Para los ganadores, los momentos en el que todo está en juego son los que más les motivan. Para los normales, son instantes de pesadilla.
¿Será capaz Rajoy de completar el pase y merecer la gloria?
Dicen muchos de los grandes deportistas individuales, tenistas y golfistas casi siempre, que una de las cosas más complicadas de su profesión –es una profesión, no cabe duda – es aprender a vencer el miedo a ganar. Cuentan de los nervios, del vértigo ante ese último golpe que lo culmina todo: el golpe que abre las puertas de la gloria para convertirte en ganador, en alguien distinto y diferente, en un elegido de entre la enorme masa de los perdedores, de los “normales”.
En unas pocas horas, las que han transcurrido entre el anuncio de las elecciones del 20 N y las ediciones de la mañana de los medios digitales, la desconfianza, el recelo y el pánico se han adueñado de las cabeceras de la derecha mas significada. Liderados por un candidato en el que ni creen ni confían, entregados a alguien que no les gusta, han renunciado a la esperanza para abrazar una espera llena de desconfianza, recelo y miedo, mucho miedo hacia el que, suponen, no será capaz de hacerlo bien. Todo eso mientras siguen culpando a Zapatero tanto de lo que ha hecho él, como de lo que hará su sucesor en los próximos lustros, algo que es inaudito y esperpéntico.
El mejor resumen de lo que digo se encuentra en el editorial de Jiménez Losantos en Libertaddigital (Nota: ¿por qué extraña razón todos los que intentan limitar la libertad a hacer, creer y decir exclusivamente lo que ellos consideran “correcto”, utilizan la palabra libertad para formar parte del nombre de cabecera de sus libelos?) " Zapatero se va, pero dejándonos un último regalo envenenado: perder la ilusión en lo nuevo, en lo que ha de venir,en lo que debería pasar. Por robar, han robado hasta la epseranza modesta , razonable, limitada, de que España mejore" Vamos, la alegría de la huerta, el niño.
Sinceramente, yo me esperaba una explosión de júbilo, enormes titulares convocando al cambio, un toque de generala para acudir a las urnas y consagrar un parlamento con abrumadora mayoría del PP; un ¡Por fin! que alegrara los ánimos de esa derecha española que, bajo las banderas azules del PP, no es que vayan a votar, es que forman ante los colegios electorales en perfecto estado de revista.
El timorato ánimo de Rajoy lo ha impregnado todo y vemos, con bastante asombro lo reconozco, que hay más alegría, esperanza y ganas de currarse las elecciones en Rubalcaba y su gente, que en el partido que, según creemos todos, está llamado a asumir la responsabilidad de sacarnos del follón en el que nos metieron los estafadores y del que Zapatero no ha sabido sacarnos. Los que estos años han estado en permanente estado de revuelta contra el PSOE; esos que no aceptaron el triunfo de Zapatero propiciado por la zafiedad de la manipulación a la que nos quiso someter el aparato electoral del PP en el 11 M, se han empezado a quedar desnudos delante de su verdad y no les gusta: o se comen a Rajoy o no hay otro plato en la mesa.
Van a ser unos meses duros de verdad, meses en los que la caverna va a tirar con todo lo que tiene para intentar presionar a Rajoy y que el candidato acepte la larga lista de imposiciones que le van a hacer firmar; desde el matrimonio homosexual hasta la muerte de Prim, así que ya veremos por donde sale Don Tancredo. Mientras tanto, Rubalcaba se dedicará a generar ilusión, responsabilidad y el sueño de que la izquierda puede reconvertirse y mantener el poder. ¿Que podrá más, el miedo a ganar o la ilusión de resistir? Veremos.
Tienes razòn, a uno lo acusan hasta del calor que hace,y al otro no saben como ganar con èl y lo peor como mantener el poder.Creo c omo tu que PSOE, tiene mas alegrìa o eso parece, el PP, es verdad, que da la sensaciòn de estar un poco asustado, yà que los tiempos que corren y se avecinan no auguran una polìtica fàcil, mas bien todo lo contrario.
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