La cúpula del Minismiedo del Interior: Jorge Fernández Díaz, en el atril.
A su derecha Ignacio Cosidó, Ignacio Ulloa y Arsenio Fernandez de la Mesa.
Algo muy grave está pasando en el misterio del interior, ese que comanda el insigne Jorge Fernández Díaz con deseos de meternos a todos en su cintura ortopédica de barrotes y leyes decimonónicas que consideran la resistencia pasiva un acto terrorista, cuando el secretario de Estado de Seguridad, un tal Ignacio Ulloa, (muy del Opus el caballero) se permite la “fascistada” de decirle a Garzón que “su posible agresión podría venir de la ciudadanía” y el otro genio de Valencia habla de chavales de 17 años, ciudadanos del reino, como “del enemigo”.
Estos políticos se están mostrando como lo que son: fascistas vocacionales que piensan que Garzón debería tener un susto merecido por meterse a enredar con Franco y no con Carrillo y Paracuellos; son los mismos que piensan que buscar los restos del abuelo es “provocar” (provocar ¿Qué? ) y que tratan de rescribir el franquismo como una época de intachable legalidad.
Tengo miedo, tengo mucho miedo de que, tras la demolición del modelo de estado que se está produciendo en favor del "no estado empresarial que hace negocio con nosotros", venga la demolición del estado de derecho que nos anuncian estos pioneros de la causa.
Barcelona está tomada, han suspendido el tratado de libre circulación entre los estados de la Comunidad Europea y llevan poco más de tres meses en el machito. Nadie ha cesado al de Valencia, no sabemos que a éste le haya caído la mundial o el cese; su jefazo sigue amenazando con una legislación que, me temo, hará que el famoso fuero de los españoles parezca un cuento de guardería.
Huelen a lo mismo que olían los rancios espadones del XIX, huelen a pronunciamiento; huelen a asco por la democracia y sus reglas; huelen a desprecio hacia aquellos que -con toda la polémica que se quiera – han estado dando la barba contra ETA en defensa del Estado; huelen a uniformes grises y DGT de Sol.
Estos altos cargos del Minismiedo del Interior no dan seguridad, lo que dan un miedo del cagarse, simplemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario