SÍ ME MOLESTA

En blanco y negro y propia del NODO de los 50.

Lo que este gobierno está haciendo con la Iglesia Católica me molesta y me molesta mucho. No quiero que la Iglesia tenga nada que ver con la vida común de este país y soy un ciudadano que se siente agredido por el constante apoyo que este Gobierno hace de las supersticiones más absurdas. Si son religiosos, meapilas, capillitas o cualquier otra adscripción de las que ellos usan, que lo sean en privado.

Las vírgenes y cristos tan abundantes en este país no arreglan el paro y la crisis como que se la sopla, pero lo que sí parece importarles es poner a su nombre y robar propiedades comunales que se apresuran a inmatricular todo cuanto algún día de algún siglo estuvo balo el pie de algún canónico que pasaba por allí. Eso sí: se los adueñan, pero de pagar impuestos nada.

La última exhibición impúdica la ha realizado el ministro del interior, el inefable Fernández Díaz, cuya pertenencia al Opus no le contagia de misericordia alguna con los inmigrantes ahogados pero que si le da para este tipo de escenificación propia del NODO, con cuya naturaleza propagandística parece comulgar plenamente.

Lo dicho: me molesta y me molesta mucho que el Estado, el de todos, se vea contaminado por este tipo de imposiciones.