Ha nacido una niña “encargada” para convertirse en donante de órganos para sanar a su hermano. Ha nacido una niña cuyo origen ha sido la enfermedad del hermano, cuya génesis ha sido diseñada para que ella misma sea portadora de una determinada genética y cuya vida se inicia con un objetivo claro ajeno a su propia existencia; un objetivo definido por una necesidad ajena a ella misma.
No tengo un criterio claro y meridiano sobre estos caso salvo el que viene determinado por la desesperación de uno padres que, como todos, considerarán adecuada cualquier medida que ayude a su hijo enfermo, así que no oriento al cuestión hacia el lado de la necesidad. La pregunta y la reflexión vienen determinadas por la realidad de esa persona cuya presencia en el mundo es producto de un enorme cúmulo de circunstancias ajenas a ella misma.
De entrada, es posible que se pregunte algún día por la verdadera razón de su existencia y no me gustaría estar delante, en el papel de padre, cuando lo haga. Sinceramente, ya me cuesta bastante justificar mi realidad de padre normal ante mi mismo como para verme enfrentado a ese terrible momento.
Segundo, ¿Qué libertad tiene esa niña para aceptar o negar su papel de “fábrica de repuestos”? Tal como se presenta el caso, ninguna. ¿Es eso lícito y moralmente aceptable?
La ciencia, una vez más, nos coloca ante la posibilidad de actuar mucho antes de haber generado una construcción moral que valide la acción; así que tampoco este tema cambiará el mundo, pero me apetecía ponerlo encima de la mesa. Al fin y al cabo, uno no es humano y a veces se pierde en cuestiones que no aportan nada salvo un rato de soliloquio, pero eso de no saber si se está hablando de niños o repuestos, me intranquiliza un poco.
Como posibilidad y elucubración: ¿Y si un forrado necesita una determinada donación y le encarga un bebé-repuesto a una “madre-fábrica de repuestos pertinentemente comprada”? ¿Tendremos parques empresariales de madres de diseño? En fin…cosas que se pueden pensar despacio y cuyas conclusiones no servirán de nada.
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