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miércoles, 12 de enero de 2011

Santo Súbito

Por una vez la curia hace caso al pueblo: Santo Súbito pidió la plaza de San Pedro y como eso es bueno para el negocio....

Los cardenales de la curia romana ya han concluido las investigaciones sobre la actividad milagrosa de Juan Pablo II y han determinado que si, que hizo un milagro y que puede ser canonizado. Van a canonizar a aquel que “los creó” cardenales, príncipes de la Iglesia, y eso demuestra que los chicos son agradecidos, no faltaba más. Las buenas formas siempre han sido fundamentales en las altas esferas vaticanas y esta vez no podía ser menos.
La figura de Juan Pablo II siempre ha dado mucho que hablar, pero me parece coherente con los derroteros actuales del Vaticano actuar como está actuando. Juan Pablo II toleró, encumbró y puso como modelos de santidad y trabajos para la mayor gloria de Dios a figuras como Escrivá de Balaguer y al tal Maciel y sus excesos con niños, corrupciones, seminaristas y demás juergas inconfesables. Tapó los escándalos que ya formaban un clamor en muchos países y que, en algunos casos, implicaron la quiebra de diócesis enteras de los EEUU, que ya tuvieron cuidado de que la responsabilidad no pudiera llegar más arriba y la entidad responsable nace y muere en el estado de la unión al que corresponden sus actividades.
Persiguió y silenció hasta el exterminio a todos aquellos que coquetearon siquiera con la teología de la liberación, señaló ominosamente al sumiso sacerdote nicaragüense que colaboraba con los sandinistas en el gobierno; mantuvo a la mujer en el segundo plano reservado a los inferiores, no movió ni un dedo en favor de los pobres, humildes o desheredados, manteniendo, por el contrario, todos los hilos oscuros de las finanzas vaticanas en el silencio más cercano a la “omertá” siciliana que se recuerda.
En cuanto a seguidores y nombramientos, dejó encastillados y muy bien colocados a los que ahora santificarán su nombre; consagró al Opus y le concedió, al fin, la ansiada prelatura personal que tanto esperaron y que sus antecesores no quisieron otorgar ni de broma –por algo sería –.
Viajó en defensa del negocio por todos los rincones y países y su herencia apesta a dogmatismo, intransigencia, fundamentalismo y a intervencionismo en la cosa pública de los estados - con especial afectación del estado español - cuyas consecuencias, hoy, seguimos padeciendo. En definitiva, fue el papa que consagró un determinado modelo de reacción cuyas últimas consecuencias han permitido enterrar el “agiornamiento” surgido del Concilio Vaticano II, constante amenaza para los ultramontanos sueños de la curia más retrógrada.
Si habéis seguido mis entradas, no os sorprenderá que no me sorprenda e incluso que aplauda esa muestra de coherencia y de aislamiento social que, día a día, emana del actual Benito XVI: es bueno que la Iglesia se manifieste en toda su verdad, en toda su capacidad de reacción; que nadie pueda confundirse y que todos vean lo que implica apoyarlos.
España ha convivido demasiado tiempo con una idea muy laxa de lo que, de verdad, implica aceptar sus preceptos y declararse católico, apostólico y romano. Desde nuestro punto de vista, cada cual se relaciona con dios a su manera y no hace ni puñetero caso de lo que diga el cura, el obispo o el Papa; del que jamás se leen sus encíclicas pero al que aplauden, jalean y agasajan en sus viajes españoles. Si esos que tanto aplauden supieran, de verdad, lo que están aplaudiendo, saldrían corriendo o cambiarían de vida como hacen los católicos de los USA, verdadera casta militante que sigue, sin censurar ni una línea, todo lo que huele a Vaticano.
Pues eso, que yo encantado de que den la cara y todos se den cuenta de que la mafia, junto con otros muchos vestidos, también luce sotanas.

1 comentario:

  1. La Fe, la Esperanza y el Amor viven y se manifiestan en las personas que las sienten y las proyectan. No visten hábitos de ningún tipo.
    a.m.

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