...que ya es hora de pasearnos a cuerpo.
¿Es posible que Gabriel Celaya mostrara un camino?
Esta mañana, mientras contemplábamos los troncos imposibles y torturados de los pinos más viejos del puerto de Navadacerrada, mi compañero de andaduras y yo mismo, hablábamos de las implicaciones y las causas del movimiento 15M con el fin de ir desgranando esa inmensa margarita de posibilidades que se han medio iniciado.
Sobre la violencia, una contradicción: se rechaza, pero se reconoce como algo imprescindible si, de verdad, se quiere que el poder económico afloje la asfixiante presa que ha hecho en los ciudadanos. Llegará, seguro, una violencia extrema y absoluta que habrá que gestionar con precisión de neurocirujanos. Alguien la cagará antes, seguro, y gastará la energía en un absurdo. Peligro.
Ahorro: Hay dinero en el Estado y en la Administración para mantener las prestaciones sociales, pero hay que buscarlo en las partidas mal gestionadas, en los gastos duplicados y excesivos, en las toneladas de errores y chocolate con el que alimentamos a la inmensa cantidad de loros que hemos criado. Por cierto, os loros comen chocolate belga de excepcional calidad: tienen que volver a las pipas.
15M: el peligro anida en su dispersión. El poder los acuna para dormirlos, para que se olviden de que el movimiento se demuestra andando y ellos todavía no se han dado cuenta de una cosa: un mes y cuatro días después de su primer aldabonazo, sólo tienen sueños, pero no hay ni un sólo hecho. Hay que empezar a concretar, que base para forzar y para que el poder escuche, hay mucha. Las manifestaciones de hoy, que son CONTRA TODOS, los partidos, lo demuestran.
Estados: han dimitido de sus verdaderas funciones y sólo transmiten lo que el dinero les manda. Hay un inmenso negocio tonto manteniendo en movimiento la rueda de esos préstamos tomados al 2% y vendidos al 4% y más al que las entidades y financieras y el sistema no están dispuestos a renunciar. Han visto debilidad y olido la sangre. Mas peligro todavía.
Ciudadanos: indefensos, entregados a los que, de verdad están ejerciendo la más silenciosa y perversa violencia. Son los poderosos los que expropian y desahucian y además, exigen que se les siga entregando la vida entera a cambio de aquello que, ellos mismos, nos aseguraron que era valioso. Ellos han montado la estafa, que no la crisis, y se han salido de rositas. Contra ellos la ley y si hace falta, la rebelión colectiva. No podemos renunciar a la justicia que ellos evaden gracias a la dejación que han hecho los estados.
Unidad: la estafa ha sido global y ellos juegan, ahora, a dividir la presa por naciones. Todos juntos o nos comen, que nadie se olvide, pues no hay nación que pueda librarse sola de la extorsión. Es imprescindible la coordinación de un nuevo movimiento internacionalista de defensa ciudadana. Eso si les daría motivos de preocupación, que todavía se acuerdan de lo que tuvieron que ceder antes la Primera, La Segunda y las que llegaron después. El camino es conocido, hay que cambiar el contenido de la mochila y ponerse las botas de andar: YA.
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