Imputada

Quieren que creamos que declarará de forma voluntaria, pero eso no es verdad. La Infanta Cristina - todavía Infanta, para nuestra vergüenza y su choteo - va  a recorrer el paseíllo de la ignominia porque no le queda más remedio, que si por ella fuera, nada de darle al vulgo la satisfacción de ese espectáculo.

Lo que vamos conociendo de la vida de esta pareja da asco y genera mucho rechazo, pero es algo más: es una irresponsabilidad malvada, una ambición desmedida, una desviación moral inaceptable y más descalificaciones que se basan en una triste verdad:eligieron el mal teniendo el bien al alcance de la mano. Esta pareja se ha entregado una especie de orgía de ambición, avaricia y absurdo - lo de las clases de baile, entro muchos otros ejemplos, para los anales - que debería figurar en los libros de malos ejemplos.

Hace tiempo que vengo dando vueltas  a la idea de escribir sobre estos nefastos personajes, pero la verdad: me generan tanto rechazo, tanto asco, que no me apetece argumentar más que lo que acabo de decir: el que teniendo la posibilidad de ser ejemplar -además de ganar bastante dinero, que lo tenían a mano sin esforzarse - elige hacer lo que han hecho escupiendo a la cara de todos su profunda convicción de que la ley no les alcanzaría jamás, sólo merece la aplicación de la justicia y aceptar la pena que se les imponga.

Lo de la pena ya sabemos que será una anécdota, pero tendrán una condena unánime: todos los españoles sabemos quienes son y cómo son. No creo que saberse despreciado por todos les haga daño, pero por lo menos, nosotros sabemos que son despreciables. No creo que pase nada más...ni nada menos.