Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

jueves, 11 de octubre de 2012

Humanismo contra fronteras



El ser humano debería ser la única patria de la humanidad entera.
Si no hemos contado mal, estamos en el año 2012 y eso corresponde al siglo XXI, o mejor dicho, debería corresponder, que la cosa no está clara del todo. Pues bien, la cosa no está clara porque algunos se empeñan en seguir buscando esas absurdas rayas que según la convención internacional, consiguen que el género humano adopte formas  y tipos radicalmente distintos.  Alguien, un día, puso rayas en los mapas según tuviera fuerzas para conseguir que “los otros” permanecieran al otro lado y una vez conseguido, tuvo la habilidad de manipular a sus semejantes para que además de “los otros”, los del otro lado fueran peores además de distintos. Otros, malos y distintos ha sido el compendio de todos los males y el armazón sobre el que se han inmolado millones de muertos, sacralizado guerras absurdas y levantado monumentos a la estupidez humana.
Expresar la rabia y el desánimo de los muchos que abrazamos la entrada en Europa como la culminación de un proceso de racionalidad, convivencia, suma de diferencias y la consecución de un espacio sin fronteras es casi imposible. Ver el empeño de unos y otros reivindicando superioridades aludiendo al manido triunvirato del otros, malos y distintos llega a desesperar y a reforzar la idea de que, básicamente, no tenemos remedio y seguimos dejándonos manipular como verdaderos idiotas.
Europa se ha olvidado de su sueño y se ha dejado traicionar por aquellos que deberían haber conseguido su consolidación y fortaleza, así de sencillo. Los políticos no han querido perder su preminencia local diluyéndose en la casa de todos y han vuelto a levantar barreras, diferencias e influencias. A cambio de ser caciques de aldea, han abandonado la posibilidad de parte de un sueño colectivo que nos engrandecía a todos. Nos han traicionado para ensalzar su ego y eso ha contagiado a todos, grandes y pequeños que ahora, perdido el premio gordo, quieren llevarse la pedrea de mandar en el patio de vecinos.
Una verdadera lástima para el humanismo que animó el sueño de una Europa grande y de todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario