La verdad: no tiene nada que ver con los actos JMJ, pero es que la foto dice tantas cosas y tan claras, que no me he podido resistir a la maldad.
Es que hace tantos años de esa España...
En este día místico y misterioso de San Juan, me da por curiosear el site oficial de esa murga que llenará el madrileño tedio de Agosto con una marea de, calculan los organizadores, un millón de jóvenes que se van a cocer las meninges bajo el sol madrileño durante cinco largos días. Concretamente, del 16 al 21 de Agosto.
Dicen los organizadores que se generarán más de 100 millones de euros de beneficio directo y otros muchos –no especificados – por el incremento de notoriedad de la marca España. Curioso que se den cifras del beneficio neto y no de los costes, de los que sólo se dice que serán aportados por los peregrinos: 70% en donaciones (Generosa figura la de estos peregrinos derrochadores) y empresas y particulares que aportarán el restante 30%.
Cuando yo era pequeñito, me contaron las cuentas del Gran Capitán, el afamado Fernández de Córdoba y sus cásicos “picos palas y azadones, 100millones”, a los que añadía “guantes perfumados para aguantar el hedor de los muertos enemigos...”. Pues bien, aquellas cuentas, que de mayor pude ver en el museo del ejército, eran minuciosas y detalladas comparadas con las que la organización de tan magno evento pretende hacernos tragar.
Tanto es el descaro que ya han surgido voces, dentro de la propia Iglesia - que fuera empieza a generarse un verdadero clamor – cuestionando el fasto y el desbarre con el que la Conferencia Episcopal y organizaciones implicadas, pretenden llevar a cabo el acto. Y no es para menos, que la cosa de los patrocinadores tiene mandanga. Repasemos:
Telefónica, que tiene pasta para esto y para despedir a 8.000 trabajadores; Mahou, idónea compañera de borracheras juveniles; Banco de Santander, que aquí se desgrava el IVA y en Irlanda pretende pagar menos impuestos que Felipe II; Fundación Botín, que me imagino pondrá su logotipo en la Guardia Suiza por aquello de agradecer lo bien que el país de los cantones le guarda el capital; la Fundación de un tal Grupo Alares, que por lo que veo se especializa en trabajo basura, ETT´s y similares; Iberia, que día y sí y día también, nos sobresalta con ajustes de plantilla y estrecheces varias (como a “SuSa” le metan en los mismos asientos que al resto, nos lo dejan planchado); por supuesto El Corte Inglés y Coca Cola, que no se pierden una y un largo rosario –apropiada la figura- de empresas bastante significadas como CEU, Telemadrid (empresa privada como todos sabemos), Santillana, que a pesar de tener que despedir a unos 4.000 debe cuidar el negocio de los libros de texto en los colegios de curas y hasta el Marca, que además de no tener un chavo, debe pretender cubrir el maratón papal con un despliegue informativo.
Personalmente, me parece que estas coñas –que suelen dejar las explanadas de acampada llenas de condones usados y botellas de cerveza vacías – son una escenificación del absurdo al que muchos se entregan y que acaban dando una imagen distorsionada de la realidad. Sin ir más lejos, yo recuerdo el asombro que nos produjo a muchos ver al Papa Juan Pablo II preguntar, en la facultad de derecho de Madrid, a los jóvenes que estaban fuera si querían Ángelus y cuando le dijeron que si, se puso a rezar la cosa en latín y los otros a contestar. Juro que ninguno de mis conocidos lejanos se ha sabido, jamás, el ángelus en latín. Al día siguiente, los titulares de los diarios comentaban el hecho como si fuera un acto habitual entre las actividades lectivas.
Europa entera y una gran parte de Occidente vive una situación marcada por la consumación de una estafa de proporciones –otra vez la figura es adecuada – bíblicas, pero el Vaticano no ha dicho ni hecho nada. Rouco, cabeza de la Iglesia de España, se dedica a enfilar al gobierno y a dificultar cualquier ley que le roce la sotana mientras las monjitas –esas a las que no deja ir a ver al papa sin vestir uniforme preconciliar – se dejan la vida atendiendo las casas de Cáritas y otras muchas obras que desarrollan su labor a pesar de la jerarquía establecida.
Por mucho que nos quieran ocultar la realidad, esta visita nos va a costar un pastizal que no tenemos, se va a instrumentalizar en contra del gobierno y de la sociedad civil y va a servir para que la Iglesia, una vez más, se sienta moralmente autorizada a tocarnos mucho los cojones a todos, ateos incluidos. El despliegue va a ser la leche, incluidas las voluntarias misiones de los legionarios que lucirán musculitos con el famoso Cristo de la Buena Muerte o como cuernos se llame el atleta al que darán una vuelta a hombros para que Benito lo vea bien. Por cierto, que también ha habido polémica con no se que paso cuya cofradía ha dicho que si el Papa lo quiere ver, que ya sabe dónde está y el AVE a Sevilla funciona muy bien. Me imagino que la junta de los cofrades va a durar un cuarto de hora, pero han estado bien.
Y por último, por favor: no dejéis de visitar la web oficial (http://www.madrid11.com/) y daros una vuelta por la tienda en la que se puede encontrar hasta una “braga polar” que, como todo el mundo sabe, es imprescindible para afrontar los rigores del frío de Agosto. Es una coña, pero no deja de ofrecer una imagen para coger el rábano por las hojas: esta visita es igual de adecuada que el uso de la susodicha braga en el mes de Agosto. Vamos, que una gilipollez desde el principio hasta el final.(Eso si, me va a dar un juego....) De lo de los donativos para inscribirse, cuando me entere bien de los costes “voluntarios” hablamos otro día, aunque os adelanto un dato: “Por otra parte, el comité organizador ha rebajado el precio de la inscripción a los voluntarios de la provincia eclesiástica de Madrid: de 45 a 30 euros.” No está mal.