Hay veces que los contenidos de un par de frases son capaces de condensar la realidad de una forma inexplicable, pero en pocas ocasiones he sido capaz de percibir con más claridad la calidad moral de alguien como al leer las escasas dos líneas del comentario que reproduzco a continuación.
Comentarios de los lectores
juan m (26/11/2010) 09:21 a.m.
Y el tío aspiraba a ser Ministro de Asuntos Exteriores. Parece mentira que con las tías que estarían dispuestas a "calentarle el hato" se busque la ruina por un mora y además divorciada.
El contexto, siempre ilustrativo, nos lleva a una noticia de El Confidencial Digital que narra la situación de Gustavo de Arístegui en su propio Grupo Parlamentario. Por si alguien no lo conoce, este señor se ha casado recientemente con una mujer de origen marroquí, parece que emparentada de lejos con la familia real alauí y que, completando el cuadro, está divorciada de su primer marido.
La noticia habla de los vacíos, risitas, cuchicheos y cuchufletas de muchos parlamentarios del PP cuando D. Gustavo aparece en el Congreso o en la Comisión de Exteriores, pues recordemos que es el capo del PP en esa área de gestión. También es verdad que explica que unos cuantos, verdaderos amigos, se han acercado a darle un abrazo y mostrar su solidaridad y rechazo a esas actitudes. Me parece mal lo de sus compañeros, pero lo que es espectacular es lo que demuestra el mengano que escribe el comentario.
El comentario pone de manifiesto varias cuestiones peligrosas que el remitente asume como obvias y normales, sin darse cuenta de que lo que plantea es una larguísima lista de bestialidades, estereotipos arcaicos y manifestaciones machistas de la peor calaña. Vayamos por partes:
1º.- Y el tío aspiraba a ser Ministro de Asuntos Exteriores.
Es decir: alguien en su actual situación ya no puede aspirar a nada. ¿Ha robado, delinquido, matado o asesinado a alguien? ¿Ha cometido un delito horrible? Según el autor del comentario, Gustavo de Arístegui ya ha muerto para la cosa política; independientemente de los méritos contraídos hasta ahora, de sus conocimientos y preparación, se ha colocado al margen de todo y ya está fuera de los círculos de lo aceptable. Un apestado, vamos.
2º.- "Parece mentira que con las tías que estarían dispuestas a "calentarle el hato"
Esto ya es de nota: ¿tías dispuestas a cambiar cromos? ¿Putas? ¿Interesadas? ¿Busconas? Para el remitente, las mujeres, “tías” deben moverse, exclusivamente, por oscuros intereses y no por atracción, diversión o amor: no, sólo por interés. De quinta una vez más.
3º.- "se busque la ruina por una mora"
Esto ya es una relación directa que, sinceramente, se me escapa: hasta donde he podido entender, si te enamoras duna mora, la cagada es completa. Me recuerda un poco a Muñoz Seca y su famoso “¿que has hecho maldita mora: en quien me vengo yo ahora?. Esta mora debe ser la leche de mala para arruinar en tan poco tiempo a un señor hecho y derecho, pero bueno, todos sabemos que encamarse con una infiel tiene consecuencias eternas de condenación y otras cosas espirituales, pero que esas consecuencias se trasladen a la política, me parece excesivo, pero bueno, al fin y al cabo, los chicos del PP deben manejar códigos de honor que los demás no conocemos.
4º.- "y además divorciada"
Acabáramos, una liberada que se ha librado del yugo masculino. Una cualquiera que ha pasado del marido en contra de las ordenanzas de la moral establecida: una perdida, vamos.
Cuatro frases para la posteridad, un resumen del absurdo en el que se desarrolla la vida de estos seres arcaicos, desplazados, antiguos, sin lugar que se refugian en la violencia machista, en la intransigencia y en la dominación física del otro; sea quien sea ese otro.
Son pocos, son miserables y dan pena, pero lo peor es que acabarán dando miedo gracias a nuestro silencio. Lamentable.
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