Chile ha temblado y varios cientos de muertos han pagado un alto precio por vivir en una zona de choque. La tierra, de vez en cuando, nos recuerda que está viva; que su forma cambia y los continentes, esos enormes continentes que parecen quietos, inamovibles y estáticos, se mueven y chocan y arrasan países enteros como si no existieran.
He tenido la suerte, o la desgracia, que nunca se sabe, de pasar un buen temblor en México DF y certifico que la sensación de “no ser nada” es una experiencia única. De pronto, sin avisos previos o señal alguna, lo que todo tu intelecto y toda tu experiencia te certifican como seguro, fiable y estable, deja de serlo. Yo estaba en un edificio que se movía como un árbol, generando un inmediato mareo que no podía controlar de ninguna manera. Hubo suerte y pudimos llegar a la calle tras bajar nueve pisos a oscuras con el suelo bailando bajo nuestros pies.
Cientos, esperemos que no miles, de chilenos no han tenido esa suerte, y hace poco más de un mes, en Haití, otra placa tectónica se llevó por delante a más de doscientos mil seres humanos.
Si echamos un ojo sobre el mapa de las placas tectónicas que forman nuestro palneta, el futuro es espeluznante:
Nos enfrentamos a un enemigo imposible, pues es seguro –seguro, repito – que algún día la enorme fuerza acumulada por la fricción de las placas se liberará en forma de terremotos, subidas de nivel del terreno, fractura de istmos peninsulares y un largo catálogo de posibilidades a cual más siniestra.
El ser humano se niega a asumir que no cuenta; que en el curso de los sucesos del universo no tiene ningún papel, ni siquiera secundario. Somos una enfermedad en la piel de la tierra y, de vez en cuando, la tierra se rasca y se lleva a algunos parásitos por delante. Un día decidirá darse un buen baño de barro y ese día nos vamos a enterar de lo que es un desastre en condiciones.
Por qué leer a Gustavo Bueno en su centenario
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Gustavo Bueno. Fotografía: Moeh Atitar
*© Fernando G. Toledo*
ste 1 de septiembre de 2024 no fue una fecha cualquiera para todo aquel
interesado en las...
pasará lp que tenga que pasar. Como no podemos evitarlo estemos preperados y tratemos de , por lo menos, lamentar la desgracia de los que se han quedado, peor que muertod, sin hogar, sin nada de nada y tienen que sobrevivir en la m.as absoluto de las miserias- REALmenter seremos polvo en el polvo.
ResponderEliminar4 DE mARZO 2010 A.M.