Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

martes, 30 de octubre de 2012

Tormenta y estado

Una tormenta destroza una ciudad: 
Metro de Nueva York
Nueva York vive ahora mismo, mientras escribo esta entradita, unas horas de pesadilla, miedo y devastación. La ciudad, es LA CIUDAD, con mayúsculas y admiración mundial, se ha visto desarbolada por una huracán, el Sandy, que a pesar de ser bajito en la escala, deja ya 17 muertos en los Estados Unidos.
Cuando llegan este tipo de sucesos, es bueno mirar lo que el país más rico de la tierra opone a las fuerzas con las que la naturaleza castiga a la tierra de vez en cuando. Hoy es Nueva York, pero algo extraño pasa en los USA que los desastres naturales hacen más daño, al parecer, que en otras partes del mundo. ¿A que es debido?
Bueno, parecerá una tontería, pero seguimos viendo infraestructuras que en Europa se abandonaron hace años como tendidos aéreos, transformadores que se pueden incendiar fácilmente, detalles que dan idea de que hay demasiadas cosas que pueden fallar en cuanto pinten bastos y de hecho, fallan.
Sin llegar a los extremos del Katrina, lo que si parece claro es que el músculo del estado, la capacidad para poner en marcha recursos que eviten o suavicen las consecuencias,  se nos presenta insuficiente e impropio del poder de esa nación. ¿Cómo es posible? Precisamente porque esa nación no quiere estado, rehúsa  dedicar recursos y subir impuestos para que cuando llegan los tornados, los huracanes, los incendios del verano y las subidas del Misisipi la cosa no sea tan grave como suele ser.
Nueva Orleans sigue sumida en la destrucción pero la pregunta es ¿Qué tormenta tiene que llegar para que los estadounidenses quieran un Estado fuerte que les defienda?

No hay comentarios:

Publicar un comentario