El sonido de tus pasos

Reflexiono, en plena jornada de reflexión, sobre cuestiones que son importantes y que se pueden resumir de forma sencilla. La más directa, la más básica es recordar y repasar la vida buscando un recuerdo básico: ¿Cuanto tiempo hace que no escuchas el sonido de tus pasos?. Probablemente, hace mucho, mucho tiempo y casi ni lo recuerdas.

Si tuvieras ahora que explicar cómo la arena cruje o el barro sisea bajo tus zapato, o tus botas, probablemente tendrías muchos problemas para hacerlo y sin embargo, debería ser algo que todos pudiéramos, como yo puedo, explicarlo mientras volvemos a sentir, en nuestras plantas, la sensación que nos llega de la tierra.

Vivimos en una vorágine de prisas, de carreras, de silencios mentales y de ruidos ambientales que hacen que nuestras mentes se instalen en la inoperancia como táctica de autodefensa. Hoy, cuando la ley nos aconseja reflexionar y pensar en el silencio, recuerdo una frase de la campaña que me ha dejado especialmente perplejo: “Estoy deseando que llegue a la Moncloa un español de verdad”. Se me mueven los entresijos cuando analizo cualquiera de las derivaciones de esta afirmación.

El origen, Camps, ya es duro, pero es que vaya hacia donde vaya, el cielo se vuelve negro. ¿Que significa ser un español de verdad? ¿A que compromete o que se espera de esa condición? Lo mire por donde lo mire, la frase suena tan antigua, tan desastrosamente oscura que no me explico cómo es posible que el PP permita su uso.

Mañana votaremos, pero me da mucha pena que todos los que mañana se acerquen por primera vez a la más grande liturgia de la democracia lo hagan ayunos de aquella ilusión con la que los miembros de mi generación recordamos nuestra primera vez. Sólo por eso, por robar esa ilusión, los actuales partidos deberías ser reos de refundación, pero me temo que mi hija votará sin alegría y los partidos pensarán que la insatisfacción de los ciudadanos no pasa de ser una manipulación de algunos elementos incontrolados.

No tienen ni puta idea de lo que realmente está pasando por su culpa, por amparar y fomentar la corrupción, el clientelismo y la profesionalización de la mediocridad en la estructura de los partidos. Ellos nos han robado la ilusión y el mundo nos ha robado el sonido de nuestros pasos. ¿Dónde está nuestra vida?