La entrada de hoy será tan corta como altos y duros fueron los pitos, abucheos e insultos que ayer robaron el protagonismo al acto institucional del desfile de las Fuerzas Armadas.
Esperanza Aguirre, de forma un tanto violenta, le dijo a la mujer del presidente de Cantabria que los insultos, lanzados durante el homenaje a los caídos, eran fruto de la libertad de expresión.
No señora presidenta: esos insultos, en ese momento, son una grosería y una falta de respeto a los caídos y a los familiares presentes en el acto. Decir semejante memez es consagrar el descrédito de las liturgias y ceremonias con las que la democracia se reconoce de vez en cuando; es hacer buena la famosa frase de “que se joda el general, pero yo no como rancho”. Señora Aguirre: en ese momento, aquellos que lanzaban insultos, nos insultaban y nos despreciaban a todos, incluida Vd. y la institución a la que representa. Se que es complicado guardar una casa como la del PP, con esas dos puertas tan alejadas: una al centro y otra en la extrema derecha, pero hay momentos en los que hay que elegir y manifestarse en defensa de los patrimonios comunes.
Ayer un general salió jodido sin darse cuenta de que se había jodido él solito: Sra. Aguirre, un poco más de señorío y un poco menos de populismo barato, que esos energúmenos no merecen un deterioro tan enorme del patrimonio común. Aunque voten y su voto valga lo mismo que el de un cerebro normal.
Todos los que hemos contribuído, a vces con mucho esfuerzo, a tener unas Instituciones bajo las que nos sentimos protegidos, repudiamos y nos unimos al clamor de la repulsa por las manifestaciones con que los gamberros de turno, muy bien aleccionados, demostraron su falta de educación y de respeto a los que con su vida han demostrado su valor y su entrega Intentaron estropear un acto emocionante pero no lo han consguido.La jugada les ha salido mal.
ResponderEliminarcuando pasan estas cosas se habla de los cuatro gamberros de turno, ya está bien. Menos gamberros y más educación
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