Hay veces que los hechos se convienen en largos y completos discursos, una declaración intenciones que no hay forma de enmascarar o matizar. Hoy, la patronal madrileña, ha firmado un manifiesto espeluznante y ha bendecido un modelo de gestión, encarnado por su reelegido presidente, basado en todo aquello que es rechazable como medio de conseguir el objetivo: forrarse a cualquier costa y por encima de toda reglamentación.
Este señor ha dejado un pufo en Ifema considerable pero mantiene su asiento en el consejo; parase ser -no se si se ha juzgado ya - que hay indicios razonables de que sus empleados recibieran su paga en dinero negro; su organización se haya sumida en un escándalo que deja en pañales lo de la UGT de Andalucía.
Vamos, que entre Díaz Ferrán y este señor, los consejos de la patronal española se parece al manual de instrucciones que recibían los integrantes d ella banda de Jose María el Tempranillo o los asiduos a las cuevas de Luis Candelas.
Luego dirán que los izquierda son radicales, pero radical, radical de verdad, el lema que parece inspirar a los empresarios que han bendecido a este señor: TODO POR LA PASTA, y dejaron de chorradas.
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