Muy cortito, sólo lo necesario para ensalzar la sensatez de una medida que ahora, muchos años después de estar en funcionamiento, ofrece todo su valor a los que vivimos una situación social que podría beneficiarse de una medida parecida.
Me escribe mi amigo y maestro Guillermo, desde Uruguay, felicitándome el día de...LA FAMILIA. Ese pequeño y maravilloso país tuvo la sensatez, al recibir el aluvión de inmigrantes de distintas religiones y tener que decidir lo mejor para todos, de cambiar las diferentes denominaciones festivas por otros nombres válidos para todos. El día de la Familia recogía Navidades, Hanukkah etc, pero es que también hay un día de los niños –Reyes y Santa Claus- y no se exactamente cuantos más, de forma que todas las religiones se han sentido cómodas, respetadas y han podido contar con un día de fiesta oficial en la que entregarse a la celebración propia y ahora sí, ahora cada uno puede felicitar el día bajo el nombre que quiera, según su devoción le aconseje.
En Europa, tierra que empieza a tener muchas solicitudes de fiestas religiosas, podríamos darle vueltas a algo semejante y nos ahorraríamos muchas movidas. Dicho esto...FELIZ DÍA DE LA FAMILIA A TODOS
Adaptándomo, como suelo ir haciendo con la poca sensatez que me queda, tengo que reconocer que me ha gustado mucho esto del DÍA DE LA FAMILIA. pARA MÍ AHORA ES ESTO Y LO DISFRUTO MUCHO. A RAÍZ De TU COMENTARIO HE ESCRITO YA MUCHAS PÁGINAS ENSALZANDO LO MARAVILLOSO QUE ES TENER UNA FAILIA COMO LA MÍA. gRACIAS A TODOS.
ResponderEliminarA.M.
Aclarando para que no haya confusiones. Día de la Familia es el nombre oficial de la festividad en un país radicalmente laico. Pero aún los agnósticos y los escépticos nos referimos a ella como la Navidad; hasta los judíos lo hacen. Solo los ateos resisten el nombre religioso porque son gente de mucha fe; de otra manera no podrían estar tan convencidos de la inexistencia de Dios. Mi saludo laico fue solo en broma, jugando a las ideas con un querido amigo de un país que sufrió mucho con su identidad religiosa. En todo caso, creo que desde 1870 en Uruguay el bautismo no implica tu existencia jurídica y el casamiento únicamente es válido si lo consagra un juez de paz que puede ser de la religión que se le cante. Finalmente las malas noticias: tanto jugó la izquierda con la educación pública, tantas huelgas y tanta obediencia a Moscú, que la educación privada está primando y hasta se debieron autorizar universidades confesionales. Hay imbéciles en todas las orientaciones políticas.
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