El ejemplo alemán

Fue el sueño de una Alemania unida.

Que nadie introduzca la división en el Parlamento de todos.

Benito XVI tiene previsto visitar Alemania y alguien, probablemente cegado por la pasión, ha conseguido que hable en una sesión de parlamento. Podemos ver la cosa desde dos puntos de vista: que lo haga en calidad de jefe de estado o que lo haga en calidad de vicario de dios en la tierra.

Si nos acogemos a la primera alternativa, no parece muy lógico ese acto, que los parlamentos de jefes de estado extranjeros en esa cámara son escasos y muy escogidos. Si vamos a por la segunda la cosa llega a ser absurda: los católicos alemanes son un 30,7% de la población, pero es que los protestantes son más del 25% y en total, solo un 70% de la población declara seguir alguna religión. Si tomamos los territorios de la antigua RDA aislaos del resto, veremos que el 75% no pertenece a ninguna religión.

¿Es lógico seguir dando a la religión la importancia que actualmente se le da? Como personalmente estoy seguro de que no, voy a intentar entender a aquellos que nos quieren meter la religión hasta en la sopa. Hasta donde yo se, ninguna religión del libro –las que mejor conozco- obliga a obligar a que alguien se convierta. Mientras los judíos tienen bastante con ser ellos los elegidos y no invitan a nadie al baile, cristianos y musulmanes están obligados a predicar y llevar el mensaje, pero tienen prohibido imponer la religión por la fuerza. No hace falta decir que ambos se han pasado ese detalle por el forro a sangre y fuego.

Hasta tal punto eso es así que si buscamos las famosas “raíces”, veremos que tan obligatorio era para uno de Segovia ser católico como ser mahometano para uno de Damasco. Vamos, que eras lo que tocaba y estaba mandado o no eras, sencillamente. Así pues: ¿los países tienen como mayoritaria la religión verdadera o se considera como verdadera a la mayoritaria sin dar más opción? ¿El evangélico, intransigente creacionista y fervoroso antitodo, sería igualmente un hermano musulmán dispuesto al sacrificio por Alá y el profeta de haber nacido un poco más allá?. Pues probablemente si, que lo único que se precisa para ser un fanático de libro es estar lleno de inseguridad y de miedo ante lo desconocido.

¿Que pasa si alguien no hace lo que dios manda? El caso es que como pasar, pasar, no pasaría, ni pasa nada, pero debe ser muy molesto ver que alguien es feliz viviendo de otra forma sin molestar a nadie y sin obligarse a cosas como no beber alcohol, no ir a misa los domingos, ponerse ciego de jamón de bellota, mantener relaciones sexuales sin pensar en el infierno y en la condenación eterna mientras los creyentes no pueden. Vamos, que lo que parece estar debajo de tanta presión es más envidia hacia aquellos que viven tranquilos y relajados sin pensar en castigos refinados y eternos que otra cosa.

Y el caso es que nadie les obliga a no ir a misa; nadie les mete a alguien de cualquier sexo en la cama ni les emborracha o esconde cerdo en los guisos, pero algo debe tener eso de la religión que les pone a todos como muy picajosos y susceptibles. Yo no lo acabo de entender y no se la influencia de dios en el carácter, pero es que de verdad: van todos como escocidos y obligándonos a todos a hacer lo que no nos apetece.

¿No sería mejor que la religión no entrara en la casa de la política como la política no entra en las iglesias ni en las mezquitas o sinagogas? (Bueno, de vez en cuando algún exaltado la mete a capón, pero no es lo normal) Los estados jamás deben convertirse en un elemento activo de prédica religiosa ni dejar que nadie lo piense y ojo, que esto hay mucho más peligro fuera de Europa que en Europa, que de eso estamos bastante mejor que los países árabes o incluso que los USA y sus pasados de clavo.

Eso si: muy bien por los ciento y pico diputados alemanes que han dicho que no están de acuerdo y que no cuenten con su presencia en tan señalado acto. Todavía hay gente sensata a los que hago llegar una sugerencia: que no den la posibilidad de que les ocupen las sillas con tiempo, que son capaces de meter a gente para que no se note. Por favor, se me esperen a que Benito vaya a hablar y que sea evidente y notorio que se levantan y se van: eso es mucho más complicado de ocultar.

Van crecidos, os lo digo yo.