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domingo, 31 de julio de 2011

Y los pajaritos maman...

Los encargados de pintar de rosa una realidad que huele fatal.
No dejemos que esa mentira de las cifras del JMJ se convierta en verdad, por mucho que la repitan hasta la saciedad.
Nunca me han gustado demasiado los juegos en los que se compara el coste de algo con lo que ese coste aportaría para solucionar un problema. Normalmente son cosas que no tienen nada que ver, de manera que es fácil conservar la calma y no hacer juegos malabares, pero lo que nos están contando sobre los costes de organización y “rentabilidad” de las JMJ prevista para tan magno acontecimiento, justo cuando en Somalia pasa lo que está pasando, me obliga a levantar la mano y decirles que si se creen que somos gilipollas o que los pajaritos maman.
25 millones de euros (lo que dicen que va a ser coste puro, que el resto nos lo maquillan) son un pastizal, una cantidad de dinero que da para mucho y si le añadimos lo que se van a gastar los asistentes y organizadores, podemos asegurar que ese montonazo de euros colocaría a los hambrientos somalíes al borde de la apoplejía por atracón el resto de sus días. Dicen que se esperan 300.000 “peregrinos” y cada uno de ellos debería haber aflojado la mosca en forma de contribución “voluntaria” según las siguientes tarifas que hace públicas el site oficial de la organización  (http://www.madrid11.com/inscribete) :


A ojo de buen cubero y contando enchufes, jetas profesionales que nunca pagan y faunas varias, podemos calcular una módica media de 50 pichurris por barba. Si añadimos otros 400 gastados en viajes, los ¿200.000? visitantes de pago (dicen que hay 400.000 inscritos) habrán gastado la nada despreciable cifra de 90 millones de euros para dejarse ver por Madrid. No nos olvidemos que a esos 90 hay que sumar los 25 oficiales: 115 millonazos de euros que destinados a comprar comida, dan para bastante. Veamos para cuanto y de que clase:
 
 
 
Y eso a precio de primer mundo y por kilito, que no hablamos de compras masivas. ¿Cuantos kilos de lo que sea se pueden comprar a una media de 0.27€? Pues si la hoja de cálculo no nos miente, salen 424.354.244 kilos de comida. Puesto en toneladas, son cuatrocientas veinticuatro mil trescientas cincuenta y cuatro toneladas de alimento. Vamos, la leche de granitos para hacer montones y jugar a las cocinitas. Podríamos hacer risas metiendo bolsas de pan de molde, litros de leche, cajas de quesitos o piruletas; pero no creo que la tragedia admita frivolidades, sinceramente.
Teniendo en cuenta que no hemos metido las enormes mentiras que damos por buenas, que tampoco contamos cervezas, bocatas, condones (que el cuerpo es débil) y un largo etcétera de enseres y gastos varios, podemos asegurar que la comida de los somalíes estaría solucionada por una larga temporada.
Para no hacer demagogia a palo seco: si el Vaticano decidiera dar marcha atrás y solicitar a sus seguidores que soltaran la pasta para un fin tan loable como de dar de comer al hambriento, habría que despejar el camino de la entrega y en eso, el mundo tendría que echarle una buena mano y con el puño cerrado, que la cosa reclama una dosis de violencia importante para echar a todos esos mamones que se dedican a secuestrar las ayudas internacionales para venderla y forrarse en riñón, siempre a costa del enorme sufrimiento que vemos en los medios de comunicación.
Los días esos de JMJ, hablando en plata, son un puro ejercicio de exhibición del ego de Benito XVI, un show de soberbia de los llamados príncipes de la Iglesia con su monarca a la cabeza y, sin duda ninguna, un arma de presión contra el gobierno surgido de las próximas elecciones y contra el Partido Popular, el deseado brazo ejecutor de tanta contrarreforma. Crece la lista de deberes del líder Rajoy, encargado de mantener y custodiar un concordato que pide a gritos ser denunciado, de no tocar el IVA y seguir dejando que las parroquias hagan mangas y capirotes con inmuebles y terrenos que reclaman por todo el morro y registra a su nombre ante el asombro de todos.  A este paso, conseguirán que el indolente Rajoy no tenga más remedio que ponerse a trabajar. Con lo bien que vivía él en la tranquila oposición.

sábado, 30 de julio de 2011

Miedo a ganar

Para los ganadores, los momentos en el que todo está en juego son los que más les motivan. Para los normales, son instantes de pesadilla.
¿Será capaz Rajoy de completar el pase y merecer la gloria?
Dicen muchos de los grandes deportistas individuales, tenistas y golfistas casi siempre, que una de las cosas más complicadas de su profesión –es una profesión, no cabe duda – es aprender a vencer el miedo a ganar. Cuentan de los nervios, del vértigo ante ese último golpe que lo culmina todo: el golpe que abre las puertas de la gloria para convertirte en ganador, en alguien distinto y diferente, en un elegido de entre la enorme masa de los perdedores, de los “normales”.
En unas pocas horas, las que han transcurrido entre el anuncio de las elecciones del 20 N y las ediciones de la mañana de los medios digitales, la desconfianza, el recelo y el pánico se han adueñado de las cabeceras de la derecha mas significada. Liderados por un candidato en el que ni creen ni confían, entregados a alguien que no les gusta, han renunciado a la esperanza para abrazar una espera llena de desconfianza, recelo y miedo, mucho miedo hacia el que, suponen, no será capaz de hacerlo bien. Todo eso mientras siguen culpando a Zapatero tanto de lo que ha hecho él, como de lo que hará su sucesor en los próximos lustros, algo que es inaudito y esperpéntico.
El mejor resumen de lo que digo se encuentra en el editorial de Jiménez Losantos en Libertaddigital (Nota: ¿por qué extraña razón todos los que intentan limitar la libertad a hacer, creer y decir exclusivamente lo que ellos consideran “correcto”, utilizan la palabra libertad para formar parte del nombre de cabecera de sus libelos?) " Zapatero se va, pero dejándonos un último  regalo envenenado: perder la ilusión en lo nuevo, en lo que ha de venir,en lo que debería pasar. Por robar, han robado hasta la epseranza modesta , razonable, limitada, de que España mejore" Vamos, la alegría de la huerta, el niño.
Sinceramente, yo me esperaba una explosión de júbilo, enormes titulares convocando al cambio, un toque de generala para acudir a las urnas y consagrar un parlamento con abrumadora mayoría del PP; un ¡Por fin! que alegrara los ánimos de esa derecha española que, bajo las banderas azules del PP, no es que vayan a votar, es que forman ante los colegios electorales en perfecto estado de revista.
El timorato ánimo de Rajoy lo ha impregnado todo y vemos, con bastante asombro lo reconozco, que hay más alegría, esperanza y ganas de currarse las elecciones en Rubalcaba y su gente, que en el partido que, según creemos todos, está llamado a asumir la responsabilidad de sacarnos del follón en el que nos metieron los estafadores y del que Zapatero no ha sabido sacarnos. Los que estos años han estado en permanente estado de revuelta contra el PSOE; esos que no aceptaron el triunfo de Zapatero propiciado por la zafiedad de la manipulación a la que nos quiso someter el aparato electoral del PP en el 11 M, se han empezado a quedar desnudos delante de su verdad y no les gusta: o se comen a Rajoy o no hay otro plato en la mesa.
Van a ser unos meses duros de verdad, meses en los que la caverna va a tirar con todo lo que tiene para intentar presionar a Rajoy y que el candidato acepte la larga lista de imposiciones que le van a hacer firmar; desde el matrimonio homosexual hasta la muerte de Prim, así que ya veremos por donde sale Don Tancredo. Mientras tanto, Rubalcaba se dedicará a generar ilusión, responsabilidad y el sueño de que la izquierda puede reconvertirse y mantener el poder. ¿Que podrá más, el miedo a ganar o la ilusión de resistir? Veremos.

viernes, 29 de julio de 2011

Ni un inculpado en las listas, ni un voto para su partido

¿Alguien se puede imaginar a Arias Navarro,
que fué ministro del interior,
informando de los resultados electorales de la jornada del 20 N?
Asumiendo el compromiso adquirido por este blog para orientar la mayoría de los comentarios según el transcurrir de la realidad social, no puedo escaquearme y tengo que hablar del adelanto electoral. Lo primero, la fecha: ¿joder, es que no había otra? Lo más seguro, por lo visto en otras citas, es que no, pero la verdad: por mucho que sea una cierta ironía acabar celebrando la muerte del dictador con la mayor fiesta de la democracia, hubiera preferido otra. El 20 N, para aquellos que lo vivimos, celebramos y temimos, todo a la vez, ya tiene bastante con lo que tiene; no hace falta añadirle más nada.
Dicho esto, nos ponemos en la línea de salida para ver el galope de los caballos camino de la recompensa. Primera curiosidad: por primera vez, parece que va a ganar un cabeza de lista peor valorado que el segundo. Lo que a uno le encumbra al otro le hunde: sus propios partidos. El PP se presenta como lo único y el PSOE se arrastra abrumado por la crisis, la falta de conexión con la realidad y un conformismo que su electorado no le perdona. ¿Donde irán los votos de tantos decepcionados? Misterio, que no está Izquierda Unida para muchos trotes.
Otrosí: el centro perdido. Es gracioso que España no tenga partidos de centro aunque los dos mayoritarios se empeñen en ocupar ese espacio de la arena política, por mucho que uno pertenezca a los populares europeos –de derechas ellos - y el otro al ala izquierda de la Eurocámara, claramente socialdemócrata . Tampoco tiene ningún partido que se reconozca como habitante de la derecha y mucho menos de la ultraderecha. Así pues, el PP se presenta ante el electorado como un partido de centro, pilotado por ese engendro de FAES y asumiendo, de forma natural, el apoyo de los ultras. ¡España es diferente, como siempre!
¿Y los del 15 M? Pues ya saben lo que les toca: articular un modelo que alguien les firme con sangre para llevarlo a cabo o seguir en el limbo de la utopía. En cuanto a mí, se que no puedo aspirar a que ganen los míos, sean cuales sean y estén donde estén, pero si me gustaría que hubiera un juramento de sangre que nos afectara a todos, votantes y votados: por favor, ni un candidato inculpado ni un voto para el partido que lo presente. Con eso, cantito en los dientes.
Otro día hablaré del curioso experimento sociológico que se está produciendo en este blog y de mi agradecimiento a todos aquellos que os habéis apuntado como seguidores, aquí y en Twitter, en estos dos últimos días. Al maestro Forges, como siempre: todas las gracias del mundo y que siga tan genial como siempre, que es un lujo.

jueves, 28 de julio de 2011

Desvergüenza

Escenario que están montando en la Plaza de Cibeles para el JMJ.
Juro que las vigas utilizadas son adecuadas para un rascacielos.
Una pasta, vamos....
Los que estén condenados a atravesar la Plaza de Cibeles estos días, que se den por jodidos. Me explico: todos los días atravieso Madrid desde Moncloa a O´Donell abusando de la agilidad de mi moto y de que el trayecto hacia mi oficina se acorta considerablemente usando ese itinerario. Esta última semana he podido comprobar que el tránsito por la plaza se hacía cada vez más complicado, con vallas frente al Palacio de Correos, más vallas rodeando la fuente y los agentes de movilidad, como siempre, viendo impertérritos el auge del caos inherente a las limitaciones de espacio.
Pues bien, esta mañana, por fin, me encuentro con una pista sobre la razón de tanto alboroto: una vigas (suficientes para soportar un rascacielos de los considerables) daban las primeras formas a algo parecido a un escenario, de manera que la pregunta surge directa: ¿Tendrá cojones el arzobispado de montar semejante tiberio y gastarse ese pastizal para un escenario de un sólo uso? Pues, efectivamente, si.
De verdad que quería que estos días del JMJ pasaran por este blog de la forma más silenciosa posible, pero es que van provocando. Si se teclea en Google “escenario Cibeles”, aparecen las fotos de los escenarios que se están montando en Cibeles y en Cuatro Vientos, dos engendros infernales cuyo coste no quiero ni imaginar y que más parecen obras diseñadas para afrontar los siglos que el uso al que están destinados: horas. Si señor: unas pocas horas en las que SuSa nos echará una bronca por lo malos que somos y nos anunciará, una vez más, que fuera de la Iglesia no hay salvación.
Lo que no hay es vergüenza dentro de esa jauría de impresentables vividores que han conseguido lo que parecía imposible: que un primer ministro católico de Irlanda les ponga las peras al cuarto. Cañizares se pasa el Vaticano II bajo las ínfulas y dice que la comunión de rodillas y en la boca, que ya está bien de tomarse a cachondeo eso de comerse a dios; Rouco quiere que de los actos del JMJ salgan todas con novio o camino del convento; las monjas que van a ir a hacerle la pelota (y la colada, que en la Iglesia las mujeres no pueden aspirar a más) a Benito XVI, o van con uniforme, o no van, que eso de las faldas y los trapitos huele a condenación eterna.
Por favor, que se vengan arriba, que den la cara, que se manifiesten en todo su esplendor preconciliar y que aquellos que permanecen en la silenciosa indiferencia se den cuenta, de una puñetera vez, de que estos meapilas no se merecen ni agua. Lástima de todos aquellos que se dejan la vida para que estos cuervos se aprovechen de su ilusión, su bondad y su sacrificio. Pa matarlos.

Engendro similar en Cuatro vientos.
Como el arbolito del fondo es metálico, podría formarse una tormentilla de esas de verano madrileño y....

miércoles, 27 de julio de 2011

Música esencial

Que algo como el agua  genere una música tan sonora, me parece un milagro.
Por favor, escucha bien el video, que vale la pena.

Algo que envidio y no tengo, algo básico que evolucionó con el hombre y que yo perdí en algún lugar extraño, algo que me gustaría tener y no tengo: la música, elemento consustancial a cualquier cultura humana y que, por desgracia, no forma parte de mi vida.
El otro día escuche, en el documental Planeta Humano, a unos niños utilizando un riachuelo para hacer percusión y el resultado era increíble. Es lo mismo que puede escucharse en el video que encabeza la entrada. ¿Que necesidad básica nos impulsa a hacer música? ¿Que nos aporta y que nos ofrece? No puedo contestar desde la vivencia propia, pero debe ser algo enorme que aquellos afortunados que lo disfrutan, no están dispuestos a abandonar.
Tengo amigos que no entienden la vida sin música, mientras que yo puedo estar semanas sin escuchar música o, en caso de que coja el coche para algo, dejando que suene en el fondo sin que trascienda planos o me alcance de una manera concreta. Para mucha gente, eso es algo impensable y sin embargo, para mi es normal salvo en una época excepcional. Hubo una temporada en la que una amiga me suministraba música clásica –es medio melómana – y yo le daba dinero para que ella seleccionara temas para gente “por educar”.
La cosa funcionaba bien y por las noches, cuando nos íbamos a la cama a leer, la música quedaba puesta de fondo mientras nos dormíamos y tengo que reconocer que hubo momentos gloriosos. Luego se pasó la cosa, vinieron otros habitantes a la casa y la moda se pasó, pero queda el recuerdo.
Contaba un tío mío que vivió años en África que la noche trae estrellas y música a todo el continente; que de noche se encienden las hogueras, suena la música en todas las poblaciones y África baila. Ellos saben y disfrutan algo que yo he perdido o nunca tuve. Suerte para aquellos que viven la música.

martes, 26 de julio de 2011

Nobel para el 15 M

Un premio Nobel de Economía, megáfono en mano, se dirige a los acampados del 15M y la prensa, ni puto caso.
Espectacular.

Joseph Stiglitz se deja caer por El Retiro y habla con los acampados del 15 M durante doce minutos. Joseph Stiglitz es premio Nobel de Economía y ayer se dirigió a los acampados insatisfechos para comentar su opinión y dar algún consejo, con traductor incluido, que alguien le habría avisado de como está el patio de los idiomas patrios. Los doce minutos de intervención de este premio Nobel, por cuyas palabras matan cátedras y universidades de todo el mundo, ha sido genialmente resumida en El País con el siguiente texto: “No sin antes defender una regulación de los mercados y reconocer que le gusta la "energía" que ve en el Movimiento 15-M: "La crisis económica ha mostrado los problemas actuales del capitalismo con unos mercados sin regular. La experiencia de las tres últimas décadas demuestra que hay una necesidad de que los gobiernos jueguen un importante papel en regular los mercados”. Y a otra cosa, mariposa,que lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Me parece espectacular el resumen que nos hacen Samira Saleh  y  Carmen Pérez-Lanzac  cuya capacidad de síntesis se demuestra demoledora. ¿De verdad un medio como El País permite que una noticia semejante se despache con dos frases mal cosidas? ¿Es eso lo que pretenden darnos como información de alto valor? Mal está la cosa con este medio, pero es que El Mundo no dice nada, el facherío tampoco ( La Razón, Periodistadigital y Libertad Digital) y el ABC sí recoge la noticia y además, mejor tratada. Vamos, que si alguien tiene ganas de pensar mal, se lo están poniendo a huevo: ¿No será que a esta prensa le va estupendamente con el sistema de ayudas públicas y corruptelillas con los políticos y el sistema actual como para querer que la cosa cambie?
El 15 M no sólo molesta al poder político: el 15 M amenaza con mandar al cuerno todo lo que está, actualmente, viciado, viejo, podrido y domesticado, de manera que los primeros asustados, los que más y mejor viven de y conviven con el sistema: la canallesca. ¡Joder que asquito!

domingo, 24 de julio de 2011

Genio y Tragedia

Tres genios de la mano: García Lorca, Camarón y Paco de Lucía.
No es que sea yo muy forofo del flamenco, pero en pequeñas dosis...
El mundo está hecho para ser habitados por nosotros, los normales, los que ajustamos nuestros ritmos y nuestra percepción de la realidad a lo que nuestros organismos pueden asimilar y soportar. Pero hay otros cuya percepción llega a unos espacios que los demás sólo intuimos a través de la obra de esos genios y bastan esos retazos para que nos quedemos abrumados por la magnitud delo que nos han puesto delante.  Si las sombras de esos mundos nos deslumbran, ¿que ven ellos?
Esa es una pregunta cuya respuesta podría esconderse tras las muertes de muchos de los muchos genios autodestruidos en busca del sol. Como Ícaro, estas almas son capaces de elevarse en una hipersensibilidad desbocada y muchas veces potenciadas por psicotrópicos, drogas y cualquier sustancia que, por un lado les ayude a contemplar lo que sólo ellos ven y por otro, les evada de una realidad que les decepciona.
Atrapados en el mundo de lo normal, sueñan con elevarse hacia una realidad subjetiva que les atrae y cuyo contraste con la mediocridad que les rodea y decepciona les hace correr tras el rastro de sus sueños perdidos.  Sus días se convierten en condenas de aburrimiento, tedio, incomprensión, insatisfacción y subidones químicos que acaban por llevárselos por delante.
Son hipersensibles a la estética de las manifestaciones artísticas cuyas limitaciones acaban por destruirlos al ser incapaces de asumir y conformarse con las imposiciones y limitaciones que impone la realidad. Tienen un mundo interior que no pueden trasladar a la realidad y eso les hace explotar. Como Stendhal ante la contemplación de la belleza, estos seres torturados acaban en una especie de estado de estupefacción hiperactiva que los quema y los destruye. No conocen la felicidad y no hay nada que les calme; solo la muerte parece ayudarles a encontrar la serenidad.
Todos admiramos el resultado de las creaciones que a ellos les destruyen, pero ¿realmente envidiamos sus vidas? Claramente, no: somos demasiado normales para querer alcanzar la gloria de la perfección o morir en el intento.
El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

El tiempo va sobre el sueño
Hundido hasta los cabellos
Ayer y mañana comen
Oscuras flores de duelo

Sobre la misma columna
Abrazados sueño y tiempo
Cruza el gemido del niño
La lengua rota del viejo

Y si el sueño finge muros
En la llanura del tiempo
El tiempo le hace creer
Que nace en aquel momento
 
El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño


sábado, 23 de julio de 2011

El Balance Egoísta

Los que saben son capaces de decirlo mejor y mucho más corto.
 
Desde que Richard Dawkins, últimamente más conocido por su lucha contra el fundamentalismo religioso, escribiera su ensayo “El Gen Egoísta” la humanidad ha dado un paso más en el plano del evolucionismo social, generando el perfecto ambiente para un nuevo concepto: el balance egoísta. Voy a intentar explicar la idea.
Según lo que yo interpreto como núcleo central del modelo de  Dawkins, los organismos vivos son meras estructuras funcionales al servicio de un fin absoluto, único y fundamental: conseguir la duplicación de la molécula básica capaz de poner en marcha ese proceso de duplicación: el gen. Ese es un punto de vista que dinamita muchos de los conceptos habituales aplicados al estudio de las especies, empezando por ese criterio jerárquico que nos seduce con la idea de estadios sucesivos que “avanzan” hacia la consecución de una especie superior, verdadero y último fin del proceso vital. Este planteamiento, que estaba generado e imbuido por la idea imprescindible de un dios “planificador” de todo, un dios cosmogénico a cuyos designios obedece todo, reduce a todos los organismos vivos que habitan el planeta al papel de simples máquinas subordinadas a la ejecución de copias de aquel gen original capaz de poner en marcha el proceso de “fabricación”. Cuantas más copias y más fieles logren realizar “las máquinas”, incluido el hombre, mejor que mejor. Aceptado este hecho, es posible que el organismo más eficaz, el “mejor”, el que ocupa el cénit de la eficacia funcional sea algo tan minúsculo, invisible, ignorado y despreciado como un virus; organismo que, a la hora de conseguir réplicas de si mismo, se las pinta sólo.
¿Y que tiene esto que ver con nosotros y con los balances financieros? Vamos con ello. Hasta la caída del muro de Berlín, ese histórico momento en el que la Unión Soviética rinde todas sus plazas y los “neocons” se adueñan del pensamiento único enterrando las ideologías, la humanidad buscaba, de diferentes formas y maneras, el sistema que permitiera que al hombre alcanzar sus mejores estadios: espirituales para unos, intelectuales para otros, pero ambos se daban la mano al considerar al hombre, a su libertad, y al alcance de los mejores logros del hombre como el fin superior y común  a cualquier modelo. Como todos sabemos, las enormes diferencias se basaban tanto en la forma de analizar la realidad, como en la selección de los mejores métodos para lograr sus fines.
El  hecho es que, mientras el comunismo soviético y otros sistemas satélites, fracasaban miserablemente en un espectáculo de corrupción, crueldad y falta de libertades, el capitalismo de principios del Siglo XX desaparecía devorado por un hijo ambicioso y desbocado que sólo busca el beneficio económico inmediato sin aceptar barrera alguna. Así pues, el Siglo XXI nos alcanza sin sistemas sociales que sirvan a una ideología basada en el desarrollo integral del hombre, en todos sus planos y facetas: nada hay que sea la piedra angular de ningún proyecto al servicio del ser humano. No hay hombres en el alma de los sistemas que ahora nos gobiernan: hay...¡efectivamente!: BALANCES. Todo lo que el hombre es y puede llegar a ser se orienta a la generación del mejor balance posible, aquel que vuelve locas a las bolsas y hace que los inversores sufran orgasmos y paroxismos de felicidad.
Las empresas de hoy sueñan con China como paraíso para los modernos esclavistas: un país con cerca de mil millones de esclavos al servicio de casi sesenta millones de millonarios. Esa es la moderna Jauja del nuevo macro-organismo dominante: el balance; esa especie de hormiga reina que se sitúa en el centro de las corporaciones para hacer, de nuestras vidas, un mero proceso productivo que aumente las cifras positivas de ese gráfico en permanente ascensión a la nada. Ese es el moderno gen egoísta, el que ha conseguido que nuestras vidas se entreguen a su causa. Lo llevamos claro.

viernes, 22 de julio de 2011

Historias de la historia

¿Hay que destruir los hechos para inventar una historia?
No parece muy lógico.
Reconozco que me gusta, que me ofrece la posibilidad de acercarme a lo cotidiano con una comprensión distinta, más completa y me permite evaluar la realidad de una forma distinta de la que observo a mi alrededor. La historia es una ventana que, mucho más que a nuestro pasado, debería darnos una cimentación más sólida para el futuro. No es cuestión de insistir en aquello de “repetir la historia que se desconoce”, pero si de empezar a poner determinadas cuestiones nacionales en su justo término.
España se ha organizado con una estructura administrativa compleja en la que, sin tapujos y sin paliativos, nos hemos perdido: hemos perdido el norte, el sentido común, la lógica de la gestión y, lo que es mucho peor, hemos perdido la verdad de nuestra historia. Los pueblos evolucionan y acaban siendo lo que ellos demandan y desean ser; las sociedades cambian y evolucionan y aspirar a un futuro distinto al presente no es malo, es normal, es lógico e incluso loable. Forzar la historia para justificar la demanda de un cambio futuro basado en al mentira, es falaz, peligroso y supone cimentar el porvenir de las futuras generaciones sobre la mentira. Mal comienzo.
¿A que viene todo esto? A lo que voy leyendo de tarde en tarde sobre lo que los actuales libros de historia que manejan las diferentes autonomías y que, sin otro calificativo, mienten descaradamente sobre la realidad histórica de España. Hablar de la Corona Catalano– Aragonesa es, directamente, una grosería, una mentira con todas las letras y un engaño que intenta justificar no se que gaitas de derechos históricos inexistentes basados en esa falacia y por tanto, imposibles de considerar. ¿Tienen miedo los independentistas de reivindicar la libertad para edificar un futuro fuera de España, pura y simplemente, sin tener que recurrir a inventarse una historia inexistente?
Lo del País Vasco es de aurora boreal y no quiero recurrir a ejemplos, pero es que la imbecilidad del modelo se ha contagiado a todas las administraciones que tratan de reinventarse en una jerarquía pretendidamente superior sin darse cuenta de que la historia es; sólo es sin que se deba ver afectada por una valoración cualitativa realizada a la luz de la realidad actual.
¿Por qué, según la Generalitat, hay que dar a luz un engendro histórico que jamás existió? En España hubo un Reino de Aragón y un Conde de Barcelona. Punto, fuera y se acabó. Ambos títulos funcionaron y se mantuvieron dentro de una unidad funcional muy al uso de la época, plena de alianzas, follones testamentarios y sumisión a las diferentes cortes, nobles y burgueses. ¿Es peor esa realidad que otra que ahora se inventa? ¿A medida de que? ¿De una independencia soñada por algunos? ¿No es más fácil decir que se quiere construir un estado independiente, simplemente porque no estamos conformes con el actual sistema? España es lo que es y nuestros reyes, a lo largo de la historia, han tragado quina con fueros, juramentos varios y rogativas para que las distintas cortes soltaran la pasta que necesitaba la corona. De esas rogativas podría escribir tratados muy largos Carlos I de España y V de Alemania, que estuvo toda su vida pasando la gorra de corte en corte. Para que nos hagamos idea de lo que nuestros reyes asumían, reproduzco el juramento que tomaba al nuevo monarca el llamado Justicia de Aragón: “Nos, que valemos tanto como Vos, que no valéis más que Nos, os juramos como Príncipe y heredero, con la condición de que conservéis nuestras leyes y nuestra libertad, y haciéndolo Vos de otra manera, Nos no os juramos" .Es verdad que hay matices y diferencias en función de las fuentes consultadas, pero el espíritu de todos ellos es el mismo: no te pases ni un pelo, que te la juegas.

Conclusión de todo esto: que cada uno reivindique y construya el futuro de la mejor manera posible según su leal saber y entender, pero que dejen en paz la historia, que no tiene nada que ver con esas mezquindades.

jueves, 21 de julio de 2011

El negocio del hambre

El hambre se ha convertido en un excelente vehículo de especulación.
Una vez más, todo vale.
 
Oigo, y compruebo, que el nuevo Vellocino de Oro para algunos fondos de inversión de las bolsas USA, son los cereales cuyo precio sube como la espuma dejando, en su ascensión, un rastro de muerte y hambruna. Los precios suben por varias causas, todas ellas complicadas de arreglar: el cierre de las exportaciones rusas (relacionado con malas cosechas y sequías), las variaciones productivas de muchos países relacionadas con el cambio climático y la enorme demanda de biocombustibles.
El ser humano ha conseguido un nivel tecnológico impensable hace apenas un siglo, pero nada puede enfrentarse al poder de unos especuladores que operan sobre mercados globales indefensos ante sus actuaciones conjuntas. No somos capaces de poner freno a este azote del Siglo XXI, nos gana las partidas tumbando la economía de naciones, traspasa fronteras y elije a sus víctimas con frialdad, pues el dinero conoce su fuerza y la impunidad de sus acciones.
Somalia se muere de hambre –una vez más – y no hay dinero para arreglarlo. Mejor dicho: hay dinero en los países, pero no hay voluntad de convertirlo en comida para alimentar a una población inane que avanza hacia su desaparición sin mover un dedo. Mueven sus pies tratando de llegar a algún lugar donde conseguir comida, pero la línea del horizonte se escapa de sus ojos y sus fuerzas no alcanzan para hacerles llegar al paraíso; sólo llegan a las afueras de los campos donde los niños son tiroteados o perseguidos como ratas para que no quiten parte de los escasos recursos que llegan de la ayuda internacional.
Es igual, es otra vez y una vez más, igual: me hice persona con los niños que eran objetivo del Domund, con las imposibles barrigas de los niños de Biafra, con Bangla Desh, con Etiopía y con muchos otros horrores que van ocupando apenas unos días de titulares de prensa e imágenes de televisión para ceder, enseguida, tan importante lugar a cualquier otra noticia de corrupción, política o deporte.
Sencillamente: la humanidad ha llegado a un punto en el que es más importante mantener una pequeña parte del beneficio financiero que arreglar el hambre del mundo. A fin de cuentas: ¿Quien, de verdad, pierde el sueño por esas cosas en el primer mundo? ¿Cuantas acciones concretas desarrollamos? Nadie, ninguna: inacción absoluta, indiferencia: algún pesado como yo que llena una pantalla de ordenador con exabruptos que nadie lee y luego, el silencio, el olvido y la normal indiferencia.
No hay hermanos musulmanes, no hay Cáritas o Vaticano, no hay ONU, no hay pollas en vinagre: hay hambre y ese hambre, como el caballo apocalíptico, recorrerá el trozo de tierra que le entregamos para hacer sonar sus cascos y dejar los campos sembrados de cadáveres en lugar de espigas granadas.
Año a año, día a día, el cinismo y la indiferencia de la humanidad se manifiesta con más nitidez y con más crudeza, dejando ver la verdadera esencia de nuestros actos: el egoísmo, la ambición desmedida, la codicia sin límites señoreándolo todo y consagrando al dinero como meta de nuestras sociedades.
Es igual: podremos, con suerte, medio arreglar este efímero episodio de hambre, pero la semilla ha arraigado y el sistema se ha diseñado y consagrado: es necesaria la miseria; el sistema requiere esclavos, requiere materias primas compradas baratas, que luego de transformadas, serán vendidas miles de veces más caras; requiere grandes sumas de dinero prestadas a sistemas políticos corruptos que dejarán a sus habitantes en la miseria. No he podido comprobarlo, pero escuché en la radio que nunca, jamás, estas hambrunas se habían asentado en un país democrático. Es un dato curioso y un mucho espeluznante: el sistema protege a los gobiernos corruptos que viven indiferentes al hambre de sus ciudadanos, a los que ven morir a pocos metros de oleoductos, gasoductos o bancos de pesca que son expoliados por el primer mundo.
Modernas causas del hambre que no se quiere solucionar: el cambio clim´tico es un estupendo negocio para aquellos que pueden especualr con sus funestas consecuencias de sequía y hambre; con los que además, especualn en biocombustibles que necesitan suplantar cultivos alimenticios por otros enfocados a la industria del automóvil y sobre cualquier carencia, siempre el negocio. Como el lema de una de las casas de la serie Juego de Tronos, (lSe Acerca el Invierno) se acercan las guerras del agua; el próximo gran objetivo de la especulación internacional.
Como colectivo, la humanidad es deleznable y vivimos un momento particularmente peligroso: la consagración de la especulación como sistema, del beneficio a corto plazo como única verdad, del domino del hombre por el dinero sin límite moral alguno. Como dice mi amigo Kike, es hora de que la tierra se libre de nosotros, que de aquí no sale nada bueno.

miércoles, 20 de julio de 2011

Don Tancredo

El secreto: No moverse, como Rajoy.
Juro que sigue sin apetecerme nada escribir sobre política, pero es que no hay forma de escaparse del acoso de una actualidad infumable cuya figura más destacada, por su absoluta inmovilidad, es Mariano Rajoy. Este gallego impasible no altera el gesto por mucho que, a su alrededor, el mundo explote, sus peones se alboroten o al jefe de su jefe se le desmorone el imperio.
Rajoy ha hecho de la inacción un verdadero tratado de la gestión política: Camps será juzgado en vista oral y Rajoy no dice nada, lo que demuestra que sabe ser agradecido y que la presidencia del partido es una deuda enorme que debe pagar y amortizar convenientemente.
Las últimas acciones judiciales de la cuadrilla ponen los pelos de punta al reconocer el delito y pagar la multa con tal de no ser juzgados. ¿Que podría pasar en el un juicio que nadie quiere?
Cospedal boicotea su propia comunidad (ni me creo lo que decía el de antes ni me creo su actual versión de la contabilidad) y coloca a un protogolpista al frente de una televisión que nunca privatizará, y Rajoy calla. En Asturias se le descojona el partido y Cascos alcanza la presidencia pero Rajoy permanece imperturbable mientras que en Extremadura el candidato de su partido hace un discurso de investidura que si lo hiciera el PSOE hubiera levantado clamores de crítica y Rajoy no dice nada.
La financiación de su partido se basa en una chorizada continuada y asediada por la justicia, pero no pasa nada; según su opinión –y la de casi todos – necesitamos un nuevo gobierno, pero no es capaz de dar un paso al frente y presentar una moción de censura que genere esperanza y alegría; solo nos ofrece el silencio más profundo. Que no diga nada del escándalo que amenaza con hundir el imperio Murdoch en el que trabaja su jefe, Aznar, es normal.
Rajoy encarna perfectamente esa máxima que aconseja “resistir es vencer” y resiste sin hacer nada y diciendo lo menos posible, no vaya a ser que nos demos cuenta de que, o no tiene nada que decir, o lo que tiene que decir es algo que no nos va a gustar.
Como prueba de que no me apetece nada la política, he tenido que mirar para ver si entre el 17, fecha en la que escribí lo anterior, y hoy, ha habido novedades y no hay nada nuevo, salvo que Camps comparece ante la prensa a las cinco de la tarde. ¿Para decir? Veremos, así que espero a publicar la entrada a tan fasto acontecimiento, que se producirá sin que, a estas alturas, Rajoy se haya pronunciado públicamente sobre la cuestión.
Pues ha habido noticia: Camps ha dimitido y la prensa, que no su presencia, habla de “presiones del PP de Madrid”. Silencioso Don Tancredo, que se ha salido con la suya: el PP mantiene la Comunidad Valenciana y el se libra de un incómodo tutor. Desgracia para los valencianos que dan por buenas las conductas delictivas sin castigarlas en la urnas. En definitiva, otro cacao en el que Rajoy no ha dado la cara, no se ha manifestado y que, como los expedientes en la mesa de Franco, ha pasado de lo muy urgente a lo antiguo sin que él haya tenido que hacer nada. Un verdadero mago de la inmovilidad.

martes, 19 de julio de 2011

Sigue tus pasos


Estaba cansado y la sombra era lo suficientemente fresca y atractiva como para dejarse seducir por la quietud. Bajo el árbol, el camino que dejaba era un desierto de polvo y sol, como si en lugar de unos pocos metros la distancia se hubiera convertido en kilómetros de separación y el frescor que ahora sentía lo separara del agobio del esfuerzo bajo el sol. La sombra había multiplicado la distancia y parecía ofrecerle un mundo lejano y distinto del que había dejado apenas unos pasos atrás.
Entre la sombra de las hojas, el sol se filtraba y se mezclaba con las partículas que siempre llenan el aire del verano para dejar ver figuras extrañas: rayas, puntos, sombras que siempre le recordaban las imposibles siestas de los veranos solitarios; horas en las que no había nada que hacer salvo sudar en silencio sobre la aborrecida almohada. Siesta de mayores que tiranizaba a los niños haciéndoles perder las mejores horas para cazar lagartos tostados de sol o buscar animales del campo perdidos en el insoportable calor del mediodía.
En la cambiante luz de aquél árbol separado del camino se podían resumir veranos enteros de barriada y veraneo; de ciudades quietas y segadores muertos aplastados por el sol, el polvo y el olvido. En la inmovilidad del viento podía recordar las gotas de sudor que empapaban la almohada y en los arabescos de la sombra, el mismo patrón de los puntos de sol llenos de polvo que ascendía siempre, nunca caía para dejarse ver sobre la colcha.
Recuperaba la memoria, mientras su respiración se calmaba, de  la oscuridad rota por los hilos de luz que filtraba la persiana no del todo bajada; los pocos sonidos de algún coche por la calle o el camino de aquél pueblito de veraneo de cuyo nombre nunca se acordó y cuyas chicas nunca lo vieron del todo, como si el veraneante nunca hubiera acabado de ser del todo material, sólo una sombra esquiva que andaba por los campos próximos al río olvidado por el agua y seco de calor y de verano.
Sólo la luz del verano se mostraba plena en su recuerdo; solo el calor y las sombras urgentes de las ramas del árbol que, como si fuera una escalera hacia el cielo, se hacían sólidas gracias al polvo suspendido. De repente, sin aviso previo, una idea se formó en su cabeza sin que pudiera rechazarla por absurda: sigue tus pasos por el recuerdo, sube por ellos y elévate.
Sin pensarlo demasiado, separó un pie de la tierra y lo apoyó en la primera raya de luz que rompía la sombra. Para su sorpresa, el pie se sostuvo en la sombra con firmeza animándole a subir el otro, el que debía confirmar su impulso. Poco a poco, el caminante se elevó por las luces y las sombras perdiéndose en el cielo luminoso de las primeras horas de la tarde.

lunes, 18 de julio de 2011

El tiempo que nos faltaba

¿Es posible que en un universo de pura energía  sin materia el tiempo sea un sistema de suma cero?
Pues parece que si, mire usted.
 
En vista de que la fecha es demasiado obvia y ofrece una entrada demasiado previsible, voy a intentar salirme por la tangente y hablar de aquél componente que nos faltaba en la construcción teórica de ese universo inmaterial en el que no terminaba e encajar el concepto de tiempo. (http://letrasdenada.blogspot.com/2011/07/de-la-bondad-divina-y-de-la-materia.html) Pues bien, con un poco de suerte y apelando a mi completa ignorancia sobre los hechos y conocimientos que, seguro, hacen que los próximos párrafos sean un completo despropósito –ventajas de la ignorancia, que alguna habría de tener – parece que la cosa puede terminar de encajar.
Vamos a por el cuaderno y a tirar de memoria de otras entradas, que la cosa promete. Aquellos de vosotros que tenéis la paciencia y fortaleza mental para seguir estas especulaciones, es posible que os acordéis de aquella espuma cuántica surgida de las irregularidades superficiales que facilita la infinitesimal escala de los fractales llevados  hasta su máxima expresión.( http://letrasdenada.blogspot.com/2011/04/el-infinito-cotidiano.html)  ¿De que escala estamos hablando? Efectivamente: de lo infinitamente pequeño; de ese espacio en el que el átomo, si utilizáramos una proporción conocida, se presenta como una construcción física del tamaño de un sistema solar. Es el reino en el que actúan las dos fuerzas que no podemos observar cotidianamente: la fuerza nuclear fuerte y la débil; aquellas que dan coherencia a las partículas formadoras del átomo.
Pues bien, en esa espuma cuántica, en la escala en la que es posible encontrar aquella singularidad primigenia de la que se origina todo, el tiempo tiene un comportamiento que, al menos en teoría, le permite hacer algo que le está vedado en la escala de lo más grande y que hace de él una dimensión única y especial: la posibilidad de retroceder. Efectivamente, la realidad aparente de nuestro mundo determina una relación muy singular entre el espacio y el tiempo, de manera que no podemos concebir el uno sin el otro. Percibimos en tiempo en función de movimientos espaciales: del sol sobre el horizonte; de la tierra en su desplazamiento alrededor del sol o de cualquier espacio recorrido a cualquier velocidad. Somos incapaces de imaginar un tiempo que no esté ligado a la medida de un espacio recorrido a una velocidad determinada.
Hasta aquí, podemos estar más o menos de acuerdo teniendo en cuenta de que eso de la espuma cuántica requiere una fe muy concreta y definida, pero más o menos, la cosa cuadra. Tenemos un tiempo ligado a un espacio recorrido en una velocidad determinada. Perfecto: si quitamos el espacio y la velocidad es cero, ¿que nos queda? Un tiempo inexistente o infinito. Nos sirve lo inexistente como concepto equivalente al cero, pero no nos sirve el infinito, que implica y contagia al sistema la necesidad intrínseca de un espacio y una velocidad, por mucho que el valor sea indeterminado o cercano a cero. No, necesitamos algo más, necesitamos que la SUMA DEL TIEMPO POSTIVO Y EL TIEMPO NEGATIVO SEA CERO y eso, para nuestra forma de entender la realidad, se hace muy complicados, de ahí lo adecuado de la espuma cuántica a la que debemos volver.
El tiempo, en nuestra realidad, es un concepto que no admite el retroceso, la existencia de valores negativos: siempre avanza, siempre suma, nunca retrocede y hace de eso un principio básico de muchas construcciones teóricas que nos aseguran que no es posible viajar hacia atrás en el tiempo. Incluso permite jugar con al idea de que, si alguna vez la fuerza de la gravedad consigue que el universo vuelva a contraerse, es posible que el tiempo, unido a un espacio en contracción, retroceda también. Como juego, divertido, pero no nos evita la realidad: el tiempo solo avanza, no retrocede. Ahora bien: si descendemos al mundo cuántico, a esa espuma de irregularidades, si es posible observar cómo el tiempo, en pura teoría, toma valores negativos. ¡Bingo!. Ya tenemos un tiempo que resulta de la existencia de un espacio que, al avanzar le otorga valores positivos y al contraerse o desaparecer, le otorga valores negativos, o lo que es lo mismo: tenemos un sistema en el que la suma cero es posible y que, unido a la concepción hecha en su momento de un sistema de altísima energía cuya entropía es máxima y cuya tasa de traslación de energía a materia es cero, nos permite concebir un universo inmaterial y atemporal como máxima expresión de la realidad; algo completamente ajeno a nuestra experiencia física del día a día.
Vamos, que redondo, queda redondo: otra cosa será que sea verdad, pero eso no lo espero ni de coña, vamos. Hay que ver lo que dan 20 minutos esperando a la comida de los lunes, una maravilla.

domingo, 17 de julio de 2011

Con dos cojones

Un fascista celebra y justifica el 70º aniversario de una de las páginas más vergonzosas de nuestra historia: La División Azul.
Si alguien tiene dudas, que mire la simbología del escudito: espectacular, esvástica incluida.
Buscando titulares jugosos a los que meter mano sobre cualquiera de los mil temas de actualidad que merecen comentarios más o menos encendidos, me choco, en el diario oficial de los propagandistas católicos fundado por Herrera Oria, el renacido Ya, con un titular espeluznante:
70 Aniversario de la División Azul
Una misión al servicio de la política exterior española
Para el autor, un tal Francisco Torres García, aquella salvajada megalómana, cínica y colaboracionista con el horroroso régimen nazi, fue una exhibición de heroísmo –que lo fue – al servicio de una buena causa. Con dos cojones, como dice el título, y se queda tan ancho.
El padre de un amigo que se apuntó “voluntario” para borrase a él, a sus hermanos y a su madre, de las listas de rojos proscritos por los vencedores –uno de los motivos más poderosos de la vergonzosa leva – nos contaba a algunos los esperpentos de aquella sangrienta estupidez y el choque que significaba, para los más convencidos de la causa, descubrir que los civiles, campesinos y pobres gentes de la odiada patria del comunismo, eran en su mayoría gentes amables, cordiales y solidarias que acogieron a muchos heridos, perdidos y medio muertos de frío, en sus hogares para pasar, en algunos casos, convalecencias de meses.
La Falange, Serrano Suñer y su famoso “Rusia es culpable” proclamado desde el balcón de la calle de Alcalá, organizaron y fueron responsables de un aquelarre de sangre bajo el nombre popular de “División Azul” que llena nuestra historia de oprobio, vergüenza y bajeza sin matices. Hoy, 70 años después, un medio digital fascista, ultramontano y golpista, reivindica la bondad de aquella atrocidad sin que nadie le quite la licencia ni tenga consecuencias legales.
Sepa el Sr. Torres que si hubiera tenido la ocurrencia de publicar algo semejante en Alemania, estaría en el trullo por apología de apoyo nazismo, ni más ni menos, que sobre la cuestión no se admite ni una broma. Eso, por no hablar de lo que muchas naciones Europeas con las que hoy compartimos la veneración por la democracia, piensan de ese gobierno que ayudó, con tropas y muertos, a los ejércitos encargados de arrasar sus hogares, matar a sus hijos y convertir sus naciones en desiertos llenos de miedo, espanto y destrucción. Sr. Torres: vaya Vd. a la mierda y límpiese el alma de tanta mentira, que le hace mucha falta.
Y para que quede constancia de que lo que digo me parece justo, copio la última conclusión del libelo: “Desde el presente, mirando hacia atrás, no cabe duda de que la División Azul sirvió a los intereses nacionales de la época y contribuyó, con su sacrificio, a mantener alejada a la nación de la guerra real”. Vamos, todo un acierto que los católicos dueños y promotores de este medio de comunicación siguen juzgando como positivo para la defensa de su Santa Madre Iglesia.
 Hay que joderse...

sábado, 16 de julio de 2011

De la vida de los grupos

Diez o más nacionalidades formando un equipo que disfruta trabajando.
¿Un ejemplo positivo de lo mejor de la globalización?
Sin duda
Como todo organismo vivo, los grupos mantienen una dinámica de nacimiento, crecimiento, madurez...y en cada etapa ofrecen diferentes caras que hay que reconocer, evitar o, si hay suerte, disfrutar. He tenido la inmensa fortuna de participar de los beneficios que los grupos ofrecen, y ahora, cuando ya creía que eso pertenecía al pasado, otra vez me encuentro con la oportunidad de participar del nacimiento de un proyecto dispuesto a convertir a un grupo de personas en un equipo con sueños por conquistar.
Desde muy joven he podido aprender lo que un equipo exige y lo que un equipo devuelve; una dinámica mágica que nadie puede entender fuera del deporte. Hay muchos estudios, conferencias y seminarios dedicados a comparar la dinámica de las empresas con la vida de un equipo deportivo y obtener conclusiones aplicables a la gestión profesional, pero es inútil. Desde mi punto de vista, los grupos, en las empresas, están muy lejos de la intensidad fascista que impone la práctica deportiva, algo que es políticamente incorrecto manifestar pero que es real como la vida misma.
¿Y las empresas? Los equipos, en las empresas, deben aprovechar momentos que siempre tienen una característica común (según mi propia experiencia):un liderazgo capaz de comunicar muy bien los objetivos comunes, dejar libertad de acción confiando en la capacidad de cada uno, integrar las diferencias sumando aportaciones diversas, apoyar cuando hace falta y asumir errores. Lo que yo he vivido me permite asegurar que una empresa que cuenta con ese tipo de liderazgo, que requiere una dirección muy segura de si misma, de sus valores y de la viabilidad del proyecto común, tiene muchas posibilidades de contar con una dinámica muy parecida a lo que el deporte ofrece y que sus miembros se dejen la vida aportando lo que pueden y lo que llevan dentro sin llevar la contabilidad del debe y el haber.
Ejemplos de lo que digo tengo bastantes, pero puede que uno resuma perfectamente lo que digo: a las pocas semanas de desempeñar mi primer trabajo cometí un error de los extraordinarios, dando por seguro un acuerdo verbal que llegó a figurar en los planes públicos del Ayuntamiento de Madrid. Como al final me dejaron con las posaderas al aire y el acuerdo no se firmó, muy digno me presenté en el despacho del que al cabo de los años sería mi amigo José Luis con la obligada carta de dimisión en la mano y todas las disculpas verbales habidas y por haber. Mi jefe leyó la carta, me miró muy serio y mientras la rompía me largó “Tu eres gilipollas. A trabajar y a hacerlo de otra forma”. (Gracias Jefe)
¿Y ahora? Pues cuando ya no esperaba participar otra vez de un proceso semejante, la suerte me ha deparado una posibilidad estupenda para compartir un sueño que vive un momento dulce y que resume lo mejor de la globalización: Improve Digital, empresa holandesa que ha formado un equipo de muchas nacionalidades (de memoria me salen como diez o más) y atendiendo y aceptando, desde una idea central, las particularidades de cada mercado y, lo que es más importante, de cada uno de los perfiles personales y profesionales que componen el equipo. ¿El secreto? Una dirección que busca, de manera casi obsesiva, sumar cada átomo de valor que cada uno pueda aportar. Como es lógico, se busca una normalización adecuada, pero todos podemos, y debemos, sentirnos responsables de hacer mejor y más grande nuestro propio cometido y trabajo. ¿Resultado? Personalmente, disfruto como viendo cómo cada uno manifiesta su forma de entender el trabajo, el proyecto y la estrategia, poniendo de manifiesto su propia experiencia y visión de la jugada. Se aprende un montón y os lo aconsejo vivamente.
No se lo que eso puede durar, pero para alguien de mi generación, que soñó un día con participar de un lejana Europa, partirse la cara con el inglés para poder participar de esta realidad, que resume lo que la CCEE debería haber sido y no es, es una suerte y un privilegio. Al final, me ha llegado mi programa Erasmus, que los compañeros de viaje son jóvenes, tan jóvenes, que a veces hasta consiguen que me olvide de mis años, de mis kilos y de mi reluciente calva. Carpe diem, que nadie sabe lo que el futuro nos depara.

sábado, 9 de julio de 2011

Aprendizaje imposible: Sudán del sur.

Se levanta otra bandera que se teñirá de sangre estúpida más que  inocente.
Leo que el Vaticano se vuelca en apoyo de esta nueva nación surgida de la escisión del antiguo, grande e islámico Sudán. El gobierno del norte amenaza con el bloqueo de los puertos, con endurecer la aplicación de ese absurdo de la “sharía”; amenaza con todo y la razón de todo, otra vez, es una concepción religiosa excluyente, fanática y, para mi, incomprensible.
Si en Google introducimos la búsqueda “guerra religión” nos ofrece la friolera de, y soy exacto, 47.400.000 resultados, pero ninguno de los que he podido consultar hace el sumatorio, aunque sea aproximado, de los muertos acumulados en esas guerras a lo largo de la historia. Por supuesto, sería infantil negar o no querer darse cuenta de que la raíz de todo conflicto, enfrentamiento o diferencia observada en las sociedades humanas es el dinero y la economía; la base real del poder, pero la justificación habitual y con más éxito a lo largo de lso siglos, ha sido la religión.
Y ojo con las configuraciones geográficas, que los blanquitos occidentales siempre tenemos tendencia a mirarnos el ombligo y en este caso, eso es lo mismo que perderse la mayor parte del paisaje: Oriente y la América precolombina acumulan fiambres a espuertas, así que no nos cerremos en los habituales contendientes en la arena de Europa y del oriente medio.
La base es económica, pro nadie aprende a odiar al dinero: es más fácil odiar al otro, al que tiene otros dioses; al que se apropió de la tierra, o de los campos, o de la tierra: del dinero. Al servicio de ese dinero y de ese poder las religiones se han convertido en perfectos instrumentos para montar guerras, establecer diferencias y movilizar a las masas para que se conviertan en carne de cañón.
Hoy es Sudán, ayer fueron Palestina, India, Bosnia...y más temprano todavía Europa se cubrió de sangre en las guerras de religión. Los ejemplos son tantos que parece mentira que la humanidad no haya aprendido a defenderse de algo tan simple y que tantas veces se ha puesto en evidencia cuando el poder se ha valido de esa palanca. Un instrumento, la religión, consigue instrumentalizar al hombre y establecer la lucha de la que se beneficiarán algunos.
El Vaticano apoya a unos, el petróleo de los ricos países árabes apoyarán a los otros, algunos venderán armas y ganarán dinero y los gobernantes de todos verán bendecido su poder y su influencia. No aprendemos.

viernes, 8 de julio de 2011

El valor de los medios de comunicación

¿Para esto sirve lalibertad de prensa?

El cuarto poder parece hallarse en un estado de corrupción, degeneración y pérdida de sentido semejante a la dinámica que afecta a los otros tres famosos poderes. La prensa, la libertad de prensa, se asocia inexcusablemente con la consolidación de los valores democráticos; se nos hace imposible pensar en una democracia sin libertad de prensa, sería algo perverso y creo que todos estaríamos de acuerdo en este punto.
Dicho esto, la actual deriva de los medios de comunicación nos coloca ante las contradicciones resultantes del ejercicio de esa libertad; de vernos ante los desastrosos resultados del ejercicio de un derecho que cambia de objetivo para buscar otros fines ajenos al de la libertad de información. Los medios de comunicación son, hoy, un negocio puro y duro, a cuyo servicio se subordina todo: ética, cultura, método, buen gusto, honradez, cultura, y cualquier otro de los muchos atributos positivos que tuvieron hace tiempo.
Sin llegar al delito puro y duro de News of the World, cuyas consecuencias y derivaciones legales se irán conociendo en los próximos meses, el repaso a la aportación que los medios hacen a la sociedad en Occidente, es espeluznante. Dejando a R.Murdoch o a D.Trump en sus países, me gustaría centrarme en el panorama español, que da juego de sobra para las pesadillas de los próximos meses.
La TV ha visto que la revolución digital sólo ha servido para llenar la pantalla de emisiones fascistas, claramente partidarias de los golpes de estado militares que nos hablan del franquismo como del paraíso terrenal y a los que les parecería perfecto pasar al País Vasco, Cataluña y la sede del PSOE de Ferraz a sangre y fuego. Intereconomía puede ser el paradigma, pero hay muchas otras televisiones instaladas en lo mismo. Van cayendo, que una cosa es predicar y otra recibir trigo y la publicidad no da para más, pero la lógica social se manifiesta y como hacer TV es caro, la hacen los que tienen pasta, habitualmente mas proclives a los extremismos del lado derecho.  En ese terreno nos podemos encontrar con alguien tan modélico como Mario Conde hablando de liberalismo económico y poniendo a parir al PSOE. Como si fuera un ejemplo de buen hacer y mejores costumbres.
En las grandes cadenas podemos encontrarnos con un muestrario completo salido del museo de los horrores, encabezado por Belén Esteban y sus desplantes de diva antigua. La pantalla se llena de cualquier cosa capaz de superar los límites semana a semana. Desde peleas en no se que isla hasta la exhibición en directo de las tetas de Marujita Díaz, algo que debería estar claramente tipificado y especialmente castigado en el código penal.
Incubamos los huevos de múltiples serpientes, fascistas, groseros, indecentes, corruptos, y cínicos,; de todos esos elementos que se sirven de privilegios para intentar ingresar dinero en la cuenta e influencia para buscarse las mejores posiciones sociales, casitas de costa incluidas. Reconozco que me movilizan los peores instintos, las ganas de pedir que se cumpla la ley que les permitió emitir esa bazofia y prohibir las emisiones de estas cadenas. (Eso, aunque parezca mentira es perfectamente posible e incluso exigible, ya que la concesión administrativa es muy particular y se puede hablar de ello largo y tendido.)
Al final, lo que de verdad echo de menos es que los espectadores hagan exhibición de buen gusto y de cultura democrática y que estos canalillos, llenos de aguas fecales, tengan que sanearse y emitir algo que nuestro intelecto pueda digerir sin peligro.