HUMO EN LOS OJOS

Mientras nuestro sistema democrático se desliza hacia las proximidades de un fascismo enmascarado o una dictadura rumana digna de Ceaucescu, nos dejamos echar humo en los ojos para fingir que no nos damos cuenta de lo que pasa en realidad. Y lo malo es que muchos no tienen que fingir, es que muchos viven encantados sin ver más allá del humo con el que nos llenan la vida.

Estos días le ha tocado el turno al famoso paseíllo de la infanta, como si lo importante de ese juicio fuera eso, el poder gritarle cuatro frescas a la cara sin ver que lo importante está pasando de puertas y sumario para adentro. Allí, en el terreno de la verdad, la Agencia Tributaria ya se ha manifestado diciendo que  “pelillos a la mar, que tampoco es cuestión de ponerse quisquillosos” mientras que la policía judicial y la fiscalía pasaban por allí pero sin enterarse demasiado.

Los partidos políticos se han blindado y, mientras hacer ver que se pelean, se han puesto de acuerdo en lo importante: repartirse el chollo y que no se mueva nada, que para eso el dinero les ha confirmado que ya le va bien y que si el juego es este, podemos llevarnos bien. Tan bien se llevan que como a un juez se le ocurra enchironar a alguno de los suyos, se puede dar por jodido: juicio rápido, acusación de prevaricación y a casita en un par de meses, que tampoco es cosa de marear demasiado la perdiz. Y si se mata al juez, se indulta al condenado en el consejo de ministros y aquí paz y después gloria, que gloria es meterse en un consejo de administración y las plazas son escasas.

Y la prensa dócil, domesticada y jugando al juego de diluir las palabras y que todo tenga significados distintos y suaves, muy suaves. Que un político quiere hablar de “crecimiento negativo” , pues que hable, que acompañando la nota de prensa viene una campañita institucional que nos viene bien. Claro, que a cambio de esa campaña hay que comerse el sapo de las ruedas de prensa sin prensa y a través de una pantalla de plasma, verdadera vergüenza nacional con la que todos los medios transigen en lugar de mandar a todos a escardar cebollinos. La pasta manda y ponerse chulo se paga con sangre. Para los escépticos: ni la SER ni El Mundo pudieron abrir la boca en la “rueda de prensa” de Rajoy en la Casa Blanca. Más claro, agua.

En fin, que todo sigue a la espera de que Gamonal se convierta en un ejemplo y hagamos todos lo que de verdad tenemos que hacer: tomar la calle y echarlos a todos al pilón, que hay agua bastante y el fresquito en la cara les sentaría bien. ¿A que si?