El PP sin vergüenza

El PP lo tiene claro: mejor matar que disfrutar.

El PP, además de quitarse la careta y lucir los encerados correajes de siempre, parece haber perdido la vergüenza. Envalentonado por las últimas encuestas sobre intención de voto se ha echado al monte y no se corta un pelo. Sordo a todo lo que no sea el disfrute del poder en un acto de onanismo morboso, perdidos los límites y la compostura, desbarra hacia destinos que nadie podría imaginar posibles en pleno SigloXXI.

Wert, quemado, frustrado por la segura retirada de su penosa ley en cuanto cambie la tortilla, dedica sus horas a humillarnos dando un premio de 30.000 eurazos a un torero por no se qué valores artísticos y culturales. No contento con legislar la vuelta al Siglo XIX en materia de educación, navega contra todo y contra todos - o casi todos - al destinar dinero público para premiar una actividad que, poco a poco, se va quedando descolgada de la sociedad.

Formando junto a él -prietas las filas, recias, marciales, sus escuadras van….- encontramos a Gallardón, a Fernandez Díaz y al inefable ministro de medio ambiente al que han encargado la última exhibición impúdica: cerrar los montes los días de montería. Este esperpento, que puede ser consultado en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/01/03/actualidad/1388783376_054319.html pretende que, bajo la excusa de la seguridad, los paseantes, “boletaires”, ciclistas y demás elementos molestos para los esforzados cazadores, no puedan andar por el campo esos días que señoritos dedican su ocio a pegarle tiros a todo lo que se mueve. Que nadie se engañe: lo de la seguridad les importa una higa, lo que no quieren es que esta gente les “mueva” la caza y los pobres bichos se escapen, ni más ni menos.

Algo tienen los tiros que al PP le “ponen” y le “ponen” mucho, sin duda, pero esto empieza ser demasiado incluso para ellos. Cospedal, más rancia ella y más apegada a la primaria atracción de la sangre y la tortura, aprobó que en los campos de Castilla la Mancha se pudieran cazar jabalíes con lanza y a caballo , que siempre ha habido clases incluso para el sadismo más cruel, pero lo de dejar al pueblo encerrado en casita para no molestar, ya es de aurora boreal.

El PP ha perdido la vergüenza y nos muestra, completa, toda su desnudez sin que nadie pueda denunciar este exhibicionismo impúdico como escándalo público. Lástima.