosmogónica del mundo social y natural.
El andaluz es capaz de hacer y decir lo contrario de lo que dice y hace con una naturalidad asombrosa exenta y ajena de la idea de engaño: es su forma de mantenerse distante de los problemas que la radicalización acarrea. ¿Para qué enfrentarse, discutir y entrar en tensión por algo que no supone un cambio radical en nuestra vida? No seamos tontos y no le demos la espalda al disfrute, que no merece la pena.
Desde mucho antes de que los romanos obligaran a sus habitantes a aceptar la toga, por sus campos ya habían pasado varios pueblos dejando huella; pero de Andalucía salieron grandes aportaciones al imperio que, como Trajano, Adriano, Séneca o Columela (sólo 4 de los miles), aportaron estética, sabiduría y una concepción armoniosa de la vida que concedía al hombre la capacidad de integrar trabajo, elegancia, disfrute, contemplación y acción como partes de una vida completa. César conoció la eficacia de ese método en la persona de su mejor administrador: un gaditano llamado Balbo que le arregló el caos financiero con el que llegó a gobernar su provincia como procónsul.
Tras ellos, el esplendor árabe de Córdoba, de Sevilla, de Granada y de una cultura que dejó su huella en forma de campos cuidados, regadíos y veneración por el verde, la luz y el agua plasmados en el milagro de la Alhambra y las bibliotecas desaparecidas.
Andalucía y los andaluces saben quedarse al margen de lo que no es bueno, de lo que no genera buenas sensaciones. Andalucía y los andaluces llevan el escarnio de una estructura social que ha mantenido, y mantiene, una forma de entender la sociedad realmente perversa que ha contaminado otras facetas de la vida y que, probablemente, busca sus raíces en la degeneración del clientelismo romano; pero eso es otra cosa.
Mi acercamiento a lo andaluz, lejos del racismo del que me acusan injustamente, se hace desde el reconocimiento de la superioridad de aquellos que todavía saben resistirse, sin enfrentamientos frontales, al orden impuesto que nos esclaviza a todos. Luis de Góngora, poeta andaluz y más cosas, escribió:

¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!

Por eso, mozuelas locas,
antes que la edad avara
el rubio cabello de oro
convierta en luciente plata,
quered cuando sois queridas,
amad cuando sois amadas;
mirad, bobas, que detrás
se pinta la ocasión calva.

¡Que se nos va la Pascua, mozas!
¡Que se nos va la Pascua!

Que es una forma bella de darle cuerpo y doctrina al romano “carpe diem”, más pensado para la negación del ocio que para ese bello disfrute que nos propone “el poeta entre dos platos”, tan enemigo de Quevedo y reiterada víctima de sus pullas.
Un pueblo que es capaz de organizarse quedando “a las 8 para las 9”; que trabaja como un negro con temperaturas propias de plazas empleadas para el destierro; que torea sus problemas con trabajo y con humor; un pueblo capaz de generar un movimiento anarquista y proletario enorme, activo y extendido mientras convive con tradiciones que, más que como patrimonio de la Iglesia y la estructura Vaticana, sienten como herencia de sus padres y mayores; un pueblo que ha sido capaz de “entenderse con dios” a su manera mientras dejaba que cada cual pensara lo que quisiera; es un pueblo al que le reconozco una enorme superioridad sobre mi cuadriculada, ajena y domesticada forma de ver y vivir la vida.
¿Satisfecha y reparada la ofensa?

domingo, 6 de marzo de 2011

Estilismo culpable

Y algunas tratan de seguir el camino de un imposible: el Photoshop



Hace años que quiero insultar, y además duramente, al estilista de El País Semanal, como ente, como conjunto de individuos o como cáncer de una publicación que han conseguido envenenarme. Hace años que en las páginas del EPS se aloja una constante alabanza a la anorexia, a una falsa la estética sofisticada que aspira más a la insalubridad y la enfermedad mental y social.
Las fotos, la ropa, el ambiente general genera mi más absoluta repulsión. Si lo que quieren es que la mujer no aparezca en su plena belleza; en el esplendor de un modelo a seguir por jovencitas que, además de suspirar por pasar debajo de las puertas por la rendija inferior, quieran hacer deporte, disfrutar de la vida, comer más de una vez al mes, bailar o tener un rendimiento físico propio de una persona normal, lo han conseguido plenamente.
Como padre de dos adolescentes, gracias a dios sensatas, me toca mucho las narices que venga cualquier imbécil, con capacidad de decisión, a decirles a ellas, que piensan mucho más que él, lo que es “fashion”, “cool” o “chick”. Vd. no les puede imponer nada a mis hijas, pero mis hijas, domingo si y domingo también: “Ya están estos gilipollas vendiéndonos enfermas. ¿Tu has visto este brazo? Si es que es asqueroso”.
La industria se ha peleado, a veces y de forma tímida, por un determinado índice corporal, por una estética “sana y saludable”, pero no hay nada que hacer mientras los que deciden la contratación, los verdaderos dueños de las colecciones, sigan queriendo que su ropa cuelgue de perchas huesudas y pelvis imposibles.
No se si es que, al contrario del objetivo de otros modistos que querían hacer mujeres cada vez más guapas, el verdadero objetivo de los creadores de hoy es conseguir que chicas potencialmente preciosas dignas de parar la circulación, aparezcan sobre las pasarelas y en las páginas de las revistas como espectros abisales que llaman a la muerte.
La irresponsabilidad de estos imbéciles es dolosa, culpable y cómplice y alguien debería mandarlos a carajo y conseguir que las páginas de estilo del EPS puedan volverse a mirar sin que nos den arcadas, que con lo guapas que son las modelos de pesos y medidas admirables, no tratables, la cosa es fácil para cualquiera que no albergue verdaderos instintos asesinos contra el género femenino.

sábado, 5 de marzo de 2011

Poesía

Es lo mas necesario, lo que no tiene nombre...

Poesía que decora la palabra; lo más bello.
Poesía se enreda en nuestra vida y sube por nuestro miedo
Poesía que flota y persigue, fluyendo entre dedos y recuerdos.
Poesía de muerte renacida y olvido de nuestros vivos
Poesía, calmada soledad, vahído del alma ante el desierto.
Poesía envidia del que teje, con el verbo, nuevos mundos
Poesía de la magia, poesía de la espera emocionada
Poesía es pasión y es hombre y es mujer: hecha carne los destruye.
Poesía de ausente realidad, sueño de sueños
Poesía espera entre recuerdos la caricia de unos ojos que descansan
Poesía meta esquiva que huye mi vida y se esconde
Poesía es juventud ante la vida y desnudez ante la muerte
Poesía que arma el alma que permanece dormida
Poesía de pueblos libres y de los dolientes pueblos
Poesía, eterna esperanza burlada
Poesía sangre nueva que riega las noches viejas
Poesía solitaria entre las luces del alba
Poesía que me duerme en brazos del sol que llega
Poesía que me aguarda en el final de las guerras
Poesía que traiciona, escapa y baila
Poesía inacabada que deja la vida al aire
Poesía junto a la cuna y el fuego que la dibuja
Poesía que me aguarda al final de los caminos
Poesía verdad muda cantada por las guitarras
Poesía novia esquiva de mi imposible destreza
Poesía vendrá un día a reinar en mis silencios

viernes, 4 de marzo de 2011

Copla

La más grande y en el programa de Lauren Postigo:
 no cabe más España en menos espacio.
Lo reconozco: siento debilidad por las letras de las coplas populares; me devano los sesos pensando en lo que el autor quería decir con sus versos; me asombra el encendido machismo que promueven y algún día, verso a verso, con paciencia, escribiré ese libro que tengo en la cabeza y que aspira a reconocer a España a través de sus coplas.
Y la España de las coplas es dura, rasgada, sangrienta, pasional, antigua, falsa, generosa y llena de tópicos que, seguro, fueron el modelo de conducta para una gran parte de la población. Hay situaciones gloriosas:

Que se me paren los pulsos
si te dejo de queré,
que las campanas me doblen
si te farto arguna ve.

Si te “farto”, es decir: si abandono el secundario emplazamiento en el que me has colocado a mí, una vulgar mujer. ¿Durillo, no? Pues la cosa no ha hecho más que empezar:

Vives con unas y otras
y na se te importa de mi soledá;
sabes que tienes un hijo
y ni el apellido le vienes a da.

El eterno macho puede hacer lo que le venga en gana, que ella, la sumisa mujer paciente y resignada, no tiene nada que decir. Ni qué hacer en el juzgado de guardia, que eso ni se imagina, ¡por dios!
Las letras no engañan a nadie y, según Rafael de León, uno de los grandes del género, escribe en “Tu eres mi marío”, ella, una vez firmado el matrimonio, se sabe en un lugar intocable:

Ni le pasas una renta,
ni es tu amó, ni lo será.
Ni mereses un castigo
porque hablando tú conmigo
te equivoques y me suertes
otro nombre de mujé...

Y si alguien duda, cuando se suma el secundario papel de la mujer con una clase social diferente, ya la tenemos más que liada. En la canción de Almudena, humilde violetera de la Plaza de Oriente, el coro aconseja:

No lo esperes, Almudena,
porque nunca ha de venir,
que él es duque y tú una pobre
violetera de Madrid.
Que el Duque le haya puesto piso y hecho un hijo, no cuenta demasiado, que para eso las cosas son como son: él, un duque. Ella, una pobre violetera. No hay que dar más explicaciones, digo yo.
Y no es que la mujer tuviera que hacer mucho para quedar marcada, no, que con hablar con el incorrecto, la había liado. Si no, que le pregunten a la Zarzamora – clásico entre los clásicos – que queda marcada de por vida:

Le habló primero a un tratante, y olé,
y luego fue de un marqué
que la llenó de brillantes, y olé,
de la cabeza a los pié

Le habló primero...vamos, que la había cagado.
¿Y ellos? También sufren y en Tatuaje, una de las consagradas, se confiesa:

Ella me quiso, y me ha olvidado,
en cambio, yo no la olvidé,
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer.

Pero lo suyo es distinto y ella siempre tiene que caer más bajo todavía:

Y voy sangrando lentamente,
de mostrador en mostrador,
ante una copa de aguardiente
donde se ahoga mi dolor

O sea: él mantiene el misterio de un amor desgarrado y seduce con su historia. Ella acaba alcoholizada y arrastrada por los bares de todos los puertos generando asco y rechazo.
Joder, si es que no les conceden una.
Seguiremos...pero no os perdais el video de cierre. No soy el único que se ha quedado colgado con la cosa:

jueves, 3 de marzo de 2011

Almendros

Rompiendo el frío del invierno aparece la flor del almendro.

Allí donde el terreno se oscurece y se hace duro, tan duro que el agua se convierte en un lejano recuerdo; en los bancales centenarios peleados a la montaña y a la piedra; allí donde en invierno es imposible recordar el calor del verano y el mes de Julio quema los hielos alojados en el alma del cielo, reina el tranquilo, sencillo y optimista almendro.
Cuando el cuerpo añora el calor y el suave aire templado de las tardes de Junio; el cielo estrellado y caliente de Julio o el alivio de las tormentas de Agosto, en el temprano Febrero, los almendros abren sus flores para recordarnos que el invierno pasará y que su optimista floración confía en ello.
Todos hablan del almendro como un árbol que no es capaz de aprenderse el calendario y al que todos los años las heladas le roban las flores y la vida, pero nadie quiere conocer el secreto que encierra su empecinado mensaje de esperanza y optimismo. El almendro nos hace llegar el mensaje de que la naturaleza quiere la vida y que el invierno no es más que un descanso necesario; que volverán los días de sol y golondrinas para llenarnos los ojos de luz, de calor y sal del mar, que debemos mantener los sueños y la vida llegará para traerlos junto a nosotros.
La naturaleza es cruel con sus criaturas y a este almendro mensajero le exige, de año en año, el enorme sacrificio de la esterilidad, pero también le recompensa con el breve reinado de sus flores sobre la rastrera niebla de los montes labrados; con la sosegada mirada del viajero que busca entre el invierno la promesa del buen tiempo. La flor del almendro rompe el frío y llena el invierno de nostalgia y de recuerdos que nada tienen que ver con los heladores cierzos o los hielos de Soria.
Estos días, cuando nuestro cuerpo quiere recordar el sol, la flor del almendro se abre, temprana, buscando sus caricias. Luego vendrán más: llegarán los cerezos con su marea blanca y su esplendorosa pujanza, los manzanos, más tímidos y serios como corresponde al norte y otros muchos mostrarán sus flores, pero el almendro habrá dejado, antes y el primero, la promesa de una vida renacida. Que sus flores no se hielen en vano.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Saeta


Un ejemplo de la seriedad y profesionalidad de nuestros funcionarios públicos.
Chapeau para ellos.
Este país, por si alguien permanecía en el engaño y no acababa de darse cuenta de la realidad, es de coña. No tenemos arreglo, la realidad se escapa hacia el esperpento y la chirigota manda sobre todas las actividades, sean negocios, deportes o espectáculos. ¿A que viene esto? A que no me resisto a acercarme a una noticia desde el lado más humorístico posible.
Para empezar, en España existe algo llamado Asociación Nacional de Cofradías-Hermandades y Bandas, y juro que no es broma. La cosa es mucho más seria de lo que parece y la prueba es que esta Asociación, cuya presidencia coloca su dirección postal en el Apartado de Correos nº 57 de la localidad de Mengíbar, provincia de Jaén, se ha dirigido a la Casa del Rey para que remedie la afrenta sufrida por sus miembros asociados.
¿Y en qué consiste esa afrenta? Muy sencillo: la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) ha tenido la osadía de programar la final de la Copa de SM el Rey el día 20 de Abril de 2011. Por si no tienes el calendario a mano, te informo de que el 20 de Abril es miércoles. ¿Y?
Pues que ese 20 de Abril, y parece mentira que haya que decírtelo todo y que no manejes el devocionario como es debido, es ...el miércoles de Semana Santa y si hay partido, y nada menos que un Barsa – Madrid, el fervor religioso y las tradicionales muestras de devoción popular en formato de procesión se van todas al mismísimo carajo, con perdón.
Pero es que la cosa no acaba en eso, no: es que el propio Secretario General de la Casa del Rey ha tenido que perder el tiempo informando que SM ha tenido a bien pasarle la bola al Consejo de Deportes. Vamos, que ha pasado de ellos como de comer m...pero en bonito. ¿Estamos locos? ¿De verdad hay que perder el tiempo en esas chorradas con la que tenemos encima?
Me parece que este país, este paisanaje y estos paisanos no tenemos arreglo y lo de Andalucía, que ahora se encamina a su particular “sin vivir” de Semana Santa, Feria de Málaga, Rocío, Feria de Jerez, Cruces de Mayo y un largo programa de festejos varios, debería hacérselo mirar. En cuanto a la loable Asociación, debería ponerse las pilas y ofrecer una fecha alternativa teniendo en cuenta esa realidad: se ponga el partido el día que se ponga, alguien se verá damnificado; o feriantes, o penitentes o cofrades o simplemente colgados, que de todo hay en la viña del Señor.
Como manda el refrán, hay que elegir, o estar en misa o repicando, así que los devotos asociados de las Bandas y Cofradías pueden ir elaborando estrategias y alternativas:
La más sencilla, grabarse el partido. También pueden detener los pasos durante el partido y entregarse a la lúdica actividad deportiva para retomar, después, su devota actividad, Claro, que ya frío no es lo mismo y después de las libaciones y la emoción, los tronos, pasos o lo que sea (Por favor José Manuel, ilumina esta cuestión) podrían hacer itinerarios muy raros y peligrosos. Lo de procesionar con el pinganillo en la oreja, mal visto: descartado. De todas formas, todavía hay tiempo de pensar actuaciones adecuadas a la importancia de la cosa.
En fin, que menos mal que, de vez en cuando, la vida nos da un respiro y podemos reírnos de algo, que hace falta. Por cierto, mi más rendida admiración por el Sr. Secretario General que se aguanta la risa y las ganas de mandarlos al cuerno. Todo un profesional.

martes, 1 de marzo de 2011

Futuro


5 minutos de suave futuro.
Por cierto, esto ya tiene nombre: Buzzing, o boca a boca.
Una marca lo genera y nosotros lo distribuimos encantados de la vida.

El video que encabeza la entrada de hoy nos muestra una pequeña parte del futuro que se acerca y cuyo galope casi podemos oír. La espectacularidad de las imágenes es tan grande que oculta el esquema subyacente y que, si nos paramos a pensar, no es tan ajeno a lo que hoy tenemos a nuestro alcance.
Será un problema de producción a coste adecuado, será un problema de tiempos para amortizar tecnologías muertas antes de llegar a las redes de comercialización y distribución, pero hoy ya convivimos con dos terceras partes de ese mundo que se asoma por el video.
Hoy ya disponemos de terabytes y terabytes de información digital con la que, de verdad, no sabemos qué hacer. Hace poco, en una charla de familia, mi hermano comentaba que le habían “pasado” un “tera” de música. (La primera cuestión es el lenguaje usado, que ha colado la terminología en una charla de familia como si se hablara de lechugas.) A la hora de cuantificar, en una medida conocida y asumible por todos, lo que era un tera de música, se me ocurrió decir que “más de una vida de escuchar música” y posiblemente sea verdad: una vida no da para escuchar toda la música en formato MP3 contenida en un tera. Conclusión: la información digitalizada, está. Lejana y algo cara, pero como estar, está.
Conectividad: absoluta, que para eso estamos inmersos en universo 3g, Wii, wifi y en las casas hay Adsl inalámbrico etc; sólo falta un poco más de compresión de la información, un pelo más de velocidad y unos añitos, para que esos bytes de información nos lleguen a toda mecha a nuestro ámbito personal.
¿Que falta? Disponer de más ventanas y ese es el futuro que nos muestra el vídeo, uno de los posibles: la gran batalla del futuro será la de la generar ventanas que los consumidores usemos a nuestro antojo siguiendo, paso a paso, actuaciones cotidianas que ahora realizamos usando otros soportes. ¿No me crees? Repasemos:
Al levantarte cambias la luz de la habitación tras usar un despertador, pones la radio o la tele, te haces café y el desayuno mientras sigues escuchando la radio o medio viendo la tele. Sales de casa y ya has visto la agenda del móvil o del PC, pones el navegador del coche y buscas las gafas de sol....
Somos demasiado previsibles como para no reconocer lo monótono que es el futuro que nos ofrecen, de manera que lo que hay que hacer es pedir que el futuro, por lo menos, nos sorprenda y nos de ocasión de cambiar, de verdad, hábitos tan aburridos, tan adocenados y masivos como los que este video nos intenta vender y que, a primera vista, tanto nos impresionan.