Ana Botella: Además de lerda, bastante cochina

La nueva decoración urbana propuesta por la guarra de Ana Botella.

Que la alcaldesa de Madrid es bastante escasilla de luces, un poco lerda, muy meapilas y absolutamente dañina, lo sabíamos desde hace bastante tiempo, pero desconocíamos una faceta oculta de su nula personalidad: que es bastante guarrilla ella. Por lo menos, la idiotez de hoy así nos lo tira a la cara, que Freud, de vez en cuando, sirve para poder darnos cuenta de las tendencias ocultas que los actos cotidianos nos desvelan y traen a la luz.

¿Y que se le ha ocurrido a nuestra corta regidora? Pues que no hace falta que en Madrid, una de las ciudades más cochinas, sucias, olorosas y contaminadas de España, se retire la basura todos los días. Así, con dos cojones y sin anestesia. Justo cuando aprieta el calor y circular en moto detrás de los camiones de la basura podría considerarse como una prueba de hombría en la tribu más cafre de nuestro universo mundo, a nuestra alcaldesa, que nada de sabe de la fermentación bacteriana ni de la descomposición de la materia orgánica, se le ocurre acumular más mierda a la puerta de nuestras casas.

¿Es que esta lerda no tiene a nadie cerca que le quite las gilipolleces de la cabeza? ¿Es que su estupidez es tan inmensa que le impide hacer caso de sabios consejos y deambular  por la vida con una mordaza puesta? ¿Todavía no se ha dado cuenta de cada vez que habla mete la pata y la caga de la forma más estrepitosa posible?

Mientras su partido nos llena los diarios de esa odiosa marca España, la Botella nos invita a vivir entre la mierda acumulada y disfrutar de la canícula oliendo a basura podrida. Como fomento del turismo cojonudo, oiga usted y para la difusión del cólera, nada mejor, lo que yo le diga.

Delenda est Botella