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sábado, 11 de enero de 2014

CUM GRANO SALIS


POR EL EMPEÑO DE UNO SOLO

Hay veces que las cosas se hacen verdaderamente bien, con buen criterio, sin perder el foco y consiguiendo los objetivos que se han definido previamente. Son proyectos, acciones y empresas que, habitualmente, dependen de la voluntad personal de aquél que ha perseguido el sueño y de los pocos o muchos amigos y conocidos que le apoyan en su empeño.
Hoy quiero hacer un pequeño homenaje al trabajo de un amigo que dedica esfuerzo, trabajo, cariño y dinero a un proyecto que reúne todas estas condiciones: Infancia y Desarrollo, creada y mantenida por Emilio Biel, amigo y ex compi de estudios en Zaragoza. Este maño, que ejerce orgullosamente como tal, se ha empeñado en echar una mano a esas personas pobres entre los pobres que dependen del trabajo y dedicación de personas que han hecho de la ayuda su trabajo, su empeño y su dedicación.
Emilio recuda fondos entre amigos y conocidos para hacerlos llegar, de forma directa y sin intermediarios, a estas personas, normalmente monjas que mantienen colegios, dispensarios, casas de acogida a las que da dinero para hacer cosas concretas. Lo entrega en mano, pide que le firmen los recibos correspondientes y al año siguiente vuelve para comprobar que el dinero se ha empleado según el acuerdo.
No se las veces que ha estado por allí y las veces que me ha dicho que le acompañe y me temo, dada su condición de zaragozano cabezón, que algún siglo de éstos me dejaré convencer y trataré de echar una mano en lo que pueda.
Todo esto lo cuento porque, en medio de la miseria moral que nos rodea, es bueno comprobar que el empeño de una persona, de un sólo individuo, puede hacer mucho actuando con sentido y con cabeza. Es poco si lo comparamos con el inmenso trabajo y la marea de pobreza que invade a la India, pero él y sus amigos -médicos y colaboradores que dedican sus vacaciones a operar, atender, curar etc - si consiguen una cosa: que las vidas de algunos cambien por completo. A eso, antiguamente, se le llamaba obrar "cum grano salis", como ese grano de sal que, siendo pequeño, ayuda a que la comida sepa mejor.
Con muchos como mi amigo Emilio, trabajando al margen de la administración y de los gobiernos, la vida sería mejor, sin duda alguna. Mirar el video y quedaros con la idea.

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