Gana la roja y el protocolo a hacer puñetas...
Pocas veces un país se ha puesto tan de acuerdo como ayer se puso España: todos a una y con el carnet de identidad en la boca alegrándose de que la roja llegara a la final. Unos, pocos, no lo verían, pero nadie se quedó al margen de esa corriente colectiva de alegría y ambiente de celebración. Hace días escribía que España necesitaba darse un homenaje y se lo está dando: la roja se ha puesto las pilas y se ha plantado en la final del mundial.
Cuando el deporte luce todas sus virtudes; cuando un equipo ejecuta el manual de los valores colectivos y defiende, se apoya, se esfuerza, trabaja, lo hace bien y encima, gana, el deporte de equipo se convierte en algo muy bonito y ejemplar.
No es el fútbol un ambiente en el que se encuentre mucho de lo mejor del deporte, - más bien lo contrario - pero ayer se puso sus mejores galas y hasta los que no entendemos y nos aburrimos de cotidiano, disfrutamos como perros viendo detalles, defensas, movimientos, expresiones y actitudes que son las que explican las razones que hacen del deporte un espectáculo de masas.
Y para despedida, un elogio, un homenaje y un aplauso a Vicente del Bosque, un deportista en el más amplio sentido de la palabra: respetuoso, educado, ejemplar en todos sus actos y manifestaciones, exigente ante la perspectiva del éxito al que subordina el trabajo. Algunos despreciaron su forma de hacer las cosas, su “perfil bajo” y me parece tan absolutamente injusto que hoy estoy feliz por dejar escrita mi rendida admiración por su conducta.
Por cierto: como el domingo gane la roja, en este país arde Troya.
Como despedida: espero que ninguno de esos idiotas de la española o la rojigualda siga con la memez, que nunca se han visto más banderas de España que cuando gana la roja.
Cientos de miles de banderas españolas y los gritos de !ESPAÑA, tendrian que acallar las voces de los insensatos separatistas. Me dan asco.
ResponderEliminarSoy catalaña y adoro Cataluña, pero soy española y a mucha honra.
a.m.