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jueves, 13 de septiembre de 2012

El dragón anda suelto


 El embajador de los Estados Unidos agoniza tras sufrir la ira del absurdo religioso.

A pesar de los optimistas comentarios de mi sobrina Marta sobre los movimientos del norte de África, la realidad empieza a demostrar que lo que se ha puesto en marcha es un proceso perverso encabezado por lo más bestia de los colectivos religiosos. El asesinato del embajador estadounidense en Libia, una persona enamorada de la zona, que apoyaba sin fisuras los movimientos populistas que derrocaron a Gadafi y a otros gobiernos próximos, demuestra que la mano de Alqeda ( o como coño se escriba) es larga y poderosa y pilota la “primavera árabe” con mano de hierro.
La excusa de esa película sobre Mahoma es sólo eso, una excusa tan mala como parece que es la misma película, lo que de verdad subyace es la cruda realidad de una religión que, como siempre, es el vehículo, el cauce y el terreno en el que se busca la sangre del “infiel”, esa sangre que consagra la propia posición en el mundo.
El asesinato de esta persona es especialmente siniestro y recuerda, demasiado incluso, a lo sucedido en Afganistán tras la salida de las tropas rusas acosadas por los talibanes apoyados por los USA. Al igual que entonces, Estados Unidos se ve abofeteado por aquellos a los que ayudó para verse luego sorprendido por la traición.
El Islam es una religión siniestra, por mucho que entresacando frases aisladas se pueda tergiversar la realidad y presentarla como algo comestible. Es más, a estas alturas poco importa el origen y su verdad, importa lo que es actualmente y el uso que de ella hacen los extremistas que ejercen el poder sobre sus fieles.
En contra de lo que algunos piensan (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/13/internacional/1347519642.html?a=497a09ebd9e8295075d0df25b1dad7bc&t=1347544484&numero=) no creo que la verdad sobre las religiones deba ser considerada como “uso irresponsable de la libertad de expresión”. Todas las religiones se basan en mentiras y en cuentos chinos que la estupidez humana ha convertido en algo sagrado a costa de cualquier ejercicio de racionalidad.
Hace meses que digo que las circunstancias son las adecuadas para una nueva guerra mundial y este es un paso más que nos acerca al conflicto. Ojalá me equivoque, pero la cosa pinta mal y lo tengo escrito hace tiempo, incluido el papel del Islam (http://letrasdenada.blogspot.com.es/2011/09/la-paranoia-es-libre.html)

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