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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Asilo intelectual

Logo para la sección de ASILO INTELECTUAL  de Acnur

Ahora, precisamente ahora que dominan las corrientes contrarias a los derechos humanos y laborales; ahora, que Europa se haya sumida en la renuncia más absoluta de las conquistas sociales que tanto esfuerzo y sangre costaron; ahora, que la deslocalización ha conseguido cambiarle el nombre a la trata de esclavos; ahora, cuando todos tenemos que competir con nóminas escasas y amenazadas contra las industrias chinas que no pagan ni perdonan; ahora, en mitad de todo este caos de humanidad doliente, reivindico la creación de un nuevo tipo de asilo; modesto, inocuo y de alta valoración personal: el asilo intelectual.
Es un asilo que no tiene ni una sola consecuencia práctica o económica; no cuesta nada y sólo da derecho a elegir el lugar al que el individuo quiere ser adscrito dentro de la taxonomía humana. Hay quien reivindica el asilo por razón de sexo, de raza o de persecución política y es algo a lo que nos hemos acostumbrado sin problemas. Bueno, pues yo quiero ampliar este asilo - sin derecho a nada más que a una inocente clasificación - y nunca más verme incluido en el mismo casillero atestado ya de determinada gente.
La clasificación biológica convencional es muy pobre y después de varios cortes sólo nos lleva a la familia, el género y la especie, que incluso la raza, algo tan importante para algunos, se considera como algo menor y nos confirma el desprecio por lo particular que tienen esos bichos raros que se dedican al noble oficio de la taxonomía.
Pues bien: me niego a tener nada que ver con gentes que dedican sus escasos recursos mentales a la tele basura; a la depravación política de la corrupción y el compadreo; a la degeneración ideológica de unos sindicatos que no merecen ser considerados como tales y mucho menos, herederos de aquellos gigantes de la lucha obrera que tanta sangre derramaron para conseguir que todos disfrutemos de unas condiciones laborales dignas; me niego a formar parte del mismo paquete que Rajoy, Esperanza Aguirre, Leire Pajín o de la versión chupa de cuero de esta Heidi madrileña encarnada en Trinidad Jiménez. Pero es que la cosa no acaba con esta selecta caterva de impresentables: se puede prolongar “ad-infinitum y ad-nauseam”” con las Belén Esteban, Pantojas, Campanarios, Duques o Condes de cama y revista de cotilleo que nos persiguen desde televisiones, radios, prensas y entradas de internet y extenderse hasta el horizonte con guionistas de series de Tv y gentes de similar ralea.
Por favor, que alguien consiga que yo pueda pedir asilo intelectual en Finlandia o similar. Mejor aún: que me dejen gestionar un pequeño territorio intelectualmente soberano, reconocido internacionalmente, en el que yo pueda acogerme a mí mismo en mi singularidad no compartida y proclamar, con todo el derecho y justicia de mi parte, que yo no tengo nada que ver con esa gentuza y que mi individualidad está a salvo.
Mis aspiraciones son sencillas y yo creo que ese alto comisariado de la ONU, encargado de que los ciudadanos no suframos de injusticia y vejación, podría dedicarle al tema diez minutos mal contados para dejar establecido ese nuevo status en el concierto de las naciones y que aquellos que, como yo, sufren con una carencia tan señalada, puedan descansar en paz reconocidos por todos como seres intelectualmente acogidos a asilo. Sería realmente estupendo.

martes, 28 de septiembre de 2010

Tecnología

¿Dónde hay que firmar?

Hoy cambio de oficina, mudanza sencilla pues hace tiempo que aprendí las ventajas de ir ligero de equipaje. Necesidades sencillas: una mesa, teléfono y...la cagamos, la conexión a internet no funciona y el orden de mi universo laboral se tambalea.
Mi situación actual requiere el control de cuatro direcciones de mail, una agenda en Google y un archivo compartido en Dropbox. Resumen: no se si cortarme las venas o dejármelas largas.
Desde hace años nos hemos entregado a una carrera de simplificación que, paradójicamente, requiere de un altísimo nivel de elaboración tecnológica que nos hace vulnerables como críos cuando algo falla. La verdad es que falla cada vez menos, pero como las consecuencias son mayores, el marasmo en el que nos colocamos, es mayor.
Hubo una época en la que los trabajadores llegaban a su centro de trabajo analógico y se abrían y mandaban cartas, se registraba la correspondencia y los documentos en un registro central, los teléfonos no eran portátiles y las cosas se acomodaban al ritmo asumido por todos. Hoy sólo hay una posibilidad: ahora, aquí, ya, sin excusa.
¿De verdad es lógica esa dependencia de lo inmediato, del momento, del ahora? Me parece que admitiendo una normalidad positiva, hemos condenado para siempre la necesidad de los procesos de reflexión, del tiempo como colaborador del pensamiento, de ese dejar que las ideas y las cosas vayan tomando asiento y lugar en el conjunto.
No digo que debamos llegar al extremo de Volvo, que deja enfriarse los proyectos dos años y si en pasado ese tiempo siguen siendo válidos, los desarrolla; pero tampoco podemos mantener este constante estado de respuesta neurótica ante cualquier estímulo que llega del medio, sea esa la respuesta adecuada o no. Hemos aceptado que hay que saltar oigamos la música que oigamos, con independencia de que nos guste o de que esté bien ejecutada y sin pararnos a considerar que podría ser una conducta excesiva, que todo tiene sus razones y sus entresijos y no es cuestión de dejarlo todo tirado por el primer advenedizo que nos dice hola.
Obviamente, los problemas se han arreglado y puedo colgar estos lloros en mi blog. Deo gratias.

domingo, 26 de septiembre de 2010

El peso de la prueba

Los derechos civiles hay que cuidarlos con cariño, que se rompen enseguida.

Leo que el gobierno prepara una ley de protección ante la discriminación por razones de sexo, raza etc que obligará al denunciado a demostrar su inocencia. En el mismo artículo se explican otras situaciones legales en las que se produce esta paradoja y no me convencen para nada. No me puedo quitar de la cabeza dos cuestiones que me ponen los pelos de punta:
1º.- Es básicamente franquista, régimen en el que todo ciudadano era culpable mientras no se demostrara lo contario. El peso de la prueba se le pasaba, integro, al acusado y cuando llegó la democracia y el imperio de la Constitución, todos nos felicitamos de que se aplicaran los principios jurídicos que nos permitieron pensar que si alguien llama a tu puerta a las 5 de la mañana, esa llamada corresponde al lechero. No me da la gana entregar otra renuncia sin presentar batalla, y esa batalla es de las graves, de las que te colocan en un lado o en otro de la raya que separa una sociedad que respeta los derechos individuales de las que se acercan al lado oscuro de la fuerza.
2º.- Los profesionales. Lo siento, se que lo que voy a decir no es políticamente correcto, pero semejante medida sólo va a favorecer a los profesionales de la extorsión, de la mentira y de la cara dura. Los seleccionadores laborales no van a actuar con libertad de juicio aplicando los criterios normales y ante una situación dudosa, le darán el trabajo, servicio etc al candidato o posible cliente que mas y mejor conozca trucos, amenazas, añagazas y triquiñuelas legales. De la misma manera que un sistema tan proteccionista como el nuestro es, muchas veces, injusto con el que sufre los delitos, es seguro que esta ley va a crear auténticos profesionales de la picaresca. Tampoco es políticamente correcto decirlo, pero una ley desviada hacia el hiperproteccionismo de parte, necesario al 100%, también ha generado denuncias injustas por parte de mujeres que, antes de iniciar un trámite de separación, inician las hostilidades presentando una denuncia por amenazas. Ese abuso está perjudicando gravemente tanto al género femenino y su lucha por la justicia como a muchos hombres que solo han cometido el delito de llevarse mal con sus parejas.
El Gobierno patina y patina mucho reaccionando como una especie de virgen amenazada por las orgías del vecino: lo que sucede con los gitanos en Francia debe discutirse, trabajarse y solucionarse en el parlamento europeo, pero eso no mola porque no hay nadie que levante la bandera de Europa, sueño que los gobiernos quieren matar porque los convierte en cola de león en lugar de mantener su status de cabeza de ratón.
La democracia y los derechos tienen liturgias, ceremonias, ritos y principios, sólidos principios sobre los que se edifica la convivencia. No toquemos los cojones más de la cuenta y dejemos de hacer el panoli, que entre unas cosa y otras, nos pillarán por detrás con el lirio en la mano y entonces lloraremos.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Un nombre mal puesto

Las protagonistas de una serie que niega el sexo mientras lo usa para nombrarse

En el sopor de una siesta que no ha llegado a consolidarse, veo un episodio de la serie Sexo en NY. Veo, una vez más, la manera en la que la neurosis y la negación de la base de los comportamientos humanos se consolida como modelo: es NY, la madre de todo lo que niega sus raíces humanas.
Hace muchos años que estuve en NY y hace muchos años que lanzo el mismo resumen cuando la conversación se acerca a la gran manzana: “para mi, es un compendio de lo mejor y de lo peor del ser humano” y con eso me defiendo. Hoy puedo comprobar, una vez más, el triunfo del lado oscuro, ese que consagra los comportamientos neuróticos e incoherentes como el modelo a seguir.
Extraigo frases sueltas: Una recién casada dice con tono desesperado “hoy lo hemos hecho dos veces”; otra no puede hacerlo porque un bebé de dos meses podría darse cuenta de que el matrimonio está haciendo el amor. Toda la serie es un cántico a la negación de lo que debería considerarse como normal en las relaciones humanas: protagonistas que necesitan negar las relaciones personales porque les satisfacen más los compromisos profesionales. Cuatro días de luna de miel se presentan como algo inabordable para la estabilidad emocional de las protagonistas y el guión lo presenta como algo normal. ¿Es normal?
La contestación es ardua y nos enfrenta a los cánones por los que debe regirse una sociedad y que enfrenta al individuo, una vez más, con lo que sus raíces determinan y la sociedad niega. ¿Es normal aceptar la imposición china de un solo hijo? ¿Es bueno que el ser humano, de cualquier sexo, deba plantearse si reproducirse es adecuado o no?
Me temo que la inercia es imparable y nuestro destino es la neurosis, pues siempre hemos recorrido el camino que nos separaba del futuro que nos presentaba el cine y la televisión americana. Como se comentaba en la comida de hoy, hemos cambiado y en el cambio hemos perdido mucho más de lo que hemos ganado, por mucho que lo ganado brille más que lo perdido.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La quimera del tiempo

Una nueva Alicia se pierde entre el espacio y el tiempo disperso por la espuma cuática

Nuestro mundo físico, ese que tantos sustos nos da cuando nos lo explican desde perspectivas novedosas que nos hacen pensar en lo que nunca habíamos pensado, esconde sorpresas y una de ellas es el tiempo. Cuando hablamos de magnitudes y medidas, estamos acostumbrados a poder medir la manifestación física directa de las características físicas que definen la realidad: peso y longitud, junto lo que conlleva de volumen y espacio, pero cuando llegamos al tiempo, lo que medimos es una variable que habla de otra variable: calculamos el tiempo en función de un movimiento, bien el de las manecillas de reloj o de los pulsos electrónicos o atómicos de un reloj, pero ¿que es el tiempo más allá de lo que hemos convenido como su medida?
Para empezar, el tiempo requiere de la existencia de otra magnitud para poder manifestarse, algo que elimina la posibilidad de considerarlo como algo primario y original; no es existente per se sin necesitar de un segundo elemento que lo justifique y por el que pueda existir: el espacio. Si no hay espacio, no hay tiempo y esa relación es fundamentalmente perversa, pues hace que nuestra experiencia cotidiana una ambas magnitudes de una forma natural, sin analizar la verdadera naturaleza de cada una de ellas por separado.
El tiempo tiene varias peculiaridades que sorprenden al pensar en ellas, pero una muy curiosa es la imposibilidad de retroceder: sólo puede avanzar, sólo hay una dirección posible y eso, en física, es una singularidad. Otra particularidad es que no es uniforme y su medida depende del estado y la localización física del observador. Los satélites geoestacionales que orbitan la tierra sufren un retraso en su medición que hay que corregir y no hay forma de evitarlo. Se han separado algo de la masa de la tierra y de su fuerza de gravedad y han aumentado la velocidad, factores, ambos, que hacen que el tiempo discurra más lento.
Desde Einstein, sabemos que para un observador que viaje cercano ala velocidad de la luz, el tiempo será más lento que para el que observa el viaje desde la tierra, más o menos en una proporción de 300 a 1. El viajero habrá envejecido un año en el viaje que, según el centro de control, habrá durado unos 300. ¿Algo tan inestable puede considerarse fiable y digno de confianza como para considerarlo como cuarta dimensión?
Eso en lo que hace referencia a lo que pasa si analizamos el mundo de lo muy grande, que si nos metemos en el universo de lo muy pequeño, la cosa es todavía más divertida. Cuando descendemos a lo que se llama “la escala de Plank”, esa más que diminuta realidad de la materia que hace imposible separar los conceptos de tiempo y de espacio, veremos que ambos se colapsan en un más allá desconocido que no podemos investigar o analizar.
El mundo cuántico; el mundo de la manifestación de la energía, me empieza a interesar enormemente; pues hace que lo que damos por cierto y asumido se deslice sin control fuera de nuestras manos. La última idea es la de la “espuma cuántica”, la manifestación de las irregularidades del espacio y del tiempo a escala muy pequeña, esa en la que la uniformidad de la materia desaparece y se llena de vacíos; los mismos vacíos que un ser muy pequeño vería en un tejido que nosotros vemos tupido. No tengo la formación adecuada y los flashes que me llegan son inconexos y, lo más seguro, los elaboro de forma equivocada, pero el divertimento es el mismo y me proporciona ratos estupendos en los que “me como el coco” mientras me lo paso como un enano.
Las llamadas de atención que hace este micro mundo son sorprendentes y si aceptamos algunos paradigmas clásicos, como ese que dice que la energía no se crea ni se destruye, solamente se transforma, nos encontraremos con que la creación desde la nada es factible, ya que la materia –manifestación de la energía – se anula con la negatividad que aporta la gravedad para dar una suma igual a cero, o lo que es lo mismo: la energía total del universo suma cero y por tanto, no nos hemos movido de la nada en la que nos vería un observador imparcial. Curioso, ¿no? Tantas vueltas y comidas de tarro para llegar a la conclusión de que es posible que todo este universo no sea más que una leve irregularidad cuántica alojada en la nada dimensionada por la “escala de Plank”.
¡Hay que joderse lo que inventa el hombre blanco!

jueves, 23 de septiembre de 2010

El nido de la serpiente


El mal, el verdadero mal, ese que es calmado, paciente, insidioso, frío y con apariencia de bondad, se oculta hoy en silenciosos despachos de mullidas moquetas en los que ocupan sus días gentes muy poderosas. Son ellos los que, gracias a enormes cantidades de dinero, poder e influencias, mueven los hilos que pocos ven pero a los que obedecen muchos.
Con dinero van manteniendo o abriendo medios de comunicación, con dinero compran caras y obediencias de personajes ambiciosos que cambian su popularidad y su prestigio por dinero, ese poderoso caballero que domestica voluntades y calma ánimos; compañero inseparable de políticos retirados o activos que quieren cómodas butacas en consejos de administración. Desde esos consejos se determina lo que es bueno y lo que es malo para ellos y para sus negocios, no para las naciones. La cosa está tan complicada que ya es imprescindible conocer con detalle quien es el amo de cada medio para establecer las corrientes dominantes. Cuando un diario como Wall Street Journal ¿debemos pensar que está informando o que está transmitiendo lo que su amo desea transmitir? ¿Es Aznar el que orienta el sentido de las informaciones sobre España para favorecer al PP?
Estos personajes –no sólo Rupert Murdoch da la cara - son los que de verdad crean las grandes corrientes de opinión de las que se aprovechan sus lacayos; esos que los amos ponen en primera línea de fuego. Como en la película Cabaret, sueñan con que esos chicos, violentos, pero bien orientados, les libren de las hordas populares para luego hacer ellos una sociedad a su medida.
Crecidos por al falta de respuesta, se van confiando y elevando el listón de sus exigencias, como si lo que ya tienen no fuera bastante y necesitaran más. En los últimos años han conseguido arruinar a medio mundo; dejar a los países occidentales sumidos en la tragedia del paro y del marasmo económico, pero ellos se han enriquecido; han expoliado las arcas públicas pidiendo ayudas que luego niegan a otros poniendo el grito en el cielo y diciendo que el Estado no debe intervenir salvo a su favor y ahora, cuando el dinero sigue llenando sus bolsillos, se permiten el lujo de especular contra naciones enteras bajo la bandera de la liberalidad financiera, el consentido flujo de capitales entre países y favorecer, como siempre, la economía de los EEUU.
Para el capital si hay libertad; la misma libertad de movimientos que se les acaba de negar a los gitanos; la misma libertad que les niegan a los gobiernos que no quieren plegarse a sus exigencias; la libertad que sólo tiene un beneficiario: ellos.
Me espeluznan los perros del fascismo con sus manifestaciones de brazos en alto y cruces gamadas en las mangas; pero me dan más miedo los silencios complacientes de esos despachos que ven pasar las turbas delante de sus ventanas pensando que los siervos van cumpliendo los objetivos marcados.
El peligro verdadero se esconde en esos nidos de serpientes en los que reina la frialdad del cálculo, los rendimientos de capital y donde se besan las manos poderosas que dan y quitan el pan. En esos nidos ven la luz los verdaderos dueños del fascio: los otros, los que gritan, son mera carne de cañón que dejarán morir cuando la tengan amortizada.
No hay nada nuevo bajo el sol.

martes, 21 de septiembre de 2010

Cuestión de lugar

Un día tuvimos que aliarnos contra ellos: no les dejemos crecer o se volverán contra nosotros. No olvidemos una historia que no debe repetirse.

Leo sobre los resultados electorales en Suecia y un nerviosismo extremo se apodera de mi: los neo fascistas han encontrado nombre y el nombre es revelador, tan revelador que no deja lugar a dudas y ha puesto cada elemento que lo compone en el orden preciso. Como no sé sueco, desconozco si la traducción es exacta o interesada, que la fuente (minutodigital) ofrece todas las lagunas de mundo y se llena de más deseos que de informaciones: NACIONAL –LIBERALES se llaman estos chicos. Con dos cojones, sí señor.
A lo largo de la historia del Siglo XX la relevancia de cualquier partido que ha puesto el término NACIONAL por delante de cualquier otro calificativo, ha venido seguido de guerras, botas de clavos, brazos en alto y muchos, muchísimos muertos. Nacional Socialismo se llamó el horror que nos trajeron los Nazis alemanes y Nacional Sindicalismo se auto denominó ese engendro político cuartelario que se medio inventó Franco para no decir que esto era un cuartel y él, el suboficial de semana.
Hace poco hablaba de la degeneración de las palabras y de cómo estos fascistas pretenden que creamos en lo que no se pude creer: en la bondad de sus intenciones. Ya está bien de perder terreno y no levantar barreras contra esta insidia que llena medios de comunicación, discursos públicos y páginas de libros. Estos proto-delincuentes –solo les falta el tiempo necesario y se quitarán el proto de delante – se aprovechan de un sistema que les permite crecer y hacerse fuertes antes de revolverse y tratar de cortarle la cabeza al padre descuidado.
Lo hemos visto en el pais vasco, donde los hijos de ETA se hicieron fuertes hasta que la democracia entera se plantó y dijo que basta, que el sistema no alimentaba esos monstruos. Europa debe plantarse y legislar que no, que no podemos dejarles crecer a nuestra costa y ampararles con nuestra pasividad. Se están viniendo arriba; se están gustando y el río va creciendo sin que nadie pretenda controlarlo y construir diques.
Yo sí quiero diques: diques muy sólidos que dejen estancada este agua putrefacta que contamina cuanto toca. Quiero diques muy altos que impidan que el sonido de sus voces envenene el alma de los que sufren por el paro y por la crisis señalando a los que ninguna culpa tienen mientras protegen a los verdaderos culpables: los dueños del capital y del dinero que se han enriquecido, todavía más, a costa de hacernos más pobres a todos.
Europa amamanta a un engendro que intentará matarla; intentará enfrentar a sus hermanos contra sus hermanos y en la lucha, ganará, pues su verdadera vocación es la guerra, la sangre y el enfrentamiento de los pueblos. Europa conoce el fascismo y sus consecuencias y debe reaccionar. No debe dormirse, pues el enemigo entrará mientras dormimos y nos robará todo, no lo dudéis.
No hay que abandonarse: todos cuantos pensáis que hay peligro, levantar vuestras voces y haceros oír ante todos los tibios, ante los conformistas y los cómodos que no quieren pensar ni analizar la realidad; despertarlos y quitarles la televisión que les adormece, que el peligro se acerca y es real. Reaccionar cuando alguien hable de las bondades de estos liberales, de los neoconservadores; levantaros contra ese revisionismo que intenta presentar el franquismo como algo tibio y descafeinado en lugar de cuatro décadas de barbarie y terror.
Recuerda que, cuando persiguen a los gitanos, es a ti a quien persiguen; ten presente que cuando sus miradas buscan a los rumanos, es a ti a quien buscan; no dudes que cuando señalan a los negros y a los moros, es a ti a quien señalan; piensa que cuando odian a los que no somos ni pensamos como ellos, es a nosotros a quien matan. No tengas miedo y lucha con la palabra contra el deseo de estos lobos de armarse hasta los dientes y entregarse a sus deseos de guerra y devastación. Habla y recuerda, siempre recuerda al que hablaba; que la palabra debe volver a ser más fuerte que las armas:

Primero vinieron a por los comunistas,
Y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron a por los judíos,
Y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron a por los católicos,
Y yo no hablé porque era protestante.
Después vinieron a por mí,
Y para entonces, ya no quedaba nadie que hablara por mí

lunes, 20 de septiembre de 2010

Fuerza

La poesía era un arma cargada de futuro hasta que el futuro llegó para asentar el silencio. Necesitamos, otra vez, la fuerza de las palabras, la pasión de los cantores apegados a la tierra y a la virilidad telúrica de unos campos que han visto morir los sueños en sus surcos; en sus desgarradas despedidas hacia ciudades hostiles.
Mueren los hombres que hicieron armas con esas palabras que otros despreciaron; hombres que no engañaron ni se engañaron ante el significado de los términos: hombres que sabían lo que significa la palabra libertad, lucha, derecho, lengua. ¿Dónde queda su ejemplo? ¿Que somos nosotros, herederos de sueños que no merecemos, ante la grandeza heroica de esos corazones generosos?
Vivo un momento en el que me atrae más el vértigo de la pelea que la comodidad del conformismo; vivo un momento que necesita sentir la verdad de la lucha ante la iniquidad de lo real. Necesito empaparme de la fuerza delas palabras y volver a creer en ellas y en la energía que emiten; energía capaz de cambiar la realidad y hacerla mejor.
Envidio la fuerza de aquellos que entendieron que las palabras son raíces que toman su fuerza de la fuerza de la tierra y llenan el corazón de los que las pronuncian con valentía, sabedores de que su poder es inmenso. No creo en casi nada, pero me gustaría creer otra vez en las palabras y en su fuerza para hacerme fuerte con ellas; generoso con ellas; valiente con ellas y con esa valentía, ayudar a cambiar aquello que debe ser cambiado para que el hombre encuentre su verdadero destino.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Labordeta



Hace muchos años, tantos como los que nos llevan hasta 1977, mis 19 años me llevaron hasta Zaragoza para vivir un periodo de los que marcan para siempre. Vivía en un piso en el que se mezclaban sueños políticos impregnados de inocencia y de candidez que convivían en forma de banderas pinchadas en la pared: la azul de Galicia y su eterno – por lo largo y repetitivo-de As terras de breogán; la senyera catalana y el discurso de Tarradellas visto en la minúscula televisión de un autobús con su Ja soc aquí y las lágrimas de un compañero de equipo; la ikurriña y el Eusko Gudariak convivinedo con los exiliados madrileños que no teníamos referente. Todo era diversidad y una voz ponía igualdad en el plato de todos: todos mirábamos a Labordeta y cantábamos su canción a la libertad:

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.
Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
Sonarán las campanas
desde los campanarios,
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.
Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.
También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.
Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Era su voz una voz que resonaba en los oídos de todos los que venían a vernos hacer el indio jugando al baloncesto; era la voz de todos los que veían en el momento la ventana para ser distintos, para vivir un país distinto; para dejarse calentar por un sol nuevo y tibio tras un frío de años. Era Labordeta el que nos ponía, como hoy, los pelos de punta con esta letra y con su absoluta entrega a su propia convicción. El sonido de esta canción ponía en pie a todos los que asistían a ver los partidos junto con otra canción, que no encuentro, y que decía que alguien dejaba su voz para el que quisiera usarla y seguir en la lucha; de alguien que venía simplemente a trabajar como uno más, arrimando el hombro al tajo.
Reconozco que soy un nostálgico sensible, pero escribo esta entrada mientras oigo ese canto a la libertad que me sigue poniendo los pelos de punta y los ojos tiernos; sigue remontando el tiempo y sus vientos me llevan a mis veinte años para enfrentarme a mi propia calma; esa calma de animal domesticado que ya no tiene ganas de levantarse contra el palo.
Es bueno que, de vez en cuando, el recuerdo de un hombre grande nos enfrente a nuestra pequeñez y nos recuerde que podemos; que juntos seguimos pudiendo y que sólo hay que levantar con convicción la bandera de la justicia para que el corazón del hombre vuelva a despertar y levantar vientos de cambio, de lucha, de mejora y de verdad. Necesitamos ese viento como en pocas ocasiones lo hemos necesitado y justo ahora, cuando más falta nos hace, perdemos al que nunca perdió la fe, al que siempre miró al hombre con ojos de hermano sabiendo que, a pesar del sueño, ese hermano podría despertar en cualquier momento para reforzar las huestes de los buenos.
Hemos perdido a un hombre bueno; a una voz fuerte y convencida de que llegaría un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad. Lo ha visto y ha podido colaborar. Un buen ejemplo para todos, auqnue sea una lástima que muchos no lo valoren.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El escándalo inventado

Gustavo de Arístegui, hoy atacado verbalmente por el acuánime, ponderado y reflexivo Juan Fernández Khron, fotografiado al ser detenido tras apuñalar a Juan Pablo II en Fátima.

Los liberales (copio dos acepciones del DRAE: Inclinado a la libertad, comprensivo. 6. adj. Partidario de la libertad individual y social en lo político y de la iniciativa privada en lo económico ) andan moscas buscando un denominado escándalo que, por su sola nominación, pone en evidencia lo inadecuado de su auto denominación y de la perversión del lenguaje a la que nos han acostumbrado.
Esa inagotable fuente de inspiración para las entradas de este blog –algún día tendría que mandarles un mail de agradecimiento – Minutodigital.com, titula una de sus noticias “Posible escándalo en las filas populares. ¿Se ha convertido Gustavo de Arístegui al islam? La respuesta directa surge clara: ¿Y a Vd. que carajo le importa? A mí, evidentemente, nada, pero para estos liberales de extraña naturaleza y peor ralea la cosa parece ser muy importante y la cadena de razonamientos paranoicos es larga y compleja:
1º.- El susodicho es el responsable de exteriores del PP.
2º.- Como todo el mundo sabe, el PP ganará las próximas elecciones a pesar de los esfuerzos de Rajoy para que esto no suceda. Menos mal que Zapatero hace lo mismo en el otro lado.
3º.- Su puesto le garantiza –según los paranoicos éstos, ya se lo han confirmado – el Ministerio de Exteriores.
4º.- Desde ese puesto hará todo lo posible, como buen musulmán, para favorecer a Marruecos y a Bin Laden, dejará caer a Ceuta y Melilla en manos del familiar de su devota esposa, Mohamed VI y....
Os juro que todo esto forma parte de lo que se explica en el artículo que, contraviniendo todas las reglas de protección de la integridad y salud intelectual, me he metido en el coco (http://www.minutodigital.com/noticias/2010/09/18/%C2%BFse-ha-convertido-gustavo-de-aristegui-al-islam , para los escépticos e incrédulos). Vamos, que sus compañeros de viaje son comprensivos, inclinados a favorecer la libertad individual y respetuosos con las decisiones del tal Gustavo: ¡hay que joderse!
Me espeluzna que, en pleno siglo XXI, alguien pueda generar una corriente de opinión tan enfermiza, antigua, injustificable, mezquina, falsa, mendaz, ridícula, inadecuada y digna de ser firmada por lo más retrógrado de cualquier consejo talibán de la aldea más perdida de las montañas afganas.
A estas alturas creo que nadie tendrá dudas sobre mis simpatías con el PP, pero aseguro que, en lo que mi respecta, el señor Gustavo de Arístegui es muy libre de hacer con su religión lo que le rote por los cigotillos; que ni me afecta a mi, ni dudo ni por un segundo que su profesionalidad y postura política será ajena por completo a su antigua o nueva religión, sea la que sea. Pensar otra cosa me parece una ofensa gratuita, premeditada y claramente obscena.
Se puede ser malo, pero malo, paranoico, fascista y medio idiota es demasiado. El autor de estos comentarios - tan mezquinos como el que se hace eco de los mismos para convertirlos en verdad - es un tal Juan Fernandez Khron (http://blogs.periodistadigital.com/juanfernandezkrohn.php) que reúne en el nombre dos coincidencias: ser el pirado que intentó matar a Juan pablo II en Portugal y llevar el apellido del descubridor de una terrible enfermedad intestinal, lo que podría explicar su incontenible diarrea mental. Si alguien cree que me he excedido, que se de un paseo por la url que he copiado más arriba y verá que me he quedado terriblemente corto en la diatriba.
Hay que empezar a negar la mayor y levantar las barreras que protejan el lenguaje, la exactitud de las palabas y no dejarse colonizar por la insidiosa normalidad de la mentira. Estos nostálgicos del franquismo y del más puro fascismo no son dignos de llamarse liberales y dejarles usar ese nombre es una ofensa. El tal Fernández es, sencillamente, un golpista que reivindica en su blog la necesidad del 23 F y la tragedia de su fracaso. Cuidado con dejar que los lobos usen las pieles del cordero, que al final, se habrán comido al rebaño.

viernes, 17 de septiembre de 2010

La lejana cercanía

La solemne fiesta del perdón convierte este día en una catarsis coletiva para el pueblo judío.

Leo en los titulares que mañana se celebra el Yom Kippur, una de esas festividades con las que las religiones del libro nos impulsan a intentar ser mejores y a no dejar rastros de odio o de injusticias. Las tres religiones coinciden, con matices, en el mandato de ser buena gente, pero no es ese el camino que hoy me gustaría caminar, sino el del absurdo desconocimiento que tenemos los cristianos de la religión judía.
Hemos convivido durante siglos puerta con puerta, pupitre con pupitre, trabajo con trabajo con ella y no tenemos ni la más remota idea de lo que es, significa, aporta o separa. Simplemente, empaquetamos todo bajo el nombre y bajo ese nombre desaparece todo para ocultarse en lo desconocido. Como no es esta la primera vez que lo pienso y que noto esa falta de conocimiento como un déficit, me extraña que el sentimiento no sea mas amplio pero cuando lo he comentado con amigos o conocidos, no han mostrado ni el más mínimo interés por saber más; les ha bastado el estereotipo de “no se mezclan”, ”son así” y titulares parecidos.
España tiene un bagaje histórico de lucha, enfrentamiento, incomprensión y silencio con la cultura judía que debería aportarnos más conocimiento, pero no es así. Franco hablaba de la conjura judeo – masónica en una expresión que casi nadie sabía muy bien lo que quería decir, salvo que por allí andaban los judíos, lo cual venía muy bien a la parte religiosa que, de pequeños, nos bombardeaba el coco con aquello de que “los judíos mataron a dios”. Como acusación, la verdad es que es la leche, por mucho que no tenga nada de cierto; pero bueno, quedaba redondo.
Hoy, muchos años después, la confusión sigue y el estado judío, Israel, no es especialmente popular en estas tierras, algo que contribuye a mantener ese desconocimiento y aumentar la lejanía. Una lástima, pero real.
La conclusión personal es que, como casi siempre, las religiones del libro se sienten cómodas en la exclusión y el enfrentamiento, de manera que colaboran encantadas a mantener las distancias. La idea de dios sigue separando a los hombres que no son capaces de unirse en la búsqueda del conocimiento y que siguen refugiados en el mito que explica lo que su pereza intelectual no quiere abordar.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuestión personal.


Como antiguos bambúes en el fondo de las trampas, los bolardos de Madrid aguardan a los motoristas para romperles la cara en la caída.

Alegaré defensa propia. Se que no me entenderán, pero no tengo más remedio que defenderme de él. No hemos vuelto a hablar desde que teníamos cinco años y nadie podía adivinar en nuestras caras el destino que la vida había preparado para nosotros, así que nadie podría establecer ninguna relación entre nosotros que justificara mi acción. Vivimos la vida desde perspectivas distintas y reconozco que hago lo posible para que mi dinero no acabe en sus ávidas manos, aunque no creo que eso justifique su obsesión por acabar con mi vida.
Es cierto que no pago cuando aparco, que la ORA no me afecta y que los demás conductores me miran con envidia, pero su venganza es excesiva y justifica plenamente que tome medidas que garanticen mi defensa. Cuando analizo su conducta, me doy cuenta de que su odio crece día a día y que el cerco se estrecha: en pocos meses lo habrá conseguido y mi cuerpo yacerá en cualquier calle con la manta de aluminio del SAMUR ocultando mi rostro. Ni siquiera me dejará el romano consuelo de tapar yo mismo rostro para que, como soñaban los clásicos griegos, “la muerte no descubra en mi nada que no sea hermoso”. Deberán ser otros los que se ocupen de esa tarea, qué le vamos a hacer.
Se que su necesidad de dinero es mucha, así que estoy dispuesto a negociar el precio de mi vida, pero eso no le basta: el ejemplo de mi caída debe disuadir a los que, como yo, consiguen evitar su rapiña: mi cabeza debe ser mostrada en la tribuna clavada en una pica y no hay más opción.
Ante esta situación, se que debo defenderme y acabar con su vida, pues mientras le quede un soplo de aliento seguirá firmando mi sentencia de muerte para que otros de su equipo ejecuten la tarea. Cada vez que salgo de casa debo estar atento para descubrir sus trampas y que éstas queden vacías, pero su imaginación está alcanzando cotas que nadie podía prever.
Os hago una pequeña lista de las añagazas con las que me enfrento todos los días y que, hasta ahora, no han conseguido saborear mi sangre, pues es preciso que alguien me vengue si llega el día en el que no pueda escapar y todos debeis saber que cuando me monto en mi moto, Ruiz Gallardón me vigila y lanza sus ejércitos contra mí en forma de:

.- bolardos de granito acabados en filo en la zona del barrio de Salamanca

.- múltiples y variadas rejillas metálicas de ventilación que se convierten en pistas de patinaje en cuanto caen dos gotas

.- adoquines de granito perfectamente pulido colocados para que entres despistado en ese giro y te abras la cabeza

.- kilómetros de pintura deslizante en pasos de cebra, flechas de dirección y cualquier tipo de señalización en la calzada brillando bajo la lluvia

.- miles de zanjas de obra tapadas con planchas metálicas de máximo deslizamiento y agarre inexistente

.- metros y metros de ese extraño cacharro azul para separar e tráfico de los autobuses que me esperan acechantes para atraparme y hacerme caer

.- miles y miles de tapas de alcantarilla y registros de teléfono y luz y gas y de ... que, de vez en cuando, se levantan para intentar que meta la rueda delantera y me deje la cara en el asfalto.

Debo tomar medidas y defenderme de este alcalde enloquecido que ha conseguido llenar la ciudad de trampas para moto sin que la DGT haga nada, sin que el Colegio de Arquitectos retire la licencia a los que firman esos proyectos en los que, con toda la mala baba del mundo, incluyen los diseños de las trampas con nombres bonitos que ocultan su verdadera naturaleza. Es mi vida o la suya. Me asiste el derecho a la defensa propia. Es una cuestión personal.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

A brochazo limpio

La actualidad manda y el aluvión de cuestiones aparecidas en la prensa obliga a una recapitulación de titulares y a ser injusto, incompleto, superficial y un poco ligero en la redacción de los comentarios. En lugar de un dibujo de trazo fino, hoy toca emborronar la pantalla con brochazos gordos:

.- Christine O'Donnell, la candidata de la asociación americana del Tea Party, protegida y amparada por Sara Palin, arrasa en la convención republicana del estado de Delaware. La cosa tiene miga y pone de manifiesto la alergia del americano medio hacia el estado y lo sencillo que es hacer calar el mensaje del individualismo, del imperio de la religión sobre la vida pública y el rechazo a los impuestos en esa sociedad. Estados Unidos puede verse afectado por una tormenta de regresión y fascismo en respuesta a la elección de Obama, tormenta que, para explotar, deberá derribar, primero, la estructura del partido Republicano, principal damnificado de esta corriente fundamentalista. Mal pronóstico, anticipo.


.- Díaz Ferrán se aferra al cargo a pesar de las críticas. ¿Es este el modelo de empresario que quiere y necesita España? ¿Alguien que ha defraudado, estafado, mentido y delinquido puede ser ejemplo de algo? Complicado, de verdad.


.- Liberados sindicales: La populista Esperanza Aguirre eleva el listón de la demagogia y clama contra los liberados sindicales y de paso, contra el derecho de huelga. Mezcla churras con Merinas y, a base de pedir demasiado, se pasa de frenada. Si se hubiera quedado en el centro de la polémica sobre los liberados sindicales y dado mensajes sensatos sobre la huelga y los derechos laborales, hubiera acertado y hecho mucho daño. Lo injustificable de la figura; el absurdo histórico del papel de estos disfraces vacíos, injustificados, panfletarios, egoístas, completamente inútiles para el movimiento obrero y completamente alejados de la realidad social, industrial y laboral; hubiera contado con el apoyo o con el silencio de casi todos. Consecuencia de una de las mayores decepciones de mi vida, los sindicalistas del ayuntamiento de Madrid, debo decir que el primer apoyo hubiera sido el mío. Lo que he tenido delante hablando de sindicalismo, penoso siempre. Una vergüenza que esos fantoches levanten la histórica y necesaria bandera de la lucha obrera. Si alguien tiene dudas: ¿Que hicieron para anticipar la actual crisis? Pues eso. Tan culpables como los otros.
.- Los gitanos en Europa. La UE abronca al gobierno francés por el comportamiento con los gitanos. Toda Europa mira hacia el gobierno francés cubierta de vergüenza; toda excepto el PP español, que calla asintiendo y apoyando. ¿Es posible que el siglo XXI mantenga frescas las raíces del odio y la exclusión de todo un pueblo? ¿Es posible que los gitanos no encuentren un espacio que satisfaga su ansia de independencia y les asegure, también, un sistema de vida que pueda convivir con el resto de la sociedad que los incluye? El respeto por las culturas no significa pasividad ante el delito o las conductas delictivas; el lícito aprovechamiento de las infraestructuras y servicios requiere de la previa aportación de todos, no el exclusivo parasitismo de algunos. La sociedad la hacemos todos y todos debemos contribuir a su mejora, así que a trabajar, a encontrar soluciones y a olvidarse de las medidas fascistas, por favor, que la UE es otra cosa.


Rafa Nadal: lo mejor de lo mejor. Impresionante en todas sus facetas. Un ejemplo para todos en todos los ámbitos.

Quedan muchos brochazos, que la cosa anda chunga, pero ya no tengo más tiempo. A ser buenos y cuidado con lo que está pasando ahí fuera.


lunes, 13 de septiembre de 2010

De la iconografía femenina


Uno, que a consecuencia de velar por la educación de dos hijas se confiesa muy sensible con el tema, contempla la proliferación de las mujeres floreros en actos deportivos como algo muy antiguo, desfasado y de bastante mal gusto. Debajo de todas estas chicas sujetadoras de paraguas, entregadoras de botellas de cava y mostradoras de carteles con el número del asalto del combate de boxeo, se sigue consolidando un modelo de estratificación social en función del sexo que contradice el cacareado avance social de las últimas décadas.
Cuando una parte de la sociedad se sigue sintiendo cómoda con la contemplación de esas chicas y las mismas chicas se sienten cómodas recibiendo dinero por lucir más o menso cacha, la conclusión es que algo no funciona como debería funcionar. Y no funciona por muchas cosas, así que vamos a ver algunas de ellas.
Primero: De forma directa se asume que la audiencia de los espectáculos en los que aparecen esas chicas es, no sólo masculina, sino masculina y libidinosa, despreciando a un enorme porcentaje de mujeres que ven las motos, la Fórmula 1 o los partidos de baloncesto animados por las Red Fox. ¿Os habéis fijado que nunca ponen chicos florero? ¿No podría haber animadores masculinos en los coches o en la NFL? Los espectáculos de boys en las despedidas de soltera demuestran que ellas se lo pasan realmente bien contemplando la anatomía masculina, así que lo que demuestra es más bien miedo a que las chicas se nos desmanden más de la cuenta y vean que las chichas cerveceras no son obligatorias.
La segunda cuestión, y juro que acabo para no hacer esto eterno, es la satisfacción de las chicas interiorizando su papel de decorado dentro de la escenografía. No sólo no se sienten mal, es que están encantadas de ser ensalzadas como bellezas vacías, meros contenedores de sueños más o menso confesables. ¿Serán ellas las que más luchan por perpetuar el modelo machista, arcaico, casposo y cuasi landista de película de suecas de los años 60? Al igual que otros modelos perpetuados por las propias mujeres, éste será uno de los que más cueste erradicar, pues ellas están, además de bastante horteras en muchas ocasiones, felices de saberse deseadas.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Envidia del “tea party”


Leo que la derecha más a la derecha de la derecha española tiene envidia del éxito alcanzado por la simplicidad de los planteamientos que sostienen el Tea Party americano. La derecha de la derecha, esa heredera del Dios, Patria y rey, pero Rey de los de antes, añora los conceptos claros que durante tantos años rigieron nuestro destino. La complejidad y la relatividad son destructivas, un poco amariconadas y conducen a los pueblos a no saber en qué lugar se encuentran con respecto a lo que es bueno y a lo que es malo.
Los de la derecha de la derecha española, los hoy mal llamados “liberales”, sienten envidia de la admiración pública que sostiene a Sara Palin, especie de Ana Botella a la americana capaz de liarse al tener que colocar Europa en un mapa de la misma forma que Ana Botella se liaba al intentar calificar el matrimonio homosexual sin que se le vieran las ganas de vomitar al jugar con las peras y las manzanas.
La derechona española quiere quitarse el velo de una vez y mandar al cuerno al PP, que niega su existencia y les coloca en el amariconado centro; ese sitio que ni es chicha ni es limoná y que hace crecer su envidia de pene respecto al viril y desacomplejado búnker americano.
¡Ah que nostalgia de aquellos tiempos en los que la gente de bien de toda la vida podía manifestar libremente su sentimiento de superioridad; la fe ciega en un Dios que les atendía especialmente a ellos, sus favoritos; de esos tiempos en los que los librepensadores podían ser quemados en la hoguera y los moriscos expulsados del país! El Tea Party quiere volver a los muelles de Boston para llenar sus aguas con el té impuesto por Inglaterra a sus colonias; el Tea Party quiere una revolución ciudadana que busque aquellas raíces de sublevación individualista en la que el estado desaparece y sólo queda el gobierno de Dios; aunque los padres de la patria fueran masones, para unos, y poco dados a la religión para otros.
Deseo fervientemente, desde hace bastantes años, que la derechona española se manifieste en todo su esplendor y ponga de manifiesto la pobreza de sus planeamientos, la casposidad de sus intelectuales, lo miserable de la reivindicación de sus privilegios y la falta de seguidores manifestados en las urnas, a pesar de la crisis galopante.
Ese movimiento, que pide América para los americanos -imagino que para los cuatro indios que quedan en las reservas - que persigue a los espaldas mojadas y a cualquier otra etnia diferente a los blancos, anglosajones y protestantes para reivindicar prácticas fascistas da asco y su pretendida altura moral es una fábula. Son zafios, incultos, groseros, fascistas y muy muy mal intencionados, tanto que no se detienen ante nada para denigrar a sus enemigos. Lo que están haciendo con Obama es digno de un catálogo de bajezas y calumnias, pero les es igual, que lo importante es echarlo como sea de la Casa Blanca.
La Derecha, en España, decidió sacrificarse y esconderse abnegada, ofreciendo su sacrificio a la causa de las urnas. Hoy, años después, los jóvenes cachorros quieren quitarse la máscara y declarar lo que son y, en su confusión, piensan que son muchos, pues consideran que ellos son “los normales”. Si alguien duda, que se sacrifique y siga esos programas de TV en los que estos nuevos abanderados del fascio se autoconvencen de la bondad de sus aspiraciones. Dan asco pero no lo saben, porque para saberlo, deberían mirar alrededor y darse cuenta de que el mundo se olvidó de ellos un 20 de Noviembre de hace muchos años. Deo Gratias. De lo miserable de contaminar el aniversario y el lugar de la gran marcha por derechos civiles con esa última convocatoria, ya hablaremos otro día.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Los Cuentos perdidos

En algún lugar deben estar. No es posible que los cuentos se perdieran para siempre sin dejar rastro, pues un cuento es mucho más que un cuento. Los cuentos, en contra de lo que la gente piensa, no se terminan nunca y se alimentan de los cuentos que los niños inventan para hacer grande el cuento.
¿Alguien es capaz de escribir el verdadero cuento de Caperucita Roja? No el que alguien inició un día con apenas unas páginas y un final, no: Me refiero al cuento de verdad, al que ahora llena los recuerdos y la imaginación de millones de niños; ese cuento con millones de lobos distintos; con miles de leñadores diferentes y con finales tiernos o crueles según el adulto que lo haya contado crea más adecuado para los niños. No, los cuentos se hicieron grandes, tan grandes como grande se ha hecho la humanidad y sin embargo, desde hace unos años, los cuentos empezaron a perderse sin encontrar el camino de llegar a los niños.
En algún lugar, en algún espacio lejano, los cuentos que en la historia han sido, esperan sin esperanza que algún niño los descubra otra vez para seguir creciendo y tomando formas; y llenando sueños; y generando miedos; y haciendo que las niñas se sueñen princesas de cabellos de oro que esperan ser rescatadas.
Los cuentos de nuestra cultura esperan que los niños de hoy descubran que son mejores ellos que los que les venden historias que no pueden cambiar; historias que no pueden vivir fuera de las pantallas y que no les dejan jugar a ser héroes o princesas, pero los niños no tienen la culpa de que los cuentos no les encuentren.
Los mayores olvidamos el lugar donde los cuentos esperan y no sabemos volver para hacerlos un poco mejores y llevárselos a nuestros hijos para que sueñen con ellos. A nuestros niños les hemos robado los cuentos y en su lugar les hemos dado unas historias muertas que ellos creen que les gustan porque no conocen otra cosa.
Al lugar donde los sueños duermen entra, de vez en cuando, algún abuelo nostálgico que intenta despertar al Sastrecillo Valiente o a Piel de Asno; que se encuentra con el elefante que confió en el cocodrilo del rio Limpopo y que intenta llevárselos con él para presentarles a un niño que no les entiende; un niño que no es capaz de ver lo que está en su interior y que la pantalla no es capaz de mostrarle. El abuelo lo intenta, pero los cuentos saben que es inútil, que una sola voz no conseguirá despertarlos nunca, pues con cada muerte y con cada olvido se hacen más pequeños y ya hace mucho tiempo que dejaron de crecer y de cambiar, pues los niños dejaron de darles sus sueños para que se hicieran grandes. Un cuento no puedo crecer si los niños no sueñan con ellos y viven sus historias y matan a los malos y se casan con las chicas guapas que no quieren ser malvadas.
Me doy pena yo mismo que no supe hacer crecer los cuentos y me dan pena mis hijas a las que no enseñé para que hicieran crecer los suyos. Algún día ellas, esas hijas pegadas a las pantallas, intentarán regalar un cuento a sus hijos y se darán cuenta de que olvidaron el camino que lleva donde se guardan los cuentos y seguirán olvidados. Será una lástima pero espero que, algún día, alguien descubra que una historia contada a un niño le hace más grande, mas feliz y más persona sólo por el hecho de que un niño y un mayor se han juntado para disfrutar de una historia que ni siquiera es verdad. Ese día, los cuentos despertarán otra vez y volverán a ser grandes, tan grandes como lo fueron siempre.

martes, 7 de septiembre de 2010

Cuelgue...pero menos




Barcelona se ahoga en un bochorno de esponja termal, húmeda y caliente bajo el chubasco; Barcelona se hunde en su propia esencia de ciudad acuática y playera para presionar al visitante y dejarlo sudado, estragado y consciente de que cualquier movimiento le acerca a su origen de agua. Estos días en Barcelona nuestro cuerpo se acuerda de cuando vivía en el medio marino; de su raíz de pez, de anfibio cenagoso y rastrero. Adoro esta ciudad, pero en días como estos me recuerda la realización del sueño de Macondo, la plena llegada de la tiranía del agua.
Paso la noche refugiado en el cuelgue del hotel y pegado al aire acondicionado de media estrella mientras recuerdo lo que era un cuelgue de hotel de hace unos años y lo que es hoy. La diferencia es enorme y radica, para mí, en la disponibilidad de comunicación y de actuación en internet. Las redes wi-fi llenan el aire de conexiones, de mails, de correos personales que recuerdan amores y cariños anticipados; de blogs que se llenan de pensamientos y vivencias: internet llena el tiempo de actuación y de posición; de opinión, de ocio y de trabajo que ayuda a pasar el tiempo solitario de cualquier hotel, siempre igual y siempre distinto.
Paso la tarde esperando la última reunión sin poder ver a una amiga trasladada a la zona a la que me hubiera gustado dar un abrazo y conocer su experiencia, pero otro día será, que hoy la cosa pinta mal y no creo que la última reunión permita el encuentro.
Los años han pasado y es otro el que ahora mira la ciudad, igual y distinto de aquel otro que vino hace diez y siete años a disfrutar de lo distinto mientras se entregaba a otras ilusiones. Afortunadamente se mantiene la ilusión; enfocada, si, hacia otros objetivos, pero ilusión que se mantiene nueva y en forma. No está mal para un eterno iniciador que todavía no se ha cansado. Cabreado, siempre, pero peleando.
La verdad es que es poco tema para una entrada, pero el pasado galopa cerca de la espalda y había que hacerle caso. No mucho, que luego se viene arriba y la liamos. Bona nit.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Ridículo


No deben quedar muchos más para seguir diciendo chorradas, aunque se nota el "toque femenino" en la dirección.


Decía IVÁ, en boca de su patibulario personaje Maki Navaja, que “en un mundo podrido y sin ética, a los pobres sólo nos queda la estética” y con la esperpéntica estética del video de ETA me gustaría comenzar esta entrada. Señores de ETA, ¿quien les ha aconsejado el uso de esa máscara dorada de satén de puti-club de carretera bajo las eternas txapelas? ¿y el uso de esos guantes negros dignos del black-power de la olimpiada de México? Cuando no se han corrido los relevos de 4x400, sino que se ha sido corrido a gorrazos por tres o cuatro policías europeas, la cosa queda fatal. Además: ¿desde cuando las garridas mozas de Euskalherría usan txapela en lugar de pañolón? De verdad, el conjunto es más digno de adolescentes cogorzos que cuelgan un video en “you-tube” que de una organización con la historia de ETA, que me imagino yo el cachondeo de los históricos poli milis al ver en manos de quién está el invento.
Eso en cuanto a la estética, que en cuanto al contenido...¿vale la pena hablar del contenido? Sinceramente, creo que no y no es que lo crea yo solito: lo creen casi todos los ciudadanos normales excepción hecha de los paranoicos de la caverna que lo usan para seguir afirmando que el Gobierno negocia con estos descerebrados. Nunca un anuncio de ETA ha generado más indiferencia, pitorreo, mofa, befa, cuchufleta y desprecio; lo peor que puede pasarle a una banda terrorista. Lo normal es que los comunicados o actos de los terroristas generen respuestas que tengan que ver con el terror: máximo alivio, pánico desbocado; extremos, vaya. Pues nada de eso ha sucedido. La gente normal constata el retraso de décadas en la posición política y en el lenguaje utilizado; léxico pretendidamente estudiado y milimétrico que sólo se queda en farragoso, estúpido, vacío y antiguo, desesperantemente antiguo.
ETA no tiene sentido y, como ya he dicho en este blog, confunde términos: proceso democrático significa, en su idioma, que nos den el poder. Opinión libremente expresada, quiere decir, en su pretendido euskera, que al que diga otra cosa, se le pega un tiro. Pueblo vasco debe entenderse como los que piensan como yo, que los otros no son vascos...¿hay que seguir con el diccionario de equivalencias? Creo que no vale la pena, así que vamos a la conclusión, que se presenta muy obvia.
Salvo aquellos que suspiran para que ETA siga justificando la irracionalidad de sus posturas, la gente normal sabe que ETA está muerta y enterrada. Conseguirá algunas acciones más; sumará más sangre a su historial, pero está “groggy” y como un boxeador sonado, cree que todavía puede ganar el combate. Me imagino que la policía está buscando la manera de llevar a los tres fantasmones del video ante el juez lo antes posible y poco más. Señores de ETA: acabar sólo tiene un camino y el paisaje es conocido. Aquí están las armas, aquí los zulos, aquí las pistolas, todo empaquetadito por observadores internacionales que den fe de que eso es todo y entonces, con todo terminado, buscar la forma de que los tres gatos que quedan no salgan demasiado escaldados, pero la cosa está jodidilla. Lo que si es verdad es que alguien, algún día, saldrá a la palestra para decir que ETA se ha terminado. Hasta ese momento, seguirán haciendo el ridículo como lo han hecho con este video. Con lo que estos chicos han sido...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Moralidad darwinista

Característcas físicas que desencadenan las elevadas conductas morales de sacrificio, amor, solidaridad, y protección que, para algunos, son exclusivas de la especie humana.
Sin ser un especialista de la teoría de la evolución o un etólogo avanzado, me hace gracia la simpleza con la que determinados núcleos de resistencia religiosa argumentan que no es posible entender las cuestiones morales sin “elevar” la mirada hacia los aspectos “espirituales” que nadie puede demostrar. Exactamente: “Pretender explicar la realidad de la libertad, del amor, del deber, etc. con base a interacciones materiales sería como volver, aunque con un aparato matemático muy sofisticado, a mantener tesis semejantes a las de los materialistas griegos”.
Desde mi época de estudiante defiendo que está pendiente lograr la última conquista de la evolución, esa que conecta la anatomía con la conducta ara terminar de construir un organismo competitivo y mejor adaptado. Hay un consenso más o menos amplio en cuanto a lo que las características físicas aportan al individuo, pero no se acepta que el comportamiento es otra herramienta tan sujeta a la mecánica de la evolución como la que más. Manejando un ejemplo muy simplista: nadie podría decir que un pico extraordinario para una función determinada si no hubiera un cerebro-conducta que supiera manejarlo de una forma adecuada. Fijemos la idea de que un buen martillo sin una inteligencia que lo maneje, no sirve de nada. ¿De acuerdo?
Si elevamos este tiro hacia las conductas “morales” más espirituales o, según la acepción de algunos, netamente humanas, podremos, conociendo las investigaciones sobre las conductas de nuestros primos más cercanos, darnos cuenta de que en todos ellos encontramos, en mayor o menor grado esas mismas conductas.
La evolución humana potenció al máximo dos herramientas fundamentales: la fuerza cohesionada del grupo y un cerebro enorme y desproporcionado que condiciona al máximo la dinámica y economía de ese grupo. Atendiendo a las exigencias cerebrales, recordemos que éstas determinan:
              un embarazo demasiado corto que obliga a termina la formación en ambiente extra – uterino;
              una niñez hiper –prolongada;
              una aportación energética desmesurada;
              una atención materna súper prolongada y exigente que, indirectamente, busca apoyo en hembras no fértiles y muchas cuestiones más. Toda esta inversión no se sostiene si no obtiene los rendimientos adecuados.
Vistos los puntos más importantes de las exigencias anatómicas, pasemos a la relación que se puede establecer entre las dinámicas y exigencias del grupo y la aparición de esa moralidad elevada. El grupo, para todos los primates antropomórficos –excepto al orangután y con matices – significa supervivencia, protección y capacidad reproductiva. El grupo domina un terreno que asegura nutrientes; el grupo permite desarrollar aprendizajes, habilidades y asentar culturas propias; el grupo aporta apoyo y se coloca como el más valioso elemento de protección. Todo individuo se supedita, sea del sexo que sea, a la supervivencia del grupo como súper organismo y esa supeditación conlleva, de manera automática, la consolidación de las conductas encaminadas a la consecución de ese fin.
Solidaridad, generosidad, heroísmo, sacrificio, fidelidad, deber...¿no son todas conductas que favorecen la supervivencia del otro /grupo en detrimento de la supervivencia del individuo? ¿Acaso es tan complicado darse cuenta de que lo que somos hoy es producto de la consolidación de estrategias colectivas probadas y afinadas durante milenios? ¿Tanto molesta aceptarse como producto de las leyes que rigen la naturaleza en todos sus aspectos? ¿Por qué esa obsesión de separar la evolución anatómica de la evolución etológica/conductual?
Pienso, de verdad, que aceptar la realidad de nuestra especie y de nosotros mismos como individuos no significa aceptar ninguna pérdida, pero que recurrir a explicaciones mágicas y supersticiosas si es minusvalorarnos, tanto como especie como en lo que afecta a nuestra valoración individual.
Hace unos meses era Benito XVI en que decía que el verdadero teólogo es el que sabe aceptar sus limitaciones. Afirmaciones como esa son las que han pretendido, desde siempre, paralizar el desarrollo de la ciencia y el avance del conocimiento. Acepta que no sabes nada y que es mejor no saber, no intentarlo y esperar a que alguien, cuando mueras, te lo cuente todo. ¡Y una leche, Bergareche! La evolución de nuestra especie nos exige y nos determina: nos impulsa a saber y conocer; a dominar y predecir el medio ambiente para saber de migraciones y estaciones de recolección y ese es un destino natural que algunos aceptamos y otros niegan, pero ese es su problema.
La evolución nos dotó de un cerebro capaz de mucho, pero el proceso no se ha detenido y sigue mejorando la herramienta con la que, seguro, conseguiremos conocer las leyes naturales que rigen la materia. Es sólo cuestión de tiempo, por mucho que los agoreros digan que jamás se conseguirá, aunque eso siempre ha pasado y los buenos nunca les ha hecho caso. Por fortuna.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Efectivamente, se armó el Belén

Los símbolos de la represión se unen contra el enemigo común.

La cosa era previsible, casi automática y anunciada: los representantes de la iglesia anglicana, los judíos y mahometanos han saltado a la yugular de los titulares de un libro que nadie conoce; un libro que aguarda en las imprentas bien empaquetado y listo para convertirse en un best seller. Es casi aburrida la repetición de acontecimientos bajo los mismos esquemas: la prensa publica dos tonterías bajo titulares llamativos y los que se dan por aludidos explotan con todo tipo de artificios pirotécnicos sin tener ni la más remota idea de lo que, de verdad, contiene el libro objeto de escándalo. Lo curioso es que, cuando el libro ya se puede leer, cuando la reflexión calmada es posible, jamás se vuelve a saber nada de la historia.
Un diario acusa a Hawkins de “simplista”. Si me apuntaran con una pistola para que pusiera un calificativo a este señor, seguro que al último que recurriría es al de simple. ¿Cómo puede alguien en su sano juicio decir que uno de los intelectos más complejos, elevados, trabajados y brillantes de la historia es “simple”? Si él es simple, los demás somos protozoos o sus primos tontos, vamos.
Stephen Hawkins lleva años apuntando hacia el mismo sitio, concentrado en sus trabajos y ecuaciones intentando conocer el lenguaje de la materia; sus leyes y su organización, consciente de que cada paso dado nos acerca a la meta, a la comprensión global de ese mundo que siempre hemos querido entender. La ciencia marca sus metas, pero la religión pretende, desde siempre, decirnos que no preguntemos, que nos conformemos con estarnos quietos a la espera de que la muerte nos revele la verdad; la visión de un dios distinto del otro pero igual de fanático, vengativo y restrictivo.
La religión quemó a Miguel Servet, destrozó la vida de Galileo y de miles y miles de hombres buenos que sólo perseguían un pecado nefando: querer saber, horrible aspiración que les hacía merecedores de todos los castigos.
Para la ciencia, dios es una construcción que, al no poder formularse en las ecuaciones, no se tiene en consideración, no afecta a los resultados finales, de forma que no se gastan recursos en una cuestión tan poco práctica. Pero esa no es la postura que mantiene la religión respecto a la ciencia y eso si es un problema; y de los gordos. La religión vive atemorizada por las repercusiones de cada nuevo avance, de cada descubrimiento, de cada titular llamativo y pierde terreno, kilómetros y kilómetros de terreno y de poder.
La cosa acaba de empezar y veremos, todavía, acciones y reacciones, pero el camino ya está marcado y no se desviará. Puede ser que grupos de presión ultraconservadores persigan y traten de ocultar, pero los libros se llenarán de teorías, las teorías se convertirán en experimentos y éstos, aportarán pruebas; millones y millones de pruebas que acabarán por imponerse como siempre ha sucedido.
La verdad es que el proceso es, sigue siendo, apasionante: la luz pelea contra la oscuridad; el conocimiento contra la superstición; la razón contra la persecución. Ganaremos, seguro, pero seguirá siendo duro, ni más ni menos que como siempre, vamos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Dios en la mente, nunca más de la mente de Dios.

La mente de un genio se levanta por encima de un cuerpo muerto.

Me guardo la entrada para cuando vuelva del diario paseo con los perros, que el tema merece la pena: nuevo libro de Stephen Hawkins negando la necesidad de Dios para explicar el - o los -universos. Por fin, un físico se atreve a afirmar que será posible conocer, explicar y predecir los acontecimientos físicos que explican la naturaleza y desarrollo de la materia en todas sus formas. La física vuelve al origen y se acerca al final de las preguntas. ¡Apasionante!

Ya de vuelta, y como siempre, más esperanzas que realidad en cuanto a temas brillantes inspirados por el paseo, así que me limitaré a compartir mi absoluta felicidad por el anunciado triunfo de la razón. Es la primera vez, que yo sepa, que alguien con enjundia y conocimientos suficientes, asegura que la ciencia –en este caso la física – está en el camino de demostrar que hay una explicación plausible para lo inexplicado: nos quitaremos de encima el relojero universal, el arquitecto celestial, el señor serio que no juega a los dados: nos libraremos de la tiranía de dios porque el hombre habrá sido capaz de deducir las leyes que rigen el comportamiento de la materia en este y en otros universos.
No hace cien años que Einsten formuló su teoría y el mundo se ha movido acelerado por esa mágica ecuación de E=mc2; la física cuántica nos ha colocado frente a una serie de paradojas sobrecogedoras y brillantes, demostrando que el hecho de que solo seamos capaces de concebir un universo no implica que otros universos no sean posibles o, incluso, más probables y fáciles que el conocido.
La idea de Dios se basa y se agranda con nuestras carencias de conocimiento, de la misma manera que cada avance, cada explicación, cada fórmula, hace más pequeño el templo de la superstición. Que el saber es enemigo de dios lo han sabido todas las religiones, y todas se han afanado en la persecución de la ciencia y el conocimiento. El negocio fundamental es uno y hay que cuidarlo entre todas, no vaya a ser que la grey se desmande y piense por su cuenta.
Es un atisbo, una señal de esperanza, pero tan bonita, tan completa, tan bien estructurada en sus enunciados por una de las mentes más poderosas de la historia que da alegría soñar y pensar que algún día, muy lejano, se volverán las tornas y la sociedad no necesitará la idea de dios para explicar la realidad.
Pero la realidad es una y la necesidad es otra: ¿Que pasará con la necesidad de trascendencia, con el miedo a la muerte, con el desaforado deseo de inmortalidad, de permanencia? Esa es otra cuestión y será la última frontera: el reducto de los más fundamentalistas, de aquellos que necesitan un castigo eterno para ser buenos en esta vida y soñar con la beatífica contemplación estática de dios. Ya he dicho en otras partes que esa idea me parece fundamentalmente aburrida, pero allá cada cual con sus gustos y deseos.
Un hombre que ha elevado su intelecto muy por encima de su enfermedad y su postración se atreve a desafiar todos los convencionalismos y, desde la cátedra más prestigiosa, aquella en la que otro genio, Isaac Newton, dijo que “Dios no juega a los dados” esgrime sus escritos para decir que “Dios no creó el Universo y que las teorías científicas más actuales convierten en redundante la figura de un creador”.
Hace siglos, la mente humana inició un camino que aspiraba al conocimiento y hoy, mucho después, estamos cerca de vislumbrar uno de sus hitos; pero da pena pensar que la verdad no servirá para cambiar ideas, prejuicios e intransigencias. Desgraciadamente, el ser humano ha puesto de manifiesto que la realidad no es la base para formarse un criterio y tomar posturas, antes más: para muchos, la verdad será un acicate más para negarse a aceptar su tiranía y atrincherarse en el oscurantismo de la intransigencia.
Quedan siglos de pelea, pero la verdad avanza lenta y segura en pos de la liberación del hombre: al final, conseguiremos que la idea de dios se reconozca como una construcción de la mente del hombre y no el hombre como la manifestación de la mente de dios. Que así sea.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La tormenta

Exacto: ¡La que se nos viene encima!

El día ha amanecido con ganas de dar que hablar y aunque la mañana ha sido propicia para disfrutar del fresco en la cara, las nubes del horizonte avisaban la juerga de la tarde: una tormenta de las de ver; de las que dejan rastros de ozono, agua corriendo las cuestas abajo y el aire limpio de polvo. Entiendo el miedo ancestral al rayo, pero he tenido la suerte de que las tormentas me hayan proporcionado, para envidia de los temerosos, momentos de esos que me acompañarán siempre. Las he podido ven en ciudad, campo, mar y montaña, así que, para no ser demasiado pesado, voy a recordar dos muy distintas y ambas dignas de figurar en los anales: En el Refugio de Amitges, de San Mauricio y en la costa de Cabrils.
La primera la viví en el Pirineo de Lérida, en lo alto del parque nacional de San Maurici, casa de piedra situada a la exacta altura de 2380 metros (gracias internet) desde la que dominaba una enorme extensión de picos y valles como puede apreciarse en la foto:


A mediados de Julio, todavía con nieve en los riscos y ventisqueros en los que ramasear con los piolets, se empezó a formar una tormenta dividida que se pudo poner de acuerdo para converger en la misma cima del refugio. La sensación de ver llegar tres tormentas haciendo gala de todo su aparato para hacerse una justo en tu estómago es espectacular: no oyes el trueno, pues eres el trueno. Los relámpagos generan tal cantidad de electricidad estática que el pelo de todos se dispara en todas direcciones mientras las puntas metálicas de piolets, crampones y otras cosas de hierro que, obviamente, has depositado lejos, general unas lenguas de fuego de San Telmo que impresionaban. Fueron unos minutos de esos mágicos en los que nadie hablaba, pues todos nos dedicamos a registrar cada explosión y cada vibración en la memoria.
La segunda, ya más mayor, tuve la suerte de vivirla desde el balcón de la casa de Cabrils, dominando una gran extensión de mar desde la distancia. Era Junio cuando todos los rayos del mundo se pusieron de acuerdo para organizar un espectáculo imposible. Durante mas de una hora estuvieron iluminando el horizonte de forma que la muerte de un coincidía con la caída de otro, como si estuviéramos viendo un enorme escenario oscuro en el que se producían efectos especiales. Al día siguiente, todo el mundo hablaba de eso como lo más bonito que se había visto en la zona.

¿Conclusión? La verdad es que poca cosa: disfrutar mucho del fresco, de la sensación de aire nuevo y pensar en los primeros pobladores que tuvieron que inventarse la filosofía y la física para encontrar la explicación de tanto fenómeno natural. Es comprensible que, ante la explosión de energía de una tormenta, generaran la idea de un dios colérico que todo lo arrasa sin mirar nada, pero es que el hombre siempre ha necesitado comprender su mundo, adelantarse y predecir los sucesos, así hacer todo eso sin recurrir a una idea que todo lo explique, es una enormidad de trabajo mental y no hay mas remedio que disculparlos, aunque la liaron parda con ideita.