Esta chorrada, junto al creacionismo, pervive a pesar de la ciencia. Alucinante.
El mundo, que debe ser que no tiene nada más interesante de lo que informar, publica la carta astral del reinado de Felipe VI. Con dos cojones, si señor. Por si no fueran pocas idioteces las dichas hasta el momento, llega la última y más estúpida de las bienaventuranzas monárquicas en forma de consulta a las estrellas.
No puede haber nada más antiguo, más falso, más estúpido y mas irracional que la confección de tal chorrada en la que ahora se ocupa El Mundo. Que a estas alturas del conocimiento humano alguien pretenda defender la exactitud de tales pronósticos me resulta igual de absurdo que la segura afirmación de que la tierra es plana.
Nada más ajeno a la ciencia que la astrología, y no lo digo yo, lo decía alguien que de eso sabía bastante, Johannes Kepler, genio que ya nos avisó: " Dios, en su infinita bondad, provee a sus criaturas de los adecuados medios de subsistencia y así, al astrónomo le ha dotado de la astrología con la que ilusionar incautos que le prevean de sustento"
Poco que añadir.
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