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sábado, 12 de enero de 2013

Lo que valemos




Los españoles  hemos derivado en negocio, en meras factorías de dinero destinadas a incrementar los beneficios de aquellos que, en lugar de hacernos más libres, más iguales y más justos, nos han entregado, atados de pies y manos, a la rapiña de sus amigos. La última de las entregas la ha protagonizado la CAM, favoreciendo a la actual empresa del ex consejero Güemes, pero sólo es una más de las muchas que s están perpetrando a nuestras espaldas.

España se ha suicidado. Mejor dicho: la clase política, la misma que tiene el deber de gestionar nuestro presente y construir nuestro futuro, ha decidido traicionarnos y vendernos; nos ha convertido en meros paganos sin libertad de elección. dicen, y es argumento universal, que la gestión privada es mejor que la pública, pero olvidan lo más importante: que les elegimos para que ELLOS gestionaran bien, no para que se rindieran sin entregarse a la tarea de eliminar aquello que no funciona y mejorar constantemente el trabajo de las administraciones públicas.

En el mundo de la gestión hay de todo, tanto público como privado, de manera que no vale descalificar uno u otro modelo de forma global. Hay ejemplos para todos os gustos: en lo público, tenemos el modelo de Agencia Tributaria y la Organización Nacional de Transplantes al lado del aeropuerto de Castellón o lo que se quiera elegir como resumen de lo absurdo. Pero es que en lo privado también hay de todo, desde los Díaz Ferrán hasta otros ejemplos de lo mejor. Y no sólo en España: la universidad de Berkley es pública y los mejores hospitales de USA son propiedad de fundaciones que NO TIENEN ánimo de lucro.

Todo eso que comento ya ha perdido valor para los actuales políticos: sólo somos unidades de negocio, sólo somos lo que valemos a la hora de entrar o no a formar parte de la transacción que les tiene que enriquecer y asegurar el futuro. Triste vida para un pueblo que, un día, creyó que podría ser y que se quedó en un estado inferior de la evolución: el de beneficio potencial.

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