Lamentablemente, esto no parece un pronóstico sino una certeza absoluta.
Ya que iniciamos juntos este un año cuyo pronóstico es tan sombrío, podemos jugar a especular con las sensaciones subjetivas y hacer una especie de cabañuelas con los acontecimientos mundiales y nacionales más o menos previsibles. Como se trata de un juego, que nadie pida aciertos, que entonces se pierde la gracia:
1º.- Fin del mundo. Me juego la barba a que pasará el 21 del 12 del 2012 como un día más dentro de un año más, sin pena ni gloria.
2º.- Irak. Mucho me temo que el 2012 nos irá llevando de susto en susto con este tema y no es descartable que la cosa acabe como el rosario de la aurora. Mal pronóstico con nubes negras y muchas probabilidades de tormenta.
3º.- La "primavera árabe". Parece que se consolida ese absurdo de la formación de ponencias constitucionales basadas en la "interpretación liberal de la sharía". No me creo esa mezcla y lo que es más: su generalización me sugiere un resultado nefasto, con el norte de África haciendo de brazo inferior de la tenaza que Irak quiere apretar sobre Israel. Más nubes que claros y mucho miedo, de verdad.
4º.- Cambio climático. Pues como nadie le hace caso y según la versión oficial de los gobiernos aquí no pasa nada, la cosa seguirá igual. Para que nos entendamos: vamos de ala sin ninguna oportunidad de arreglo. Hay demasiados procesos en marcha y además, demasiado grandes y complejos como para que podamos detenerlos. Una pequeña enumeración nos pone los pelos de punta: deshielo de glaciares, liberación del metano del permafrost y del hidrometano congelado del fondo marino, la desaparición de millones de metros cúbicos de hielo del polo norte y de Groenlandia, el aumento de las temporadas cálidas y templadas en todo el mundo...¿hace falta seguir?
5º.-África. Seguirá entregada al caos de los intereses de compañías, gobiernos y corruptos sin que a nadie le importe un higo lo que pase con sus millones de pobres, enfermos, sedientos o muertos. África parece acercarse a la estabilidad absoluta dentro del caos más completo. Su normalidad es el desastre y parece que seguirá así por muchos más años. Posiblemente, veamos algún ensayo de las futuras guerras del agua. Tiempo al tiempo.
6º.- Crisis. Posiblemente, los que vivieron la revolución industrial y sus efectos sociales antes de que surgieran las teorías del moderno capitalismo, más representado por H.Ford que por Adam Smith, o de que el marxismo explicara la realidad desde el otro lado del espejo, tuvieran la misma sensación: el mundo cambia y no sabemos cómo conducir ese cambio. Hoy, más o menos dos siglos después, no sabemos qué hacer con una realidad global y tecnológica que ha impuesto sus posibilidades por encima de las antiguas estructuras y organizaciones políticas y sociales. Sigue haciendo falta parar y pensar. Parar no se puede, pero pensar es cada vez más necesario.
Mañana el segundo semestre.
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