Evelio Plata Insunza, Alcalde de la muy noble villa de Novolato a tiempo parcial y machista raclcitrante y bastante tonto, a tiempo completo.
El señor regidor de la muy noble villa de Novolato, estado Sinaloa, ha decidido, muy suyo él, prohibir la minifalda en el concejo, que como todo el mundo sabe, van como van y pasa lo que pasa. Motivos no le faltan al noble regidor, quien preocupado por la alarmante epidemia de embarazos juveniles, ha decido cortar por lo sano y puesto que lo de cortar las piernas suena muy duro, se inclina por alargar las faldas de las pollitas y que los machos no se vean enardecidos por la provocación.
A este machista medio gilipollas no se le ocurre formar, informar y educar, no, que eso da mucho trabajo y en Sinaloa –doy fe de ello–hace un calor que desaconseja eso de ir persiguiendo a los adolescentes para contarles lo que es un condón; el respeto cuando la chica dice, simplemente, no, que no hace falta más y otras técnicas y medidas de contracepción que se usan en el occidente más o menos civilizado.
La cosa viene de lejos y tiene tradición en las raíces hispanas del estado, que no hace mucho aquí se consideraba que un macho como dios manda, debía responder a la provocadora visión de unas buenas cachas, con el correspondiente meneo, fuera consentido o forzado, que ya sabemos que el hombre es fuego, la mujer es estopa y viene el diablo y sopla. Si no fuera por el hartazgo de serias digresiones postelectorales, la cosa sería para ponerse serio, pero me apetece más el tono de chirigota para descalificar a este imbécil que parece no pensar sino con el pene, que el niño no ha pasado del estado de proto humano.
Estoy hasta las cejas de estos restos de machismo intelectual y social que perpetúan el papel de meros figurines de la mujer; una especie de ser cuyo único papel en la vida parece ser el de receptora obligada de cualquier acto que el macho, en su derecho de elemento superior en la jerarquía, tenga a bien dejar salir de sus pelotas.
Poco más que decir sobre el tema, que uno, como orgullosísimo padre de dos chicas, tiene perfectamente claro que la mujer es soberana en cuanto al uso y disfrute de la moda, de su cuerpo y de su sacrosanta voluntad, y que la cosa de los niños obliga a ellos y a ellas, que a lo mejor es que estos machitos mejicanos se cortan a la hora de ponerse un condón, que ellos son “muy machos” y no usan esas cosas de afeminados. Pues que espabilen o que se vayan a enfriar a la nevera, que en esa zona, casi da más gustito.
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