Una página al azar de la genial obra de Bar2
Vuelvo de Barcelona, de su barrio gótico encerrado en el tiempo y en la soleada calma del Hospital de las Caridad; de la eterna sorpresa del templo de Augusto y la fugaz visión de las Atarazanas que añoran las cosquillas del mar en sus cimientos. Vuelvo del salón del Cómic y vuelvo renovado pro al comprobación de la naturaleza saludable del humor.
Entre verdaderas obras de arte; ediciones recopilatorias de obras que han marcado a generaciones enteras, he encontrado una obra absolutamente genial que ha movilizado todos los dormidos resortes de mis carcajadas más básicas. Hacía tiempo que no me reía como me he reído con LA ENCICLOPEDIA IMBÉCIL DE LA MOTO, obra acabada al alimón por BIADAULT y por BAR2 como dibujante y que, de verdad, me ha proporcionado unos ratos absolutamente grandiosos. Esto me da excusa para comentar algo de lo que hace años estoy convencido y que me parece una injusticia de primer orden.
Si alguien nos preguntara por los 10 mejores ratos pasados en compañía de un libro, es muy probable que todos metiéramos tres o cuatro libros de humor en esa lista; ahora bien, ante la pregunta de ¿Cuáles son los mejores 10 libros que has leído? Muy pocos meterían un libro de humor en la relación. ¿Causas? En lugar de considerar el humor como algo elevado, muy complicado de conseguir y realmente escaso en cuanto a verdadera calidad se refiere; la gente corriente piensa que el humor es algo menor, un subgénero que no merece demasiada atención o consideración. Creo que es una injusticia de primer orden y esta breve entrada se dedica a homenajear a todos esos grandes autores que nos han proporcionado tan buenos y agradables ratos. Enhorabuena a ellos que han conseguido hacernos reír y demostrar, con la risa, que somos humanos; pues sólo los humanos reímos y eso nos hace únicos.
Los de mi generación (+ de 60) no tuvimos ocasión de damasiado humor. El TBO, con sus historias de D. Ulises, de aparentar y disimular,los inventos en la España del gasogeno Pulgarcito y su humor sobre el hambre de carpanta, las hermans gilda y el humor de las mujeres condenadas a la soltería "las solteronas",las viejas amargadas Dª urraca humor amargo y de plomo como la dictadura y que los humoristas inteligentes y democrátas trataban apenas de insinuar o bordear. Eran los tiempos de los tebeos "imperiales· Flechas y Pelayos, el fascista Roberto Alcazar y Pedrín, "matamoros" como El guerrero del Antifaz, gloria de nuestro "imperio de ultramar" El Cachorro contra los pérfidos piratas ingleses, Detectives por encima de la Ley Aventuras del FBI y un largo etc que solo a finales de los 50 con el Capitán Trueno, se vió algún "atisbo" de esperanza al igual que con los Mortadelo, los Sacarino,etc.Se me olvidaba principes y princesas para las niñas "Cuentos de Azucena", novelas policiacas o del oeste (Kein Luger y Lafuente Estefanía)como alternativa a .los tbos. Eso si disponiamos de los clasicos Julio Verne, Salgari, Mar Twain etc.y por supuesto el P. Coloma, Pemán,...e instructivas vidas de santos
ResponderEliminarLa primera novela de humor que recuerdo es de P-G Wodehouse (libros resumidos y algunos censurados de edit. Plaza)Chesterton y ahí me hice forofo del llamado humor inglés.
josé luis gaytán