Ayer, mientras daba vueltas en la cama sin acabar de pillar el sueño, pensaba en las maravillosas fórmulas vitales de autoayuda, de los boletines empresariales y otras geniales formas de ganar dinero y acabé por generar una propia; una con la que me siento identificado y muy a gusto: Sonríe, disfruta, mejora.
Sonríe, es decir: colabora, ayuda, haz la vida agradable a los que viven o trabajan contigo, a aquellos que deben convertirse en tus clientes o colaborar en tu trabajo y al logro de tus empeños. Seguro que te prefieren a aquellos que les abroncan o hacen la vida difícil. Primer paso.
Disfruta; entrégate a tu trabajo y a tus ilusiones, busca su desarrollo, piensa en lo que te aporta y apóyate en él o en ellas para disfrutar y al disfrutarlo, os retroalimentaréis uno a otro. Si lo estás buscando, entrégate igualmente a la esperanza cada día y no bajes los brazos. Es complicado, pero mejor que la inacción.
Mejora: si tu entorno te valora, tú disfrutas del trabajo y el trabajo se deja seducir por tus ideas ¿a que parece sencillo que todo mejore?
Pues eso: sonríe, disfruta y mejora. Parece sencillo, ¿no?
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