Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

sábado, 12 de octubre de 2013

Montoro



Siempre se ah dicho que lo peor de un ministro no es ser malintencionado, intransigente, malencarado o duro,no; lo peor de un ministro es dejarse definir por  una verdad: O no sabe y no sirve o es tonto y tampoco sirve.
Montoro, Ministro de Hacienda que en plena crisis europea no puede acudir a los consejos europeos por sus dificultades con el inglés -y eso si es grave, mucho más grave que lo de Botella - ha demostrado una naturaleza aberrante.
La afirmación de que “los sueldo no disminuyen, moderan el crecimiento” es suficiente para ser fusilado políticamente al amanecer. Un ministro que, hoy, conociendo como todos conocemos la realidad de amigos, familiares y clientes, dice semejante estupidez, o es un imbécil o tiene demasiada mala leche o no se entera de nada y sus fuentes de información le engañan. Todas, razones más que suficientes como para salir del despacho esa misma tarde, sin esperar al militarista amanecer para aplicar la pena.
A Montoro le esperaban los suyos con honores, banda y música y la cosa ha acabado con el rechazo frontal y la repulsa de todos los que, ayer, querían convencernos de sus bondades. Los que no estábamos encantados con su llegada, esperábamos que, por lo menos, lo hiciera bien, que hacía falta. 
Mala cosa esa de poner de acuerdo a los tuyos y los que no lo son en la verdadera naturaleza de tu inutilidad. Pocos han tenido un acuerdo más universal sobre su verdadera naturaleza. 
Un logro, el único, de un ministro realmente impresentable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario