Debe ser perverso el villancico,que los del Ya le pegan con ganas.
Hace años que la iglesia ha emprendido un camino inequívoco hacia el sectarismo marginal, espacio propio de extremistas, fanáticos e iluminados que pretenden poner su idea de dios al mando de las naciones. Mintras que en Estados Unidos ese papel está reservado a los evangélicos creacionistas y pastores mediáticos que queman ejemplares del Corán, en España hay una digna representación de medievalistas vocacionales reunidos en torno a un diario digital heredero de pasadas glorias y cuasimonopolios: el Ya.
Normalmente basta con echar un ojo a los titulares para abandonar toda esperanza de encontrar esperpento sobre el que edificar una entrada, pero hoy han estado sembrados y regalan al mundo una concatenación de incunables dignos de figurar en cualquier antología de la propaganda fascista desarrollada en el nacional catolicismo.
Antecedentes: su fundador fue el Cardenal herrera Oria, ligado a los propagandistas católicos que tanto y tan relevante papel jugaron en la España de la dictadura y cuyo máximo exponente, hoy, es el CEU y este resucitado diario Ya.
Aviso que la redacción de algunos párrafos que voy a "copiar y pegar" es farragosa, pero merece la pena dedicarle atención y buscar el fondo de las rotundas afirmaciones, que es un artículo de OPINIÓN, o lo que es lo mismo: lo que la publicación sostiene y apoya respecto al tema.
Titular: "Hace no mucho la Navidad se celebraba como Dios manda: Paganismo, tiempo de adviento y Navidad" Sólo con ese "Dios manda" podríamos llenar pliegos enteros, pero la cosa no ha hecho más que esbozar su calado:
La Lupa del YA. Hasta no hace mucho, en esta santa tierra de España, que durante siglos, gracias a sus reyes y caudillos, sus monjes y obispos guerreros, sus frailes, clero secular y su Inquisición, había sabido sacudirse los yugos del Islam, las costumbres judaizante, las herejías protestantes de allende los Pirineos o el ateísmo marxista… la Navidad se celebraba como Dios manda" paso a la ampliación del artículo.
A uno, que las conoce por curiosidad histórica, la cosa le retrotrae a las columnas con las que los hagiógrafos del régimen trataban de ganar puntos y enchufes. Pero es que esas loas a la Inquisición (curioso, no habla de santa), las herejías protestantes, que no creencias; es amención a los caudillos que no tiene precio...todo el tono es como para salir corriendo, pero como soy valiente, le he echado valor y me he laido el articulito entero. Inenarrable la experiencia.
La cosa comienza alegrándose de la llegada de algo que debe ser la bomba: "Gaudete in Domino Semper: iterum dico, gaudete” [Gozaos siempre en el Señor; otra vez digo, gozaos]. Con estas palabras se iniciaba la Misa de este domingo tercero de adviento, conocido así por la primera palabra del Introito." A mí, de natural ajeno a la liturgia, lo del introito me suena fatal, pero le concedo el beneficio del significado adecuado, así que no insisto. Lo que me asombra es que el firmante, un críptico P.S.M.D.U esté convencido del interés de las historias y circunstancias narradas sobre la azorosa vida y duración del tiempo del Adviento: En el siglo IX, la duración del Adviento se redujo a cuatro semanas, encontrándose en una carta de San Nicolás I (858-867) a los búlgaros, la primera alusión a un Tiempo más corto, y hacia el siglo XII consta que el ayuno se atenuaba por simple abstinencia, eso si, después de reconocer que lo de la Navidad el 25 de diciembre es un invento del siglo IV que -añado yo -trataba de hacer olvidar las celebraciones mistéricas anteriores en torno a Mitra, Dionisos y otros poco originales nacidos el mismo día.
Tras hacernos esta grata introducción -mucho más larga, no lo duden- el autor mete la directa, abre la caja de los truenos y tras poner a caldo traiciones judaizantes, marxistas, barbarizantes etc, nos dice que cuando España era España, así, gorda y con la sociedad que la Iglesia imponía "la Navidad se celebraba como Dios manda: esto es con dos tiempos distintos y definidos, el de adviento (ya comentado) y de Navidad, que iba desde la vigilia de la Fiesta hasta el Bautismo del Señor, celebrado el domingo siguiente a la Epifanía, o fiesta de Reyes, de gran importancia por cuanto implica la manifestación de la Segunda Persona a los no judíos y el reconocimiento de Ésta por los gentiles encarnados en las figuras de los Magos de Oriente, de quienes lo poco que verdaderamente nos ha transmitido la tradición, además del mosaico del siglo VI de la basílica de la Natividad, son las reliquias que se veneran en la catedral de Colonia." Acabar la cosa con lo de las reliquias de los Reyes Magos es de aurora Boreal, pero hay más, tranquilos, que incluso se preocupa por nuestro conocimiento de lenguas: " ¿Han traducido ustedes la letra de Jingle Bells, por ejemplo?; en la televisión nos aturden con anuncios cuyo frecuente erotismo nada tiene que ver con el misterio de la Inmaculada Concepción; o nos atruenan con los gritos y campanadas de esa especie de marciano llamado Papá Noel, originario del norte de Europa pero introducido entre nosotros por obra y gracia de Hollywood; y todo se pierde, hasta los miles de kilovatios derrochados en millones de bombillas que adornan las principales calles comerciales, sobre cuyos despojos nos precipitaremos, como deshumanizadas aves carroñeras, el 7 de enero iniciando una cuesta que ya suele llegar hasta marzo.
Yo no sé a dónde irá la Navidad si seguimos así, pero tengo la impresión de que, con semejante actitud, si se honra a alguna de las figuras del portal, no será tanto a la Sagrada Familia como al buey o a la mula.
Yo no sé a dónde irá la Navidad si seguimos así, pero tengo la impresión de que, con semejante actitud, si se honra a alguna de las figuras del portal, no será tanto a la Sagrada Familia como al buey o a la mula.
Los dos últimos párrafos son tan absurdos que no merecen comentario. ¿Es esta la Iglesia que quiere Rouco? ¿Es esta la Iglesia que debe ofrecer solidaridad, apoyo a los pobres, obra social y un mensaje esperanzador? Personalmente, me suena a fascismo, imposición, a militares españoles y argentinos entrando en las catedrales bajo palio, a cardenales brazo en alto y a aceite de ricino, sin más.
Y sabéis lo peor: que creen que ya les toca, que han ganado y que el nuevo gobierno aplaudirá, como Cospedal aplaude mantilla en alto, todas esas coñas procesionales en las que se luce lo meapilas que puede llegar a ser el ser humano ¡Qué pereza, qué santa pereza me da este país!
Por su interés, ofrezco el tan denostado villancico y su traducción al español para que si alguien encuentra algo ofensivo me lo comunique, que yo, la verdad, no he visto nada.
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