SUPER BOWL

Hoy, una nación se entrega a la fiesta, al exceso, a los récords, a los héroes y a la gloria; los USA se entregan a disfrutar de aquello en lo que ven reflejados los valores en los que creen y por los que  viven y se hacen grandes: la lucha, el esfuerzo, el liderazgo, la victoria, el juego limpio. Hoy los USA se entregan al mayor espectáculo del mundo, se abandonan frente a lo que supera toda medida y ensalza la desmesura: el spot más caro, la mayor audiencia, los mejores defensores, los mejores atacantes; los mejores en su versión más desaforada; la técnica al servicio de la fuerza más bestial, explosiva, violenta y desaforada.

Los Estados Unidos se entregan a festejar la Super Bowl, el mayor espectáculo deportivo que podamos imaginar y lo hacen con la inocencia del inocente, del que no puede ver maldad en aquello que le hace feliz y me dan envidia. Las calles de la Gran Manzana se han entregado a la celebración, al consumo, a las camisetas, a los grandes héroes, a los capitanes más audaces, a los defensores más fuertes, rápidos y eficaces; NY se entrega  a una fiesta en la que el dolor y las heridas son básicas para que la gloria sea más grande y el triunfo, mas valorado.

Uno de los más grandes: Joe Montana

La SuperBowl no conoce a los segundos, esos que son, tan sólo, los primeros de entre los perdedores. La SuperBowl busca héroes, busca jugadas para el recuerdo, busca acciones que recordaremos por siempre, demostraciones atléticas que vayan más allá de los límites del ser humano: busca súper héroes que enseñen a todos que la excelencia es posible desde la especialización. Todos tienen cabida en los equipos especializados, pero sólo es un espejismo que se diluye ante la verdad. Y la verdad es que ningún humano normal podría sobrevivir a una sóla jugada de este partido: todos moriríamos en el segundo dos o tres destrozados por cualquiera de estos gigantes. Unos son fuertes, otros fuertes y rápidos, otros fuertes y potentes: la fuerza lo domina todo salvo la inteligencia.

La inteligencia lo domina todo y, aunque no se vea, planea por encima del campo en manos de los varios especialistas que hacen llegar información al entrenador: podremos ver fotos de jugadas enseñadas a los jugadores en el banquillo; podremos ver comunicación constante y mucha, muchísima estrategia entregada a la mas brutal explosión de rendimiento físico imaginable.

Bienvenidos a la SuperBowl, el mayor espectáculo del mundo.

A disfrutar.

Fotos: Gadea Beltrán, enviada especial a Nueva York (La muy asquerosa)