Gloria y Basura

Los modernos Samuráis han cambiado la defensa de los palacios por la lucha contra la central de Fukushima.

También, como los antiguos, perecerán llenos de gloria.

Los trabajadores que luchan contra el desastre en Fukujima saben que van a morir y que, una vez muertos, conocerán el cielo: ahora viven en el infierno, así que cualquier cambio será para mejorar. El ser humano, de vez en cuando, es capaz de exhibir una enorme y maravillosa capacidad de heroísmo que nos hace recordar que, una vez, hubo esperanza para nosotros, pero esa oportunidad se perdió hace tiempo.

Los héroes sirven al amo oscuro, a aquel que no merece ser servido y que usará el ejemplo de los mejores para envilecer su gloria al servicio del dinero. Los héroes de Fukujima serán recordados por los japoneses como modernos Samuráis que se sacrificaron por un pueblo que ha demostrado un comportamiento ejemplar ante la desgracia, pero eso no cambiará nada; el mundo seguirá estando en manos de aquellos a los que el heroísmo no enseña nada.

Los amos de la cosa están en otros temas: saben que hoy no tienen rival, que el mundo se ha rendido y se ha entregado, atado de pies y manos, a su voluntad. Hoy sólo vale una forma de hacer las cosas; sólo cuenta el beneficio a corto plazo, por alto que sea el coste de ese beneficio. La balanza está trucada y ellos siempre pesan más. Que un obsceno porcentaje de la riqueza del mundo esté en manos de un mínimo número de personas o corporaciones nos da idea de que todo el poder se halla en las mismas manos al servicio de los mismos fines: no dan opción.

Mientras tanto, en España, la basura llena los espacios de información y nos salpica a la cara la mediocridad, la miseria y la falta de altura de nuestros personajes públicos, de nuestros medios de comunicación y, en general, de los modelos sociales que algunos intentan implantar en nuestro país.

El PP, confiado hace unos meses en que la economía les llevaría suavemente a la mayoría absoluta, aprieta con el despropósito de reconocer la verdad en las actas levantadas por ETA cuando se estaba negociando. Parece imposible llegar a ese extremo, pero se ya se ha consagrado el desastre y el gobierno debe defenderse de las versiones difundidas por ETA. La repanocha.

Desde hace unos días hablo de cualquier cosa que se me ocurre despreciando los temas políticos y me parece que la cosa seguirá por ese camino largo tiempo; todo el tiempo que este país tarde en elevar sus miras por encima de la basura y la indignidad.