¿Puede nuestra equivocación hacer más grande al vencido que a la victoria?
¿Puede una victoria ser mas costosa que la lucha?
¿Puede una victoria ser mas costosa que la lucha?
España vivió una larga época de victoria que impedía la llegada de la paz. El País Vasco busca la paz tras mas de medio siglo de violencia, miedo y sin razón, pero Aznar, en el congreso del PP, reclama la victoria.
Me suena la cosa más a humillación que a derrota, a horcas claudinas como escenificación de la impotencia ante el enemigo, a ceremonia antigua ante las cerradas filas del ejército victorioso. España, la democracia española, ha ganado la guerra a ETA pero el estado español, la democracia española, debe aprobar una asignatura pendiente en el país vasco; esa cita con el septiembre político que se llama normalidad, convivencia, respeto, democracia e integración.
No me cabe duda de que hemos derrotado a ETA como no me cabe la menor duda de que la victoria es nuestra, pero tengo muchas dudas sobre cómo conquistaremos el futuro. Juntos es una vía, pero no olvidemos que la separación también es una opción. Para el futuro puede ser más dañina esa victoria reclamada que la unión consolidada en la lucha frente a ETA.
Que miedo dan algunas palabras cuando se pronuncian de determinada forma.
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