Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

lunes, 24 de diciembre de 2012

TODOS los perros


Mis compañeros actuales, Curro y Chispa.


En respuesta a mi querido amigo y maestro Guillermo, quiero puntualizar algunas cuestiones que el imaginario popular relaciona con los perros de “pura raza” y que suelen edificarse sobre parámetros ciertos e inciertos a partes mas o menos iguales. Puntualizando que me gustan los perros, todos los perros, reivindico y disfruto como un chino de la verdadera esencia de la cría seleccionada siempre que ésta no abandone la obligatoria senda de la decencia. 
La cría debe atender al tipo, al carácter y a la salud por partes iguales y las razas deberían ofrecernos eso: especialización, fiabilidad y la seguridad de que lo que metemos en casa cumple, dentro de la normal diversidad individual, con ciertos estándares.
Comparto mi casa con dos perros de raza; dos perros a los que he buscado con interés, con emoción y ambos me han respondido con aquello que yo quería y que podemos llamar “especialidad laboral”. Uno es un Schnauzer Gigante y la otra loca es una Irish Terrier que ha hecho su pequeña carrera en el campeonato de España.
Los criadores serios y responsables son una pieza fundamental en la permanencia, mejora y evolución de las mas de 300 razas caninas, las mismas que nos permiten disfrutar de la inteligencia de los perros de pastor; de la nobleza de esos guardianes y eficaces ayudantes del grupo segundo; de la chispa inextinguible de los terriers y así hasta la rápida elegancia de los lebreles del grupo décimo.
España no ha alcanzado -me gustaría escribir todavía en lugar de ni alcanzará jamás- el nivel de calidad y exigencia de otros países y nuestras tiendas se llenan de deshechos provenientes de Hungría y otros países del este que cumplen con el cliché de lo que dice mi amigo: enfermos, tarados, alejados de lo que el comprador espera con ilusión.
Y luego estás mis adorados y adorables “chuchos” esos que siempre dan lo que subyace como esencial en la relación entre el hombre y el perro: fidelidad, entrega, compañía y una especial capacidad de independencia que, a mi personalmente, me emociona todavía más: ellos, capaces de sobrevivir sin nosotros, nos acompañan porque quieren y quieren hacernos felices.
Al final, hablamos de perros, de esos maravillosos compañeros sin cuya compañía el hombre es menos bueno, menos humano y el mundo es más oscuro, sin duda alguna.

1 comentario:

  1. Como dijo Larrochefaucauld: "cuando más conozco a los hombres, más quiero a los perros". Y me alegra que disfrutes los de cría, pero a mí, dejame los callejeros.

    ResponderEliminar