Las urnas de hoy alojan universos de futuro que retornarán algún día.
Cada vez que tomamos una decisión, cada vez que nuestra voluntad acepta una alternativa, cada vez que elegimos, cada cara y cada cruz del azar de nuestra vida van creando universos paralelos que viven y se desarrollan justo a partir del momento en el que nuestra decisión los crea. Nuestro universo se multiplica, crece y se desarrolla cientos de veces cada día; pero es que ese proceso se repite en cada individuo, en cada vid, en cada animal, en cada reacción química, en el sentido de rotación de cada electrón: desde que se produjo uno de los muchos principios posibles, los universos paralelos se acumulan cruzándose entre si, separándose, viviendo y muriendo según acontecimientos que ni conocemos, ni nos importan ni, lo que es más importante, sin que tengan absolutamente ninguna influencia en nuestro universo consciente.
Rodeados de los mundos que pudieron haber sido, vivimos en el universo que nuestros sentidos nos dicen que es, aunque la ciencia vaya descubriendo la existencia de dimensiones que no entendemos, que no sentimos y que no podemos integrar en nuestras experiencias físicas.
Hoy, día de elecciones, habremos creado, entre todos, uno de los universos posibles, aquél en el que el PP saldrá como alternativa más votada, por encima de sus miserias y corrupciones; por encima del movimiento social que el 15 de Mayo creara e universo paralelo que, cuando se cruce en el futuro del PP, del PSOE y de los otros partidos domesticados, los hará saltar por los aires. Será la venganza de los millones de universos silenciosos que se extinguieron sin poder hacerse oír por aquellos que los despreciaron.
Hoy todos los partidos hablarán de victorias inventadas, pero todos nosotros sabemos que llegará un día en el que un universo paralelo y futuro volverá sobre nosotros para vengarse del desprecio que, hoy, le han hecho los partidos que hablarán de victoria.
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