La ciencia avanza para que sepamos que no tenemos ni la más remota idea sobre la verdadera naturaleza de la realidad. Me explico: sabemos un poco, sólo un poquito, sobre la naturaleza del 5% del cosmos, pero el 95% restante está compuesto de materia y energía oscura cuyo conocimiento permanece fuera de nuestros libros, tesis y tratados.
El ser humano es tan absurdo en su soberbia que desde antes de saber lo que desconoce, pretende saberlo todo, dar explicaciones para todo e incluso es capaz de matarse en masa creer fervientemente en errores diversos. Nuestro conocimiento del cosmos apenas empieza a ser consciente de lo que nos queda por conocer, descubrir y comprender; la física apenas atisba trazos gruesos sobre las leyes que gobiernan el mundo de lo más grande y de lo más pequeño pero sin coordinar esos conocimientos, pero eso no es razón suficiente como para que cristianos, musulmanes, judíos y demás fanáticos se enfrenten a muerte pretendiendo que sólo ellos tienen la verdad encerrada en sus libros sagrados llenos de mentiras y de absurdos.
Mientras la ciencia se esfuerza y progresa lentamente usando la razón, la religión niega la realidad y desde su fanatismo cerril niega los avances y la verdad de los descubrimientos basándose en mitos y supersticiones generados en la oscura noche de los tiempos por tribus de pastores analfabetos que creían que la causa de los truenos había que buscarla en la aerofagia de Zeus y otras sesudas observaciones de la realidad que han demostrado similar acierto.
La presidencia de los USA puede caer en manos de un obispo mormón y el mundo musulmán se incendia de indignación por un video absurdo; hindúes y sijs se abren la cabeza y en todas partes se mira al otro en busca del estigma que justifique su asesinato por causas religiosas. Por causas religiosas la mujer sufre una esclavitud atroz en otra gran parte de la humanidad y todavía tenemos que aguantar esa absurda cantinela sobre las bondades de la religión.
Si dependiera de los líderes religiosos de este mundo, ese 95% del cosmos seguiría en la oscuridad y nosotros seguiríamos con miedo de que, tras los pedos de Zeus, nos cayeran encima sus cagadas. Con eso, las religiones se mantendrían felices en sus torres oscuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario