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lunes, 18 de abril de 2011

No renuncio a la maldad

Lo reconozco: soy malo y mi maldad se recrea en la lluvia de Semana Santa.

Casi lo consigue mi amigo José Manuel y por un momento, por unas horas apenas,  la impuesta moral judeo-cristiana asumida desde la niñez parecía imponerse al único rasgo de maldad que anida en mi interior, pero la voluntad se ha impuesto y me entrego a mi propia maldad anual recuperando todo el deleite y ceremonial que la ocasión merece: espero la lluvia de Semana Santa con ansiedad, con emoción contenida y con delectación.
Llega la lluvia a mi maldad como el monzón de las novelas llegaba a la sedienta india de campos resecos y hambruna; llega la lluvia para animarme los telediarios de la Semana Santa con sus lagrimeos y lamentos desgarrados; llega la lluvia y con ella, la suspensión de las procesiones que quedarán formadas y uniformadas en el interior de las iglesias arrulladas por llantos desgarrados de aquellos que soñaban con la pública exhibición de su presencia.
No lo puedo remediar, me encantan esas pruebas de desgarro y de angustia por no poder darse una vuelta procesional por las ciudades; me lo paso bomba y reconozco mi maldad. Este año, tras ser severamente amonestado por mi perversidad, he intentado ser bueno y compadecerme de ese coro de plañideros y lloronas, pero mi cáscara amarga se impone y reclama mi anual fidelidad.
Y lo mejor de todo: este año parece que si, que llueve, que las previsiones van a conseguir que me clave delante de la televisión para consumir con deleite las imágenes de todos los telediarios en los que veré llantos, hipidos, paraguas y lluvia, mucha lluvia. Es posible que tenga pagar por ello, pero juro que esos momentos no tienen precio.

2 comentarios:

  1. Alegrarse del dolor ajeno es ser malo de verdad. Lo siento.
    A mi me gusta muho la lluvia y me iré unos días a ver llover sobre el mar , que también es muy bonito pero siento que alguien sufra, sea por lo que sea.
    ¿ Por qu´no te diviertes jugando a la petanca, por ejemplo ?
    a.m.

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  2. Hay que ser malo a toda costa por ese asunto de Dios. Fijate que si existe el cielo y el infierno y cometiste la tontería de ser bueno, vas a estar acompañado por un montón de boludos durante la eternidad. ¿Tenés idea de lo larga que es la eternidad? ¿Sin un mínimo pecadito, votando al PP y privado de la estimulante lascivia?

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