Bienvenido a mi blog.

Por favor, participa, deja tu comentario y marca si te ha gustado o no.
Muchas gracias por tu tiempo y tu atención.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Tocando las Narices

TOCANDO LAS NARICES


(No te engañes: cada día algo, o alguien, te toca las narices y ya es hora de que se enteren.)



DOLOR (24 sept 09)
(Chiste de Forges)

La viñeta de hoy de Forges en El País refleja una situación muy complicada de vivir para un alto porcentaje de españoles. No puedo establecer ese porcentaje de forma exacta, no tengo la arrogancia de políticos y demagogos que se auto atribuyen mayorías inmensas o inmensas minorías, pero somos muchos los que nos acompañamos en el silencio de la vergüenza.
El dibujo, genial como siempre, nos muestra un toro acribillado con toda suerte de aparejos destinados a pinchar, cortar y matar que, próximo a su muerte, piensa que ni el PP ni el PSOE son capaces de legislar sobre el fin de la crueldad con los animales.
La historia pone de manifiesto que cuando las sociedades basan su divertimento en la sangre, algo no funciona. Y cuidado con las argumentaciones sobre el arte, la tradición o la fisiología, que son peligrosas y además, muy poco consistentes. Para los romanos, las luchas de gladiadores tenían todos esos componentes y muchos más, pero desaparecieron. También eran tradicionales las peleas de perros y osos en la Europa medieval y desaparecieron. Las luchas de perros “ayudaban a mejorar las razas” y fueron prohibidas. Recientemente, han pasado al recuerdo y a la clandestinidad las famosas cacerías de zorros de la Gran Bretaña y la polémica no ha sido pequeña. Dentro de unos años, nadie pensará en ello y la actividad se verá de una forma racional adquiriendo su verdadera dimensión: para galopar y disfrutar del placer de montar a caballo por el campo, no hace falta hacerle la puñeta a un pobre zorro.
La España de los toros es una reminiscencia oscura y dañina de lo peor que puede albergar el ser humano: la alegría de infringir daño a un ser vivo. No es más ni menos que eso: para celebrarnos como superiores, como dominadores del cautivo y del inferior, nos recreamos en su angustia, en su inútil lucha por escapar y sobrevivir; en la exageración del instinto primario de adueñarse de un terreno para reproducirse de un pobre animal al que torturamos entre aplausos, flores, trajes y abanicos.
Me aterra esa España cruel, insensible y mostrenca; pero me da más miedo todavía la España culta, racional y anquilosada que, en posesión de medios materiales, justifica toda esa sangre como liturgia ancestral; como sociología inherente a no sé qué genética puramente española que incluso tiene la osadía de negarle el dolor al animal, pues sabe que, si admitiera ese dolor, tendría que admitir, también, su absurdo, su crueldad y su bajeza moral.
Me encantaría que, en nuestra declaración de la renta pudiéramos vetar la adjudicación de un solo euro de nuestros impuestos a cualquier festejo (analizar la palabrita, por favor) taurino. Por lo menos eso: con mi dinero, jamás. Es lo mínimo.



LA RELIGIÓN, DIOS y LOS CONDONES (25 sep 09)
(El parlamento rechaza la moción de reprobar al Papa)
Esta vez la cosa se pone espesa. Mezclar religión, Dios y condones; al parlamento español, al belga y a los obispos parece imposible, pero gracias a las preclaras palabras del Papa Benito XVI la Iglesia lo ha conseguido. Analicemos el logro.
En primer lugar, ya está bien de confundir la libertad religiosa con la sacralización de la mentira. Cada uno es libre de adorar a quien le dé la gana, pero esa libertad no le autoriza a negar lo que de ciertos tienen los planteamientos de la ciencia médica. Por fortuna, los científicos se limitan a decir que “a la luz de los actuales conocimientos, lo más seguro es que esto sea cierto”, sin negar, en ningún momento, otras posibilidades o cambios de criterio en función de nuevos descubrimientos. Así pues, la comunidad científica internacional está segura de que el uso del condón evita, en gran parte, el contagio del SIDA. Bueno, pues para el Papa esto no sólo no es verdad, sino que agrava el problema y fomenta el contagio.
Algunos dirán que interpretado según la doctrina de la Iglesia como se explica en no sé qué encíclica, de no sé qué Papa, en no sé qué Siglo, lo que el abuelo ha querido decir es todo lo contrario de lo que ha dicho. En román paladino: lo que ha hecho el Papa es dar la razón a todos esos animales de bellota que, hablando sin tapujos, quieren follar sin condón; a todos esos que piensan que eso de las gomas es de mariquitas; ha consagrado las prácticas de todos esos pueblos sumidos en la incultura y el atraso a los que tan complicado es cambiarles el paso y los hábitos sexuales. Y lo ha dicho en el lenguaje que ellos entienden, no en el que entienden los doctos príncipes de la iglesia.
El Papa podrá decir que, bajo la doctrina de la Iglesia, sólo hay que hacer el amor para tener hijos; que en su club no entran los promiscuos; que si has tenido la mala suerte de contagiarte del SIDA en una transfusión y estás casado, la cagaste: no haces el amor el resto de tu vida o contagias a tu pareja que, muy cristianamente, aceptará compartir contigo la carga de la enfermedad. Puede decir todo eso y mucho más, pero no puede, bajo ningún concepto, decir que el condón aumenta el riesgo de contraer el SIDA. Eso es mentira, es peligroso, es dañino y aumenta, directamente y bajo su responsabilidad, el número de muertos y enfermos. Simple y llanamente, es así; es una conducta “cuasi delictiva” y el cuasi viene de la falta de ordenación jurídica, no de la falta de convencimiento moral sobre la autoría del delito, que es completa.
Todavía, y ya son demasiados siglos, estamos sometidos a esa forma insidiosa de argumentación: desde la religión se puede decir todo y todo vale, pues está amparada por el derecho individual a creer en lo que se quiera sin dar explicaciones. Bueno, pues no. Se ha terminado y debe quedar claro, para todos, que eso no es así. La religión no está por encima de las normas sociales organizadas en los parlamentos y en el código penal. Un obispo que no denuncia a un pedófilo conocido bajo confesión es un encubridor y debe tener que hacer frente a un juicio; un religioso que dice que una transfusión es mala y gracias a eso, los niños de su congregación mueren, debe tener que afrontar su responsabilidad junto con los padres que deniegan el derecho de auxilio. Un religioso que impide que los niños conozcan la teoría de la evolución y sólo expone el creacionismo, es culpable de mentir como un bellaco (lamentablemente, este delito no está tipificado en el código) y de llenar de basura la mente de los niños.
La religión no puede ir en contra de la ciencia, de la verdad y del sentido común. La religión, perversión de ámbito privado, debe quedar restringida a ese ámbito y sería hora de que los que lo practican fueran tan circunspectos en cuanto a su difusión como lo son los que se dedican a medio asfixiarse con bolsas de plástico o introducirse por el ano objetos que nunca fueron creados o diseñados para tal fin.

CORRUPCIÓN (26 sept 09)
Informe sobre financiación ilegal del PP

Me imagino que no será la última vez que este tema aparezca en el cuaderno. Lamentablemente, me temo que serán muchas. Antes de seguir: el problema de la corrupción es de todos, no del PP o del PSOE, es un cáncer que nos mata lentamente y del que hay que escapar cuanto antes.
Si alguien lo duda, soy rojo, muy rojo, pero no me produce ninguna satisfacción que sea el PP el que ahora tenga problemas. Los problemas de corrupción son problemas sociales, no particulares o parciales. Una sociedad corrupta es una sociedad que se deshace; una sociedad que va perdiendo fluidos vitales hasta llegar a la inanición. España es y ha sido una nación corrupta, con una burocracia que tiende a la molicie y al derroche de medios sin tener en cuenta principios muy sanos que nos enseñan otros países. De acuerdo, son europeos, calvinistas o raritos, pero hay que copiarles.
A Olof Palme se lo llevaron por delante saliendo del Metro, y sería muy sano que altos cargos de la administración se bajaran de los coches oficiales, celebraran comidas de trabajo con sándwiches de Rodilla o bocatas del bar de abajo. La contra argumentación del chocolate del loro no me sirve, pues lo que busco con estas anécdotas es ejemplo. Si el jefón se corta, los de abajo se afeitan, de forma que lo que hemos cambiado es el hábito, la costumbre y la cultura. La cosa debería funcionar.
Otro punto a tener muy en cuenta es la forma de financiar los partidos. No hay pasta para tanta estructura, para tanta campaña electoral, para tanta fundación y para tanto quieto que no quiere ser parado. España no necesita tanto aparato y si lo necesita, desde luego es para hacer las cosas bien. Soy uno de esos raros ejemplares que no es contrario a pagar impuestos, pero que cortaría cabezas ante la mala administración de los mismos. Cuando se administran bienes ajenos, y la pasta de los impuestos debe entenderse como tal, hay que ser especialmente “mirado”. Ni un euro en nada que no rinda, regrese a la sociedad o mejore al individuo.
He tenido la suficiente experiencia en países corruptos como para saber lo que significa vivir en el lado oscuro de la fuerza: el desastre. Miremos a México, a Colombia, a Venezuela, a la eternamente en crisis Argentina. ¿Hay que seguir?
No, no hay que seguir: hay que matar, hay que cortar por lo sano y dejarse de tonterías. Forges nos decía hace tres días que no se ponen de acuerdo para acabar con el dolor de los animales. Bueno, pues NECESITAMOS matar la hidra de la corrupción. No pretendo hacer buena la utopía anarquista de hombres justos que hacen una sociedad justa, pero si nuestros políticos no son capaces de darse cuenta de que cada caso de corrupción en la casa del vecino es un ladrillo menos en su propio edificio, vamos mal, rematadamente mal.
El PSOE tuvo su Filesa y su posterior némesis y el PP se alegró de ese desastre que nos afectaba a todos. Espero que nadie del PSOE esté frotándose ahora las manos, porque sería de una irresponsabilidad enorme; pues eso es dar munición a esos fascistas emboscados que bombardean constantemente con el mensaje de “todos los partidos son iguales; eso de la democracia no funciona, no tenemos remedio”.
Ojo señores, que la paja en el ojo ajeno no es paja: es una enfermedad contagiosa que nos mata a todos. ¿Entendido?

La tecnología y lo necesario
Los móviles de cuarta generación (4G) ya están en camino
27 sep. 09
Hay noticias, destellos o titulares que nos asaltan desde un rinconcito, desde una esquina de los medios como si los directores no quisieran llamar mucho la atención sobre ellas. Tomo ese titular como ejemplo del ritmo de avance de la tecnología con la que convivimos y hoy y conviviremos mañana.
Son muchas las cosas que nos acompañan en silencio; como si o estuvieran, olvidadas y desde luego, en muchas ocasiones, desconocidas, pero imprescindibles. Creo que nunca, en la historia de la humanidad, hemos necesitado tanto para iniciar un día normal. La dependencia es altísima, y acorde con la necesidad, la vulnerabilidad.
Pensemos en nuestra propia vida: posiblemente nos haya despertado un teléfono móvil con prestaciones impensables hace 10años. Nos hemos duchado y el grifo ha controlado perfectamente la temperatura del agua, calentada y transportada gracias a enormes cantidades de tecnología y de energía. Si es invierno, la calefacción evitará los sabañones y las carreras, tranquilos. ¿Desayunamos? Mejor no pensar en todo lo que interviene: no acabaríamos nunca, de verdad.
Si tenemos que ir al trabajo, es muy posible que vayamos en un coche que consideramos modesto, pero que lleva más procesadores y más tecnología que la que se usó para llevar e hombre a la luna. Circulamos por carreteras controladas por enormes sistemas de computación que regulan semáforos, sentido de circulación y muchas otras cosas. En la oficina, entorno tecnológico por excelencia, todo pasa por encima y por debajo sin que nos demos cuenta, ignorados justo hasta el momento en que algo falla. Entonces rozamos la clarividencia y nos damos cuenta de lo frágil que es el sistema, de lo imposible de alcanzar los mínimos sin la tecnología.
Vale, ya hemos aterrizado en la idea y lo conocemos, pero: ¿Qué se puede hacer? Me temo que poca cosa; que hemos traspasado el punto de no retorno. El experimento Walden de Toreau es más imposible y más utópico que nunca. Y lo es por muchas razones, pero la fundamental es que nadie quiere hacerlo de otra forma; que los que no lo tienen, lo desean por encima de todo y que el motor de todo, la gasolina y el impulso de todo se basa en seguir corriendo hacia adelante.
Un parón no significaría mantener o matizar lo que ahora existe. Un parón es la muerte, el colapso, la ruina completa. Nuestro mundo ha optado por una vida basada en el “avance”, que no es más que seguir una dirección determinada a la que denominamos así manejando un sentido positivo y muy físico. (Es parecido a eso de colocar la bola del mundo con el primer mundo ”arriba” , como si el universo tuviera arriba y abajo).Nadie puede cuestionarlo, nadie se para y se baja, nadie puede oponerse, porque la idea contraria es impensable. Otra cosa es el papel que el ser humano se reserva para sí mismo en ese ambiente creado por y para la especie, pero no para el individuo.
CENSURA
CHAVEZ PROHIBE PADRE DE FAMILA EN VENEZUELA 28 09
La censura es una tentación que nace de la soberbia y del exceso de fortaleza de los gobiernos. Cuando el sistema democrático funciona, la censura desaparece sin dejar huella, pero cuando la democracia no chuta, la censura retorna para imponer su control. Tiene esto algo que ver con la famosa foto de las hijas del Presidente. Por supuesto que no. El comentario de hoy viene determinado por la censura de una serie de televisión en Venezuela, algo que, si no fuera por cómo es lo que nos llega de ese país, sería para tomar a risa.
El problema de fondo es que cualquier censura debe tomarse muy muy en serio y sin ningún ánimo de broma. La censura es un atentado contra el pensamiento, contra la libertad de elección; la censura es el instrumento de los gobiernos para matar conciencias, para crear borregos, para asesinar al individuo en cuanto ser pensante. La censura es una lacra que la humanidad debe sacudirse de encima para consagrarse.
A lo largo de la historia la censura ha permanecido con nosotros, pues desde un punto de vista global, nunca, como género humano, hemos estado libre de ella. Bien en forma de tabúes religiosos o bien como forma de opresión política, nos acompaña como nos acompañan las ratas, las pulgas y otras plagas parásitas.
La censura no aporta nada y siempre, siempre, se vuelve contra su amo. Como la sentencia bíblica de retornar ciento por uno, cada golpe dado en su nombre, ha regresado al emisor derribando regímenes, hombres y desterrando ideas. Con una excepción: la religión. Las burradas de las diferentes iglesias contra el pensamiento han podido producir guerras y cismas, enfrentamientos y otros males, pero jamás la humanidad se ha vuelto contra el censuran religioso para darle de verdad en la cara. Vale, ha habido pequeños conatos, pero comparado con lo que ha sucedido en los países del Este, en la antigua Unión Soviética o en otros regímenes de la península asiática, las agresiones dirigidas contra cualquiera de las iglesias occidentales o contra las diferentes sectas coránicas, son juegos de guardería. Se han dado entre ellos, pero raramente la sociedad, en su conjunto, ha quemado Biblias, Coranes o Manifiestos religiosos. Se han pegado entre católicos y protestantes o entre chiíes y suníes, pero poco más. Incluso en las peores épocas de Stalin, la Iglesia Ortodoxa conservaba un poco de vida. Como dice el chiste, jodida, pero respiraba.
En la actualidad son muchos los gobiernos censurantes y muy pocos, en comparación, los que no ejercen esa perversión y sin embargo, la historia nos enseña que el pensamiento humano salta barreras, evoluciona, crece y se eleva por encima de los gobiernos siempre, afortunadamente. No entiendo la razón que puede impulsar a un gobernante a ese error, pero el caso es que les encanta no ven la posibilidad de hacerse grandes gracias a un pueblo culto, educado, de creencias libres, fundadas, libres y, por supuesto, diversas. Es que si fueran todas iguales, la cosa no tendría gracia.

29: MONTAJE DE LOS CORREOS DE FERCA
Sin comentarios



30 SEPT COMENTARIOS DE ANTONIO BUGOS
Qué ofensa para el arte gótico, llamar góticos a estos adefesios con botas y muñequeras! Por el volumen de su bulto, parecen románicas
La relación de los padres con los hijos, en cuanto que ordenada jerárquicamente, viene muy determinada, en el caso de los políticos, por la violencia con que la parte pública de la actividad paterna irrumpe en la vida familiar.
Es un tema que nunca me ha interesad en cuanto a nombres concretos, pero si en cuanto a la búsqueda de los elementos estructurales que definen esa relación y en las repercusiones que puede tener en la formación de os hijos y en su vida futura. Son muy pocos los casos en la historia en los que los hijos de famosos igualan o superan las gestas de los padres: Alejandro, Aníbal, Pompeyo Magno y… excepciones aisladas. Al contrario, son muchos los hijos que se quedan lejos de las expectativas que sus padres dibujaron para ellos.
La virulencia de la actual presión sobre la vida familiar de “los famosos” es espectacular y la defensa de la su intimidad, muy complicada. En estos días se ha hablado mucho de las hijas del presidente del gobierno y de la famosa foto, y se ha hablado, por cierto, con un mal gusto y una zafiedad indignantes, así que ni una letra más, pero si especular con un par de ideas.
¿Hasta qué punto los hijos son conscientes de que su actividad influye en la actividad de sus padres? ¿Es justo que el trabajo de los padres esté tan íntimamente relacionado con la vida de los hijos?
A la primera pregunta me atrevo a contestar diciendo que con una edad “medio madura” los pactos de familia deben tender a encontrar territorios neutrales o “de colaboración”. Parece muy sano que los padres respeten territorios de libertad cuando los movimientos de los hijos son ajenos a la actividad familiar, de la misma forma que parece sensato que los hijos comprendan que, en las pocas y contadas ocasiones en las que se requiere la presencia colectiva de la familia en el curso de una actividad pública, las actitudes y las escenificaciones tiendan hacia la normalidad y el silencio.
A la segunda pregunta, más complicada de contestar, se puede responder diciendo que siempre, siempre, la actividad de los padres determina, en un gran porcentaje, la vida de los hijos, aunque siempre en un territorio íntimo. Lo que es 100% injusto es que, en la misma medida que tu adre o madre se convierta en un personaje público, tu vida se vea condicionada de forma directamente proporcional.
Imaginemos que el hijo de un presidente de gobierno se declara homosexual y su padre es de derechas. Lo que ya de por sí es un conflicto familiar en un alto porcentaje de hogares, se acaba de convertir en un problema en la comunicación del partido, una fuente de tensión añadida en el hogar etc.
Si siempre hay que evitar presionar a nuestros hijos para que sean ellos los que resuelvan nuestras frustraciones, en estos casos hay que ser especialmente cuidadosos, pues el peso de la gloria y de la púrpura que portan los padres puede aplastar el crecimiento de sus propias vidas.


1 DE OCT Madrid olímpico
Mañana es el gran día, el final del camino, la amenaza de la decepción para muchos. Creo sinceramente que la delegación española sabe que la designación sería poco menos que un milagro, que lo normal es volverse de vacío y con la pereza enorme de tener que aguantar el chaparrón.
Madrid no es una ciudad deportiva. Su alcalde puede haber enarbolado esa bandera porque le venía muy bien para convertirse en poco menos que un faraón enfebrecido por las obras; le venía bien para justificar la necesaria revolución urbanística (a años luz de lo que se necesita) y se metía de lleno en la carrera del poder. Pero lo ha hecho sobre una sociedad, sobre un tejido urbano que no es deportivo.
La ciudad aspira al todo, a la gloria, pero olvida a la base: Madrid no está en el calendario de grandes mítines de atletismo, no ha organizado la gran revolución en categorías inferiores con competiciones regladas y planificadas.
Soy de los pocos que no cree que Madrid se merezca los Juegos y es más; no quiero ni pensar lo que hay que hacer con los miembros del CIO para que voten a Madrid. Ese senado de jetas se me aparece como la encarnación de la Cosa Nostra pero en serio, sin tonterías, de mayores. Siempre cuento lo mismo: Joao Avelange, carismático vividor, caradura, inmarcesible jeta, ha tenido el valor de cambiar de chollo porque la FIFA, manda narices, era peor que el CIO. Imagine el amable lector el alcance de las regalías que les ponen a su disposición las ciudades candidatas con los impuestos de los contribuyentes.
Juegos no, gracias y por favor, no nos den la murga con las explicaciones, con el cuento de que era la mejor presentación, la más completa, la más acabada, que volveremos con renovados ánimos para los juegos de 2020 y todos los consabidos topicazos. Si tienen que volver, que vuelvan; si tienen que trabajar que trabajen, pero que lo hagan calladitos y en silencio hasta la víspera de la fecha de la próxima designación, momento en el que retomaremos la maravillosa costumbre hispana de rechazar la incomprensión del extranjero. No nos entienden, no tienen ni idea, como en Madrid, en ningún sitio….

2 de Octubre MALA BABA
Libertad digital y El Mundo con Gallardón
La mala idea de la gente es algo habitual, pero cuando la mala baba se junta con la ruindad, con la cobardía y con el oportunismo, el resultado es la consagración de lo que en los conflictos bélicos se conoce como “emboscados”. Son aquellos que no se oponen, que callan e incluso se muestran tímidamente favorables, los que se doblan ante los vientos y corrientes dominantes camuflados con la mayoría. Si revisas su historia, nunca encontrarás una declaración manifiesta de apoyo, pero tampoco la encontrarás de decidida oposición. Es una postura calculadamente ambigua que les da acceso al bando de los vencedores una vez decidido todo.
Que se aseguren pertenecer a los vencedores es humano, pero que utilicen ese acceso para enconarse con el vencido como si hubieran sido ellos los que permitieron la victoria con su sacrificio, valor y enconada resistencia, es para matarlos.
A Galardón le están tirando con todo para celebrar su derrota. A Gallardón le están creciendo los enanos de la envidia y del resentimiento, de todos los que tuvieron que callarse y han estado años acumulando odio hacia él. No creo que nadie me pueda catalogar entre los partidarios del alcalde, pero lo que le están haciendo me parece indigno, ruin y miserable.
La derecha, TODA la derecha se ha alineado con el proyecto del Madrid Olímpico, toda. Toda la prensa se ha callado y sólo unos pocos, de forma aislada ya título individual, han cuestionado el ritmo del gasto o la cadencia de las obras, pero nadie salía a la palestra para decir que Gallardón lo estaba haciendo mal en alguno de los puntos decisivos del trabajo.
¿Alguno de estos babosos sabe la clave en la que basar la estrategia de la elección? ¿Alguno de estos genios sabe cómo mover voluntades en el comité olímpico? ¿Alguno ha cuestionado la idea básica de la preparación de la candidatura o de cualquiera de los puntos importantes? Como siempre, toreamos de salón y desde la barrera.
Los genios carpetovetónicos pontifican sobre el cadáver al grito de “se hizo mal esto o aquello, estas pastillas no eran las buenas y cosas similares”. Son miserables y oportunistas.
Me parece, sinceramente, que el trabajo se ha hecho y se ha hecho bien, que no hay nada que objetar y que la única objeción es la adecuación del momento elegido, muy complicado desde siempre: era forzar demasiado y se ha roto. Nunca me ha parecido bien el proyecto, nunca me ha gustado y lo he razonado, pero creo que, una vez mordida la presa, la cacería ha sido buena, bien estructurada, muy bien organizada y muy muy trabajada. Chapeau para todos los que se han dejado las pestañas en una idea que fue avalada por los madrileños que votaron a Gallardón y su sueño olímpico. Señores, eso es democracia y hay que ser consecuente.

7 de octubre de 2009 'no son cargos del PP', sino 'personas privadas'
ASCO
Lo que se está conociendo estos días sobre el famoso sumario del caso, es vergonzoso. Reitero que me es igual que sea PP o PSOE, es una lacra nacional, un desdoro para los ciudadanos y todos, del primero al último de los siquiera nombrados, deben desfilar con el carnet de identidad en la boca.
La política es una escenificación global en la que los gestos, como en los ballets y coreografías, lo son todo, pues son los gestos los que hacen el cuadro. ¿Qué esperamos los ciudadanos? Pues que arrasen, ni más, ni menos. Queremos sangre: desde Port Bou al Guadiana y del Miño al Bidasoa; de uno y otro partido, en toda la administración pública, Estatal, Autonómica o Municipal. Y que conste; aunque sea injusto, en este caso me sirve el “por si acaso” o el “pasaba por allí”. Los muertos por fuego amigo existen y si en estos días tenemos muertos por nuestros propios disparos, mala suerte, pero los que queden vivos deben ser seres cuasi virginales. Ni un minuto de retraso, por favor.
Y dicho esto, también es asqueroso el hecho de que Rajoy esté encantado de haberse conocido y de que el PSOE esté por debajo en intención de voto. ¿Se puede ser más cutre, casposo y miserable? Si venzo por desgaste y agotamiento, si cojo el testigo a la baja, me vale. No hace falta que yo proponga, enamore, dinamice la sociedad y genere ilusión colectiva; nada de eso: que el contrario se muera de viejo, que resistir es vencer. Todos los gobiernos se agotan; todas las caras cansan; todos los amores envejecen, así que hay que colocarse en el portal y ver pasar el cadáver del enemigo.
No puede haber una interpretación más ruin de la cosa pública, nada más casposo que lo que este ¿líder? Lleva días manifestando. Menos mal que Fraga todavía dice las cosas claras y ya ha evaluado los resultados: una castaña, ni más ni menos.
Y en el otro lado, el genio de zapatero, que no sólo se ha cargado todo lo que de inteligente había en su gobierno sino que nos lleva a todos como pollos sin cabeza corriendo hacia cualquier lado, tenga sentido o no. Pues esto es lo que hay, y nosotros con estos pelos.
Hoy estoy bastante cabreado, bastante mal, todo hay que decirlo. Me da mucha pena que una sociedad con tanto potencial, con tanto recorrido y “tan bien mandada” se vea sometida a estos atropellos y a estos insultos, que lo que hacen con su estulticia es insultar la inteligencia de los ciudadanos.
8 DE OCTUBRE
AMAZON Y EL KINDLE CON EL PAÍS
Información recibida. El Software del Dispositivo proporcionará a Amazon datos sobre su
Dispositivo y su interacción con el Servicio (como la memoria disponible, el tiempo en
funcionamiento, los archivos de registro y la intensidad de la señal) así como información
relacionada con el contenido de su Dispositivo y el uso que realiza del mismo (como la
marcación automática de la última página que se ha leído de un libro o la eliminación de
contenido del Dispositivo). Las anotaciones, los marcadores, las notas, los elementos que se
resalten o cualquier tipo de señalización similar que efectúe en su Dispositivo así como
cualquier otra información que suministre podrán almacenarse en servidores de EE.UU. La
información que recibamos queda sujeta a la política de privacidad de Amazon.com.

Con perdón, manda cojones: no es que sea el Gran Hermano, es que es un chivato asqueroso, acusica y miserable. Estos de Amazon guardan TUS PROPIAS NOTAS en servidores de EEUU. En otras palabras, el usuario está leyendo un librito, del estilo del Espejismo de Dios y anotando pensamiento a todas luces inadecuados, y esas notas se archivan en la carpeta del correspondiente servidor bajo el epígrafe ATEOS CONFESOS, CIUDADANOS POCO FIABLES o simplemente, ROJOS PELIGROSOS. Lo que podría pasar si las anotaciones se hacen sobre un Corán mejor ni imaginarlo, claro, que todos sabemos hacia qué lado queda Guantánamo. Si quieres, también podemos imaginar jocosos comentarios sobre aficiones más o menos inconfesables; seguimiento del pensamiento político más o menos correcto, plagio de avances de investigación, ideas geniales etc.
Imaginemos que yo estoy buscando información técnica para un proyecto y que, como suele ser habitual, de repente, me viene una idea genial: la anoto en el aparato que estoy usando mientras leo en un parque y me quedo tan tranquilo. Pues bien, los jetas de Amazon me dicen que esas notas con mi idea genial se pueden almacenar en un servidor de los Estados Unidos a disposición de no sé quién, bajo no se sabe bien que protecciones o desprotecciones del derecho de propiedad intelectual y sometido a no sé qué controles.
Lo malo de todo esto, que es mucho, no es que estos lo intenten, lo escriban y se queden más anchos que largos; lo malo es que la gente no les queme el chiringuito y les introduzca el susodicho aparato exactamente allí donde jamás alumbra el sol.
Este contrato, aceptado por los miles de usuarios del Kindle, lleva años vigente, ha sido aceptado por todos los miles de compradores que en el mundo han sido y yo, que llevo ya unas cuantas semanas leyendo y metiéndome entre pecho y espalda todas las noticias que aparecen al respecto, me acabo de enterar de esa clausula porque me he tomado la molestia de leerme el PDF con las condiciones de uso.
Por favor, si esta sociedad está viva, si aún piensa un poco, si no hemos caído en el más absoluto marasmo anímico e intelectual, hagamos algo y hagámoslo ¡ya!, que no pase un día. ¿Proposiciones? Muchas:
1º.- Mandar esta carta a TODOS los diarios digitales
2º.- A todos nuestros contactos de mail
3º.- Mandemos el PDF (http://s3.amazonaws.com/kindle/Important%20Information%20-%20Spanish.pdf ) al defensor del pueblo para que tome medidas preventivas.
4º.- Mandemos el párrafo a la OCU y a cuantas asociaciones del estilo conozcamos
5º.- Haz cualquier cosa que se te ocurra, por favor, pero eso no puede pasar inadvertido.
Gracias

Radio Califata Buenos Aires
Radio en el patio del loquero 10 DE OCTUBRE
Los pacientes del hospital Josete Gorda se organizan alrededor de una voz libre que trasciende sus muros y sus miedos. Radio Califata pregunta y afirma, contesta respuestas que nadie ha hecho, pero se hace notar para recordarnos que nuestra mente es un misterio.
Estamos tan acostumbrados a ajustar nuestra vida a la realidad que no entendemos que nuestros sentidos pueden organizar otra realidad y que la mente es capaz de crear un mundo a su medida para ser capaz de sobrevivir. Quizás es la consagración de la adaptación darwiniana: crear un mundo en el que soy el mejor, el único, el macho dominante y si la realidad es otra, la niego.
Uno de los pacientes afirma que “las instituciones psiquiátricas son mucho peores que la enfermedad mental per se”. Cuando imaginamos el miedo, el horror del que ve su realidad inventada sometida a las rejas, a las camisas de fuerza y a las medicaciones descerebrantes, animalizantes, podremos imaginar lo que viven estos seres humanos que ven cómo les niegan la esencia de su humanidad: la libertad de pensar, porque su pensamiento es equivocado, es otro, es mentira. Es lo peor, pues lo que les niegan es su propia creación, es el mundo perfecto en el que nada se escapa de su control. Ver de qué forma ese mundo se desmorona debe ser una tortura diaria.
Contaba Vallejo Nájera de un paciente con delirios de grandeza que, en pleno enfrentamiento con la dirección, al ser sorprendido defecando en un pasillo, sentado tranquilo en el orinal, espetó al director represivo “Sentado donde estoy sentado, no llega Vd. A la altura de mi desdén”. Si esa realidad no existe, que baje dios y lo vea, pues es complicado encontrar más seguridad, mas plenitud y mas coherencia en el mundo real de la salud mental.
La conciencia de la propia enfermedad es extraña, y sin embargo, algunos la tienen. Cuando la tienen y la manifiestan, la extrañeza es tuya, es la pregunta constante sobre la realidad, sobre la naturaleza del pensamiento, sobre el misterio de la razón y de su potencial, en lo que ha supuesto de cambio radical en la evolución animal; en la organización de un reino supeditado al pensamiento. Al cerebro hemos sacrificado todo: nuestra anatomía, nuestro nacimiento prematuro para instalarnos en una niñez longeva y antinatural; un gasto energético desmedido regalado al proceso físico de la actividad cerebral. Lo hemos puesto todo al servicio de las elaboraciones mentales y ese sacrificio nos ha hecho humanos, nos ha permitido dominar el medio y ser conscientes de nuestra existencia; nos ha consagrado como especie. Cuando vemos que ese edificio se desmorona, cuando la construcción mental se desorienta y equivoca las conclusiones, nos enfrentamos al fracaso de nuestra propia especie y de la razón de ser de su existencia.
La locura nos enfrenta a nuestro fracaso más temido, el fracaso del hombre y de su naturaleza. Nos enfrentamos al miedo de nuestra destrucción.

EL BUDISMO Y LA VEJEZ
Paseando con los perros 11 de Octubre
Siddhartha era sabio y entendió que la base de la felicidad completa, el nirvana espiritual en el que nada logra turbarnos ni alterar la calma de nuestra comprensión del universo, se basa en la ausencia de deseo. El que nada desea nada necesita, nada le ata ni le condiciona. Si no deseas, no tienes ataduras con el mundo. La pobreza nos altera porque deseamos evitarla, bien para nosotros o bien para los demás, pero nos obliga a movernos para hacer, deseamos “hacer”. Esa necesidad de hacer es motivada y generada por el deseo de alterar el curso de los acontecimientos; nos implicamos, nos “alteramos”, perdemos el equilibrio de la inacción, de la falta de voluntad de cambiar.
Yo creo que el Buda entendió el mensaje que la vida encierra en la vejez. La vejez nos prepara para la nada, para nuestro verdadero destino. Las religiones se oponen a esa verdad, a esa realidad de la que nadie vuelve para darnos la noticia de que hay algo y de que ese algo es así. No, la verdad se esconde en la vejez. Al final de la vida, cuando la nada se acerca, la vida nos enseña a convivir con la nada. No hay acción porque nuestro cuerpo no es capaz de accionarse; no hay pensamiento porque nuestro cerebro se ha despedido; no hay espiritualidad porque nuestro cuerpo se ha refugiado en la más pura animalidad; en la subsistencia que nos iguala al mejillón: la mera transformación de la materia en mínima energía. No hay verdad más completa que esa vejez desvalida e inconsciente; esa vejez que encierra la inmensidad de la nada, del no tiempo y del no espacio que aguarda tras la puerta que se abre al final de todo.
No sé si esto es mejor o peor que otras cosas y otras alternativas, pero si me preguntan estoy más cerca de entender que la vida eterna es más maldición que otra cosa. Al ¿Perros, queréis vivir eternamente? Yo contesto, sin dudar, que no, que ni de coña. La vida eterna, si no me dan más datos, me aterroriza mucho más que la nada. Primero: estoy hasta el gorro de convivir conmigo mismo y mis miserias. Segundo: Seguir con la misma historia, me parece aburrido. Tercero: La contemplación mística de Dios y la inacción completa, pinta aburridillo. Como diría un amigo, es que yo soy más de follar, pero bueno. Pasarme eones enteros contemplando a un fulano… pues eso, que no es que me motive especialmente. Si me dieran a elegir, si hay algo que me apetece bastante, pero no con la categoría de eternamente, que siempre se me antoja excesiva, me apetece al comprensión completa. Conocer y ser consciente de los grandes misterios de la física, de nuestra razón de ser (si es que la hay, y, si no la hay y somos, como creo, otros bichos pelín más listos, ser consciente de esa verdad), saber, pero SABER con mayúsculas y por un espacio de tiempo no muy largo para luego desvanecerme sin demasiados agobios, me parece un buen destino ara el ser humano.
La otra alternativa, la que de verdad sería chula, se basa en la capacidad de elección completa: quiero que el futuro sea así, que yo pueda hacer esto, que mi vida sea así. Ya que nos hemos chupado un periodo de aprendizaje en esta vida, que por lo menos nos sirviera para hacer una segunda versión completamente satisfactoria y sin los errores derivados de la novatada, que por cierto: como novatada se hace larga, joder.
EL CHIP PRODIGIOSO
NOCHE 12 OCTUBRE
Como siempre, vaya por delante la declaración de principios para evitar confusiones: hombres y mujeres son capaces de hacer las mismas cosas obviedad que no significa ni que sean iguales, ni que la realización de esas cosas o tareas les signifique el mismo esfuerzo. La diferencia, en contra de lo que se ha venido dando por sentado, no implica jerarquía o valoración; no implica cualificación, simplemente la existencia de rasgos, tendencias, inclinaciones y conductas especializadas que se han ido asentando a lo largo de millones de años de evolución. Pretender que desde ya somos iguales, es absurdo. Afirmar que un sexo es superior a otro, es perverso, pues esconde un deseo de dominación infame.
Mi postura, que no es muy popular, es que simplemente somos distintos porque el proceso evolutivo nos ha llevado por ese camino, sin más intención o deseo del de configurar un núcleo de reproducción estable que garantizara la viabilidad de la especie. La evolución, tal y como yo la entiendo, no se restringe a la herencia de características físicas o rasgos ventajosos; también se extiende a la consolidación de patrones conductuales que favorecen a la especie en su conjunto.
Desde ese punto de vista, el individuo deja de contar para subordinarse a la especie, algo que para el ser humano es bastante complicadillo de aceptar. Es en ese plano cuando la diferenciación sexual deja de tener sentido individual para convertirse en una herramienta de defensa colectiva. A nadie se le escapa que la naturaleza es femenina; entendiendo por ”femenino” el rasgo que permite la reproducción. Los individuos tienden a dejar rastro, a reproducirse, a perpetuar su dotación genética en los individuos de la siguiente generación. Pues bien, la tendencia natural es concentrar esa capacidad en las hembras, dejando para el macho un doble papel: el primero, el de suministrador de esperma, el segundo, el de conservar el territorio en el que el núcleo de reproducción (constituido por hembras y crías) puede asentarse y crecer. Vamos, que cuando la naturaleza necesitó un idiota para partirse la cara con los leones, se inventó al macho.
El macho es una invención cara; un especialista que consume muchos recursos, dura poco y es constante fuente de problemas en el seno del núcleo reproductivo. Andan siempre queriendo ser jefes y mandar mucho; copular todo lo que pueden y les dejan y llevan al grupo a constantes peleas con los vecinos, pero es que quieren ampliar territorio. Los chimpancés patrullan los límites a la espera de poder hacer trozos a los machos del territorio de al lado. Ni siquiera en esto el hombre es original.
¿Y qué pasa con las hembras humanas? Pues que son la leche. Hace años que digo que el futuro es mujer, pero es que cada vez estoy más convencido de que la humanidad necesita que el hombre se haga a un lado y deje que las mujeres pongan orden.
En primer lugar, la mujer, heredera conductual de la sabiduría de las hembras de clan, entiende el poder con perspectiva temporal; sabe apostar por los más prometedores, por los que algún día dominarán. Percibe las corrientes y entiende el grupo como un conjunto dinámico en el que el individuo se desplaza, mientras que el hombre entiende el grupo como algo estático que no debe cambiar mientras él ostente el poder. Si no lo ostenta, hay que dinamitarlo y hacerlo pedazos hasta que yo mismo, ejerciendo el poder conquistado a la fuerza, lo recomponga para dejarlo quieto para siempre.
Además de habilidad social para convivir con las tendencias de grupo y anticiparlas, la mujer es capaz de casi todo: en contra del estereotipo, los núcleos de cazadores reproductores dependen, al 90%, de la recolección llevada a cabo por las mujeres, mientras que os grandes machos cazadores, el “sustento de la tribu” apenas aportan el 10 el 15% de los recursos. El hombre ha ostentado el poder por la imposición de la fuerza, no por su valor como organizador, gestor o dinamizador.
Por último, podemos mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta de que una mujer con dos hijos es una familia, mientras que un hombre con dos hijos, es un desastre casi siempre. Es como si la naturaleza hubiera dotado a la mujer de un chip multifuncional que va activando programas y tareas conforme se van necesitando, mientras que al macho le ha dotado de un único software en el que es muy complicado introducir parches.

12 OCTUBRE
CAZADORES. No he podido pasear

La verdad es que todos los años, en estas mismas fechas, me pregunto lo mismo y nunca consigo contestarme de forma satisfactoria: ¿Cómo es posible que se mantenga esa afición por la caza? Y el caso es que no es afición, es verdadera locura. Todos los años veo a los cazadores en los primeros días de la temporada: Los ojos como perdidos, el gesto enfadado, ganas de pegarte un tiro por invadir su espacio, su terreno, por espantar a las posibles piezas, los dedos sobre el gatillo y el disparo fácil. Donde yo vivo, Colmenarejo, hay mucho campo que los del pueblo mantienen como cotos de caza. Yo veo a los conejos, pocos, cuando paseo con los perros al amanecer de los fines de semana. Se ve que crían poco, pues en la primavera no se ven grandes explosiones de población. Más o menos, la cosa se mantiene todo el año, lo cual indica que ni comida ni población sana.
Por si ese panorama de sequía y pobreza no fuera suficiente castigo, todos los años se queman varios cotos en todo o en parte, con lo que la poca comida que tienen los bichos se pierde y los que quedan vivos, imagino que muy pocos, a pasarlas canutas.
Bueno, pues los cazadores, esos maravillosos seres que según ellos cuidan de la naturaleza, de sus criaturas y de la salud de las poblaciones, arrasan esas zonas de forma prioritaria: al perder las zarzas y otras protecciones, la caza es más fácil. Como lo estoy contando.
La verdad es que estoy hasta el gorro de estos cromagnones de la caza. Me parecen patéticos con sus trajes de camuflaje, sus perros famélicos y mal cuidados encerrados en cajas sin ventilación, con sus gorras de Rambo venido a menos y sus ganas de sentirse realizados a través de la sangre de esos pobres ichos acosados, perseguidos, enfermos cada dos por tres con virus mortales y sin poder vivir como la naturaleza requiere.
Porque esa es otra: en cuanto hay un año de lluvias y comida abundante, las enfermedades se ciegan sobre unas poblaciones sobredimensionadas que no tienen depredadores naturales: el que por esta zona encuentre zorros, tejones, comadrejas, rapaces etc, que por favor no diga nada, que los del pueblo son capaces de hacer batidas y cargarse cualquier bicho que se mueva.
Por otra parte, ya está bien de aceptar ese discurso beatífico de la caza y la ecología: todo lo que yo he conocido de la caza; todas esas verdades transmitidas como el canon sagrado del conocimiento cinegético, sean demostrado falsas. Todo mentira, vamos. La caza mayor se ha convertido en algo deleznable, con animales encerrados en recintos pequeños, alimentados de forma artificial y mantenidos para hacer negocio con esos idiotas con aspiraciones de ser Clark Gable en Mogambo. Eso sí: vestidos de Loewe y con cuchillos de marfil, que lo primero es la moda.
Vayan todos a la mierda y déjennos tranquilos de una vez, que nos tienen hartos de no poder pasear tranquilos por los campos.

DESASTRE
SITUACIÓN DEL PP 14 DE OCTUBRE
Lo que el PP nos está mostrando estos días es un manual de cómo no hacer política. Me es igual que sea el PP u otro, lo importante es que nos está dejando anonadados de estulticia, de pasividad, de descoordinación y, sobre todo, lo que nos ha dejado es una cara de asombro cercana a la bobería.
Si a cualquiera de nosotros nos preguntaran sobre reacciones en situaciones similares, el catálogo sería muy amplio, pero no creo que ninguna alternativa deseada se acercara, remotamente, a lo que han sido estas últimas 24 horas. Es que ha sido la leche, de verdad. Nos han hecho pasar por una especie de ducha escocesa que ha acabado en el agotamiento, en el asombro y en la incredulidad.
Personalmente, creo que Rajoy, desde una postura de mínima decencia, sólo tiene una opción: quedarse, dar la cara hasta el final, limpiar el partido, dejarlo como los chorros del oro y ser el último en marcharse con la fregona gastada hasta el palo. La situación del partido me recuerda a una película de dibujos animados en la que Goofy intenta tapar los boquetes que se van abriendo en una presa. El resultado, el imaginado: desastre completo.
No es presentable, no es normal, no es bueno. Cada día salen noticias sobre nuevos casos. El de hoy, el procesamiento de Matas. El caso Gurtel tiene miles de páginas no leídas que van a ir goteando mierda, porquería y nombres durante muchos días. Unos dirán que si escuchas ilegales, que si a o que si b; lo cierto es que nadie se ha inventado conversaciones vomitivas, apelativos cariñosos y comentarios más dignos de amantes en plena faena que de honorables gestores de la cosa pública.
Lo que nos van contando supone la degeneración de la función pública, del original “cursus honorum” romano; la negación del estado, la repanocha. No votamos para que nadie se comporte así; el sistema no puede convivir con estos crápulas; los votos de todos se merecen otra consideración, otro nivel de compromiso, una mejor utilización.
Reitero, no es un problema del PP: es un problema de todos y espero que todos los partidos respeten el periodo de cuarentena en el que tiene recluirse el PP. Se merecen, nos merecemos, un respetuoso silencio de duelo; el respeto y el cariño que se le debe al enfermo y unos enormes deseos de mejoría y salud.
Todos necesitamos que el sistema funcione y evitar a los emboscados del protofascismo escondido. Queremos una democracia sana y pujante; unos partidos austeros y comprometidos; nos lo merecemos y lo debemos conseguir. Dejemos que el PP mejore y que Rajoy se vaya dignamente tras haber sanado al enfermo. No creo que nadie pueda pasar a la historia por nada más digno.

CIENCIA
RECORTES EN I+D+I 15 de Octubre
Pegarle palos al que no se queja, no tiene voz o no puede hacerse valer, es sencillo. Se le baja el presupuesto de investigación a todos los departamentos y el ruido se desvanece, pero el daño permanece durante lustros. Hay secuelas repentinas, rápidas y muy escandalosas, imposibles de ocultar. Quitas el subsidio del paro y la tienes armada. Quitas dinero de educación o de investigación y lo único que pasa es que, dentro de 15 años o de diez, la gente es un poco más bruta, menos culta y el país ha perdido a todos los que tienen inquietud, preparación y ganas de mejorar, pero todo eso ha desaparecido sin hacer ruido.
La generación de profesores universitarios perdidos en la guerra civil española supuso un retraso de décadas en nuestras facultades y una revolución copernicana para la Universidad de México, que supo nutrirse y cultivar todo ese caudal de saber que le llovió del cielo y de la imbecilidad de los prebostes fascistas, más preocupados de los gritos de ritual que de las ecuaciones de Einstein.
España ha dado luz a insignes personajes contrarios al conocimiento. Bajo la frase “yo es que oigo la palabra cultura y saco la pistola” se han hecho verdaderas salvajadas, pero lo que está pasando es muy grave.
Estamos bajo una legislatura que prometió, contrato social en elecciones, cambiar el modelo productivo y basar la economía española en la investigación y el desarrollo de energías renovables, nuevas plantas solares y abandonar la energía atómica. A la primera de cambio, se ha limitado la producción de Kilovatios solares, se le ha pegado un capón a la cuenta de investigación de entre el 15 y el20% en los presupuestos generales del estado y mantenemos la amenaza contra las nucleares sin dar ninguna alternativa, algo que aumenta la dependencia energética del país un poco más y cuando suba el petróleo nos colocará de cara a la pared.
La riqueza de un país se basa en la calidad de sus ciudadanos; que sean cultos, preparados, aptos para el desempeño de tareas de alto valor; ciudadanos que mejoren la cultura y la ciencia, una ciencia traducida en salud, en patentes, en riqueza y nivel y calidad de vida.
Bueno, pues España sigue apostando por el fútbol, por la incultura y por el “que inventen ellos”. Así nos va. Y lo peor: así nos irá en el futuro.
LA TORTURA EVITA ATENTADOS
TV 16 DE OCTUBRE
El MI5 británico, inmerso en informaciones sobre complicidad con cuerpos policiales que la practican, niega su participación en las mismas pero matiza: la tortura evita atentados. Ese cinismo de rico antiguo, de español bien de toda la vida que mandaba a Marruecos al soldadito de cuota que moría en su lugar, es absolutamente inmoral. No sólo es inmoral, es que es vomitivo, fascista y degenerado. Yo no lo hago, pero pago al que lo hace. ¿Qué diferencia hay con el colombiano que alquila un sicario? ¿Es sólo un problema de ser más rico que el pobre que ejecuta la acción ilegal?
Esa postura, que lamentablemente me temo extendida entre países ricos, demócratas y “limpios” es tan repugnante que cuesta, por lo obvio de su rechazo, argumentar sensatamente sobre su indignidad. El MI 5 se mantiene al margen, mira cómo la policía marroquí o pakistaní hace salchichas a cualquier detenido y apunta la partitura cantada por el reo. Que la partitura sea verdad o mentira es secundario. Aprendimos con los tribunales medievales que si hay algo que invalide una confesión firmada, jurada y rubricada, es la tortura.
Lo más seguro, seguro, vamos, es que el que valora positivamente la información obtenida por ese asqueroso método, fuera el primero en inculparse de cualquier cosa que un finísimo verdugo le pidiera. La verdad es, en este caso, es un problema de física aplicada o recreativa: Veamos niños ¿Cuántos voltios hay que aplicar en los cojones del detenido por cada cuarto y mitad de atentado confeso? Pedrito, contesta: ¿Cuántos kilos de presión hay que aplicar en la bota malaya para que un detenido acuse a su propio padre de la muerte de Prim? Como vemos, todo es cuestión de física, de pura experimentación y método. Lo demás, pesquisas larga, caras y tediosas. ¿Para qué tiene que pagar el contribuyente largos procesos de seguimiento, búsqueda de pruebas y órdenes judiciales si con un buen par de hostias bien dadas se obtiene lo mismo y encima nos quitamos de en medio a aquellos elementos sociales que no nos molan? Coño, si es que es de cajón: moros, parados sin obras que hacer; negros, drogotas y encima vendedores ilegales, pues se les dan un par de golpecillos aquí y allá y hala, a casita o a la cárcel. A hacer puñetas, coño, que os liais con dos de pipas.
No señores, hay que matar: el uso correcto de los procesos es lo que nos diferencia de ellos, de los salvajes, de los terroristas, de los fanáticos. Somos distintos y mejores porque no matamos ni torturamos; porque somos tan grandes que preferimos sufrir bajas que ser injustos y miserables. Ni más, ni menos.

DEL TIEMPO Y SU PERCEPCIÓN
17 octubre de 2009

Desde hace siglos se sabe que el tiempo no es una magnitud estable, como lo puede ser el peso o la longitud. El tiempo tiene algo mágico que le permite cambiar, prolongarse o reducirse; intervenir en nuestras vidas y darles una cualidad diferenciada que nadie puede controlar.
Por mucho que nos empeñemos, el tiempo se encarga de mantener su libertad y su capacidad de presentarse, no ya como un Jano Bifronte, sino como un ente nuevo a cada segundo. El tempo nos ha ido marcando y además, es único en cada cultura y en cada actividad humana. El tiempo nos ha configurado y todavía, cuando el tiempo cambia sin que nos dé tiempo a cambiar con él, nuestras vidas se resienten y nuestros cuerpos protestan.
El tiempo de la niñez es uno; largo, eterno sin posibilidad de abarcarlo. Los tres meses del verano daban para llenar vidas enteras. Hoy, el verano es apenas un suspiro de sudor entre dos reuniones, aunque nuestro cuerpo y nuestra memoria sigan reclamando el espacio de aquellas noches de lectura y de amor pegajoso bajo los cielos serenos de cualquier costa. No, el tiempo se nos ha acortado en la misma medida en la que han crecido los recuerdos. El tiempo era largo cuando lo por venir era largo y hoy, que es más lo que ha pasado que lo que queda por pasar, el tiempo parece despreciar ese periodo y se precipita corriendo con prisa hacia el final.
El tiempo de las civilizaciones también ha cambiado, se ha hecho más violento, más atropellado, como si tuviera prisa y no quisiera que nos perdiéramos en tonterías antes de mostrarnos el final. Escribo esta nota de hoy en mes de Octubre, sentado al sol de un otoño seco y ardiente que me ha hecho acordarme de la angustia del agricultor que sigue esperando las lluvias de la temporada; esas lluvias que se harán grano en Junio y sin las que la vida amenaza ser más dura todavía. Me he acordado de ese campo reseco y me he dado cuenta de que nadie, absolutamente nadie de los que yo conozco, ha dedicado ni un solo pensamiento a ese agua que no llega Todos se han separado de la tierra como si esa tierra sólo fuera un lugar que ver en vacaciones. Hace siglos, ya se hubieran sacado a los santos de paseo procesional para invocar las lluvias, pero hoy miramos al sol y sólo pensamos en que es un buen día para pasear y disfrutar de los primeros paisajes del otoño. El tiempo del campo se mide en meses, en estaciones, en aguas y en sequías; en sabiduría de siglos.
¿Dónde está la medida del tiempo urbano? ¿En qué unidad medimos la vida de nuestra cultura? La Inglaterra del imperio vivía pendiente de los Trade Winds que permitían el comercio de los barcos: los mercados latían, expandiéndose y contrayéndose conforme los muelles rebosaban mercancías de ida o de vuelta. Hoy nadie, ni en los sitios de costa, puede localizar los alisios o identificar un viento portante con un destino, un producto o un beneficio.
Me da lástima esa pérdida; ese vivir de espaldas a la esencia de nuestra identidad. Por un lado corremos porque nuestra sociedad es antigua, como muestras propias vidas, pero hay una diferencia clara: nosotros podemos recordar y recrear, mientras que esta cultura actual se ha convertido en una amnésica, en un enfermo de Alzheimer que mantiene el automatismo de sus pasos sin saber de dónde viene ni a dónde quiere llegar.
Me encantaría que algún día, en algún lugar de algún país, un niño se preguntara de donde sale el pan y algún abuelo le pudiera contar de los surcos y las nieblas, de la siembra y de la siega; de las fiestas en la era con el grano durmiendo en los graneros. Me encantaría que ese niño volviera a emocionarse leyendo el Niño Yuntero y supiera de qué nos habla Miguel Hernández; que recordara la angustia por la ausencia del marino y la felicidad de la abundancia en la cosecha. Me encantaría que ese niño almacenara recuerdos y emociones, pero me temo que a ese niño le va a tocar vivir sólo los cambios sin poder detenerse a recordar que hubo un tiempo en el que el tiempo fue largo, las noche propicias para el amor y las estaciones pasaban dejando olores, sabores y corazones henchidos de vida.

18 DE OCTUBRE
DOMINGO
La nada se llama domingo; se llama tedio, un poco de aburrimiento, algo de angustia anticipada por los problemas que nos traerá la semana y con matices en función de la estación. No es lo mismo, aunque mantiene rasgos definitorios, el domingo oscuro del invierno que el domingo luminoso de una primavera deseada y confortable, pero es domingo.
Es posible que el recuerdo de mi niñez me condicione más de la cuenta, una niñez que no recuerdo para nada feliz sino casi absurda; casi siempre oscura y a la espera de encontrar un sitio que el domingo se tornaba más imposible todavía.
Esta sensación angustiosa de domingo por la tarde ha sido más común de lo que se comenta de forma habitual y han sido varios los amigos y amigas que incluso la han decorado con momentos y situaciones especialmente ansiogénicos: atascos de vuelta a Madrid pensando en el colegio del lunes, misas tardías sin entender nada etc.
Ya de mayor cada cual se ha buscado rutinas y defensas para pasar el domingo, especialmente la tarde del domingo, de la mejor manera posible. Hay una amiga que se refugia en la bañera y en la pedicura atrincherada en su baño tras imaginarias alambradas de púas que evitarían cualquier interferencia. Decirle hola en ese momento equivale a jugar a la ruleta rusa y sólo la exquisita educación que gobierna su vida le impide pegarles dos tiros a sus hijos o marido cuando le recuerdan su presencia.
Personalmente, el domingo lo afronto con una estrategia que reconozco compleja:
1º.-Intento dormir muy poco la noche del sábado al domingo. Hay que hacer acopio de sueño.
2º.- A las 12, tras paseos con los perros y alguna actividad, llega la hora de la cerveza y las patatas fritas, ritual cuasi místico que implica un colocón maravilloso gracias al trasiego de una enorme jarra que me trajo mi hija Gadea de los USA.
3º.- No dormir la siesta, o como mucho, media horita de desconexión técnica sin caer del todo.
4º.- Aguanta el tirón: la tarde acaba pasando, aunque parezca mentira. Es el momento de ver la agenda de la semana, empezar a currar para llenar el vacío y escribir deberes.
5º.-Cena cualquier cosa y muy prontito, que se acerca el final del suplicio y la cama aguarda para leer la maravillosa edición dominical de tu diario preferido, leer algo, meterse un pastillazo para dormir y amanecer el lunes hecho un brazo de mar, despejadito y descansado.

Ya sé que suena muy siniestro, pero es que de verdad, para mí, el domingo por la tarde es un agujero negro que devora el tiempo, el tedio, la mente y el cuerpo para llevarlo a una nada que tarda demasiado en transcurrir. Si alguien no se lo cree, desvelo el título de un proyecto de libro que algún día intentaré escribir: LA NADA SE LLAMA DOMINGO, basado en la idea general de que nada de lo que sucede en un domingo por la tare tiene trascendencia para la ida de nadie o para a historia de la humanidad en general. Hasta los japos, cuando tuvieron la nefasta idea de atacar Pearl Harbour un domingo, tuvieron el detalle de hacerlo tempranito por la mañana, que por la tarde había que estar de vuelta en el portaaviones leyendo el correo de casa y oyendo la radio. Una cosa es iniciar una guerra y otra, perder las buenas costumbres. ¡Hasta ahí podríamos llegar!

DE LA SUPERSTICIÓN
19 OCTUBRE 09 MALA MAÑANA

La verdad es que cuando la racha viene torcida, la razón flaquea y dan ganas de buscar explicaciones alternativas para las malas noticias. Esta mañana me han venido tres galletas seguidas y, de repente, me he sorprendido buscando pájaros haciendo cosas raras, truenos en la lejanía o gatos negros colonizando oscuros rincones de mi casa.
Creemos que somos dueños de nuestras vidas, que nuestros actos, realizados según una exacta planificación, deben tener las consecuencias deseadas y no otras; vamos, que somos unos pardillos. Es muy difícil ser conscientes de que nuestros actos no han sido los adecuados, o que la calidad del trabajo podría mejorar, o que la dedicación podría ser más alta, o que el esfuerzo o…. Vamos, que hemos hecho TODO BIEN y sólo alguna intervención sobrenatural y ajena a las leyes de este mundo puede explicar la cagada.
Bueno, pues a mí me pasa todo lo contrario: siempre busco la explicación en lo que he hecho mal. Lo repaso una y otra vez; intento meterle más horas, ritmo o esfuerzo, pero la verdad, la real verdad, es que no todo lo que los humanos intentamos alcanza el éxito, no todo nos sale bien. Tan sencillo como eso: el hombre, y sus actos con él, tiende a la imperfección, al error y eso hay que asumirlo de forma natural; lo cual no quiere decir que no hagamos todo lo posible por evitar el error y buscar la perfección.
Asumido este proceso interior, no me resisto a imaginar al pobre hombre, más o menos primitivo, buscando explicaciones sobre la cornada que le acaba de dar el bisonte (hay que joderse, que grande era y que mala leche tenía el cabrito, oiga Vd.), las inundaciones que han arrasado la caverna; la granizada del otro día o cualquier otro fenómeno o acontecimiento. Tenemos tendencia a relacionar de forma directa causa y efecto, o lo que es lo mismo: si a, entonces b. Buscamos leyes: siempre que se da un fenómeno concreto (gato negro etc) hay una consecuencia que no podemos evitar. Ojo, que la consecuencia puede ser agradable, no se olvide, pero el error está en la base, en la premisa fundamental, esa que relaciona íntimamente dos acontecimientos que nada tienen que ver entre sí.
Los romanos, que siempre andaban buscando problemas, tenían una larga lista de supersticiones que hemos heredado en muchos casos. Pero es que tras los romanos vinieron los árabes y todos sus djimines (pequeños demonios del desierto) de desastrosos efectos, las maldiciones y el mal de ojo mejorado, corregido y aumentado.
Bueno, pues con toda esa digresión de racionalidad, de argumentación histórica y bagaje cultural, tengo que reconocer que esta mañana me han cagado las moscas, me han gafado los egipcios y me ha mirado un tuerto, todo a la vez. Y que conste que yo lo había hecho bien, que nadie lo dude.

Y DALE MOLINO
21 de Octubre Declaraciones de Rouco con el aborto
Bueno, pasado un día de asueto, volvemos a repasar ediciones digitales y me leo la noticia de las declaraciones de Rouco sobre el aborto y me sorprenden dos cosas: la estrecha consideración geográfica de los acontecimientos históricos y la permanente argumentación teocrática sobre el tema.
Del primer apartado se desprende una visión europeísta / occidentalista / primermundista que se olvida de las grandes masacres acaecidas en todo el continente asiático, en África, desangrada en décadas de guerras altamente rentables para occidente y de los grandes conflictos de Sur y Centroamérica. Me sorprende que no se reflexione sobre la realidad del hombre y la guerra, sobre esa compulsión autodestructiva de la especie; como si la segunda guerra mundial hubiera significado el final de algo. Señor Rouco, decir, si es que lo ha dicho, algo como lo que sigue “Aquella forma de tratar la vida terminó en la Segunda Guerra Mundial, que es probablemente el capítulo de la Historia de toda la humanidad donde más millones de muertos se han producido porque los hombres se dedicaron a matar a otros hombres” es absurdo, incierto, y de una cortedad moral espeluznante. Los seres humanos llevamos siglos haciéndonos salchichas unos a otros y por cierto: muchos de esos siglos, bajo el entusiasta liderazgo de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Por si se le ha olvidado, en esa Europa que según Vd. se ha curado de la locura de la muerte, la descomposición de la Yugoslavia comunista ha protagonizado, hace un cuarto de hora, páginas soberbias de la historia de la tortura, la crueldad y la intransigencia. También, por cierto, con un papel bastante destacado de la Iglesia en su pasividad y connivencia hacia los muertos de otras religiones.
Señor Rouco, vaya Vd. al cuerno, que los asiáticos, los negritos de África y los peladitos de Centro y Sur América, también son personas y cuentan los muertos por millones, salvo que no entren en las cuentas de los fieles o “los nuestros”, en cuyo caso, humillo y pido disculpas.
El segundo punto se centra en la razón teológica de la argumentación, partiendo de la base de que hablar de Dios es mejor que hablar de otros conceptos, reglas o leyes de carácter natural que podrían justificar el rechazo al aborto, y se me ocurren varias.
Personalmente, me provoca una reflexión más compleja analizar el aborto desde el punto de vista de la supervivencia de la especie, la genética más darwinista del gen egoísta o la tendencia de los organismos a perpetuarse en sus descendientes como impulso básico y primario que la legislación divina emanada de no sé dónde. El desprecio de estos señores por el conocimiento y funcionamiento de las leyes naturales sigue siendo extremo y eso que se llenan la boca de hablar de ellas. Siempre que estas leyes no se opongan a lo que sus falsas creencias preconizan, que entones sacan el mechero y a prender la hoguera, que un churrasquito de hereje lo arregla todo.
Señor Rouco, a ver si soy capaz de contárselo despacito para que lo entienda de una vez: ninguna ley sobre la posibilidad de abortar obliga a nadie a abortar. Punto primero. Segundo: lo que hace la ley es dar la posibilidad a la mujer para que actúe como crea que debe actuar teniendo en cuenta todos los aspectos vitales, morales, éticos, religiosos y sociales que quiera considerar. Tercero: Por favor, no banalicemos, que abortar no es una fiesta y no conozco a nadie que lo considere como tal. Cuarto: Intente aceptar, a la hora de argumentar sus posturas, que Dios no es conocido por muchos de nosotros y que lo que supuestamente emana de sus caprichos, no puede, ni debe, tener naturaleza de ley para el ordenamiento jurídico de nuestra sociedad.
Mientras que los que legislan esta ley hablan de lo que cada uno puede elegir libremente, lo que Vd. propone es obligar y de eso estamos bastante cansaditos. Si a Vd. no le obligan a nada, por favor, no nos obligue a nosotros a tener que vivir según las normas que Vd. nos dicte. El buey suelto bien se lame, pero no le digamos que es lo que tiene o no tiene que lamer, que entonces la cosa se acaba liando. Pues eso, cada uno con su lengua y sus entretenimientos.
Por cierto, tras largos años de reflexión sobre el tema, he llegado a la sesuda convicción de que, en mi calidad de macho, no tengo un carajo que opinar sobre lo que pasa en las tripas de la hembra, que eso es cosa suya.

EL ARCHIVO DE ALVAREZ CASCOS, EN AL BASURA
21 OCTUBRE 2009 Una propina
Decía Delibes que le ego y la gloria del escritor permanecen intactos justo hasta el momento en el que ves tu obra retractilada en el Carrefour al módico precio de…
Bueno, pues el ego de un político debe sufrir un derrumbamiento muy similar cuando ve que su archivo, ese registro de su influencia, poder y amigos importantes y jefones, se encuentra en la basura.
Realmente tiene que ser duro: pasar de considerarte personaje histórico a comprobar que tu paso por el partido, ministerio o gobierno, no ha dejado ni siquiera el mínimo rastro de un asiento en el archivo general. Debe ser un baño de realidad que entiendo insoportable.
Sic transit gloria mundi, que decía el otro.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!QUE VIENE EL LOBO!!!!!!!!!!!!!!
22 DE OCTUBRE 09
La imagen de un lobo ibérico gana el premio Veolia de fotografía de naturaleza


La foto es espectacular, es preciosa y nos enfrenta a nuestros miedos atávicos; a las raíces del miedo antiguo, de cuando las nieves cercaban el hambre; de cuando los rebaños se apretaban en los apriscos esperando la muerte; nos recuerda el sonido de la teja del lobo, ese sonido que llenaba la noche a la espera de la sombra oscura que invadía pueblos y establos.
Es el lobo, el depredador por excelencia de la Europa antigua; el lobo de verdad, encarnación del mal, de la destrucción, del horror de la desolación. Es el lobo que consume nuestros bienes; nuestra forma de vida, los rebaños de los que nos alimentábamos, vestíamos y levantaban la corteza de nuestras tierras.
Los ojos alumbran la noche; las orejas se dirigen hacia adelante, donde espera la presa. Es la fuerza espléndida de un animal joven y fuerte, es la belleza hecha animal, movimiento e intención, pero es la muerte, la destrucción, el horror.
La foto nos enfrenta a la historia, pero también nos enfrenta a la dificultad de enfrentar el futuro. A la enorme complejidad de gestionar su presencia en nuestros campos y en nuestros bosques. Es imposible explicarle al pastor que ve sus rebaños diezmados y destripados en el redil que ese animal es necesario; que nos pertenece a todos y que no podemos perderlo. Para él es una alimaña, algo que hay que matar y erradicar de la vida, del recuerdo y del paisaje. No quiere saber nada de ecología, de conservación de la naturaleza y de gaitas varias. Lo que quiere son sus corderos, ovejas o terneros; quiere que en su vida haya paz y seguridad, no destrucción y animales muertos y heridos.
La naturaleza, desde la cuidad, es una, pero la naturaleza, de verdad, es otra. Para el melero de los picos de Europa, el oso es un bicho del demonio que se le come la fábrica. Para el pastor gallego o zamorano, para el ganadero en general, el lobo es enemigo. En Portugal todavía hay normes vallados de piedra que se destinaban a acosar, encerrar y destruir al lobo, con una inversión de trabajo, esfuerzo y dinero muy considerables. Pero es que el daño era muy superior a lo invertido en evitarlo, era la protección de todo lo que tenían.
La ciudad se ha olvidado de los que pasa más allá del asfalto. Nos suena de una forma lejana y muy alejada de la realidad. El aullido del lobo ha dejado de oírse hace siglos y de las ovejas sólo sabemos que dan lana y de vez en cuando, algún cordero del que sacar chuletas. Nada más. Pero el campo es mucho más, es el primer sustrato; la raíz de todo. Sin el campo, sin la agricultura y la naturaleza; sin los bosques no somos nada.
Podremos sobrevivir; podremos comer cualquier complejo proteico y vitamínico sintetizado de cualquier forma, pero nos habremos convertido en no vivos, en zombis olvidados y sin alma que no serán capaces de sentir miedo ante el aullido del lobo; el lobo que nos recuerda que un día, en lugar de cazadores, fuimos cazados.

23 DE Octubre
GALLARDON PLANTEA LIMITAR EL ACCESO DE LOS COCHES AL CENTRO
Tenía que llegar el día, aunque tardaba demasiado. Hace años que se sabe que Madrid supera con asiduidad los límites de contaminación que la OMS considera como “habitables”. Madrid, cuando se junta el anticiclón invernal, la ausencia de vientos, los coches y las calefacciones, consigue cocinar un puré irrespirable que debe poner las mediciones en zonas políticamente incorrectas.
La Botella, muy lista ella, se ha ido laminando a todas cuantas estaciones de medición acostumbraban a dar malos datos. Es como si el médico rompiera los termómetros para tratar al enfermo febril No se acaba la fiebre, pero…cada cual que piense lo que quiera.
¿Qué hacemos con Madrid? Desde luego, la solución es cualquier cosa menos popular. Madrid carece de planificación, de lógica, de capacidad de adaptación. Madrid no puede crecer y pegar cuatro tajos es inviable. En Madrid no caben más coches, Punto, ¿Qué hacemos con los que sobran? Jodidillo, la verdad: hagas lo que hagas, la lías, así que vete asumiendo la impopularidad y toma medidas:
1º.- Todo para el transporte público. En Madrid hay una buena red. Un pequeño empujón, buenos abonos mensuales y los coches, al cajón. Pero dilo: Madrid no quiere coches. Si tú tienes coche, eres enemigo. Empieza la pérdida de votos,
2º.- Motos sí, pero con orden. Ahora nos han regalado la ciudad y tampoco es eso.
3º.- Viva el Metro. Que nadie lo dude: es lo mejor de Madrid.
Sencillo, ¿no?. Bueno, pues no hay político ni partido capaz de asumirlas consecuencias:
a.- La industria del automóvil, que significa un elevado % del PIB, se le sube a la chepa al más pintado.
b.- La ciudad se convierte en un paraíso que gestionará otro alcalde. Las urnas matarán al que haga eso, pero nadie dará marcha atrás porque todos verán que Madrid se ha convertido en un maravilloso lugar de convivencia, disfrute, paseo y forma física. Eso por no hablar de los ruidos.
c.- El partido del camicace se suicida en su enfrentamiento con los lobbies del automóvil, el petróleo etc.
Pues eso, que todos sabemos que no los coches no caben y sin embargo, nadie es capaz de asumir quela muerte del coche es el nacimiento del ciudadano.

LHC 24 de Octubre
¿DE VERDAD INTERESA?
La construcción del acelerador de partículas del CERN ha costado una enormidad de dinero, ha tenido muchos problemas de puesta en marcha y ha generado la leyenda urbana del agujero negro que hará que el mundo implosione en una singularidad física predicha por Einstein. Perfecto, todo eso es verdad, pero la pregunta básica es :¿Cuánto cuesta el conocimiento?
¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por saber? Pues es curioso, pero la respuesta no es universal. Hay quien no destinaría ni un euro a determinadas ramas de conocimiento y muchos a otra rama, pero todavía no he podido determinar las razones por las que unas ramas del saber son valiosas y otras no.
Personalmente, creo que avanzar en el conocimiento de todos y cada de los aspectos de la física es trascendente y prioritario. La física, es decir, la explicación de los fenómenos que el hombre ha tenido delante es lo que ha impulsado el desarrollo de nuestro saber, del método científico y de la herramienta por la cual adquirimos verdadero conocimiento. La ciencia separa, discrimina y valida lo que es conocimiento de lo que es especulación o teoría.
La física de las partículas elementales debe darnos claves nuevas para entender cómo se generó la materia, casi nada. Llevamos décadas dando vueltas en torno a si el universo se originó en una inmensa explosión o no; analizando las implicaciones del posible big-bang, a las razones por las que el polvo de las estrellas iniciales se ha hecho carbono y ese carbono se convirtió en la base de la química orgánica que regula nuestro organismo. Carl Sagan decía que estamos hechos de polvo de estrellas, inesperada confirmación científica del “pulvis eris et in pulvis reverteris” o del castizo no somos nada.
Bueno, pues yo creo que si es importante avanzar en el conocimiento de las leyes básicas de la creación, aunque otros digan que es un nuevo intento de competir con Dios y con sus capacidades. El saber completo, el saber con mayúsculas, el de verdad, me parece el motor de la mente humana, de nuestra inquietud original, el impulso que nos saó de las cavernas. Otra cosa es que algunos se hayan instalado en las estaciones intermedias del viaje y pretendan que nadie avance más.
PROPINA
EL ASALTO DE LA EDAD

Hay momentos, muy cortos, sorpresivos, traicioneros, furtivos, cabrones, en los que la edad nos asalta y nos deja un mensaje grabado que luego intentamos borrar como si fuera una pintada obscena en el portal.
Hoy he tenido uno de esos flashes y me ha hecho pensar, al igual que ya sucedió una vez, que estoy en situación de ir enfrentándome a algunos “últimos”. Es probable que los perros que ahora acompañan mi vida sean los últimos; es probable que la moto que ahora miro con ilusión sea la última, la que me jubile de la sensación de placer que el ir en moto me proporciona cada día.
Habrá un día en el que ya no sepa a qué huele el aire del amanecer cuando conduzco hacia el trabajo; no sentiré el frío agolpado en el pecho contra la cordura de la parka mientras el interior conserva el calorcito de la cama.
También te das cuenta de que te olvidas de cosas de las que antes no te olvidabas; que todo lo que se salga de la rutina supone un esfuerzo de atención que hace que la pifia sea más posible cada vez.
Es la edad, son los años que van pasando y que negamos – estamos obligados a negarlos – por pura supervivencia, para poder seguir esforzándonos en negarle al cuerpo la verdad de sus quejas. La única defensa que tenemos es negar: no queremos entregar la plaza, no hay que rendirse: si el tiempo nos quiere muertos, deberá pelear cada palmo de terreno, cada centímetro le ve a costar sangre sudor y lágrimas. Si quiere victorias sencillas, que mire hacia otro lado. Antes morir que perder la vida.

EL BOSÓN DE HIGGS
25 DE OCTUBRE
Bueno, pues como ayer me picó un poco la curiosidad con los experimentos del LHC y las razones y porqués de tanta reacción medio histérica, apocalíptica y visceral, me he puesto a leer y resulta que todo el misterio se desarrolla en torno a un tal llamado Bosón de Higgs. Tanta tinta, cálculo esotérico y misterios varios y la cosa se reduce aun nombrecito más o menos extraño.
Y además, para no verlo, que sólo podremos seguirle la pista, determinar, por el olor apenas, si en esta habitación ha habido queso o no habido queso. Es como si nos gastáramos una pasta gansa en cocinar algo que sólo podremos disfrutar por el olor, pero jamás masticar y degustar.
Partiendo de la base de que toda onda es partícula y que toda partícula es onda, para explicar la lista completa de un catálogo subatómico, falta encontrar a este fulano que es responsable de varias cosas curiosas. En primer lugar, debería ser la manifestación física de una especie de patrón universal que es medio dimensión, medio dirección y medio vibración; pero que a la vez, impregna y es todo. Ese es se presenta un poco teológico o filosofal, pero eso lo dejamos al lado. En segundo lugar, este mengano es muy curioso, pues careciendo de masa, es el responsable de otorgar masa al resto de partículas. Al ser una “vibración” universal y presente en todo el universo a cualquier nivel, determina la masa de las demás partículas, que será más o menos baja o alta en función de cómo la vibración de cada una de ellas sea paralela a la Vibración Higgs. Si una vibración no es paralela hay rozamiento, se pierde velocidad, de manera que esa pérdida genera una masa concreta. Las ondas mejor coordinadas se quedan en ese estado primigenio y mantienen la velocidad de la luz, tal es el caso de los fotones. Para dejar una norma más o menos fija, si el ángulo es cero, la masa es cero. Si el ángulo de incidencia es de 90 grados, la velocidad es nula y la masa máxima.
Bueno, o por lo menos es lo que he entendido. La cosa es que vuelve a conectarse la ciencia y la religión en una creencia ajena a nuestro mundo occidental pero que hace siglos habla de las vibraciones como responsables de la existencia de infinitos mundo que se interrelacionan entre sin pero sin cruzarse. Es como si muchos mundos convivieran en el mismo sonido de un piano. Cada nota es una vibración distinta y genera un mundo que es ajeno al creado por otra tecla. El piano pude accionar todas las teclas a la vez y tendremos muchos mundos conviviendo en universos paralelos que no se tocan, que no saben de la existencia del otro y que, sin embargo son, a la vez, infinitamente grandes e infinitamente pequeños; tan pequeños como el tiempo que tarda el sonido en desaparecer y tan eternos como la energía creada por el golpe, eternamente transformada sin posibilidad de destruirse.
Los tibetanos alteran de forma premeditada la vibración circundante para acceder a otros mundos, a otras escalas de conocimiento cósmico, viajes astrales etc. Ellos parten de la base de que el alma y el cuerpo mantienen distintas frecuencias coordinadas gracias al “cordón de plata” especie de cordón umbilical que mantiene unidos ambos planos, el físico y el “espiritual”.
Lo curioso de este personaje es que es un poco tramposo y siendo responsable de una vibración, lo lógico es que su partícula se moviera de forma coordinada con la vibración universal y no es así. Es una partícula que se da masa a sí misma, y además, se cuida: se calcula que tendrá una masa comprendida entre la magnitud del átomo de hierro y el triple del de uranio. Vamos, que está gordito el niño.
Repasemos: es un elemento creador tanto en cuanto otorga a las demás partículas dimensiones físicas, como la masa. Se mueve a velocidades muy cercanas a la velocidad de la luz cuando su masa debería impedírselo, al igual que la diferencia en la angulación de la vibración. Y además, el puñetero tiene una vida enormemente corta, estimada en 0,0000000000000000000001 “.(segundos)
Bueno, pues eso es, más menos, todo lo que he podido entender del susodicho, de modo que sólo nos faltaría explicar esa leyenda urbana de la creación de una singularidad cósmica o agujero negro en el momento del experimento y que tiene menos misterio que el tal Bosón.
La idea es sencilla y parte de que si, en el momento del choque se crea una subpartícula con una masa enorme (dentro de las magnitudes subatómicas) esa partícula creará una campo gravitacional que atraerá a otras partículas que se encuentren dentro del radio de acción gravitatoria del Bosón, creándose una zona de atracción con las mismas características de comportamiento que un agujero negro. Es como si, de repente, una zona de la tierra tuviera una gravedad tan enorme que fura atrayendo a toda la materia cercana y condensara, en un cuerpo muy muy pequeño, enormes cantidades de masa. Esto provocaría un colapso y la tierra se auto devoraría en un corto espacio de tiempo y quedaría convertida en un agujero negro. Como especulación está muy bien, si no fuera porque contradice todo lo que se sabe de la formación de esos agujeros, de la masa estelar necesaria para generarlos etc.
La moraleja es complicada, pero hay una derivación inmediata: la prensa, los medios de comunicación y especialmente la gente, más bien los colgadillos de turno, se dedican a levantar rumores, ideas y catástrofes sin tener la más remota idea de lo que hablan.
Y esperemos, que todavía nos queda el 21 de diciembre de 2012, fin del mundo según el calendario Maya y otras alegrías similares. Lo que sí es verdad es que en el 2012, el sol se pondrá más o menos en línea con el agujero negro que ocupa el centro de nuestra galaxia. Más o menos, eso sucede cada 250 millones de años.
No se pierdan las próximas entregas de cambios en la polaridad de la tierra, el eje de rotación y otros desastres similares.

LOS RITMOS, LAS COSAS Y LAS HORAS
25 DE OCTUBRE

La realidad de verdad, la que nunca es políticamente correcta, habita las colas del paro, las horas de madrugada en los transportes públicos, entre el olor de la amanecida y de las duchas ausentes. La oficina del INEM de Villalba a las 7 de la mañana es un baño de realidad que puede llegar a producir sobredosis y que recomiendo a cualquier político que quiera enterarse de qué va la vaina.
Esta mañana he amanecido en esa eterna cola que, a las 8, ya condena a sus habitantes a volver otro día, pues la oficina no da para más. Hay que pillar el ritmo, y el de la oficina se determina en las primeras horas del día. Si no te adaptas al madrugón, feneces.
Ho también hemos tenido función de Benemérita, que ha tenido que acudir a calmar los ánimos encrespados por un intento de subvertir el orden de la cola. Cosas que pasan, pero aseguro que el vigilante que se adueña de la puerta se gana el sueldo hasta el último céntimo.
De vuelta a casa para cambiarme y vestirme de oficina en lugar de “parado anónimo”, me he vuelto a dar cuenta de que una de las cosas que más duro hace el paro es sentirse ajeno en tu propia casa. Como las horas, los trabajos y las cosas que pasan y se mueven en tu hogar no te reconocen por la mañana, lo que sigue pasando en tu hogar te resulta extraño, sorprendente y, por qué no admitirlo, realmente hostil. No es culpa de nadie, es más: si alguien se hubiera dado cuenta de lo mal que te encuentras en esa situación, no lo haría, pero debes darte cuenta de que ahora tu presencia es una distorsión en el ritmo del día.
Tú intentas esconderte, ausentarte de casi todo, pero es inútil: la fregona te persigue; el cuarto de baño se convierte en zona prohibida justo cuando tú crees que es un momento ideal para ducharte. ¿Café? Ni lo sueñes: acabo de fregar la cocina y además, te da cosa volver a ensuciar nada.
En resumen, tu vida ha cambiado y no has sido capaz de encontrar el ritmo de las cosas, así que estorbas, tu presencia es un incordio y no tiene sentido que te sientas mal por ello. Simplemente, desaparece, que en el momento en el que te ausentes, las cosas volverán a funcionar; te convertirás de nuevo en un elemento querido que ocupará sus lugares habituales en las horas habituales. No te quejes: también eso lo has determinado tú y las cosas responden a lo que se les enseña.
Todo hay que descubrirlo, conocerlo, manejarlo y ser capaz de darse cuenta de que las cosas no son ni malas ni buenas; somos nosotros los que cualificamos la neutralidad en función de nuestras rutinas, necesidades y deseos.

MUERE SABINO FERNANDEZ CAMPOS
26 DE OCTUBRE DE 2009

Ha muerto un hombre ejemplar y con esa denominación no quiero meter todos elogios que configuran el catálogo más estereotipado de las defunciones. Me refiero a que su vida ha sido un ejemplo, un espejo donde mirase, un libro de instrucciones sobre cómo debe actuar el que ejerce funciones como las que el desempeñó.
No tengo ni la más remota idea de su valor como persona privada; si era un buen padre o un ser deleznable con miles de cadáveres en el armario, pero si sé lo que de su desempeño profesional trascendió a los medios de comunicación. Sé de su discreción, de su “transparencia” de su vocación, voluntad y realidad de servicio a la institución, y remarco institución, a la que entregó sus mejores años y habilidades.
Sabino Fernández Campos creó la institución de la Corona Española. El Rey y la Reina la representan, la encarnan, se encargan de que sea menos perfecta de lo que Sabino diseñó, mucho más humana, próxima y simpática; pero la Corona como parte fundamental de Estado; la Corona en su papel primigenio, es casi un invento de Sabino Fernández Campos.
Habló poco, calló mucho y con eso trabajó de forma denodada para que los españoles tuviéramos una Institución fiable, creíble, prestigiosa y útil para todos nosotros. Nadie podría haber diseñado una mejor presidencia de la república más adecuada a lo que los españolitos necesitábamos entonces que esa monarquía diseñada y servida por Sabino.
Incluso la denominación Casa del Rey nos sugirió algo parecido a una casita en el campo, una localización mucho más modesta que no generó rechazo. Se hablaba del Cuarto Militar y se nos llenaba la cabeza de imágenes de soldaditos de cuentos haciendo guardia con botas de charol y fusiles disparando tapones de corche. Nada más lejos de la realidad, pero había que quitarles hierro a los espadones patrios; a los generalotes cuarto de banderas atestados de chulería, coñac soberano, anís del mono y chinchón seco. Era una época de militares bravíos y levantiscos, de los que siempre estaban más cerca de echase al monte que a dormir la siesta, que para eso hicieron una guerra.
Sabino suavizó todo, incluido el uniforme, que poco a poco fue perdiendo reminiscencias de discurso de clausura de la academia y ganando azules de la Otan y de la CEE.
Sabía el valor de sus palabras y todavía más, sabía el daño que podían hacer; manejó el láudano de su silencio con maestría de boticario antiguo, a pesar de que sus memorias hubieran colocado a su familia en una innegable prosperidad económica.
Fue consecuente hasta para asumir que la Institución que él había ayudado a crear había crecido y tenía criterio propio, un criterio que era diferente al de su creador. En ese momento se colocó en el papel subordinado que sabía que debía adoptar y se escabulló entre las sombras de la historia para hacerse todavía más etéreo y transparente.
Sabino Fernández Campos demostró que las instituciones se hacen grandes cuando los hombres aceptan su pequeñez ante ellas; cuando nadie discute sus indicaciones y sus manías. No imagino un papel más noble que demostrar, con el ejemplo propio, el valor de la modestia y la discreción debida al cargo que se ejerció.
Se ha especulado con la distancia que se hizo insalvable entre él y el Rey; se ha intentado escribir y difamar, pero él lo resumió todo con una frase estupenda: “Lo que puedo contar no interesa y lo que de verdad es interesante, no lo puedo contar”. Su silencio nos ocultó horas terribles del 23 F; nos alejó de negociaciones y de maniobras cuarteleras, nos evitó rumores de camas y devaneos juveniles, en definitiva, nos enseñó que la verdad de una Institución no se conoce o desvela, se construye y se trabaja día a día para hacerla agradable, creíble y querida.
Goebbels decía que una mentira repetida mil veces se convertía en una verdad. Sabino nos enseñó a construir una verdad con la dedicación diaria, con el deseo de verla crecer y demostrándonos a todos que, aunque no l quisiéramos de entrada, era la mejor compañía que podíamos tener.
Muchas gracias, Señor Duque

Patriotas Vascos (de los cojones)
DECLARACIONES DE ARZALLUS
El ex presidente del PNV vuelve a llenar las páginas de los diarios de mierda, de odio, de visceralidad y de absurdo. Según él, Otegui y compañía son luchadores por la democracia y soldados de la causa vasca. Sr. Arzallus, para que Vd. lo tenga meridianamente claro: esos detenidos lo son por pertenecer a una estructura satélite de ETA. Están en la cárcel por apoyar a los que matan, por ser de los que matan, aunque no aprieten el gatillo de forma física.
No me cuente milongas ni películas raras: ETA ha sido su excusa, su eterna amenaza, el lobo del cuento; en sus propias palabras “los que movían el árbol para que otros recogieran las nueces”.
Es Vd. uno de los peores personajes de la moderna historia de España. No sólo es Vd. cínico; es que además, es mentiroso, dañino y oportunista. Vd. habla ahora, cuando su partido ha perdido el gobierno y lo que necesita es notoriedad y el intento de hacer un frente nacionalista que discrimine poco a la hora de sumar, que luego ya veremos. Sr. Arzallus: a Vd. le sirven los votos de las bombas y las pistolas y eso es vergonzoso, pues esos votos están manchados de horror, de sangre y de sufrimiento. Sr. Arzallus: a Vd. le sirve cualquier cosa, incluidos el miedo y la falta de libertad. Es Vd. de la peor raza que habita la tierra y sólo debería generar asco y rechazo.
Lamentablemente, en el país vasco habrá gente que utilice sus palabras para justificar más muertos, más daño y más temor. Vaya Vd. a la mierda.

50 años de ASTERIX
29 de Octubre
Asterix cumple 50 años y la consagración de la modernidad, Google, le rinde homenaje. La tecnología reconoce a la artesanía , la modernidad a la veteranía y yo, que sólo soy un añito más viejo que él, me acuerdo de todas las carcajadas y buenos ratos que me ha proporcionado.
Astérix y Obelix, Ideafix, Asuracenturix el bardo, Panoramix y un César encumbrado y casi victorioso me enseñaron muchas cosas sobre países y gentes que luego, con más calma y miles de matices, he ido contrastando, comparando y recordando.
Como compatriota de Soplajo de Arrierez y Torrezno, he comprobado que los estereotipos españoles que se manejan han conformado una cultura y una forma de ser que ya hemos abandonado casi por completo, pero que subyacen en nuestra historia. He visto cómo la comida inglesa es tan cruel como insípida, mientras recuperaba una frase de Obelix grabada en el recuerdo:¡Pero hervido en salsa de menta! Asterix: ¡¡POBRE ANIMAL!!
Los creadores del personaje se han reído de todos los europeos, americanos y de lo que se les pusiera por delante, incluidos los propios e irreductibles galos. En sus libros me enteré por primera vez de que algo había pasado en Gergovia y en Alesia, para luego, muchos años más tarde, descubrir todo lo que esos nombres significaban.
Creo que hay una grandeza de humanidad, cariño, y manejo de las pequeñas cosas en todos sus libros; algo tierno en las caras y ademanes; en las constantes peleas de la pequeña aldea. Nunca hay demasiada carga de maldad, aunque a determinados personajes les caiga todo el peso de la derrota por sus pecados. La cizaña, el adivino, los ambiciosos y otros personajes mezquinos y malvados siempre se llevan la peor parte, mientras que los bienintencionados y simples, son salvados.
Asterix y todos sus amigos cumplen 50 años de buen humor, cordialidad, trabajo bien hecho y cercanía. Muchas felicidades a sus creadores y muchas felicidades a los que hemos podido disfrutar de sus libros.
Rouco Varela planea crear un partido político católico liderado por "los capitanes de Dios"

Leo esta noticia y pienso que ya era hora, de verdad. La Iglesia Católica Española lleva siglos proclamando que este país les pertenece, que la base sociológica, ideológica y personal, sigue fielmente sus preceptos y consignas.
La iglesia española ha intervenido en nuestra vida y en nuestra sociedad; ha asumido papeles que ahora se reservan a otras instituciones, como los certificados de buena conducta que expedían los párrocos. Ese papel no les debe resultar nuevo ni extraño, pero será producto de una manifestación que no controlan: la verdadera voluntad de los españoles.
Creo sinceramente que no darán ese paso, que el miedo a la verdad bloqueará cualquier iniciativa al respecto. Al igual que ETA no quiere una sociedad vasca plenamente libre sino una sociedad sometida a su modelo, a la Iglesia española le aterra la demostración de la verdad.
Es mucho más lo que ahora obtienen de una opinión no demostrada que lo que obtendrían del recuento de las papeletas depositadas en las urnas. ¿Alguien se imagina el día del triunfo universal (es una denominación propia al día siguiente a una elecciones en las que, siempre, todos los partidos han obtenido un éxito clamoroso) a Rouco Varela explicando que tener 20 diputados es estupendo? Tengo que reconocer que daría un brazo por verle la cara, pero no tendré la suerte: no me van a dar esa satisfacción. Note el lector que hablo de 20 diputados en un momento de generosa locura hacia la idea.
Que nadie se haga ilusiones, que la iglesia nunca ha tenido la valentía de hacer cruzar la raya a nadie. Es mejor amenazar diciendo que sus huestes son tan numerosas como la cuenta de los ciudadanos que comprobar la delgadez de sus ejércitos.
Pero por favor, que nadie se lo diga y que todo el mundo les prometa la gloria, a ver si se animan y se pegan el leñazo que algunos les deseamos. De vez en cuando hay que ser malo, que es más divertido que ser bueno.

TIRO EN LA NUCA
Video Colombiano 30 octubre
Ayer estuve viendo un video en internet en el que un sicario le pega dos tiros a un ser humano anónimo, inconsciente de su destino y ausente del peligro en el que vivía.
Al igual que en oras ocasiones, lo sorprendente es comprobar la fragilidad de la vida, lo fácil que es acabar con ella, lo corto del tránsito hacia el otro lado. Toda nuestra existencia, todos nuestros afanes, todo lo que somos, soñamos y sufrimos se acaba en nada. Un navajazo en el metro; un metisaca fugaz y estás frito: se baja el telón y la luz desaparece. Estás mirando unas postales a la puerta de una tienda, la gorra puesta para protegerte del sol y alguien pasa por detrás dejando en el aire un sonido y un olor. En un parpadeo tu cuerpo yace blando en el suelo. También se ha acabado.
La naturaleza se toma más tiempo; prepara enfermedades y degeneraciones para que te hagas a la idea. Salvo algún episodio de crisis cardíacas o vasculares, la naturaleza te da tiempo, el hombre no; el hombre corre y tiene prisa para todo, incluso para la muerte.
Hubo un tiempo en el que la civilización entendía que a un condenado se le debía un respeto. Entre los romanos causaron horror las muertes ordenadas por Mario y Sila “sin poder tomar un baño, sin despedirse de la familia”. La aspiración griega d que “la muerte no descubra en ti nada que no sea bello” se ha esfumado. César se tapó la cabeza con la toga para que nadie viera su rostro, pero hoy ya nos hemos olvidado de que la muerte del hombre pertenece al hombre; que la muerte es la última expresión de la propia vida.
Una vida no es nada, ninguna vida es nada y sin embargo, cada vida encierra el todo; el misterio de todos los arcanos, el misterio de toda la existencia se resume en cada vida. Son varias las religiones que sacralizan la vida, toda la vida, no sólo la humana. N sabemos la razón de que la materia cobrara vida, no conocemos el mecanismo de la vida, pero intuimos su importancia y su misterio.
Somos una enfermedad en la piel de la tierra y algún día la tierra se rascará y el ser humano será historia. No se perderá gran cosa, pues en la inmensidad del universo es probable que sólo seamos una partícula perdida, pero sin embargo mantenemos una cierta idea común sobre la necesidad de respetar la vida.
Algún día el tiempo hará que las preciosas palabras Siux “mientras las aguas corran, las praderas den hierba y el aire mueva las hojas” serán pasado y la tierra se abrasará seca y ausente de verde y el ser humano se habrá esfumado después de haberse suicidado. Somos incapaces de cuidar la vida mientras protegemos nuestra vida.
Un vídeo muestra como Enricco Lazzaro inyectaba ozono a una menor de quince años y en presencia de los padres. El doctor italiano ya fue juzgado tras el Giro 2001.
31 DE OCTUBRE
El deporte se ha convertido en un fenómeno económico, social y político de primer orden, ha rebasado los límites normales de sus orígenes y se ha colocado en un “más allá” que lo engloba todo. La importancia que tiene el deporte en nuestra actual sociedad ha alcanzado cotas de absurdo que hay que empezar a contener. El deporte es un lujo de las sociedades que han alcanzado un determinado nivel de bienestar, un añadido, un algo más que está bien mientras no nos pongamos a mear fuera del tiesto.
Hoy, y digo hoy en el sentido de hoy mismo, sábado, los medios de comunicación dedicarán enormes cantidades de tiempo, papel, sonido y dinero, muchísimo dinero, a contar idioteces sobre jugadores, corredores y árbitros erigiendo y destronando reyes y princesas sin pensar en otra cosa que en su propio negocio o su desmedido ego, que de todo hay.
El deporte nació como una preparación para las habilidades militares, el deporte quería ciudadanos capaces de correr, saltar y luchar en guerras y conflictos; ciudadanos fuertes y sanos que serían la mejor arma para defender las tierras de la ciudad o del estado. Había que conseguir el citius, altius, fortior a base de muertos, lo cual se aleja bastante de lo que hoy se entiende por lo mismo.
El espectáculo y los medios de comunicación han convertido al deporte en algo que ya no podemos clasificar ni entender con los mismos parámetros que lo entendíamos hace 50 años. Ahora hay otras claves, otros criterios y lo que es más importante: muchísimo más dinero en juego.
Alrededor del dinero ha crecido todo, pero hoy me gustaría comentar el titular y lo que esos padres que buscan ese tipo de prácticas, tienen en la cabeza, además de mierda, claro. Trasladar a nuestros hijos el triunfo sobre nuestros fracasos es una tentación universal y son muchos los hijos que han heredado los trabajos que sus padres no fueron capaces de terminar: triunfar en un deporte, ganar dinero y fama, ser los ídolos de las masas, los mejores en algo. He vivido el deporte lo suficiente como para ser capaz de detectar los síntomas, la tensión en la postura y en el gesto de esos padres instalados en las gradas que observan a sus hijos integrados en la dinámica de un equipo.
La lucha es enorme: quiere gritar, jugar en lugar de su hijo, matar al entrenador, pegar al árbitro y enfrentarse a todos los rivales a la vez. Le falta tiempo y le sobra edad aunque lo que de verdad le falta es vergüenza y sensatez. Su hijo se quiere morir mientras mira a sus compañeros con cara de decir “¿Qué puedo hacer? ¡Es mi padre! Sus compañeros, solidarios, hacen como si no lo vieran y todos eluden el tema cuando salen juntos buscando diversión. Curiosamente, es más fácil encontrar a estos descerebrados en el deporte masculino, pero ya han llegado a los vestuarios femeninos y las chicas tampoco se libran.
La medicina ha permitido traspasar la frontera y ya el plano físico tampoco se libra. Hemos recorrido la angustia anoréxica de las gimnastas, tanto de aparatos como de rítmica: hambrientas y jubiladas a los 18 años, sin estudios, sin amigos, sin infancia, sin nada de lo que es normal. Sólo les ha quedado la tensión de la competición, la responsabilidad para la que no estaban preparadas, triunfos y fracasos que más que suyos, eran de otros: regímenes políticos, federaciones etc. Ellas eran instrumentos al servicio de ambiciones que no eran suyas, pero era su vida lo que se ponía en juego, su propia vida, su educación, su proyección, su formación.
El video muestra cómo un médico inyecta algo a una niña mientras su padre mira y consiente. No tiene ni la más remota idea de las consecuencias del tratamiento, no sabe nada, sólo sabe que alguien le ha dicho que la niña podrá entrenar mejor, resistir más, trabajar más, recuperar mejor: sabe que le ayudará a ganar y no se ha preocupado de la factura que la niña deberá pagar.
Este señor es un auténtico hijo de puta, un padre irresponsable al que habría que hacer trozos. Es alguien que dirá algo parecido a “Ella deseaba nadar por encima de cualquier otra cosa. No sabía que podía ser malo para su salud.” Este hijo de puta se preocupó de encontrar a un médico asesino y el dinero; se preocupó de esconderse y de eludir controles y policías, pero no se preocupó de saber si estaba matando a su hija. Tampoco evaluó los efectos que tendría esa acción en su formación como persona, tampoco en lo que su hija debería afrontar si un control ponía de manifiesto sus prácticas ilegales: en el fondo, las consecuencias caerían siempre sobre esa pobre niña que, probablemente, debía proporcionarle a su padre la satisfacción que él no había sido capaz de lograr.
La sociedad está llena de fracasados que nunca le perdonarán a sus hijos que sean chicos normales que hacen deporte por el simple motivo de que es divertido, tienes unos amigos estupendos, conoces gente divertida, si tienes suerte y eres buenillo vas a campeonatos y te pagan el viaje para que no te cueste un duro y si tienes más suerte todavía, ligas con chicos o chicas que están maciz@s.
Me encantaría que sus frustraciones les explotaran en las pelotas y se las volatilizaran. Y ojo, que este es un caso, pero en EEUU, Italia, España, Francia y en todo el mundo, cada dos por tres salen casos parecidos de uso de anabolizantes, esteroides y otras porquerías en niños y niñas de 12 y 13 años. Hay que joderse.

NUEVA RUMASA
ANUNCIO EN ELPAIS. 2 DE NOVIEMBRE DE 2009

El premio Darwin se otorga a aquellos que mueren porque, debido a su estupidez completa, la naturaleza se da cuenta de que no pueden llegar a reproducirse; que eso sería ir en contra de la teoría de Darwin.
Llevamos unos meses sometidos a una publicidad bastante agresiva sobre los pagarés de Nueva Rumasa; esos que no están sometidos a no sé qué regulación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Hombre, así de entrada, la cosa da algo parecido a un repelús, a canguelo, a algo conocido de antiguo; en definitiva: a timo.
Si queremos ser justos y no llegar a conclusiones precipitadas fruto del conocimiento histórico del siniestro gestor que promueve la operación y, sin empezar siquiera a investigar, leo un titular en el que un insigne profesor del IES se desmarca de las cuñas y dice “que la valoración no se hizo con el fin de garantizar inversiones”. El mosqueo crece. Vamos a ver que se valoró.
¿Saben Vds. Lo que se propone como garantía de las inversiones de 50.000€ con una rentabilidad del 8% anual? ¿Oro? Muy simple. ¿Propiedades inmobiliarias, patentes industriales, fábricas o similares? Demasiado previsible. La inversión está garantizada “por el incalculable valor de 5,7 millones de botellas de BRANDY CONDE DE GARVEY cuyo PVP unitario es de 600€” (Sic).
O la gente es completamente gilipollas o yo ya no sé qué coño está pasando en este país. Hemos asistido a operaciones de rentabilidades piramidales como Fórum Filatélico hace dos días y parece que nos hemos olvidado de que, si todos los serios dan un 3%, el que da un 8, 10 o 15% tiene algo de rarito.
La gente soltará la pasta, se les dará un papelito en el que se dirá que esa inversión está cubierta por x botellas y a volar. Cuando Nueva Rumasa se vaya al carajo, la gente pedirá que el Gobierno les devuelva la pasta, que les arregle la situación y que no hay derecho.
Perdón: lo que no hay es sesera; no hay vergüenza y no hay una ley bien parida que impida estas especulaciones colectivas. En fin, veremos como acaba esta movida, pero me temo lo peor, de verdad.
Lo del “ te pego leche” puede ser un juego de niños comparado con la que se va a organizar. Qui viva, verra.

MARICONADAS 2 / 11 /09
Dos obreros fallecidos no llevaban arneses ni cascos
España lleva años buscando el cumplimiento de las normas de seguridad en el trabajo sin conseguirlo. Es un tema en el que patronal y sindicatos luchan en momentos siempre distintos sin encontrar un lugar común y un tiempo único.
Hay veces en las que la patronal acusa a los trabajadores de incumplir las normas sin posibilidad de ejercer sanciones por el enfrentamiento con los sindicatos. Otras veces, son los sindicatos los que acusan a la patronal de incumplir las normas y presionar a los trabajadores con el despido si exigen su cumplimiento.
Me imagino que ahora es tiempo de callar ante las presiones de la patronal para contratar en términos esclavistas, serán los sindicatos los que pidan sanciones a los patronos.
La verdad es que el proceso ya cansa; que los muertos se acumulan y que, como casi siempre, nadie está libre de culpa y los estereotipo no ayudan. Hemos estado décadas oyendo que ponerse el asco o el arnés es “una mariconada”; que la gorrilla de cazalla es buena para combatir el frío; que una comida sin vino ni es comida ni es ná; pero ya ha llegado el momento de tomarse esto en serio.
El riesgo en los tajos es enorme y hay que hacer lo posible para que no se produzcan accidentes. Hoy en día ya son pocos los que conciben el trabajo en un andamio con tres copas en el cuerpo, pero todavía hay quien se mete de todo en el cuerpo.
Hijos de Satanás que tienen a los trabajadores sin contratos legales los hay, pero los que dejan al trabajador herido a cien metros del hospital, tiran el brazo cortado lejos y salen corriendo se han convertido en un reducto por los que nadie da la cara. Todos, y digo todos sin excepción, los condenan, repudian y denuncian en cuanto los conocen.
Este es un tema en el que patronal – como conjunto de organizaciones nacionales y locales – y sindicatos, tienen que presionar juntos, a sus asociados y a los organismos de la administración para conseguir tolerancia cero.
Ni contratos públicos, ni adjudicaciones, ni agua a los que no tengan el marchamo de trabajo sensato y normal.
Un trabajador muerto por negligencias a estas alturas del siglo XI, ofende el buen gusto y el sentido común. Muertos y accidentes habrá siempre o casi siempre, pero cada herido, cada muerto debe convertirse en una excepción.


Saramago y CAIN
3 de noviembre 2009
A José Saramago le están echando los perros porque se ha puesto a describir, con una visión normalizada, sobre Iahvé, el Dios con mayúscula que aparecía en la Historia Sagrada de cuando éramos pequeños. Hay que puntualizar que ese Dios era mucho más Dios que el de ahora; era el Dios que acojonaba comerse cuando hacías la primera comunión, el Dios de verdad, vamos: el del triángulo y el ojo.
Muchas veces he hablado con amigos de lo distinto que se nos presentaba ese Dios a los niños de los años 60 y la imagen del dios – con minúsculas –que se maneja ahora, mucho más descafeinado y blandito. Cualquiera de los de mi generación y anteriores, se acordará de las putadas que hacía ese señor a los que le seguían: desde Abraham a Job, las bromitas del niño eran más propias de los monólogos de Gila que de otra cosa. “Y lo que nos dijo su padre a los de la comisión de festejos: Me habéis dejao sin hijo, pero me he reído….”
Lo que me extraña de todo este follón es que alguien se indigne y no se pare a leer, simplemente a leer, lo que está escrito en la Biblia. Por cierto, un tiro con truco, porque lo leas como leas, de forma literal o simbólica, siempre acaba diciendo lo que los curas de turno quieren que diga. Es cojonudo, chico y si no te lo crees, haz la prueba con cualquier pasaje más o menso comprometido y ese texto, que para ti es un prodigio de claridad y sencillez, se convierte en un arcano con un significado totalmente distinto al literal y que siempre dala razón al aparato, bien cristiano o bien judaico.
Y es que un simple repaso a la memora es para ponerse a temblar como una hoja en la estación actual (otoño, para más señas):
Caín y Abel. El vago tocapelotas y el currante pateado porque Dios no tenía ganas de hacer llover y encima, de acusica. ¿Alguien se acuerda el odio que generaba el vecinito perfecto que todo lo hacía bien y era ejemplo de la escalera? Pues Abel debía ser algo parecido pero en plano.
Abraham: ¡Joder con el caminito de Abraham! La verdad es que ahora no me acuerdo muy de en qué consistía el susodicho sendero, pero sí me acuerdo de un curita del Ramiro que estaba como obsesionado por hacernos seguir el puñetero camino de Abraham. También hay que decir que, vistas las cabronadas que había que aguantar, muchos voluntarios para ponerse en marcha como que no se encontraban, pero eso es otra cuestión.
Job: Creo que sin comentarios. Si era capaz de hacerles so a los amigos, no quiero ni pensar lo que haría con los enemigos. ¿A que es mejor mantenerse lejos de ese tipejo?
El del pellejo: Esta historia, junto con dos o tres incestos y embarazos de hijas a costa del semen paterno, forma parte de lo mejor del librito. Un hijo emborracha al anciano padre y para confundirlo en mitad del pedo, se pone un pellejo de oveja y el pobre padre, ciego y borracho, bendice al delincuente pensando que es el otro hijo. Y a Dios todo eso le parece bien y lo deja como está. ¡Coño que vago¡. Con lo fácil que descarga rayos y truenos por una minucia y por esta cabronada se queda tan pancho. La falta de criterio del mengano es alucinante.
Bueno, pues por decir más o menos estas cosas y supongo que con menos tacos y mucha más gracia y técnica, al pobre Saramago lo quieren quemar en la hoguera, que los portugueses deben ser muy suyos con eso de la religión y todavía son de mucha misa, confesión y algún auto de fe de vez en cuando.
Pues que les den pomada a los portugueses, coño, que ya está bien de tanta gaita. Si no quieren que alguien ponga de manifiesto que el Dios del antiguo testamento es un cabrón y el del nuevo un refrito de creencias mitraicas y demás zarandajas, que escondan la Biblia, que no dejen que nadie la lea y si la mantienen como el libo fundacional, que se atengan a las consecuencias, que la gente sabe leer y sabe el significado de las palabras. Pues eso, a joderse y a asumir las consecuencias.
Propina
El medio es el mensaje
Hoy hemos estado hablando de libros electrónicos, de contenidos, de valor añadido etc. Es curioso cómo las grandes frases de la humanidad, esas que resumen un concepto, un pensamiento elevado y cabal, se aparecen como faros que guían la navegación en aguas desconocidas.
El libro electrónico abandona el papel, el medio natural en el que la palabra escrita ha vivido por milenios. Ahora el creador debe aprender los códigos de un medio nuevo que debe conocer, aprender y explotar con todas sus posibilidades, todas nuevas.
¿Debe la pantalla ser considerada como un papel, como una nueva vitela? ¿Nos permitiría un nuevo palimpsesto con formato de link para enlazar conceptos, ideas, desarrollos y autores para excavar el conocimiento a capas?
Nuestra generación – y es la nuestra, que nadie se equivoque – debe colonizar ese espacio, aunque le cueste. Para nosotros, hasta ahora, la palabra escrita mantenía algo de inmutable, de permanente y ausente del entorno. Ahora no: la palabra es el inicio de un proceso que puede alcanzar, mantener y culminar una dinámica expositiva desconocida.
La verdad es que nos estamos iniciando en unas experiencias apasionantes, de esas que justifican la aspiración de seguir aprendiendo porque el día que no tengamos nada que aprender será mejor estar fritos.
A por ello, que será divertido, seguro.

EL TERCER MUNDO SE HARTA 4 DE OCTUBRE
Nuestra gente muere por el calentamiento y Occidente no hace nada
La cumbre de Barcelona naufraga y el tiempo se acaba. Occidente se asombra y no entiende que los que siempre se pliegan a sus deseos ahora se levanten y digan basta. El primer mundo ha mandado durante siglos, hemos hecho y deshecho, no hemos tenido consideración alguna por culturas, tradiciones o sociedades y seguimos poniendo cara de asombro cuando nos hacen butifarras.
Repasar las bestialidades históricas, las actuales corrupciones, las guerras por el coltán, los diamantes o el petróleo sería demasiado largo para un folio y medio, pero es preciso poner las cosas y las rebeldías en su contexto. Si a Barcelona le falta agua en un verano, enseguida tiramos de barcos cisternas, planificamos un acueducto desde el Ródano; ponemos a funcionar el dinero. Si en Sudán fallan las lluvias estacionales, la gente muere. Así de sencillo. Llega la muerte, que siempre, en esos países, es el vecino más próximo de una vida precaria, frágil y habitualmente sin valor.
No podemos entenderlo. Por mucho que nos esforcemos, la realidad de Africa se escapa de nuestras medidas. Yo tampoco puedo pensar en la realidad, sólo puedo hacer un esfuerzo enorme por imaginarme la tragedia constante de unos seres humanos que miran su mundo bajo la constante inquietud de la muerte más próxima.
En El Dios de las pequeñas cosas, la protagonista nos presenta a su novio diciendo que “tenía 30 años, la edad en la que la muerte es posible”. Desde occidente ese baremo no es comprensible, nos resulta ajeno y exagerado. Para un hindú es real como la vida misma, y esa es, exactamente, la correcta medida de la influencia del dinero. El dinero de los países ricos nos sirve para prolongar la vida y hacerla más agradable, pero la factura la pagan otros.
Nosotros llevamos unos dos siglos cambiando materias primas por contaminación, deterioros medioambientales y toda clase de desastres sociales y personales. Es la civilización: tú me vendes materia prima y yo te vendo productos manufacturados por muchas veces el valor de tu venta. Yo gano y tú pierdes, pero es que además, te comes mi mierda. Cagamos como cualquier hijo de vecino, pero toda esa porquería la tiramos al patio trasero donde habitan los pobres, que nuestro porche debe quedar impoluto.
En la India han explotado fábricas que EEUU ya había desterrado; actualmente son miles los hombres-hormiga que, soplete en mano, atacan enormes barcos encallados en las playas de Bangla Desh., de la India y de Pakistán. Los muertos se cuentan por cientos y la contaminación, indescriptible. Hemos visto las fotos hace pocas semanas, pero nadie de mi entorno ha comentado nada. Todas las legislaciones europeas prohíben que se haga eso, pero toda la legislación abre la puerta trasera para que se busquen evasivas. Esos barcos llegan a su último destino bajo banderas sorprendentes, incluida la bandera de Mongolia, cuyo excelente puerto de Ulan Bator ofrece muchas facilidades para el transporte marítimo.
Creo que ese ejemplo resume perfectamente el cinismo de todas estas operaciones. No hay ni un solo barco de la UE, pero no podemos controlar la flota de Mongolia. Hay que joderse. No quiero ni pensar a cambio de qué los de Mongolia han organizado esa tapadera, pero ejemplos similares encontramos en todos los puntos del planeta.
La madera está controlada, pero…si te mueves un poco, encuentras una sociedad radicada en cualquier paraíso fiscal o natural que cuenta con certificados de esos que mejor no preguntar pero que te permiten llenar las bodegas de un carguero de 200 metros. Esa madera se ha llevado por delante ecosistemas enteros, dejando en la miseria aldeas, tribus, pueblos y sociedades que, a partir de ese momento, se han convertido en mendigos, desarraigados, delincuentes, alcohólicos: vamos, pobres occidentales, que todos sabemos lo que eso significa.
Los países africanos y en general, el tercer mundo, no tiene motivos para protestar, Tiene sobrados motivos para hacernos salchichas en un revuelta violenta, cruel y de justificada santidad. Son islas y archipiélagos enteros los que se están hundiendo en mares crecidos; regiones enteras padecen años de sequía y desertización. Hemos dejado los mares convertidos en vertederos de proporciones inimaginables. Los medios de comunicación no quieren hablar de ese continente de plástico que se encuentra al norte de las islas Hawai, pues ese continente nos ahoga en vergüenza.
Tenemos ya la tecnología, sabemos cómo hacerlo, pero no lo hacemos porque no es rentable. Todavía hay que amortizar inversiones, terminar de amortizar plantas de extracción de petróleo y gas; la energía solar abre las puertas a los consumidores y los libera de la tiranía de las compañías y eso es peligroso. Es mejor que sigan dejándose sangrar y engordando la cuenta de resultados. ¿Motores de hidrógeno? Todavía es pronto, los costes de producción, la fabricación etc. Siempre hay excusas, pero ¿qué pasaría si nos cerraran la puerta de acceso a la despensa africana, asiática o iberoamericana? Pues que las pasaríamos canutas, sencillamente.
La parte positiva es que, si de verdad van en serio, occidente no tendrá más remedio que ponerse las pilas y entonces, sólo entonces, Es posible que empecemos a ver cambios profundos, de los que dan resultados. No creo que pase, pero sería bonito.

DE LOS CAMBIOS “de transmutatione mundi”
Jueves 5 de octubre
Lo primero que hay que aclarar es que lo más seguro es que no se escriba así en un correcto y académico latín, pero me gustaba como sonaba. Acepto broncas y reprimendas, así que si alguien sabe de verdad cómo se escribe, prometo cambiarlo si me lo manda.
Si es verdad que a nuestra generación le ha tocado vivir en una época en la que lo único que permanece estable es el cambio, no es menos cierto que nadie nos ha dado el manual de instrucciones. Nuestros padres soñaban con un panorama estable e inmutable en el que sus hijos, a cambio de una colocación, se perpetuarían en trabajos anodinos y mal pagados pero “seguros”. Todavía recuerdo el susto de mi madre cuando me marché de un trabajo imposible en el Ayuntamiento de Madrid para asumir retos distintos y para los que, casi seguro, no estaba preparado. Bueno, la realidad es que nunca he estado preparado para casi nada, sólo para trabajar como un galeote, que eso si se me ha dado bien.
Lo que ha pasado en el mundo desde la década de los 70 para acá es de libro de historia, pero de muchos juntos. El mundo se ha lanzado a una carrera rapidísima, o mejor dicho: la sociedad le ha impuesto al mundo un ritmo imposible. El mundo se había organizado muy bien: cuatro estaciones bien pensadas, zonas húmedas, secas y mediopensionistas, vientos regulares para que se pudiera ir de un sitio a otro y de vez cuando, algún sustito en forma de desastre natural para que todo estuviera en su sitio.
Nosotros quisimos cambiarlo todo y lo hemos cambiado, aunque no sabemos si para bien o para mal. Ya no hay plazos, todo debe ser inmediato y perecedero. Si los muebles de nuestros antepasados debían ser fabricados para durar siglos, los de ahora hay que cambiarlos en pocos años (y si no los cambias, se mueren. O sea: cámbialos).
Las comunicaciones, la estructura de cualquier proceso empresarial, los plazos y en general, nuestra vida entera debe ser vivida varias veces en un solo día. La mañana no tiene que ver con la tarde y la frase de una película en la que un agente de bolsa de Nueva York le decía a un novato que en diez minutos se pasaba de la riqueza más absoluta a la miseria social en la que los hijos no van a la universidad, es más cierta que nunca.
Si el ser humano conseguirá adaptarse a este panorama o nuestro organismo fracasará, no lo sabe nadie, pero lo más probable es que subsista en un estado que a algunos les parecerá estupendo y a otros, los menos, espeluznante. No sé si la duración de nuestra vida es baremo de nada, pero la norma generalmente aceptada es que más años de vida es sinónimo de calidad de vida. Habría mucho que discutir sobre ese baremo, pero bueno, lo dejamos así. Ahora bien, ¿podrá el mundo global seguir sosteniendo el desequilibrio de un primer mundo longevo, rico, saludable y con un bienestar social enorme o nos obligará a todos a trabajar hasta los 75, a reducir nuestra riqueza actual pero viendo cómo eso sólo se traduce en más riqueza para los híper-ricos mientras el tercer mundo sigue pasándolas canutas?.
Sinceramente, me parece que entre la actual generación de los 50 años y la que ahora anda por los 15, se van a producir verdaderos cataclismos sociales. La dirección, sentido, calado y fondo de esos cambios no los conozco, pero puedo asegurar que serán enormes, mucho más profundos todavía que los vividos en los últimos 40 años. Y aseguro que decir eso, es decir mucho.

6 DE OCTUBRE La amenaza dormida
10.000 virus en el Polo Sur
Un grupo de investigadores españoles descubre en la Antártida más de 10.000 nuevos virus que no se conocían hasta ahora. Son virus que juegan un papel fundamental en la base del ecosistema antártico; infectan algas, líquenes, plantas pero no humanos ni, parece ser, organismos superiores, lo cual no resta un ápice de importancia al descubrimiento. El trabajo se ha publicado en la revista Science y la comunidad científica elogia la importancia del trabajo. Hoy no hablaremos de que gran parte de estos investigadores se quedarán colgados gracias al recorte presupuestario del Gobierno. Hoy hablaremos de los virus y de su relación con nosotros.
Los avances de la medicina nos han anestesiado, nos han hecho pensar que con dos antibióticos, tres pócimas y muchas curaciones, hemos ganado la batalla y eso no es verdad. Los virus tienen una capacidad enorme de cambio y eso es algo fundamental que consagra el proceso de la selección natural en su vertiente más siniestra. En el aniversario de Darwin, los virus nos acechan esperando encontrar el cambio que les haga recolocarse.
Será un virus que los medios llamarán súper-virus, pero será una simple versión mejorada de cualquier enfermedad conocida que encontrará un fallo en las defensas de la fortaleza. El día que eso pase, la humanidad volverá a darse cuenta de que su papel en el teatro del mundo no es tan estelar como pensaba.
Un virus de con esa capacidad podría, fácilmente, llevarse por delante al 25% de la población, pues la cuarentena es imposible en un mundo lleno de aviones que consiguen mezclar, cada día, a millones de personas con posibles portadores de la nueva enfermedad. Desde un punto de vista distante, la especie no va a sufrir ningún descalabro: simplemente habrá una rotura en esa línea constantemente ascendente desde hace milenios. Hubo un tiempo que casi desaparecimos y quedamos reducidos a unos pocos individuos en los desiertos del sur de áfrica.
En nuestra inconsciencia pensamos que el proceso de la selección natural se ha olvidado de nosotros y de nuestro enemigo, pero en silencio, trabaja sin descanso y algún día, algún cambio encontrará una gatera desconocida que nos hará verdadero daño.
Lo peor de todo será aguantar las estupideces de unos y de otros, los golpes de pecho sobre lo que se podía haber hecho; los discursos sobre la ira de Dios e idioteces semejantes, pues lo que es seguro es que nadie dirá que simplemente, ha ocurrido lo que tenía que ocurrir algún día. Así de fácil. Lo que molesta de toda la historia es comprobar que el hombre es sólo un bicho más que se mueve por la tierra. Sólo eso. Nada más, aunque joda bastante.

7 DE OCTUBRE
DE LA BELLEZA DE LO COTIDIANO

Hoy el día amanece esplendoroso, con una claridad de pintura del Prado hecha por Velázquez. En el norte las nubes se agolpan sobre la sierra intentando derramarse sobre el valle de Villalba, El Escorial y el Guadarrama. Por el este y por el sur, más abajo de la primera cresta del puertecito de Galapagar, parece que la niebla juega a engañar a los posibles excursionistas dándoles la idea de un tiempo horrible, oscuro y brumoso. Ayer el día quería competir con las grandes producciones de cine y exhibió el catálogo completo de contrastes, luces, matices y nubes; todo desplegado en el corto trayecto a la oficina.
Cada día, cada pequeño trozo de nuestra vida, está lleno de momentos estéticos muy intensos que no captamos; que pasan a nuestro lado sin que entren a formar parte de nuestros tesoros y riquezas. Es cierto que el campo y la naturaleza en todo su esplendor son más propicios a hacernos regalos, pero no es menos cierto que las ciudades también son generosas. Menos, pero con una mayor elaboración.
Hoy, por ejemplo, me he llevado el disgusto de tener que prescindir en mi vida de un espacio en el que tenía depositadas grandes esperanzas. En el habitual camino de paseo con los perros un boulevard de nueva planta ha dejado encerrados, entre las tenues líneas de sus aceras, un espacio peculiar, lleno de sensibilidad, historia y ejemplo. Varias encinas, algunos enebros y el recuerdo de una linde entre dos fincas en forma de valla seca que se mantenía en pié sostenida por el tiempo, el musgo y el aburrimiento. Desde hace meses, el ayuntamiento parece que ha decidido hacerle caso a ese pequeño reducto y mi esperanza estaba centrada en que, tras sanear encinas y enebros, alguien se diera cuenta del potencial de esa valla como centro de una actividad paisajística algo oriental y casi zen; un pequeño jardín no jardín en el que el protagonismo se regalara a ese ordenamiento de piedras antiguas, verdecidas de años y lluvias y todavía verticales gracias al saber del artesano que, sin cemento ni argamasa, consiguió dejar dormidos varios siglos de ingravidez.
Como el lector habrá adivinado, mi esperanza ha sido vana y una excavadora se ha llevado por delante ese vestigio estético de los cuentos románticos de Gustavo Adolfo Bécquer y ha dejado aquello “bien saneado”, que diría el chapuzas. Es un ejemplo muy pequeño que pone de manifiesto el desprecio que todos estos pueblos de la zona tienen por su pequeña historia y por su personalidad. Muchos de los de Colmenarejo, si leyeran esto, pensarían que estoy idiota perdido, que esa valla no era nada y que ahora, a punto de que el extraño césped inglés pinte de verde todo ese campo, está mucho más bonito.
Bueno, acepto que estoy sólo y que nadie me sigue en mis contemplaciones autistas y un poco amariconadas, pero creo que la razón de que hagamos todas esas obras, que están completamente desprovistas de utilidad directa, es darle al espíritu un poco de aire y de relajo; momentos en lo que puede aprovechar para olvidarse de la pelea y levantar el vuelo para dejarse emocionar por las pequeñas cosas.
El mundo nos hace regalos inesperados y preciosos, pero hay que estar atentos a los amaneceres de verano en los que el día huele a nuevo tras el polvo acumulado por el día anterior; atentos a esas nubes que corren desbocadas precediendo al vendaval o a la tormenta; atentos a las luces del ocaso sobre los montes bajos que se juntan con el plano paisaje del suroeste, luces nuevas cada día que, en sí mismas, nos llenan los ojos y el espíritu de auténtica belleza.
Vale, si, lo reconozco: soy un moñas y un antiguo medio “gayi”, pero es que de verdad disfruto y me gustaría que los que tengo cerca también fueran capaces de disfrutarlo. Lo gracioso es que, cuando les llamas la atención sobre lo maravilloso de estos momentos, todo el mundo se queda embobado. Recuerdo uno especialmente espléndido que paralizó a toda una oficina durante 5 minutos. Estábamos en el piso 17 con las vistas, maravillosas, orientadas al sur y un poco reviradas hacia el oeste, encuadre perfecto para los encendidos atardeceres naranjas de Madrid. Más o menos era esta época, la de las grandes migraciones hacia la templada melancolía del sur de España y de repente el cielo se llenó de formaciones de ánades escribiendo grandes uves en el cielo. Estas formaciones se unían y se separaban dando lugar a dibujos efímeros y preciosos que todos mirábamos embobados sin abrir la boca. Nadie dijo nada, pero durante un rato, unos simples patos nos habían dejado mudos y perplejos mirando una belleza que ninguna otra mano podía crear.
Así de simple: de vez en cuando, mira el cielo y déjate sorprender. Es posible que te ayude a recordar que, a veces, el mundo es muy , pero que muy bonito y merece la pena verlo.
8 DE OCTUBRE
UN POCO MÁS DE NADA
Como ya he comentado la parálisis vital que se adueña de mis neuronas todos los domingos, creo que ya no tengo que pedir más disculpas por el nulo nivel de mis escritos, actos y pensamientos. La tele suena de fondo, la familia languidece mientras se recuperan de alifafes varios como toses, mocos y medio – gripes que señorean la casa desde hace unos días. Vamos, que es domingo y es un domingo que se coloca como víspera de un día de fiesta, lo cual hace que sea un poco más extraño de lo normal.
Esta mañana, al poco de levantarme, me he puesto con un proyecto que me ronda el tarro desde hace años y que, como otros, supongo que deberá esperar a mi jubilación para tomar cuerpo: Un comentario sobre la vida de dos personajes con los que la historia no ha sido demasiado justa, los eminentes Quinto Sertorio y Lucio Cornelio Sila. Ambos olvidado y ambos lucieron la máxima y rarísima condecoración del ejército romano: la corona de hierba, corona gramínea, concedida sólo por la tropa a aquellos capaces de salvar, por su valor y capacidad, a una legión entera.
Lo poco que conozco de ellos es verdaderamente impresionante. El primero, familiar de Cayo Mario, desarrolló una carrera de hazañas militares que pudo, de haber tenido más suerte, haberle llevado a los libros de historia como uno de los romanos más grandes de la historia. En vez de eso, su vida se perdió bajo el signo de la traición de sus generales, luchando contra su ciudad y sus antiguos compañeros. Fue un genio militar que sacudió durante lustros la seguridad de los cimientos de Roma, pero perdió y fue silenciado. Punto.
De Lucio Cornelio Sila se podría haber hecho, y todavía puede hacerse, la mejor serie de TV que se pueda imaginar; pero clasificada para adultos. Su nombre evoca una de las familias patricias más antiguas de Roma, pero nació en la ruina, con un padre alcohólico y arruinado y una madre medio loca. De él se dijo que había matado a dos mujeres para heredar la fortuna necesaria para ingresar en el Senado. Homosexual convencido, su amor con un conocido actor, Metrobio, tuvo que dormir años en silencio para no perjudicar su vida política.
Se empeñó como pocos para alcanzar la gloria y la dignitas que su nombre y sus antepasados le exigían, pero para lograrlo tuvo que afrontar el juicio de los siglos por ser el primer romano que marchó contra Roma al mando de un ejército de romanos. Sojuzgó al senado, implantó una dictadura feroz que hizo correr la sangre por el foro y las cabezas de sus enemigos decoraron la tribuna de los rostra pinchadas sobre los pilum, si bien la tribuna fue concebida para otros trofeos más delicados. Volvió vencedor de Mitrídates y humillado por la enfermedad y la deformación física. El que fuera una de las bellezas del Foro Romano, un auténtico Apolo, tuvo que verse calvo, sin pelo en las cejas, deforme como un pellejo de vino a medio vaciar y bajo el tormento de unas úlceras cutáneas que sólo se calmaban bajo los efectos del vino. Esta ruina humana, homosexual escondido, actor entre los actores, desarrolló su representación durante años; mandó con mano de hierro y galvanizó una nueva Roma sobre los restos de la guerra civil y de los caprichos de un Senado que no osó levantar la voz ni la mano contra el dictador. Los ojos de Sila desvelaban a sus oponentes la visión aterradora de un monstruo, y esos ojos lo acompañaron hasta el final.
Se despidió de Roma con un desfile orgiástico de putas, maricas y borrachos, dejando a los provectos senadores con tres palmos de narices. Sólo pudo dedicarse a ser él mismo poco más de 10 meses, pero su vida podría llenar horas de televisión, megaproducciones de Hollywood y muchos libros y tratados.
¿Cuántos como Sila y Sertorio merecerían ser conocidos? ¿Cuántos héroes, cuántos sabios, cuántos prohombres duermen tranquilos en la nada del olvido? Supongo que cientos, pero de verdad me gustaría que estos dos señores fueran conocidos, por lo menos, por mis amigos. Eso si mis amigos tuvieran el más mínimo interés por leer lo que yo escribo lo cual, sinceramente, no está muy claro.

SUELTO
8 DE OCTUBRE
ALAKRANA
La tripulación del Alakrana está secuestrada en Somalia. La armada detuvo a dos piratas. Las autoridades españolas trabajan y callan, aunque hablan más de lo que me gustaría. El patrón del Alakrana se alejó, en silencio y sin querer dar datos sobre su posición, de la zona de vigilancia de la fragata destinada en la zona. El patrón del Alakrana recibió una comunicación del capitán de la fragata en la que se le certificaba que no podrían protegerle y en la que le pedía, al menos, datos sobre rumbo futuro y posición. El patrón del Alakrana no rectificó ni comunicó nada. El patrón del Alakrana, espero, podrá dar explicaciones a sus hombres sobre los motivos que tuvo para poner su vida en peligro, arruinar la marea y destrozar los nervios de sus familiares.
Los jueces siguen siendo independientes, lo que no quiere decir que hagan lo que les dé la gana reivindicando su condición. Su tarea nace de y sirve a la sociedad, ante la que tiene que rendir cuentas, pues no es de recibo que un gobierno firme un tratado y que el poder judicial no se dé por enterado y aplique una legislación anterior a dicho acuerdo. Y por último un apunte de la historia: los muertos no molestan y es mejor y más sencillo ponerle precio a un fiambre que empeñarse en poner a un estado contra las cuerdas.
Espero que, una vez pasado todo, las autoridades españolas facturen al armador la cuenta de gastos originados por la irresponsable conducta del patrón. Espero que ambos, patrón y armador, hagan frente a las consecuencias de sus decisiones.
Eso no quita razón a los que dicen que los piratas son unos hijos de puta, pero unos hijos de puta que tienen contactos, cuentas bancarias, abogados a su servicio en bufetes londinenses, casi seguro inversiones en varios estados y son conocidos en ambientes financieros. ¿Alguien les va a cerrar esas puertas? ¿Van a responder los contactos de esa gentuza ante la justicia? ¿La comunidad internacional se va a tomar el asunto de Somalia en serio algún año de estos? Por favor, dejémonos de cinismos, hipocresías y manifestaciones de apoyo, que ya está bien.
¿ES POSIBLE? 9 de octubre
Más del 50% de la electricidad producida en España la generaron los molinos de viento
Hay veces, pocas, en las que la humanidad parece que puede lograrlo. Son muy pocas, pero de vez en cuando, hay una especio de sorprendente fogonazo que nos permite ver lo mejor del género humano. Es el caso de esta noticia en la que asoma un mundo con energías limpias y renovables, ajenas a los humos, a la deforestación, al cambio climático y a tantas contrapartidas nefastas que nos han colocado al borde del precipicio.
Lo más seguro es que ya no estemos a tiempo, que nuestra intervención en el sistema complejo haya puesto en marcha una serie de procesos sobre los que carecemos de control y conocimiento. Durante siglos hemos jugado como niños con algo muy delicado y me temo que el mecanismo se ha roto del todo. Seguimos pensando que no pasa nada y que la naturaleza puede con todo, pero ella nos está dando señales y dejando claro que empieza a estar agotada.
Hace poco leía sobre un proyecto de extracción de oro en os sedimentos marinos por debajo de los 5000 metros de profundidad. Lo que se contaba era espeluznante, especialmente si tenemos en cuenta nuestro absoluto desconocimiento sobre el funcionamiento de esos ecosistemas. De entrada, lo único que sabemos de lo que pasa por allí, es que no sabemos nada. Pero sí sabemos de las corrientes profundas que llevan nutrientes de un continente a otro, de su influencia en el clima en procesos como el del Niño de la costa suramericana; de los intercambios térmicos que se producen en el atlántico norte, donde las aguas superficiales y calientes que vienen del golfo de México ganan salinidad y aumentan las temperaturas del litoral para luego hundirse y retornar hacia el ecuador llevando pasajeros: las anguilas que deben llegar al mar de los sargazos para seguir con el ciclo de reproducción que se mantiene igual desde hace millones de años.
Sólo con esos dos pequeños detalles, ya podemos imaginar lo que podría afectar a ese ciclo los miles de millones de toneladas de cieno, detritos y elementos contaminantes como los metales pesados usados para extraer el oro. Bueno, pues seguro que algún día, a no tardar mucho, leeremos que ya han empezado los trabajos en las fosas de las islas XX situadas en una zona olvidada del pacífico sur (probablemente, al estar colocado en una zona mental alejada de occidente). Y eso ocurrirá aunque la compañía que lo ponga en marcha no tenga licencias de primera división y esté radicada en Mongolia, Birmania o cualquier país cuyo gobierno se deje comprar por calderilla.
Ellos sacarán oro y dejarán las corrientes hechas una mierda; mierda que llegará a las costas de cualquier continente situado a miles de millas; mierda que matará la pesca y los medios de vida de comunidades enteras; mierda que alterará la cadena alimenticia de miles de especies que verán sus hábitats sepultados bajo nubes de cienos tóxicos.
Que nadie dude de que, cuando sea técnicamente posible y económicamente rentable, eso se hará y pasará lo que acabo de escribir, por mucho que los jefazos e inversores de la compañía nos cuentes milongas y bondades sobre la riqueza aportada a la comunidad y cuentos que ya hemos oído miles de veces.
Pero hoy podemos soñar un poco y disfrutar del ballet de esas miles de aspas girando bajo a fuerza del viento. No es que esos campos de molinos sean muy bonito, pero ganan belleza cuando nos acordamos de que nos dan energía limpia, de que son generosos y de que su proceso de fabricación no supone que perdamos más de lo que ganamos. Podemos ganar mucho y es una guerra cuyo resultado nos afecta y nos afectará a todos.
10 de octubre “¿Y después qué vendrá?
“un ciego, una sorda, un parapléjico, una mujer enana, otra con querubismo (alteración osteofibrosa de los huesos de la cara) y un afectado por la talidomida (fármaco que provoca malformaciones en el feto) serán abandonados en una isla desierta con un guión bajo el brazo”

Hay cosas que sorprenden por lo repetido y antiguo de su concepción, por lo poco original, por lo zafio de sus orígenes y en general, por su mal gusto. Estructurar un programa, un “reality show” sobre la base de que algunas personas con enfermedades o minusvalías pongan de manifiesto o complicado de su día a día, es como volver a las ferias medievales y su caseta de “monstruos”.
La sociedad parece estar embarcada en un constante viaje de ida y veta entre la evolución positiva de sus valores y la más abyecta de las involuciones. Hemos tardado siglos en incluir a estas personas en la “normalidad” sacándolos de los circos, las labores de bufones y las casetas de feria y ahora los volvemos a meter en el gueto electrónico de la televisión para…¿Qué?. No me puedo imaginar cómo hay que ser para ver lo que será este engendro.
Pensar en los futuros espectadores es como una prueba de ingenio más complicada de lo que parece. Si os retrotraemos a espectáculos duros, salvajes y sanguinarios como los del circo romano, veremos que e contexto social era muy distinto. La crueldad no se medía con el mismo parámetro de hoy. Eran gentes que convivían con la esclavitud, con la muerte, con la miseria más absoluta; era una vida dura hasta extremos que hoy nos parecen poco menos que imposibles.
Las sociedades europeas entre los siglos X y XIX participaban de esa dureza y de esa miseria, de forma que cualquier actividad que aportara comida y evitara la muerte por inanición, era considerada poco menos que estupenda. La verdad es que, a pesar de mis aficiones por la historia, no conozco con detalle otras sociedades, pero me imagino que poco más o menos, aunque ese XIX en algunos casos puede llegar a XX o incluso al XXI, pero eso será otro análisis y otro día.
El hecho es que hoy hay alguien que todavía piensa en hacer negocio con ese tipo de cosas y miserias humanas y para pensar en esas cosas, hay que estar muy tocado del ala. Un tipo que piensa eso es capaz d pensar en meter una cámara en una leprosería del siglo XV y dar puntos o inmunidades al mejor desprendimiento de dedo, a la mejor úlcera facial o cualquier cosa agradable del estilo.
Tampoco es descartable que en unos meses nos encontremos una unidad de cuidados paliativos convertida en un plató de televisión para establecer un premio a la agonía más completa, convirtiendo a la muerte en la mejor oferta de “prime time”. Si conseguimos eso, habremos sido capaces de cerrar el círculo y retornar al Circo Máximo para encontrarnos expectantes ante el gesto del emperador. Gesto que, por otra parte, podría ser influenciado por los oportunos envíos de SMS con la palabra “muerte” o “vida”, que la técnica se adapta a todo, no hay problema.
Una vez más, los convencionalismos morales que colocan al sexo como el centro de lo que hay que evitar, equivocan el tiro. Esto es mucho peor que la mejor producción de pornografía soñada por el pornógrafo más salido. Las variaciones de perversión del espíritu y la mente son mucho más elevadas, peligrosas, contaminantes y degradantes que las más atléticas y avezadas piruetas sexuales que una pareja pueda levar a cabo.
En fin, que estas cosas te hacen mayor, como gastado y viejo ante una deriva moral que creías superada, olvidada y enterrada en aras de una sociedad más justa, solidaria, humana y evolucionada, pero como es habitual, siempre hay alguien que se empeña en demostrar que es posible caer más bajo, ser más amoral y más miserable. El ser humano tiene una capacidad infinita de ser deleznable, por supuesto.

11 DE OCTUBRE
EL ALCOHOL Y LAS DROGAS: ¿EXIMENTES O AGRAVANTES?
Occidente convive con el alcohol de una forma extraña. Se rasga las vestiduras ente otras drogas, pero organiza el lujo alrededor de botellas de vino de añadas escogidas, licores destilados de gota en gota y el sector de las bebidas espirituosas supone trabajo y riqueza para millones de personas.
Pero el alcohol se cobra una factura espantosa: son muchos millones de personas los que sucumben al alcoholismo, los que sufren daños y patologías hepáticas; familias enteras quedan arrasadas por sus efectos, pero el dinero que genera el alcohol lo tapa todo.
El alcohol cumple todas y cada una de las características que definen a las drogas duras, sin dejarse ni una: no hay forma de eludir esa realidad, pero hacemos como si no fuera verdad. Cuando le preguntamos a alguien si bebe y contesta que “lo normal” podemos darnos por jodidos. Esa normalidad suele ser suficiente como para convertir cualquier hígado normal en paté de primera calidad.
Y ¿qué pasa con las otras drogas? Caña al mono, no hay problema. Las otras drogas generan pasta en países del tercer mundo, sus ingresos refuerzan el poder de las diferentes mafias y además, no pertenecen a “nuestra cultura”.
Hace unos años, los países asiáticos productores de amapola de opio sufrieron una presión enorme de la ONU para arrasar esos cultivos, presión que desapareció justo cuando Laos (no es que sea un ejemplo, pero era Laos) dijo que ellos quemarían hasta la última amapola productora de opio y heroína justo el día en que occidente arrancara todas sus vides productoras de vino. Droga por droga, persecución por persecución, de oca a oca y tiro porque me toca.
Desde mi punto de vista, cualquier delito cometido bajo la influencia de drogas y alcohol es más debe ser penado de forma especial. Cuando de forma voluntaria alteramos nuestro estado de consciencia y de conciencia, debemos ser consecuentes con sus consecuencias. Si liberas un ciudadano irresponsable, debes ser castigado por ese acto. Si dejas a tu otro yo sin control, debes afrontar las consecuencias.
Todos, en el momento de tomar la primera copa, fumar la primera calada o esnifar la primera raya (y otros actos similares) saben que, a partir de ese justo momento, sus actos se encuentran bajo la influencia de esas sustancias y si no se quedan metiditos en la cama, refugiados en una casa hasta que se pasen los efectos o paseando tranquilos a la espera de un dulce amanecer, las consecuencias serán nefastas para ellos.
A lo mejor me paso de bestia, pero conservar nuestro criterio y el control sobre nosotros mismos debería ser un deber básico para todos nosotros. ¿O es que no sabemos, todos, lo malos que podemos llegar a ser? Pues eso, las maldades, controladas.

2012 FIN DEL MUNDO
13 DE Octubre
Bueno, pues ya está aquí lo que parecía una amenaza lejana. La primera película sobre el fin del mundo que llegará el 21 de diciembre de 2012. Que a estas alturas de la historia de la humanidad alguien pueda pensar que eso es verdad es para perder la poca fe que conservo en ella.
Las técnicas de adivinación, los oráculos, las echadoras de cartas, tarots y zodiacos varios nos acompañan desde nuestros orígenes de miedo y oscuridad ante lo desconocido. Necesitamos, o creemos necesitar saber lo que el futuro nos depara, como si ese conocimiento implicara que el futuro siempre es positivo y favorable a nuestros intereses.
Miedo y desconocimiento son el mejor caldo de cultivo para generar dioses, demonios y futuros maravillosos desvelados gracias a los mensajes escritos en las entrañas de cualquier bicho, en el vuelo de los pájaros o en los lejanos relámpagos de una tormenta de verano. La humanidad se comporta como un crío de pocos años dispuesta a creer cualquier patraña que le asegure la bicicleta.
En pleno siglo XXI volvemos a la cueva y al adivino para contemplar, con las últimas técnicas de efectos especiales, que el 21 de diciembre del año de marras se va a organizar la marimorena. El formato de la anunciada apocalipsis es variado: cambio en el eje de rotación de la tierra, inundaciones, terremotos, incendios devastadores etc. Lo curioso es que siempre damos la vuelta alrededor del mismo centro, con muy pocas variaciones. Al igual que las crueldades bélicas con los prisioneros, el ser humano es, fundamentalmente, aburrido. Cuando coge un tema, no lo suelta y lo sigue hasta el final.
El año 1000 trajo todo tipo de pronósticos oscuros. Ahora, pocos años después de 2000, nos vemos enfrentados a una estupidez con la misma raíz, como si esos números que nosotros usamos según un convencionalismo como otro cualquiera, tuviera influencia sobre la vida de la tierra.
Al igual que mantenemos el convencionalismo de “arriba” y “abajo” al representar el mundo, parece que el momento en el que colocamos (de forma equivocada) el nacimiento de alguien, tienen que determinar el destino de todos. Hay que recordar que son muchos más los pueblos que miden el tiempo en otros patrones y que en algunos vamos por el cuarto milenio, así que tranquilos, que quedan dos o tres periodos de estupidez para seguir encontrando mensajes catastrofistas en cualquier escrito, cuadro, objeto o calendario marciano.
GRIPE
Como todos los años, la gripe se ha adueñado de las casas, las oficinas y los colegios. No es nada especial, es sólo que estos días se mezclan los mocos con las colitis; las toses con los dolores y todos estamos hartos. También yo, qué duda cabe.
AGUA EN LA LUNA
La NASA ha confirmado la presencia de agua en la luna. Vale, hay agua y ¿qué?. Pues mucho:
De entrada, lo que se abre a muchas más soluciones es si esa agua es igual o distinta a la de la tierra, algo que nos ayudaría bastante a la hora de establecer el origen del agua terrestre. Esta pregunta nos lleva a determinar si la vida basada en agua es posible gracias a un “milagro” terrestre o el agua es un compuesto “cósmico” que se extiende por todo el universo y que mantiene su forma líquida en los planetas o situaciones propicias para ello.
Es como quitarle mucho misticismo a la cosa, comprobar, una vez más, que no somos especiales y que la casualidad y la selección natural bastan para explicar muchas más cosas de las que en un principio se admitían. La humanidad mantiene una aspiración de importancia, una aspiración antropocéntrica que llena sus aspiraciones, pero cada vez que profundizamos en el conocimiento del cosmos, esa visión se difumina más y más.
Galileo pagó una factura enorme por cambiar la tierra por el sol y colocarlo en su lugar, desplazando a la Tierra a una posición secundaria y marginal. Eso hizo que la Iglesia montara en cólera y sacara las estupideces bíblicas de paseo para intentar hacer salchichas al peligroso librepensador (Cada vez me gusta más esa palabra). Dentro de unos días, el Monseñor Camino del área, es posible que aparezca dando explicaciones sobre algo que ni ama, ni comprende y a lo que se acerca, única y exclusivamente, con ánimo de forzar y retorcer para que la verdad no destruya el negocio.
Paso a paso, esfuerzo a esfuerzo y con mucha constancia, la ciencia avanza hacia un mejor conocimiento y comprensión de nuestro universo. Paso a paso, el hombre ocupa su lugar y asume su posición en la escala de las cosas.
Lo que no acabo de comprender es la tragedia que esto supone para las religiones. ¿Es ese lugar mejor o peor? ¿Nos exime de comportarnos con ética en nuestra vida? ¿Nos condena a una vida miserable, inmoral y bestializada? ¿Le quita importancia a nuestros compromisos con los otros? ¿Nos hace mejores o peores? Claramente, todo esto no nos afecta, salvo a todos aquellos que sólo decidieron ser buena gente en función de futuras recompensas, beneficios que ahora, no tienen demasiadas posibilidades de concretarse.
Otro día hablaremos de las puertas que abre la posibilidad de abastecerse de agua en la luna para nuestros deseos de explorar el universo, que también son apasionantes.

14 DE OCTUBRE
PRINCIPIOS MITCHEL
La izquierda abertzale del País Vasco vuelve a la carga con la retórica de una teórica paz que nadie entiende. La paz, lo que todos, salvo ellos, entendemos por paz, depende ya de que ETA asuma que ha agotado toda posibilidad de subsistencia. ETA se ha agotado a sí misma, ha protagonizado una involución al absurdo que le ha colocado en el imposible.
En sus 50 años de vida, ha visto cómo sus miembros degeneraban, bajaban peldaños desde el compromiso ético y disciplinario de una especie de Monjes Templarios de izquierdas hasta descerebrados analfabetos que sólo conocen el mundo a la luz de los cócteles Molotov. Que la Tigresa celebrara sus asesinatos en discotecas y exhibiciones sexuales, es el final; la inteligencia individual y colectiva de la actual ETA es más propia de una institución de deficientes mentales que de un estado mayor.
ETA ha muerto devorada por sus propios muertos y por no ser capaz de leer, tanto los mensajes de la sociedad como los diarios que no son suyos. ETA y los idiotas que mandan en ETA han degenerado en una banda de asaltadores oportunistas sin rumbo, sin objetivos y, lo que es peor, sin posibilidad de encontrar una razón para su absurdo vital. A estas alturas sus miembros viven a salto de mata, los han detenido hambrientos y fríos tras dormir varias noches en el monte como alimañas acosadas. Están cercanos a la foto franquista de la detención de El Lute; fuera de la sociedad, fuera de la realidad social y política de una nación que trabaja en paz, que asume sus diferencias y sus dificultades como una tarea que hay que afrontar entre todos y entre todos disfrutar del trabajo colectivo y de sus frutos.
ETA sólo entiende una sociedad antigua, imposible y primitiva; dominada por ellos y con el resto en sumisa quietud y eso, por mucho que les pese, no es viable, es un objetivo propio de las pesadillas bolcheviques de principios del siglo XX. ETA ha putrefactado todo lo que ha estado en contacto con ella: los ideales, la sociedad vasca, cientos de jóvenes que han crecido con el cerebro enfermo de odio, pueblos enteros viven y se miran divididos y enfrentados y eso es algo que ETA debe pagar, ayudada por todos esos cobardes que se han beneficiado del miedo que ETA genera ara medrar en la vida pública.
No pueden obtener nada; no ya ganar, que es impensable. No pueden salir indemnes y con beneficios. Deben asumir que los años de plomo y de miedo les han condenado y que han sido condenados por toda la sociedad.
La única salida, el único fin posible, el único amanecer debe estar ausente de su asquerosa presencia. El único futuro asumible no les incluye, así de simple.
MANI MOTERA
Uno es motero, agradablemente motero; de esos que disfrutan paseando en los días de sol de invierno con el aire en la cara y los olores nuevos. No me gusta pasar miedo en la moto, no me gusta acercarme a una curva pensando en que me la voy a dar mientras intento reducir la velocidad y meter la moto en la trayectoria válida.
La moto me recuerda al caballo, me da unas sensaciones muy muy agradables y sólo he tenido un pequeño accidente en toda mi vida.
En estos últimos meses la DGT lanza una serie de mensajes que no me incluyen y que, hasta hoy, pensaba que no incluían a la mayoría de moteros.
Bueno, pues hoy me he dado cuenta de que no, de que hay un gran número de moteros bastante colgados. Gente que quiere correr, apurar curvas, tumbar las motos, percibir los límites y llenarse de adrenalina, riesgo y accidentes. Piden la eliminación de los guardarrailes, piden que les quiten los límites; piden velocidad en las carreteras sin que nadie les estorbe; piden la transgresión constante y libérrima; piden otra vida que nadie les puede dar.
Creo que hay que quitar los guardarrailes peligrosos, creo que hay que conseguir que las carreteras sean más seguras para las motos, hay que quitar esas pinturas deslizantes y esas rejillas metálicas para aumentar la seguridad, pero especialmente, deben desaparecer de las carreteras todos esos colgados que buscan curvas como el yonkie busca su dosis. Son peligrosos para los demás y para sí mismos y hay que pararlos. Una cosa es que el riesgo de accidente en moto sea alto per se y otra, muy distinta, es que esa panda de cabras puedan llenar carreteras y ciudades de misiles sin control listos para explotar contra cualquier farola, persona o coche.
La moto sí, pero con cabeza, control y sensatez, que entonces es una maravilla. Me gustaría que esos locos de los pepinos japoneses fueran capaces de disfrutar de las mañanas de invierno y de los olores de la misma forma que yo disfruto. Sería estupendo.

15 DE NOVIEMBRE
NADA EN ESPECIAL
Hay días en los que elegir un tema cuesta bastante, y no por falta de titulares jugosos, sino todo lo contrario. Atender a todas las voces que llegan desee los titulares pidiendo atención es complicado y no hay tiempo, ni ganas, ni conocimiento de los temas como para extenderse con todos lo que me gustaría. Esta semana hemos tenido declaraciones en las que se amenazaba de excomunión a los votantes de la ley del aborto, el congresillo del PP y sus ausencias y presencias; el culebrón del Alakrana, el previsible fracaso de la cumbre de Copenhague sobre el clima; como siempre, hemos pasado por casi todo y pocas cosas han dejado huella.
La tragedia de la época es esta: todo pasa a la vez, todo es importante y trascendente y no se puede atender a todo lo que es necesario atender y la realidad se nos escapa de las manos como la arena n los juegos de la playa. ¿Se puede parar la realidad para reflexionar sobre ella, manipularla, atender a sus derivaciones y luego volver a poner en marcha el mundo? Ni es posible ni creo que fuera recomendable para nuestra propia salud mental: acabaríamos locos de impotencia.
Si tecleamos “noticias de la semana” en Google, hay entradas, pero no hay un site especializado en un plazo tan absurdo: hay de la última hora, y hay bastantes, pero ¿una semana?. Es como si preguntáramos por el último eón: nada. No se puede manejar una tiempo tan largo, ya no interesa, está pasado, muerto, olvidado, antiguo. No es correcto, en la dinámica actual, estar pendiente de la última semana, es estar fuera de juego.
El mundo se mueve, y ya lo hemos comentado, con movimientos compulsos, espasmódicos, rápidos: nos movemos a la luz del último segundo, como cuando hacemos chispas con un mechero en una habitación oscura para ver la realidad de ese segundo concreto. Nos orientamos en la oscuridad con una información muy escueta y muy parcial, pero en la luz de ese chispazo, creemos verlo todo.
Nos equivocamos constantemente, cambiamos el rumbo, pero en cada fracción de segundo, en cada fogonazo de luz, nuestra posición es perfecta: equivocadamente perfecta.
Gracias a esa información constantemente errónea y adecuadamente correcta, la clase política sobrevive ante una ciudadanía que se ve sorprendida por la novedad del día. Saben que la memoria colectiva es imposible, que la inundación de los acontecimientos les permite esconderse en la sombra del ruido de una actualidad que evita la reflexión. Gracias a ese ruido se nos aparecen como sempiternas vírgenes ofendidas: Se han acostado con todo el batallón, pero siguen diciendo que son doncellas. Federico Trillo, uno de los personajes más abyectos, inmorales, cínico y esencialmente cobarde que ha creado nuestra política, se permite seguir cuestionando las acciones de un gobierno cuando tenía que estar autoexiliado en la isla de Pandataria, famosa por albergar a la hija de Octavio tras sus excesos sexuales.
Ese es el gran logro de nuestra clase política actual: habernos quitado la memoria. Es el último éxito de la nomenclatura: partir de cero cada día. Un mundo nuevo cada 24 horas les facilita reinventarse una realidad adecuada a sus necesidades con desahogo. Ayer era una cosa, pero hoy es distinto; hoy hemos creado un nuevo mundo y nos posicionamos como queremos ante esa nueva realidad. El chispazo de hoy nos lo permite, que para eso pasamos por la oscuridad de la noche y de las horas muertas, para poder movernos en la oscuridad y tomar nuevas posiciones; siempre nuevas y siempre acertadas.

16 de OCTUBRE Ban Ki Moon “Hoy van a morir 17.000 niños en el mundo”
DE PASEO EN EL FERRARI


Camps y Barberá pasean al solecito de otoño por el circuito de Cheste. Van tranquilitos ellos, saludando con la mano con un gesto muy reconocible en las casas reales, que han encontrado la biomecánica del mínimo esfuerzo. La cosa no sería demasiado llamativa si no fuera por el hecho de que ambos comparten los deportivos asientos de un Ferrari descapotable. Mantienen la formalidad tradicional: conduce él, como Dios manda, con traje y corbata mientras ella se refugia bajo el parabrisas mientras se acerca la mano al pelo para que no se deshaga el cardado.
La imagen es, además de antigua, ofensiva. Han abandonado el trabajo en el partido, donde las bofetadas llueven y salpican por todas partes, para entregarse al glamur del lujo Ferrari. Luca di Montemezzolo, un advenedizo, se queda varado en la grava y Camps rescata al trío estelar del acto. Satisfacción completa y pleno de medios registrando la escena.
A miles de kilómetros el presidente de las Naciones Unidas prepara su discurso y el titular suena a cañonazo en la madrugada: hoy han muerto 17.000 niños en el mundo y no hemos hecho nada. Son datos que nos golpean hasta la médula, que resuenan en la cabeza mientras pensamos que es un error, que no es posible, que este mundo no puede consentir que esas cosas pasen. Pero no, no es un error: es una maldición de la que no somos capaces de escapar.
Primero, porque ninguno hacemos nada, ni siquiera hacemos lo que podríamos hacer con un mínimo de esfuerzo y honradez. Segundo, porque los países que pueden no quieren y los que quieren, muy pocos, no pueden.
La foto del Ferrari se mezcla en nuestra cabeza con las imágenes de los niños de cientos de telediarios que hemos almacenado y llegamos a las cercanías de la arcada. Aceptamos estas cosas con una sensación de normalidad inevitable más propia de la lobotomía que de la ciudadanía responsable, pero nos lo comemos.
El sistema lo ha conseguido, nos ha anestesiado del casi todo (el casi por aquello de la esperanza) cada día nos pasa delante como si estuviéramos en el cine y la cosa no fuera con nosotros, pero si va. Va con nuestra apatía, con la inmoralidad que supone la mezcla de derroche y miseria que constituye la vida cotidiana de los pueblos.
Se han puesto miles de ejemplos sobre lo sencillo y barato que sería acabar con la pobreza como para recuperarlos, pero nunca hemos puesto, de verdad, el dedo en nuestra propia inercia. Llevo tiempo diciendo que las sociedades se deben reconstruir desde abajo, que la dirección ha dimitido y no nos sirve. Debemos ser nosotros los que hagamos cosas siguiendo un poco el sueño de la utopía anarquista: hombres justos que construyen sociedades justas.
Los políticos se han rendido. Si los ciudadanos también renunciamos a los sueños, la sociedad se habrá muerto sin que nadie se haya dado cuenta y será el final, el triunfo de los malos, de esos que se han escondido para no asustarnos y han conseguido que olvidemos el miedo.
Y por cierto: mañana también morirán 17.000 niños.

17 de Octubre
VERDE PROFUNDO
Nuestros ojos reconocen muchos matices de verde y en cuanto vemos un paisaje, a poco entrenada que tengamos la mirada, identificamos la época, la temperatura, la humedad y hasta la zona aproximada en la que nos encontramos. Es posible que la humanidad se expandiera (algunos dicen que por segunda vez) desde los desiertos de Sudáfrica, pero anhelamos lo verde como anhelamos el agua.
Cuando los árabes llegaron a España, se entregaron al verde, a los jardines, a las plantas y al agua. Es posible quela religión oficial se encomendara a Alá, pero ellos adoraron el verde y lo hicieron durante siglos. Crearon jardines, bailaron con el agua, se miraron a los ojos y culminaron su idilio en Granada, donde edificaron sus moradas sobre la luz verde de los jardines y brindaron con el agua de las acequias creadas para alimentar el verde.
Tenemos muchos verdes en nuestros registros, pero nos faltan los verdes profundos, aquellos que bajo el agua de ríos, mares y océanos dan cobijo, alimento y vida a multitud de especies de peces, fijan el carbono de la atmósfera y limpian las aguas.
Esos verdes profundos se están perdiendo arrasados por la pesca y sus artes asesinas, la contaminación y el olvido. Somos terrestres y hemos olvidado nuestro origen acuático, pero los mares se nos mueren sin que oigamos sus llamadas de auxilio.
Las praderas de posidonia del mediterráneo claudican ante la invasión de algas extranjeras que sólo se sirven a sí mismas, sin dejar espacio para nada que no sean ellas. Los fondos ya no crean nada que no sea cieno y las riveras añoran los manglares, los estuarios tranquilos y los ricos fondos de los deltas, llenos de nutrientes y no de metales pesados.
Hemos perdido demasiados recuerdos de cuando el mundo era joven, nos hemos cegado los ojos de humo y polución; nos hemos acostumbrado a ver nuestra huella en la naturaleza como algo normal y no insultante. Pasamos por el desierto marroquí sin valorar el hecho de que hay una bolsa enredada en cada planta, en cada matojo y en cada arbolillo, miles.
Los mares ya no pueden más: hemos sobrepasado su capacidad de absorción y es muy posible que en muy pocos años, comencemos a sufrir el efecto de sus devoluciones. Ese día nos daremos cuenta, empezaremos a darnos realmente cuenta, de todo el daño que hemos hecho. Ese día, nuestros ojos buscarán el verde profundo que tapizaba las playas y no veremos más que cieno y bolsas. Ese día habremos llegado al final.
18 DE OCTUBRE
LA CAVERNA
La realidad española, esa maldición que nos persigue a lo largo de los siglos, empieza a ser demasiado reconocible no en los titulares de los diarios, que sería lo normal: se reconoce en los capítulos de los libros de historia.
Hace unos días, Camps se sentía Calvo Sotelo a falta de guardia de asalto y hoy, tras comprobar que las burradas no podían volverse contra los marineros del Alakrana, la derecha destapa el tarro de las esencias y nos retrotrae a las más negras páginas de nuestra historia.
Rajoy, el mismo Rajoy que gestionó tan brillantemente la crisis del Prestige cuando hacía que trabajaba en el gobierno de Aznar, se ha descolgado pidiendo la reprobación de nada menso que tres ministros. La verdad es que podía haber pedido la varios más, ya puestos.
El PP empieza a ser más peligroso que el propio gobierno, con todo lo grave que es llegar a tal afirmación. No sabe qué hacer con su propio partido, con sus baronías y prebostes, con su objetivo como entidad que aspira a hacerse cargo de este país. Pero lo más grave del PP es que no sabe que ha perdido dos elecciones porque la gente así lo ha querido y busca explicaciones absurdas. Camps tampoco quiere darse cuenta de que lo que ha pasado hasta ahora es apenas el anticipo de lo que se le viene encima.
Un sumario de más de 30.000 páginas da para mucho y creer que ya ha pasado lo peor es engañarse del todo. Los jueces van a su aire y a su ritmo, pero siempre llegan hasta donde pueden llegar. Si un señor pierde el tiempo en llenar tantos folios, es que hay material con el que llenarlos, a no ser que sea un novelista excepcional que haya culminado la escuela narrativa rusa y sus tochos de miles de páginas.
El PP tiene muchos problemas y no es el más pequeño el de darse cuenta de que España elige, bien o mal, pero de forma libre y que el orden natural de las cosas no se basa en que el PP esté en el gobierno. De la misma manera que el Psoe debería ser consciente de que si no gana la CAM es porque lo hace peor que Esperanza, que ya es decir, el PP debe plantearse que:
1º.- No vale ganar por defunción del contrario. Si está esperando la muerte de ZP por degeneración, que piense en que las elecciones son en el año 2012 y que, como ZP pille la curva ascendente de la salida de la crisis, lo de Rajoy va a ser de UVI.
2º.- Para ganar elecciones hay que apostar y mojarse, hay que ir diciendo lo que se quiere hacer y cómo, con datos, con números, demostrar en cada propuesta que la propia estrategia es mejor que la del contrario. Esa asignatura está por empezar, que no se ha hecho nada.
3º.- No se pueden confundir los términos y no es lo mismo decir que se hace mal a decir que se cometen delitos, algo que el PP no acaba de diferenciar. Le está pasando cada vez que abre la boca con un tema tan complejo como las escuchas o como el de ahora del barquito de las narices.
4º.- Retornara la dinámica dialéctica de la Segunda Republica debería estar, además de prohibido, represaliado internamente.
Sr. Rajoy, España necesita una derecha comprometida con todos, con este país, con el futuro y no con el pasado de los latifundios, de las familias de toda la vida y señoritas de Valladolid. España necesita aunque sea a alguien tan fatuo, pero tan bien estructurado, como el gabacho que tenemos al lado.
Su partido va al garete, se refugia en la chulería, en el peor populismo que se recuerda en estos pagos y en creer que, si las elecciones van bien, lo demás no cuenta, jueces incluidos. Sr. Rajoy, ha dejado Vd. que la caverna vuelva a mandar y eso es malo para todos, incluido Vd.
19 DE NOVIEMBRE
DE LO MACRO Y DE LO MICRO
Es época, hace meses que es época, de grandes cifras, estudios, previsiones y sesudos análisis de las evoluciones macroeconómicas. Nos llueven términos técnicos, estadísticas, comentarios y titulares de conferencias y reuniones de G8,G20 y la retorta, pero nadie pone nombre a lo pequeño.
Lo macro se nutre de lo micro, los países se hacen, ladrillo a ladrillo, de esas historias personales, de esfuerzo y trabajo diario de sol a sol; pero esa cotidianidad no llega a los titulares y es un error. La clase política se olvida de que todo se hace de esfuerzo humano, de trabajo humano, de entrega humana y se han creído que las fichas de puzzle con el que quieren crear sociedades no sufren, no tienen miedo y no necesitan creer en sus propios sueños.
Cuando ese desprecio por el sudor y la ilusión llega a las empresas, parece que al servicio de lo macro se puede sacrificar todo y todo está justificado. Ese error lo pagamos todos, pues el verdadero esfuerzo es hacer creer, hacer soñar y conseguir que cada uno de los ciudadanos, cada uno de los trabajadores, se sienta y sepa que es imprescindible, que su esfuerzo, su trabajo, su conocimiento y su capacidad es un valor que nos salva a todos y que hace grande a nuestro país.
España ha hecho mucho en los últimos 30 años. El viaje ha sido tan largo y tan rápido que se nos olvida nuestro propio origen. El otro día, Jordi Pujol comparaba la crisis actual con la crisis de los primeros años de la democracia. La gran diferencia, decía es que “aquella era una crisis de país pobre y la de hoy es una crisis de ricos, con elementos muy distintos”. Hay que recordar que fuimos pobres, y lo hemos sido durante siglos, pero ahora hemos alcanzado la riqueza. ¿Por qué? Porque creímos que podíamos, que ese sueño nos pertenecía, que éramos tan buenos como los demás y nuestros políticos se pusieron al frente para enmarcar y dirigir ese esfuerzo colectivo.
Necesitamos ese impulso conjunto, necesitamos recuperar las ganas de hacer bien el trabajo de cada día sólo porque sabemos que ese trabajo es positivo, es bueno para cada uno y para todos, que los que se apartan, engañan y se aprovechan son los menos y pagarán su delito con la cárcel
Hubo un tiempo el que nos enseñaron que Hacienda somos todos y la riqueza creó riqueza, autopistas, carreteras, comunicaciones y sociedad. Hoy necesitamos que alguien nos diga que el futuro es nuestro, que depende de nuestro esfuerzo colectivo y de la aportación de lo mejor de cada uno: la empresa dando marco, apoyo y futuro al trabajo y el trabajador haciendo grande su trabajo.
Estamos en una política de mínimos colectivos, tanto empresas como curritos: mínimo de ilusión, esfuerzo y compromiso y eso debe acabar. Y debe acabar ya para dar paso a un futuro colectivo que consiga hacernos mejores tras superar, juntos, las actuales dificultades.

20 de NOVIEMBRE
Han pasado 35 años de la muerte de Francisco Franco. Han pasado 35 y años y lo mejor que podemos decir es que hay millones de españolitos a los que eso les suena tan ajeno como a nosotros Salmerón, la Primera República o la Guerra de Cuba.
Lo peor que podemos decir es que esos años han actuado de sordina, de amortiguador, de lavadero y hay quien vuelve a la carga con el discurso de “dictablanda” benéfica para la economía y la gloria de este país.
Es curioso que el peor gobernante de la historia de España, aquél que fracasó en todo lo que intentó salvo en el férreo deseo de morir con el poder puesto, sea recordado en algunos ambientes como un buen gestor.
Hay cientos de libros que, con la sola exhibición de las estadísticas oficiales, hacen que el lector se asombre con hechos imposibles. Recuerdo un dato que decía que España no recuperó la renta per cápita de 1935 hasta 1968, es decir, casi 30 años de brillante gestión para empatar datos que tampoco nos colocaban en la élite de la riqueza mundial.
La cultura, la de verdad, salió, o le salieron, de este país en estampida. Todavía la Universidad de México vive de lo que los catedráticos y profesores españoles represaliados les dejaron en las cátedras. La industria, la famosa industria franquista con la que tanta tabarra nos dieron, tuvo que ser desmantelada y reconvertida para que sirviera para algo.
De la agricultura y la ganadería, mejor no hablar, que la cosa es como de pesadilla. El segundo sector productivo de la nación eran las remesas de divisas que nos mandaban los emigrantes que malvivían en tugurios de la lejana Europa.
Han pasado 35 años y la economía desmiente a los nostálgicos. De la realidad social creo que hay que recordar que la mujer vivía sojuzgada a los caprichos del hombre. No podía abrir una cuenta corriente, no tenía pasaporte propio sin permiso del marido; por supuesto, de los malos tratos no se hablaba, pero el adulterio, si lo cometía la mujer, contaba con su pertinente artículo del código penal y su condena.
Por mucho que repaso, no encuentro entre esos recuerdos de blanco y negro matizados de gris, algo a lo que agarrarme para reivindicar algo bueno de esos años de plomo. Recuerdo las semanas santas como una pesadilla, la adolescencia bajo una presión insostenible; el ambiente docente casposo y los discursos vacíos y absurdos desde el inicio. Recuerdo a los esos docentes vesánicos y frustrados que daban las clases de Formación del Espíritu Nacional (no esa tontería de educación para la ciudadanía) con su familia, su municipio y su sindicato y recuerdo el absurdo intento de manipulación del deporte. Yo mismo he sido partícipe de la última bocanada de la DND y su concentración de deporte escolar de 974 en …LA UNIVERSIDAD LABORAL JOSE ANTONIO GIRÓN de Gijón. Tócate las narices. (Hoy, ese edificio es la sede de la Radio Televisión del Principado)
Mañana desfilarán por Cuelgamuros cuatro colgados de nostalgia, violencia contenida y amargura, toneladas de amarga amargura que quieren que todos degustemos y compartamos. La policía les quitará banderas y símbolos y algunos jóvenes idiotizados protestarán, alzarán los brazos y cantarán el cara al sol bajo los ancianos pinos. A sus pies, el monasterio languidece, la cruz se deteriora y los monjes continúan su labor negacionista diciendo que no hubo presos, no hubo hambre y no hubo nada excepto flores a María en os floridos mayos de la posguerra.
Es 20 N y los vuelos del capote de campaña de Pinochet ya no levantan indignación a su paso, sólo algunos levantamos las cejas al recordar su siniestra figura en el primer funeral y la alegría de su ausencia en la coronación del que estaba llamado a ser el rey campana, Juan Carlos I el breve y otros apelativos cariñosos.
35 años nos han hecho distintos, creo que mejores en muchas cosas y han sembrado el peligro de olvidar el juramento que hicieron muchos: “NUNCA MÁS”. Por favor, que nadie consienta que ese juramentos se olvide y que su olvido nos condene a todos, otra vez, a la vergüenza de la sangre.
21 DE NOVIEMBRE
POCA COSA
Una cosa es proponerse escribir un folio todos los días y otra es encontrar de qué escribir. Titulares hay muchos y además curiosos, pero de la curiosidad a la plenitud de un cabreo que explota en párrafos seguidos y bien estructurados, hay mucha distancia. Además, existe el riesgo de caer en la repetición y la monotonía.
El PP parece aspirar al monopolio del absurdo y atrae la atención como un imán. Es complicado sustraerse a la tentación de escribir todos los días sobre la última estupidez o irresponsabilidad mientras que el PSOE se siente celoso y también se dedica a buscar atención y exabruptos.
Sábado de guardia esperando a que suene el teléfono para ir a buscar a la panda de amigos de Carlota a la salida del cine, ver programas de tele grabados en el disco duro de la tele, algo que justificaría un brillante escrito sobre tecnología, cambio de costumbres a la hora de ver los programas, audimetrías e inversiones y otras cosas muy pensadas, pero la verdad es que no me apetece nada. Además, a nadie del mercado le importa una higa este tema y de hecho, todos siguen agarrados a lo más gastado del modelo de comunicación.
Bueno, pues una vez confesada mi incapacidad de hoy y cumplido a medias el folio diario, paso de todo y me voy a ver bichos a la tele.
22 DE NOVIEMBRE
EUROPA y LOS MEDIOS
Hace años que mantengo que el proyecto político y social más bonito de los últimos siglos es la UE. Debo estar tonto o lo tengo demasiado claro, porque Europa se mira al ombligo sin acabar de creerse que puede tocar el cielo con las manos, que su potencial es infinito y que puede hacerse grande y hacernos grandes a todos.
No sé si es por aquello de que todos prefieren ser cabeza de…(hay ratones y leones) que cola de león, pero no me cuadran las posturas de los euroescépticos recién llegados. Del club de la UE sólo les gustan las ayudas y los fondos estructurales, pero no están dispuestos a dar nada a cambio; no avances sociales, ni garantías democráticas ni “na de ná”. Eso, además de miserable, es negar la actual realidad de la dinámica comunitaria, que avanza, cuando le dejan, hacia espacios comunes que hagan de las fronteras un recuerdo cada vez menos significativo.
Debería ser los mismo estudiar en un sitio o en otro; deberíamos tener un elevado porcentaje de legislatura común (y lo cachondo es que la tenemos, pero como es como si todos quisieran mirar hacia otro lado) que todos asumiéramos como la forma de ir consolidando una sociedad basada en un comercio libre y una cultura inmensa que se hace grande respetando las aportaciones de cada uno.
¿Dónde ha quedado el sueño de los grandes?¿Dónde están las grandes figuras que iniciaron el proceso de lanzamiento? Las elecciones europeas se desarrollan con sordina, perdidas en debates pequeños y locales ajenos a las grandes corrientes europeas. Nos perdemos en los arroyos olvidando al Danubio.
España conoce el sueño de Europa, una Europa que nos miraba por encima de los Pirineos convencida de que África era eso que se veía más allá de San Juan de Luz. Nos costó décadas de esperar y llamar a la puerta y la puerta se abrió dejándonos pasar a los salones del lujo y la riqueza. Hoy parece que nos hemos olvidado, los partidos no quieren que sepamos más de Europa y anestesian a los medios de comunicación para que en las campañas se centren en titulares idiotas que nada tienen que ver con el objetivo real.
¿Alguien se cree que en dos horas de mítines y discursos no se hable para nada Europa? ¿Cuándo los medios van a cubrir la información van buscando las pequeñas peleas locales o las grandes ideas sobre Europa? Que nadie dude de que vende mejor lo local que lo Europeo, de forma que los diarios se olvidan, sin que nadie pida responsabilidades, de lo importante para dedicarse a vender ejemplares. Y esa es otra lacra: la libertad de prensa, esa que se invoca para elegir los contenidos de forma libre bajo el titular “lo que interesa a nuestros lectores” en realidad se ha transformado en “pongo lo que me ayuda a vender, sea importante o no, real o no, ético o no”. ¿Alguien lo duda? ¿Se puede abordar un proyecto tan profundo, importante, complejo y extenso sin contar con el decidido apoyo de los medios de comunicación? Si alguien piensa que si, se equivoca de medio a medio. Europa no será mientras no se convierta en un chorro de ingresos para diarios, radios y televisiones.
Los actuales medios viven de espaldas a cualquier cosa que no sea la cuenta de resultados, no se plantean nada que nos sea audiencia, tirada o campañas publicitarias. Si eso implica convertir a un engendro como Belén Esteba en un modelo a imitar, se la sopla. No tienen ética, porque la ética no cotiza.
En resumen: si los que gobiernan Europa quieren Europa, que se la vendan a los medios, que si ellos compran, una sociedad aborregada y sin criterio, comprará lo que los medios le vendan. Es triste, pero me la juego a que es real.
SUELTO
Traducción de Antonio Sanz Domingo. 'Numerati', el libro de Stephen Baker, está publicado en España por Seix Barral.
Es un libro que hay que comprar. (Y leer)
23 DE NOVIEMBRE
CLIMA

La foto, correspondiente al mismo glaciar fotografiado con 100 años de diferencia, es espectacular y reveladora de la dinámica en la que nos hayamos inmersos. Los efectos del clima sobre la vida humana son trascendentes y muy significativos, además de contradictorios y sorprendentes.
E clima es algo que está ahí, que permanece estable, una referencia sobre la que construimos hábitos, ritmos y formas de vida. Cuando cambia, hay caras de sorpresa, preguntas sin respuesta y una especie de inadaptación muy infantil que nos afecta a todos. Pero hay algo mucho más sorprendente con respecto al clima: nuestra falta de memoria al respecto.
Es curioso, pero no nos acordamos de hechos concretos y las vivencias se presentan, año tras año, como nuevas. Estamos en un Noviembre especialmente benigno y al comentarlo, un amigo me respondía que tal día como un 18 de noviembre, él se había bañado en una piscina de Pozuelo. También, hace relativamente poco, la tv ponía de manifiesto que los 25 grados de Madrid a finales de octubre eran los mismos grados de hace un año exactamente.
Comprobada nuestra inutilidad para mantener un criterio adecuado al respecto, creo que hay que pasarle el testigo de la valoración sobre la evolución del clima a la ciencia, y hacerlo con cabeza, sin presionar en un sentido u otro para obtener resultados limpios y fiables.
Hay una especie de guerra de religión que extrema posturas y hace que todos pierdan el foco, si bien es cierto que la primera culpabilidad se la atribuyo a esos neocons que, desde el minuto uno y sin pruebas, se dedicaron a desmantelar la remota posibilidad de que la alarma tuviera fundamento. Es triste, pero la historia y la costumbre nos enseña que cuando los poderoso ven amenazada su cuenta corriente, no hay límite en o que pueden llegar a mentir. La industria del tabaco en los EEUU es un claro ejemplo, y esos son tiernos infantes comparados con los del petróleo como para que nos confiemos. Para esta industria, el mero hecho de que la pregunta exista es condenable, así que han se han dedicado a gastar dinero, mucho dinero, en pagar opiniones, estudios, comprar cabeceras de diarios y revistas, amenazar con cerrar grifos etc para que la negación tenga el mismo volumen que la afirmación.
Como reacción a esta acometida, es muy probable que algunos del otro lado se hayan pasado, así debemos retornar al centro, a la mera acción científica, esa que acumula datos y saca conclusiones basadas sólo en esos datos y lo que aportan como prueba, sin opiniones previas, por favor.
Hay en juego muchas cosas que dependen de resultados fiables. Que el clima de la tierra ha sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, es obvio. El problema radica en contestar adecuadamente a varias preguntas:
1º.- ¿A qué ritmo se produjeron los cambios?
2º.- ¿Plantas y animales tuvieron tiempo para adaptarse a esos cambios?
3º.- ¿Fueron esos cambios responsables de extinciones masivas, revoluciones ecológicas de carácter general, que hicieron que el ecosistema tuviera que reiniciarse?
4º.- ¿Qué implicaciones tuvieron cambios climáticos importantes conocidos sobre el ser humano?
5º.- ¿La actual dinámica de cambio es producto de la actividad humana o no?
Es esa pregunta, la 5ª, la que centra el debate cuando mi opinión es que debemos atender, de forma prioritaria a lo que podemos hacer para adaptarnos a lo que es casi seguro que nos alcance. ¿Tenemos tecnología para afrontar cambios drásticos en nuestra geografía y en nuestros climas? ¿Tenemos recursos para pagar esa tecnología? Sinceramente, lo que hemos hecho con el planeta es tan gordo que creo que no podemos pararlo. Hemos actuado sobre un sistema hipercomplejo de millones de variables con el cuidado de un atajo de bisontes en estampida, así que reo que el daño está hecho y es irreversible. Pretender dar marcha atrás en pocos años a dos siglos de mierda, polución y quema de cualquier cosa que diera calor, me parece una esperanza absurda.
Personalmente creo que hay centrar nuestros esfuerzos en preguntarnos si vamos a ser capaces de sobrevivir, como especie tecnológicamente avanzada, en el nuevo ecosistema que se está conformando y del que, básicamente, no conocemos nada.
No tenemos idea de cómo se van a mover o desviar corrientes marinas que ahora son vitales en el modelo climático; no sabemos cómo se van a distribuir lluvias y desiertos; dónde estarán los recursos hídricos y si los habrá o desaparecerán. ¿Qué vamos a hacer con los millones de seres humanos desplazados por el agua?
En cuanto a los recursos alimentarios, excuso exponer el pastel que tenemos encima de la mesa. Gran parte de las superficies cultivables se van a ver sometidas a grandes cambios en el régimen de lluvias, lo cual cambia drásticamente el reparto de riquezas, alimentos y rentas.
Pues ese es panorama y no otro. Engañarse, pensar que por concluir que el ser humano no es responsable del cambio evitaremos que ese cambio se produzca y que, por tanto, no tendremos que afrontar sus consecuencias, me parece infantil, aunque eso sí, muy conveniente para los que, hasta que llegue la marea, van a seguir forrándose. Para ellos si es importante el matiz.

24 DE NOVIEMBRE
Me da cosa gastarme dinero mío en putas
Esta frase, que queda incluida en un sumario judicial, la pronuncia uno de los imputados del Ayuntamiento de Baena. La frase tiene miga y no quiero dejarla pasar por todo lo que implica, lo que encierra y el asco que da.
Un informe nos dice que sólo un 5% de las prostitutas ejerce la carrera de forma voluntaria, que el resto sufre explotación y malos tratos, pero sufren, especialmente, una constante violación y vejación por unos energúmenos babosos que en lugar de violar por la fuerza, violan gracias al poder que les otorga el dinero. No encuentro ninguna justificación para la costumbre, triste costumbre, de ir en busca de prostitutas para “sacar el cuerpo de penas”.
La primera parte de la afirmación nos coloca ante un chorizo de la peor especie, de esos que creen que llegados a la función pública, lo que ha llegado es la abundancia del uso de fondos que no son suyos. Es una lacra perenne, una maldición que nos persigue desde que la colonización romana nos enseñó que la cosa pública está al servicio del jerarca y no al revés. Exportamos la corrupción a América, dejamos su malsana podredumbre en todos los estamentos sociales y exportamos el machismo más abyecto que ahora podemos enlazar con más primarias la primera parte del escrito.
La conducta de esos machos babosos que se van de putas revela un absoluto desprecio por la mujer. El acto forzado de su vejación convierte al ser humano en mero objeto, la cosifica, la humilla y arrincona lejos de cualquier concepción de humanidad.
Alguien así no mira a la mujer como a un igual, como a un complemento imprescindible para una visión completa de la realidad. Una sociedad que no codena esas conductas es una sociedad que sigue siendo segregadora, altiva y que entiende que la humanidad tiene dos niveles: el bueno, el superior ocupado por los hombres y el inferior, el malo, ocupado por las mujeres.
En el fondo no hay grandes diferencias con sociedades que condenan a la mujer a un papel inferior y les obligan a llevar burkas y ejemplos semejantes. Una vez segregadas las clases y establecidos dos niveles desiguales, el proceso de desprecio es uno, el grado al que se llega es matizable, pero siempre se corresponde con la misma raíz de desprecio y vejación.
Estamos en los primeros pasos del siglo XIX, pero el ser humano se empeña en no avanzar, en seguir estancado en la más pura animalidad de sus pulsiones primarias. Miremos donde miremos, el hombre parece retornar a sus peores instintos: guerras, niños abandonados o esclavizados, niños soldados; lo peor de lo peor, niñas vendidas para uso sexual y todo por y para mover dinero.
No hay ninguna moralidad básica que haya que destruir. Hay que construir día a día una corriente social, moral y personal que luche contra la indiferencia de prácticas que se consideran más o menso tolerables en forma de turismo sexual, celebraciones variadas y un largo etcétera de pasaportes válidos para comentar entre risas tomando cañas.
Hay que acabar, terminar, despreciar y hacerlo público en cualquier foro: no más explotación sexual, no más ir de putas para hacer risas. Esas risas dan mucha pena y hacen llorar todos los días a cientos de miles de mujeres y niñas en todo el mundo. Esas risas no tienen gracia.
25 DE NOVIEMBRE
Objetivos del milenio
Humoristas de todo el mundo se han puesto de acuerdo en apoyar lo que han venido en denominar OBJETIVOS DEL MILENIO. Según Forges, no es más que la aplicación y la exigencia del sentido común, ni más ni menos. Y la verdad es que parece razón: pretender que los niños accedan a la cultura, es de sentido común. Acabar con el hambre es una exigencia mínima. Y así se siguen varias cosas.
La fundación de la Universidad de Alcalá de Henares ha ofrecido su amparo y su protección para dar a conocer la obra de estos humoristas y además les premia con un trofeo llamado Quevedos. (Unir a uno de mis ídolos del pensamiento español, Quevedo, con el humor gráfico es algo que recibo como un regalo muy particular). La Fundación edita una revista (revista en formato universitario, solemne tocho casi de volumen) que me sorprendido. Tiene una calidad magnífica, una penetración internacional impensable, una variedad de temas incluidos enorme y un cariño inmenso hacia la obra que acoge.
De vez en cuando, la vida te das sorpresas y te pone delante de la cara un detalle que, en su pequeñez, se revela enorme por lo que contiene. Ayer fue uno de esos días en los que, como decía Serrat, “la vida toma contigo café y está tan bonita que da gusto verla”.
Este cuaderno habla, normalmente de cosas más o menso feas, pero hoy, que además me quería escaquear de escribir porque estoy cansado y tengo sueño, me apetece decir que también el hombre es capaz de hacer cosas buenas, hermosas y solidarias; cosas de esas que nos generan envidia por lo que otros son capaces de hacer y que nosotros soñamos y no hacemos. (Salvo mi amigo Perico, que es santo profesional y habita otro nivel de conciencia ajeno al común de los mortales.)
Bueno, pues dicho queda, que hay una Fundación que se dedica a fundar un movimiento social estupendo, que hay autores que ofrecen su prestigio y su obra para echar una mano y que encima, a lo mejor tengo la suerte de poder echar una mano a todo este follón.
26 de Noviembre
BUEN TIEMPO
Hoy ha llovido y el aire se ha llenado de olores y de frescura que encendía la cara y alegraba el alma. Tras meses de sequía, la consciencia de la necesidad de agua me ha hecho celebrar las nubes bajas como si de un regalo esperado se tratara. La lluvia, cuando se va bien equipado, es un regalo, y en moto es una verdadera inmersión, una especie de bucero aéreo que te lleva a contemplar el paisaje con una actitud parecida a la que se adopta cuando uno se sumerge y observa el mar tras las gafas y conectado a una botella.
En moto vas protegido, la lluvia se estrella contra la trama de cordura y el nilón de los pantalones. La pantalla de casco se convierte en las gafas y las gotas se escurren hacia atrás salpicando un poco para llevar la humedad a la cara. Ese conjunto, esa sensación, hacen de la mañana una experiencia especialmente agradable siempre que no vayamos haciendo el cabra y buscando la bofetada en cada curva.
Ya sé que el estereotipo dice que en moto, nada de agua, pero cuando el camino no está lleno de coches y no hay grandes peligros de gente cruzando trayectorias, la cosa cambia y el agua es agradable. Cosas que siempre dependen del espíritu con las que se aborden. De todas formas, andando o en moto, ya era de poder decir que hoy ha hecho un tiempo estupendo y ha llovido, menos de lo que hacía falta, pero ha llovido.
ESPECIES INVASORAS
Hay un curioso reportaje de fotos en El Mundo sobre especies invasoras en la isla de Mallorca. Pocas veces, cuando se habla de medio ambiente o de animales, se saca a relucir esta cuestión que ya ha adquirido proporciones absurdas por lo desmedidas.
Hay cotorras tropicales en la Casa d Campo de Madrid, en Las Ramblas de Barcelona y en muchos otros sitios. Pero no es que haya una, es que hay miles y compiten con ventaja con las especies originales con ventaja. Tenemos Mapaches, Visones, Coatíes, cientos de tortugas de florida, se ha hablado de algún cocodrilo visto en pantanos, probablemente encontremos pitones y constrictoras de todas clases sin descartar algún hijo de Satanás que haya tenido la feliz idea de liberar alguna especie venenosa, que todo es posible.
El origen de toda esta estupidez es doble: por una arte un mal entendido amor o cariño por los animales y por otra, un celo desmedido por su cuidado que en Galicia ha dado lugar a sueltas terroristas de visones de granjas peleteras. Esos ecologistas que sueltan visones no tienen en cuenta que ese bicho es la pera y que no tiene enemigo naturales que le pongan límites.
La gente equivoca sus aficiones sin tener en cuenta la consecuencia de sus actos. Cuando el bicho crece y se convierte en amenaza o molestia, a la calle/campo/lago y yo no quiero saber nada. El bicho se busca la vida, normalmente muere de hambre, atropellado o víctima de otro bichos, pero algunos sobreviven y prosperan destrozando y desequilibrando ecosistemas completos.
Para terminar con un detalle especialmente significativo: en las zonas pantanosas del sureste de Estados Unidos, donde el ambiente les es muy favorable, las pitones y otras especies constrictoras y bastante asustantes, por cierto, se cuentan por CIENTOS DE MILES. Considerar a una pitón reticulada como animal doméstico es estar bastante mal del tarro. Esos bichos son primarios, no conocen dueños o manos y si tienen hambre y se ven en ventaja, alguien tiene un problema grave si el bicho calcula bien.
En fin, que si alguien siente la llamada de la selva o el despertar de habilidades chamánicas, que se centre en animalitos domésticos de los llamados normales, que estarán encantados de hacerle fiestas y pedir galletas cuando tienen hambre en lugar de enrollarse en el gañote de nadie.
Mañana hablaremos del informe sobre el informe de los abusos sexuales de la iglesia irlandesa, que promete bastante.
27 de Noviembre
El Informe Ryan
La vergüenza, el horror, la indefensión y lo peor del ser humano, se van a conocer a partir de ahora con el nombre de Informe Ryan. Es el nombre que los tribunales irlandeses han puesto al informe sobre los abusos sexuales a los miles de niños y niñas que durante años aguantaron los abusos de los que tenían que cuidarlos, formarlos y convertirlos en personas bajo la tutela del estado.
Los cientos de páginas de ese informe deben ser como bajar a los infiernos y yo sólo he podido acceder a los titulares de los diferentes epígrafes, pero el catálogo es espeluznante. No puedo imaginarme las vidas de esos miles de niños a lo largo de años de espanto, miedo y asco.
Han hecho una asociación, han tenido que defenderse de la Iglesia, del Estado y de la sociedad pues ellos, los agredidos, las víctimas, eran vistas como poco menos que subversivos que querían menoscabar el prestigio de las instituciones. La iglesia ha conservado el poder y la arrogancia hasta el final: ha negado datos a la justicia, ha dificultado las investigaciones, obligó a dimitir al primer juez encargado de la investigación, evitó que los delincuentes aparecieran en el informe con nombres y apellidos. Todo se realizó con desprecio hacia ellos, pues sus vidas no contaban.
Es un relato de pederastia, de sadismo, de vesania, de tiranía y de obligado silencio ante las atrocidades. Los niños estuvieron años sin poder confiar en aquellos que deberían haber sido su ejemplo, su apoyo, los sustitutos de los padres. Eran lo más débil de la sociedad y los más poderosos los remataron cuando tenían que salvarlos: eran menos que ganado, eran la nada de la que no se espera venganza, ni daño ni reacción.
Algunos miserables dirán que esos cerdos también hacían cosas buenas y eso no se puede dejar decir sin arrojarles a la cara su propio cinismo: nadie que hace eso; nadie es capaz de mantener esa conducta durante años es capaz de hacer nada bueno, pues el daño que causa su vida lo borra todo. Nadie que abusa de un niño durante años cada quince días (sic) puede hacer nada para que se le perdone ese daño inmenso, esa pena eterna, esa lacra espiritual que persigue a su víctima toda la vida y se adueña de sus noches y de sus pesadillas.
Y el estado ocultaba, era cómplice y encima pagaba a los verdugos para que siguieran destrozando vidas, emponzoñando almas y negando el futuro de todos esos niños a los que además de negarles el hogar, el amparo y la protección, llegaron al extremo de quitares la dignidad, la autoestima y el honor. Cuando el olor de podredumbre era excesivo, se cambiaba el destino de los culpables y eran otros los que seguían con la rutina del sexo forzado, las palizas injustas y los abusos.
La iglesia, esa iglesia que juzga a los demás desde la inocencia y la superioridad moral se ha revolcado en esa mierda durante décadas y en todos los países. En Estados Unidos los arreglos extrajudiciales han supuesto la bancarrota de varias diócesis. Ahora será Irlanda la que tendrá que hacer frente a cientos de millones de condenas o arreglos. No quiero pensar lo que saldrá cuando esta marea llegue a los países en los que su poder ha sido, y es, tan grande como en Irlanda: Italia, España, Suramérica. La cosa puede ser espectacular. Esa secta que protege a sus delincuentes, que manipula las mentes y convierte en verdad y dogma una mentira histórica archidemostrada; esa iglesia que aceptó el papel de sumidero de cultos para auparse en el poder de una Roma ya decadente y necesitada de una uniformidad que evitara la dispersión de los pueblos; esa iglesia ávida de poder y de dinero que durante siglos blandió la espada con mejor ánimo quela cruz; esa iglesia que nos dice cómo hemos de vivir está ya desnuda mostrando toda su podredumbre.
Ni una lección más; ni un desprecio más; ni una imposición más. Solo desprecio hacia ellos, rechazo a sus mentiras, asco por sus métodos y oprobio para su nombre.

28 de Noviembre
CIELO
Las 8,30 de la mañana han llegado con un día radiante, claro, frío y sereno. El hielo acumulado en las hierbas y matojos brillaba claro bajo el sol del este. A las 9, 30 la niebla ascendía suave desde los valles y el sol desaparecía tras los jirones que se condensaban contra la tierra fría.
Hoy la mañana ha sido un espectáculo de luces, de nubes, de pantanos brillantes vistos entre los enormes pinos de la cresta de la Sierra del Guadarrama. El camino ha subido, ha bajado y se ha retorcido buscando prados alpinos y bosques de pinos, nidos de buitres y peñas de granito amontonadas unas sobre otras vigilando caminos de herradura por los que pasan caballos, vacadas enteras y pastores que han olvidado las rutas antiguas de la trashumancia vigilados por los cuervos.
Los olores eran limpios, el aire puro y maravillosamente refrescante, la mañana ha sido preciosa y la experiencia estupenda.
Sólo ha sido un paseo en moto, pero ha sido estupendo.
FARMACEÚTICOS
España mantiene una serie de corporativismos propios de épocas lejanas. Tenemos Colegios de Arquitectos, de Ingenieros y de más cosas, pero además tenemos uno que además de saltarse a la torera todos sus objetivos fundacionales, se ha dedicado a entorpecer y a molestar a la sociedad todo lo que ha podido. Me refiero a los farmacéuticos de este país, verdadera caterva de dinosaurios que saltan a la palestra cada vez que la sociedad necesita que cumplan con su trabajo.
Dicen, de formas distintas, que su labor es importante y trascendente para fracasar sistemáticamente anta la primera fórmula magistral que les ponen delante de las narices. Ejercen el intrusismo profesional recetando, aconsejando y diagnosticando sin rubor cualquier majadería que se les pasa por la cabeza.
Dicen que sus estanterías deben estar vigiladas porque ellos guardan el secreto de antiguos y misteriosos arcanos que sólo ellos conocen y controlan, como si despachar una caja de aspirinas fuera una tarea tan complicada, tan difícil, que hace que sea necesaria la intervención de un equipo entero de neurocirujanos.
Sus tiendas, putas tiendas, se llenan de artículos tan inocuos como cremas de manos, tiritas y otras naderías que constituyen un altísimo porcentaje de sus ventas. Son tenderos protegidos, pero nos tocan los cojones todo lo que pueden.
Han estado años sin vender preservativos. Son muchos los pueblos en los que la gente se tiene que desplazar varios kilómetros porque al señor boticario de los cojones no le da la gana vender gomas pero se le ve, de cuando en cuando, en los puticlubs de la zona usando los preservativos que no vende, que una cosa es la moral y otra la gonorrea; no hay que confundamos los términos.
Ahora están con la píldora del día después: unos no quieren darla y otros dicen que sólo venderán una, que si se vuelve a pedir ya no es por un accidente, que es por vicio.
Me tienen hasta los mismísimos, ellos y los arquitectos, esos artistas de mierda que han llenado nuestras ciudades de adefesios inhabitables de baja calidad y peor vista. Esos son los que se autoproclaman imprescindibles hasta para poner un clavo. Otro día les dedicamos un monográfico, que ahora me vuelvo a los farmacéuticos fascistoides que nos tocan las narices.
¿No quieren vender condones, píldoras del día después etc? Pues no hay problema, se les quita la licencia global y que venga otro, que la conciencia es muy suya y hay que respetarla. Es tan suya que el estado debe evitarles a estos pobres trabajadores el dilema, de forma que hay que ser coherentes: o se adhieren a toda la actividad declarando su amor eterno, o se les dispensa de esas desagradables obligaciones. Punto final: no vale quedarse con sólo una parte. Como decía un profesor que amargó mis días escolares: “las matemáticas son como las salchichas: o se compran enteras o no se compran”. Pues eso: si quieren prebendas, que se las coman hasta el rabo y dejen de dar el coñazo, que ya está bien.
RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN
Sólo dos letras para comentar el empeño de algunos católicos (Bono, por ejemplo) para intentar que la Iglesia entienda sus posturas, sus matices, sus propias conciencias. No se dan cuenta de que el club al que quieren pertenecer no camba las reglas desde el comienzo: unos mandan y otros obedecen.
No hay más, no se discute, no se cambian las reglas, no valen las opiniones, sólo vale lo que dice el jefe.
Personalmente, estoy encantado de que la iglesia se manifieste tal cual es para que la gente no se engañe más y de una vez todos sepan con quien se están jugando los cuartos. Con unos nazis mafiosos que sólo tienen un trabajo: guardar el chiringuito y que siga el negocio. Lo demás, tonterías.


ESTE CHICO ES UNA MINA
Benito 16 cuando era Panzinger Z
Del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe al Cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington y presidente del Comité de Política Doméstica, y a Mons. Wilton Gregory, Obispo de Belleville y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (junio de 2004),
Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.
La verdad es que este Papa y sus mariachis me tienen sobrepasado. Una cosa es que haya decidido hacer prácticas y no dejarme colonizar por el empobrecido lenguaje de los mails y otra, muy distinta, que tenga que hacer horas extras. La idea original era escribir un folio, más o menos, cada día pero si le siguiera la pista a este chico, mis días serían insuficientes para contestar cada estupidez, falacia, mentira, abuso o coacción con la que me bombardea desde la red.
La última, esta perla de inmoralidad que condena a los que se enfrentan a la Iglesia en defensa del aborto mientras que matiza y comprende la postura de aquellos que, en defensa del orden establecido, hacen la guerra o se pasan por la piedra a algún delincuente pasado de raya.
No nos debe sorprender esta postura, que los chicos de la panda saben de qué hablan cuando hablan de la guerra y del brazo secular; de hecho, son maestros en el tema. Guarras santas y de religión son tantas y tan variadas que deben clasificarse para poder abarcar su extenso número, que así, en montón, son tantas que no hay quien se acerque a su estudio sin volverse loco. Con respecto a autos de fe, Inquisiciones y Congregaciones para la defensa de la fe, el bagaje es extenso, colorido y sorprendente.
Un institución que ha bendecido extensas matanzas por un quítame allá esta herejía debe saber de lo que habla cuando invoca el orden general para ejercer la represión más absoluta, incluso recurriendo, de forma habitual, a hacerlo con el formato “manu militari”.
Además, un poder que cuenta con la bendición de la iglesia a la hora de eliminar indeseables, es un poder agradecido, generoso y complaciente, algo que se sabe desde el Concilio de Nicea, momento en el que la Iglesia se consagró como tiralevitas oficial del “señorito”, sea quien sea el señorito.
La lástima, una vez más, es que los medios maticen y suavicen. No hay que tocar nada, hay que ofrecerles todas las tribunas, hay que conseguir que todo el mundo sepa la verdad; la verdadera naturaleza del engaño que hace siglos se adueñó de la moral del occidente cristiano. Que no quede ni un solo ciudadano que no sepa, con todo lujo de detalles, las exigencias y las historias de todos estos pájaros.
Con un poco de suerte y unos cuantos años, pocos, más de mensajes libres y sinceros, éstos tienen que cerrar el chiringo por falta de clientes.
29 de Noviembre
HISTORIA
Hay personajes que, ofuscados por el día a día de sus tareas, no son conscientes de que la historia se forma con el resultado de las mismas. Otros, por contra, se ciegan pensando que la historia que ellos crean será tan hermosa como sus sueños. Por último, hay algunos, muy pocos, que siendo conscientes del peso y de la importancia de sus decisiones asumen con estoicismo que la Historia tiene un juicio independiente sobre el que se puede influir poco.
Parece lógico pensar que los líderes que actúan en sus responsabilidades políticas están convencidos de la bondad y de la necesidad de sus actos, pero los últimos asaltos a la historia hacen que incluso esta obviedad empiece a ser cuestionada. Cuando la historia que nace lo hace como resultado de mentiras, de compra y venta de voluntades, de poner el cargo a disposición de intereses espurios, de decisiones interesadas y egoístas, lo que se desprende de estas situaciones es que el responsable de las decisiones no es consciente de que el tiempo lava la mentira y la hace desvanecerse para poner de manifiesto la mezquindad del que así ha actuado.
Hoy, en El País, Tony Blair parece asumir todo lo que hizo, equivocaciones incluidas. Es posible que incluso acepte las consecuencias de sus mentiras como imprescindibles, inevitables e incluso justificables, pero de sus palabras parece desprenderse una especie de catarsis interior que le hace verse a sí mismo como un peón que jugó la partida como el destino le marcaba. Parece sencillo: estaba allí e hice lo que pensaba que era bueno.
Es un posibilismo y una comodidad perversa: hice lo que pude y entendí que era bueno. La perversidad es que el poder debe buscar lo mejor y nunca lo posible; porque lo posible siempre está corrompido por los intereses del momento, de los poderosos que en esa circunstancia son capaces de hacerse oír cerca del que toma las decisiones.
La guerra de Irak se gestó porque los poderosos que domesticaron al poder tenían claro que Irak podía ser un buen negocio para muchos, para ellos. Había petróleo, había construcción, materiales de guerra, seguridades privadas paramilitares; había un país que conquistar y que tenía enormes reservas y posibilidades. La tragedia es que se entregó un país en ruinas a aquellos que sabían hacer negocios, pero que nunca supieron cómo se hace un país.
Lo hicieron los neocons, los modernos tumores sociales incapaces de crear sociedad y sólo capaces de nutrirse de ella. Quieren riqueza pero son incapaces de generar las circunstancias en las que la riqueza es posible. Como plagas de langosta se lanzan sobre vergeles y los dejan convertidos en eriales, pero no son capaces de crear riqueza en un desierto. Pontifican sobre la vida pública y sobre la política, pero no son fiables, no son buenos: sólo pueden ver las circunstancias que hacen crecer su cuenta de resultados y si esas circunstancias o medidas son malas para el colectivo, no les importa.
Tony Blair se entregó a lo posible y hoy sabe que las consecuencias de sus decisiones fueron horribles; que no tenían ni idea de lo que se les venía encima y lo que es peor: no sabía que los que le empujaban a tomar la decisión eran los peores compañeros de viaje. Ahora ha asumido su papel en la historia, sus luces, sus sombras y sus traiciones. Debe ser espantoso contemplar esa especie de retrato de Dorian Grey en el que se observa la diferencia entre los sueños que alimentaron nuestras almas y las espeluznantes consecuencias de nuestras traiciones.
Además, no hace falta ser político o líder del mundo para que nuestra pequeña historia, doméstica, humilde y particular, también nos alcance con su juicio. En este caso el peor y más implacable juicio posible: el nuestro. Ninguno estamos libres de pecado.
30 de Noviembre
LOS ULTIMOS NAZIS
John Demjanjuk espera su juicio en calma, dormido sobre la camilla que le lleva al tribunal donde esperan miles de personas para ver los restos de aquel que personalizó el miedo. Es imposible, desde la perspectiva actual, imaginar siquiera lo que debía ser la vida en TreblinKa, Dachau, Torgau, Mathausen y otras máquinas de triturar vidas.
Este hombre, porque es un hombre aunque haya actuado como jamás el ser humano soñó poder actuar, es la concreción de la traición, lo peor de la ambición a cualquier precio; el desprecio por el honor, el compromiso, la decencia o cualquier valor positivo que la moral humana ha podido crear a lo largo de la evolución.
Entró en las SS desde el status de prisionero de guerra ruso; cambió de chaqueta con toda tranquilidad para ascender en la escala del peor cuerpo militar que se ha inventado jamás. Las tropas de la calavera eran escoria, pero se consideraban elegidos de los dioses. El acceso era restringido, no todos conseguían entrar, pero la entrada aseguraba el acceso al Olimpo de los privilegios y especialmente aseguraba la certeza de la impunidad. Las SS eran intocables: habían afianzado a Hitler en el poder y Heinrich Himmler podía concentrarse en el desarrollo de la solución final y elucubrar sueños místicos y esotéricos relacionados con el Grial y los caballeros teutones.
Este hombre personalizó lo que a todos nos ha horrorizado cuando hemos leído las historias y alcanzó la cima del espanto no por matar, perseguir o diezmar, tareas que se habían realizado con más o menso éxito en todas las guerras que en el mundo han sido. Personalmente lo que más me espanta es que, en contra de la reacción visceral del odio racial, físico o conceptual, los nazis aplicaron la frialdad del método a la exterminación del diferente. Cuando el hombre se ha dedicado al horror de la guerra lo ha hecho para matar a otros seres humanos pensando que eran eso: humanos. Cuando los nazis exterminaban judíos, negros, locos, homosexuales, tullidos, jorobados o gitanos, lo hacían bajo el convencimiento de que NO ERAN HUMANOS y por lo tanto, no eran dignos de nada ni merecían nada.
Es ahora, muchos años después cuando todavía se nos encoge el alma cuando algún superviviente cuenta lo que vio en los campos de exterminio y nos mira desde la perplejidad de su propia vida. No saben la razón por las que el destino les permitió vivir y todos han tardado lustros en aceptar que no hicieron nada malo logrando salir vivos de los infiernos dejando atrás las cenizas de sus familiares y amigos. Otros cayeron y ellos no: no hay razones, no hay justificación, sólo hay suerte, pero la sencillez de la vida, cuando se ha pasado por lo que ellos pasaron, no basta.
Siempre se habla de lo que pasaron los judíos, que siendo bestialmente inmenso, no quita la tragedia de otros colectivos que también sucumbieron bajo los mismos carteles de la entrada de los campos EL TRABAJO OS HARÁ LIBRES. El trabajo, el hambre y el pode omnímodo de los hombres de la calavera, las tropas de las SS, los mataron. El CyclonB sólo fue algo más: la verdadera razón de su muerte, lo que de verdad los mató, fue la locura de un hombre que contagió a otros muchos y les convenció de que eran mejores, distintos, superiores y que esa superioridad justificaba todo.
Del nazismo se ha estudiado casi todo, pero nunca hemos buscado el reflejo luminoso de esa locura que vivieron los que durante años compartieron el Olimpo de sentirse semidioses. El silencio que les protege les impide describir esa orgía de autocomplacencia al verse dueños del destino de millones de humanos. Esa verdad, el placer que de verdad sintieron y ahora niegan, nos impedirá comprenderlos del todo.
Que nunca más un hombre encuentre la clave para convencer a nadie de que su vida vale miles de vidas. El ser humano tiene tendencia a lo peor y esas cosas le gustan demasiado.
Aminatu Haidar
Llevo unos días descolocado. Si me matan, no sé qué quiere esta mujer. Sé que le quitaron el pasaporte en Marruecos y que está en un aeropuerto de Canarias.
Imagino que pide que se arregle el tema saharaui, del que todos conocemos el vergonzoso papel de España, pero si quiere arreglar algo, me parece que lo lleva claro. No es el momento, no es la circunstancia y especialmente, no es viable.
Esta situación se asemeja más a un sueño de heroicidad de vida de santos que a una acción política que, como objetivo básico, debe buscar el ser eficaz. Eficacia para ese pueblo abandonado y traicionado es centrar el tiro, conseguir un status internacional vigilado por la ONU, integrarse en la legalidad internacional aunque sea aceptando la vía del posibilismo, no tirando arena a los ojos de España.
Por último, y no me gustaría caer en la injusticia, no me fío del momento: se acaba de sacar un disco, hay una pequeña movidilla favorable y suena a que la guinda es esta huelga de hambre con destino a la nada.
En fin, habrá que investigar este caso y sobre todo, la verdadera aspiración de esta mujer.

1 de Diciembre
USOS Y COSTUMBRES
Los nacidos en plena era internet mantienen una serie de conductas sociales que si bien a ellos les parecen “normales” han supuesto una evolución de velocidad supersónica. No quiero utilizar el término de revolución, pues no han planeado nada, nos han fijado objetivos comunes no han tenido una dirección previamente fijada a la que sacrificar otras líneas de posibilidades. Tal y como lo ven ellos, se limitan a vivir utilizando lo que la sociedad pone a su disposición sin pararse a pensar que esas posibilidades no estaban disponibles para nadie tan sólo media docena de años atrás.
La cuestión, para los adultos que hemos atravesado aguas intermedias y evoluciones lentas; que llegamos a teclear un Télex para emocionarnos con el fax y su comodidad, su actitud nos genera una mezcla de admiración, añoranza, miedo por lo que desconocen (sin pensar que son ellos los que sienten pena por lo que nosotros desconocemos) y algo de desprecio nacido del miedo hacia su mundo. Son digitales, desde las uñas de los pies hasta la punta del pelo, no entienden lo analógico y les parece pobre, incómodo y escaso.
Es un mundo excesivo, para nosotros, inabarcable, pero es suyo. El hombre ya no es la medida de todas las cosas, el hombre es una corta parada entre servidos y servidor, un PC conectado o un móvil o….cualquier aparatejo. Los individuos se multiplican en personalidades alternativas, apenas avatares que se mimetizan en el entorno como camaleones llenos de bits que actúan de cromatóforos en la piel de sus pantallas.
Estos días ha habido una sentencia contra un ex novio despechado que se vengó de la que fue su novia colgando fotos de ella en la red tal y como se habían disfrutado en momentos agradables. La cosa es normal, pues el abuso de confianza es claro, pero me gusta el análisis que va más allá: la pérdida del anonimato en el mundo digital, anónimo por excelencia.
Yo he tenido una experiencia en Facebook y no me gustó nada. Era una sensación constantemente extraña, como soñar una realidad en la que participaba mi sueño, pero no yo. La experiencia, al contrario de lo que les pasa a muchos me pareció impersonal, anónimamente pública, privadamente cerrada y ajena a mi comportamiento habitual.
Los digitales se entienden y conviven en este nuevo hábitat con una desenvoltura maravillosa pero ojo, que lo analógico lo tienen controlado como nosotros no soñábamos a su edad. El ejemplo más simple lo tenemos con los viajes, actividad que nosotros considerábamos como casi imposible. Ellos se mueven por el mundo con la tranquilidad del que se sabe seguro.
Es un grupo extraño, un grupo que luce por igual carencias y excesos; seguridad e indefensión; con una incultura atroz en temas que hasta el momento en el que ellos nacieron se consideraban imprescindibles y una capacidad de entender y adelantarse a las propuestas tecnológicas que nos asombra. Han creado un lenguaje propio que prescinde de todas las reglas habidas y por haber y del que sólo me preocupa su pobreza conceptual, no su falta de reglas. La ortografía y la sintaxis se la sopla, pero lo malo es que es una generación que tiene verdaderos problemas para expresarse y salir del “es que” y otras muletillas semejantes.
Los idiomas suelen ser ricos y ellos no se dan cuenta de lo que pierden, de lo que los matices del lenguaje pueden aportar a los sentimientos y a las vivencias, a las experiencias más íntimas y personales.
Me da miedo que a fuerza de no poder contarlo y expresarlo, lleguen a no poder vivirlo y se priven de sentir cosas muy importantes y que a mí me han dado tanto. Sería una lástima.
2 de Diciembre
Benito 16: “El verdadero teólogo es el que reconoce su limitación.”
El momento se ha hecho esperar, ha tardado pero por fin estoy de acuerdo con Benito. El problema es que, si bien el titular nos une, el camino por el que llegamos a él nos separa de forma definitiva.
La verdad es que si algo tiene Benito es coherencia. Es carca hasta sus últimas consecuencias, no se baja del burro ni que le empujen. Vamos a ver la razón.
Benito parte de la piedra angular sobre la que se edifica la religión, cualquier religión: el hombre no es capaz de entender su entorno ni las leyes que lo gobiernan. Como no conoce, ni es capaz de conocer, debe buscar las explicaciones en un plano místico ajeno a la comprensión del ser humano.
Benito dice que no hay que luchar contra esa falta de conocimiento; que debemos aceptar el hecho de nuestra incapacidad para abarcar el todo con nuestro entendimiento y relajarnos en brazos de ese ser superior que lo controla todo.
Como el que ha cortado el mus debe llevar la mano, se la concedo: acepto que la inteligencia del hombre, en contra de todo lo conocido, no ha cambiado ni cambiará en los próximos siglos. (Espero que ningún Darwinista feroz me lea concediendo esa estupidez en la discusión, que es de las gordas, pero vamos.) Lo que nos aconseja el Papa es quedarnos en la orilla del mar redescubriendo eternamente el nacimiento de la filosofía griega.
Lo que no termina de aclarar el argumento de Benito es el punto en el que debemos parar: ¿seremos más o menos felices si sabemos o desconocemos que la tierra es redonda? ¿Qué degradación espiritual conlleva saber si el universo es finito o infinito? Su predecesor ya salió bastante mosca de una visita al CERN, donde tuvo que corregir a un físico que hablaba de crear partículas con un tajante “Sólo Dios es capaz de crear, Vds. harán otra cosa”. Vamos, que ya le estaban tocando las narices con tanta soberbia intelectual.
Esa era la clave: al soberbia intelectual. Que fácil, que armonioso y sencillo es gobernar una grey armada con la fe del carbonero; que dulce transcurrir de los siglos de cuaresma en cuaresma sin preguntas incómodas, sin altisonantes discusiones y sólo entregados a la contemplación de la grandeza de Dios, pero sin enredar demasiado, que peguntar sí es molestar.
Benito, se te ve demasiado el plumero. Las ovejas se te revolucionan, miran los confines del universo y tú te pones nervioso. Estas declaraciones, curiosamente, se producen justo cuando el CERN vuelve a tomar carrerilla y los protones llenan los circuito con fragmentos y partículas que enseñan historias antiguas. ¿Serán esas historias tan antiguas como el big bang? ¿Tendrán los diagramas de dispersión forma de escritura y hablarán de creaciones sin fin, de universos paralelos surgidos de singularidades cósmicas y de colapsos gravitatorios tan enormes que crean y destruyen a la vez? ¿Pasará la pregunta de centrarse en la materia creada a buscar el origen de la energía?
Benito: lo tienes crudo. El hombre, por su propia naturaleza, aspira al conocimiento de su medio, a explicar el origen de los rayos y los truenos y lo consigue. Poco a poco, paso a paso y error tras error, pero avanza y se sonríe con cada nuevo descubrimiento. Cada nuevo conocimiento es un robo al tamaño de su Dios, cuya grandeza depende de acumular piezas de ignorancia, miedo y superstición. El conocimiento es enemigo de Dios y Benito lo sabe; lo sabe y tiene miedo por la velocidad a la que el ídolo va perdiendo peso y tamaño
Cuando las enciclopedias crecen, Dios se hace más pequeño y lo que es mas chungo: el negocio peligra. ¿Me equivoco, Benito?

3 de Diciembre
INMEDIATEZ
Hace poco comentaba las costumbres electrónicas de las nuevas generaciones como si fuera una cosa que les afecta sólo a ellos, sin tener en cuenta hasta qué punto nosotros mismos nos hemos entregado a ese mundo de cambios y ritmos vertiginosos.
Muchos de los de mi generación vimos el Télex días antes de su fallecimiento, pero si asistimos al nacimiento dl fax mientras todavía llegaba correspondencia diaria y algunos teníamos catálogo de respuestas para situaciones habituales.
El fax reinaba cuando, más o menos en el 95 llegó esa arroba que había que explicar con todo lujo de detalles. Mi primer correo electrónico lo tuve cuando en España había unas 13 o 14 mil usuarios de internet y he tenido que repetir y explicar lo del mail miles de millones de veces. Es más, me estoy riendo ahora mismo al acordarme de algunos elementos especialmente recalcitrantes a los que había que enseñar a encender el ordenador. Ahora me veo adelantado por todos lados por muñecos de 15 años que me miran con pena y algo de piedad al ver los torpes manejos de un abuelo como yo naufragando en el PC.
¿A qué viene todo esto? Pues muy sencillo, a que esta tarde he padecido una cuasi crisis debido al hecho de que el mail se ha ralentizado y una información urgente ha tardado 20 minutos en llegar a su destino. ¿Una crisis por 20 minutos? Esa es la realidad y lo que domina nuestra vida desde la mañana a la noche.
¿Comparamos? No hace mucho, los grandes Clippers que hacían las rutas del oriente se atenían a la estacionalidad de los nobles vientos portantes que habían posibilitado la apertura de las rutas marítimas. La sociedad se movía con una cadencia distinta, casi marítima hasta que la velocidad se convirtió en el nuevo becerro de oro.
Basamos toda nuestra vida en el valor del tiempo y en la velocidad de los acontecimientos. Tenemos que vivir más mientras todo se sucede a mayor velocidad. ¿Nadie se cuestiona esa máxima? ¿Es mejor vivir 80 años modernos que 40 de los de siempre? Tal como va la cosa, sinceramente cada vez tengo más dudas, especialmente en estos momentos en los que se cuestiona la edad de jubilación, las pensiones y todo lo que nos vendían como el paraíso del jubilado.
Hace años que pregunto a mis amigos sobre el grado de felicidad medio de dos personajes modélicos en sus grupos sociales. En el rincón derecho, un occidental que ha conseguido un buen nivel socioeconómico y disfruta de sus 78 años con su segunda mujer ( se separó cuando tenía 47) y de tres hijos, uno del primer matrimonio y dos del segundo. Cada uno de nosotros puede aderezar esos años de vida con las situaciones laborales, familiares y sociales cercanos a la media de esa cultura que ha consagrado las estadísticas para que todos podamos hacer fotos delo que queramos. De sus tres hijos, es probable que alguno haya sufrido una depresión, o haya estado cercano o metido en drogas; alguno de sus amigos habrá muerto joven como consecuencia de coches, drogas, alcohol etc. Si nuestro amigo vive en latitudes norteñas ajenas al mediterráneo, es muy probable que no sepa nada de dos de sus hijos. ¿Es muy feliz?
Ahora nos vamos a una tribu del Kalahari en la que nos encontraremos a un venerable anciano de 40 años, que en esos pocos años ha pasado por todas la etapas de la vida de modo tradicional. Ha sido un adolescente que quiso ser cazador y guerrero mientras su familia y u tribu le enseñaban cómo. Fue cazador y en sus días siempre tuvo la muerte cerca por enfermedad, accidente, partos etc, pero la muerte formó parte de la historia de la tribu. Pasado su momento de plenitud, con sus hijos cerca, se consagró a la ancianidad para mantener el patrimonio tribal, sus usos y sus costumbres.
Hala, a contestar, que la cosa tiene miga.

4 de Diciembre
PUENTE
Hoy empieza un puente muy esperado por los currantes de este país. Las fiestas patrias van perdiendo su conexión con la raíz, con sus razones fundacionales, pero este puente deberíamos bucear hasta los sótanos para volver a la superficie con el trofeo en la mano y cara de felicidad.
Este puente se lo debemos a uno de esos escasos momentos de la historia en los que este país se ha puesto de acuerdo y casi todos miramos hacia el mismo sitio: el futuro. Hubo, porque los hubo, algunos que resistieron lo que pudieron, que nos llenaron el cuerpo de miedo, de recuerdos del pasado, de tanques calentando motores y años de oscuridad. Con todo ese peso sobre las espaldas, los españolitos subimos la cuesta y el 6 de Diciembre de 1978, como si toda la vida lo hubiéramos hecho, votamos tranquilos, con las caras sonrientes y un poco de ignorancia.
Recuerdo que con mis 20 años a cuestas no pude leer el texto completo y el ataque de responsabilidad y ciudadanía me hizo votar en blanco porque era lo sensato: votar según el criterio formado desde el estudio. Ese fue el primer día en el que yo puede participar de la fiesta del voto y es una fiesta a la que acudo cada vez que me convocan con toda la ilusión de la primera vez. Tengo un amigo que se pone corbata en tan señalado acontecimiento.
En casa la fiesta consiste en ir al colegio electoral con nuestras hijas mientras vamos explicando la suerte que tenemos de poder votar, de participar en la vida pública de nuestro estado y ejercer un derecho casi sagrado. Hay veces, lo confieso, que la política trabaja en contra de esa alegría, de esa sensación de ciudadano comprometido, pero en esos momentos me acuerdo de todos esos países, en los que yo mismo he estado, en los que la gente muere por votar y entonces se me van las tonterías de la cabeza y me encamino hacia la mesa con el paso firme y una sonrisa estupenda dibujada en la cara.
Luego, cuando todo el mundo se declara ganador y empiezan a decir majaderías, la sonrisa se va borrando y el coco genera discursos más o menos ácidos y corrosivos.
El lunes celebramos que tenemos una casa común, un sitio al que acudir cuando necesitamos tranquilidad y reflexión en calma. Nuestra historia no tiene muchas de esas casas registradas, por eso hay que cuidarla, mimarla, ir haciéndole reparaciones y remozados para que no se nos caiga o se nos quede viejita, pero ella, que es muy sabia, nos dice cómo hay que hacer el mantenimiento.
No es la mejor ni la ideal, pero es la que se pudo hacer entre todos los que estaban en esos momentos. Nos ha servido y nos sirve a todos, así que celebremos su existencia con alegría y recordando, cada 6 de diciembre, que casi se nos muere antes de nacer. Menos mal que eso no pasó. ¡A disfrutar del puente de la Consti, gente.!

5 de Diciembre
GENIALIDAD
Hay personas en la historia de la humanidad cuyo extraordinario trabajo, intuición y oportunidad nos revela el enorme potencial de la genialidad del ser humano. El esfuerzo que suele haber detrás de cosas aparentemente sencillas es, casi siempre, hercúleo. A nosotros nos llegan los flashes de la consagración, pero no la suciedad de los laboratorios, la frustración, la impotencia y en algunos casos, incluso la miseria.
El matrimonio Curie se somete al veneno del radio en medio de trabajos propios de peones albañiles, moviendo toneladas de material. Son incontables los casos semejantes, las persecuciones políticas y religiosas, la incomprensión de los consagrados, la lucha feroz en defensa de las ideas enarbolando la esencia del método: las pruebas.
Darwin no podía apenas salir de casa sin afrontar los silbidos y mofas de jóvenes y viejos sobre su relación directa con los simios. ¿Casos? Todos: muertos, quemados silenciados, olvidados en vida para que sus trabajos renazcan décadas después de su muerte, pero todos, conocidos y desconocidos, van poniendo los ladrillos que hacen grande el edificio del conocimiento común. Hoy nos aupamos en los hombros de miles de genios que han ido poniendo sus pequeñas piezas para aumentar la altura de la mente humana.
Nuestros antepasados no podrían imaginar el alcance de nuestros logros y algunos de ellos se quedarían asombrados de que hubieran sido sus errores, no sus aciertos, los que les hicieron grandes.
Hoy asistimos a la pelea de los datos del cambio climático, pero es una batalla más, una entrega más de lo que la contaminación humana produce cuando se mezclan los intereses económicos, vanidades personales o cualquier otro factor con la verdad de la ciencia. La verdad de la ciencia no es más que la duda constante, la posibilidad de estar equivocado porque nuevos conocimientos contradigan lo establecido hasta ahora. Esa grandeza, esa humilde grandeza, es lo que hace que nuestro conocimiento avance, que el conocimiento se asiente y crezca, que nos permita mirar más de cerca los grandes secretos que todavía se esconden de nuestras pesquisas.
Escribo esto mientras veo un documental de Albert Einstein, ejemplo perfecto del potencial de la mente humana, del rendimiento del trabajo bien hecho y de la gran explosión que supone dar con la clave, con el secreto del misterio y de algo mucho más pequeño: el final del escalón. Cada salto es grande, enorme, pero parcial. Todavía nada nos ha llevado al final de un tirón, en un solo viaje, nadie nos ha colado de rondón en el sagrario.
Es probable que el misterio sea tan complejo que se necesiten las uniones de varios paradigmas científicos, algo que nuestras construcciones mentales rechazan. La ciencia se basa en la capacidad de predicción que establecen sus leyes y sin ella no es nada. Una ciencia parcial, una verdad que llegue hasta un punto para entregar el testigo a otro conjunto de leyes y de teorías que nos llevará hasta la siguiente estación nos crea rechazo y frustración.
La gran teoría unificada se resiste: lo más grande y lo más pequeño se pelean, sus leyes no les permiten entenderse y el ser humano se vuelve loco, se desespera intentando hablar con ambos en un sólo idioma. Hawkins se nos está acabando y su extraordinario intelecto no ha logrado, que se sepa, estructurar ese esperanto con el que hablar de la Física DEL UNIVERSO; esa que lo explica todo y que tanto pánico genera en todas las religiones.
No sabemos quién será o cuando lo hará, pero habrá una mente capaz de ver el conjunto reuniendo los retazos, de reunir los puntos clave, las grandes, las enormes posibilidades de los distintos campos de la física y de las matemáticas y dar con el centro, con el punto inmóvil que hace que todo se mueva. Ese día, el ser humano, todo el ser humano como género, debería ser capaz de saber para qué, por qué y cómo va a utilizar ese enorme caudal de conocimientos a favor de la colectividad, de esa especie que desde hace milenios mira al cielo y se pregunta sobre las estrellas con cara de admiración, algo de miedo y enormes, inmensas cantidades de curiosidad creativa. En eso consiste la genialidad: en ser capaz de mirar el mundo buscando los porqués. Que nadie mate esa genialidad, es cuestión de todos.

6 de Diciembre
PATER PATRIAE

Los antiguos romanos republicanos, no los imperiales, denominaban así a los que habían tenido un papel decisivo en la suerte de la república, los esforzados que, con su saber hacer, su destreza militar y su valor personal, consolidaban la vida de la urbe. Esa vida ciudadana determinaba el inicio de la cuenta de los años bajo la fórmula AUC Ad Urbe Conditia, año de la fundación, la razón de ser de todo buen romano.
Nosotros hemos tenido unos papás modernos que conviene no olvidar y cuyas desapariciones suponen una pérdida importante para el patrimonio político común de este país. ¿Os acordáis de ellos? Venga, hacer el esfuerzo, que ellos consiguieron la imposible meta de que no acabáramos como algunos querían: a bofetada limpia.







Peces Barba, Cisneros, Herrero de Miñón, Roca, Pérez LLorca, Sole Turá y Fraga

Ya nos faltan tres de ellos y alguno más está más en el otro lado que en este mientras que los relevos, que tendrían que haber llegado, ni están ni se les espera.
Este país ha visto como su clase política ha ido perdiendo peso específico a favor de la estructura de los partidos; el talento ha dado paso al sumisión, la inteligencia a la habilidad y la ideología a la mercadotecnia. El parlamento es un desierto en el que la oratoria se ha degenerado para llegar al exabrupto más zafio sin que sus señorías hagan el esfuerzo de elevar el listón.
Cualquiera de los siete políticos que aparecen en esos espléndidos cuadros se hubiera comido crudos a todos los parlamentarios de uno y otro bando antes de desayunar y sin pedir refuerzos, que en el banquillo se quedan nombres de peso como Carrillo, Felipe González, Alfonso Guerra, Leopoldo Calvo Sotelo, Adolfo Suárez…¿Hay que seguir para que se nos caigan las lágrimas añorando esos tiempos?
La actual vida política española se asemeja más al gráfico de los monitores de una morgue que a la cabalgada alegre de unos corazones generosos. El parlamento es mediocre, los discursos anodinos, la tensión no se basa en la transmisión emocionada de ideas y proyectos sino en el cruce de insultos, descalificaciones y gritos de porterillas de corrala. No hay ni siquiera ingenio en las pullas, hay patadas a la espinilla y forofos aplaudidores que saltan a la menor ocasión para hacerse notar y ganar puntos peloteando a los jefes. El parlamento, el templo de la oratoria ha cedido ante la intoxicación introducida por Martínez Pujalte y compañía. La argumentación no puede ante el cinismo de personajes como Trillo, máximo exponente de la falta de ética, compromiso, sentido de equipo, responsabilidad y moral que asienta sus posaderas en los sillones de la oposición.
La situación es penosa para la generalidad de los partidos mientras los ciudadanos esperamos ansiosos que alguien eleve el listón y enarbole un banderín de enganche para retomar la política, la ilusión y las ganas de hacer bien las cosas. Somos muchos los huérfanos que miraremos esos siete cuadros esperando que salgan, de no se sabe dónde, otros políticos dispuestos a elevar el valor de la política para afrontar otro reto igual de complejo que el de ponernos de acuerdo para no matarnos: afrontar los retos del futuro pilotando un país moderno con unos ciudadanos cohesionados alrededor de un sueño, el sueño que ellos sean capaces de crear para todos nosotros.
7 de Diciembre
ÍDOLOS DE BARRO
Los ricos occidentales y los pobres de todo el mundo han venido a ponerse de acuerdo en la necesidad de generar ídolos, modelos sociales que hablan de la posibilidad de triunfar y saltar los escalones de la escala social de cuatro en cuatro. Estos ídolos son los deportistas, los modernos héroes helénicos, los semidioses mediterráneos, los modernos Hércules pero con demasiados peros.
Los niños de todos los países admiran a los deportistas más destacados del deporte más afín a sus cualidades: sería absurdo que un keniata admirara a Paul Zeleznick teniendo varias decenas de maravillosos fondistas y mediofondistas. Los niños pakistaníes admiran a los jugadores de Jockey y a los de criket y así en cada país y en cada especialidad, pero hay un deporte que es el centro de todas las miradas, adoraciones y sueños: el fútbol.
Salvo en USA, donde ya ha empezado su despegue, el fútbol encarna el deporte y poco hay fuera de su ámbito sobre lo que opinar o sentir. El fútbol lo arrastra todo como una marea imparable y su influencia nos alcanza a todos. Si alguien no s lo cree, que haga la prueba y trate de vivir al margen de su atracción fatal. Como experimento: a ver si es capaz de no saber, cuando llegue el momento, que ese fin de semana se juega el Real Madrid – Barcelona. Doble contra sencillo a que se entera. Y es más, se enterará del resultado aunque intente evitarlo.
Bueno, pues haciendo honor al título genérico del cuaderno, me declaro en rebeldía contra esa enorme masa y digo que el fútbol ya me toca las narices y mucho. Su enorme atracción ha conseguido degenerar sus raíces deportivas, la dinámica del juego de equipo, las más elementales normas de compañerismo y fair play. El fútbol que invade mi vida es una escoria en el 90% de las ocasiones.
Este fin de semana, uno de estos ídolos de barro, con el aplauso de casi todos, ha dinamitado las más elementales normas del profesionalismo y ha dejado a sus compañeros a los pies de los caballos. Y lo ha hecho por quitarse la camiseta, algo que está prohibido y que este profesional, que cobra millones entre otras cosas por saberse las reglas de su profesión, ha ignorado para poder lucir musculitos en el estadio. Este tío es un cretino y los periodistas que no lo despellejan, más cretinos todavía.
Los que no han hecho deporte dirán que a 160 pulsaciones no es lo mismo, que no se piensa tranquilo, que en la comodidad de una mesa escribiendo una columna y gaitas en vinagre. Un deportista profesional sabe, en todo momento, lo que está pasando, el porqué de hacer una cosa u otra y sus ingresos, prestigio y rendimiento dependen, precisamente, de tener ese ambiente controlado y pensar cómo hay que pensar con el corazón al ritmo que haga falta.
Son los periodistas, esos que no tienen ni idea de lo que es un equipo, de sus normas y exigencias, los que disculpan ese tipo de estupideces pensando que así la estrellita de turno les dejará estar a su lado. Señores: tensión y responsabilidad tiene el dinamitero de un pozo minero que si la caga mata a 500 compañeros; o el piloto que si mete la pata en un aterrizaje no tiene posibilidad de decir: ”Lo siento, vamos a intentarlo otra vez”.
La sociedad siempre ha buscado modelos, ídolos que encarnen las mejores virtudes y las más deseadas y necesarias en cada momento: guerreros, sabios, políticos, escritores o científicos, pero los ídolos actuales son una castaña: no son conscientes de su responsabilidad ante los jóvenes, no enseñan, no educan, no dan ejemplo. ¿Se puede saber qué coño hacen? Meter un gol de vez en cuando y ante eso, todo el mundo dobla el lomo y hace reverencias. Vayan al carajo, hombre.
9 de Diciembre
El conocimiento robado

Escribo mientras la música suena en el ordenador, una música que proviene de una radio lejana que llega desde Polonia vía internet y que he elegido entre, literalmente, cientos de posibilidades. Si las alternativas son amplias y lo de internet merecedor de bibliotecas enteras, hoy me quiero referir a un hurto del que millones de españolitos fuimos víctimas durante nuestra infancia. Nos robaron la música y nadie ha respondido de ello. Me explico:
En el bachillerato la música era una de las marías, junto con la Formación del Espíritu Nacional (tranquilos, tendrá su día), la Educación Física, la Religión y alguna otra perdida entre cursos que aparecía para hacer más llevadera nuestra vida. Pero la música no era sólo una maría; era un absurdo, era la negación de cualquier planteamiento sensato.
Si para cualquier centroeuropeo la música es algo que le abre las puertas a un mundo de sensaciones y vivencias con las que engrandecer su espíritu y su vida, para nosotros se convirtió, en el mejor de los casos, en un aburrimiento y en el peor, en unas horas de terror entregados a los excesos de un miserable y pobre de espíritu que se hacía grande con nuestro miedo.
Eran horas de escuchar sin entender, sin una sólo explicación, sin una razón, sin un conocimiento previo, sin que nadie nos sugiriera que eso era un lenguaje que se aprendía, que una sinfonía es un libro que transmite en un idioma que se puede aprender y del que se sacan horas maravillosas.
Somos muchos los alumnos de un profesor, y fastidia usar el término, que arrastraba su mediocridad y su frustración de mala gente y peor músico por las aulas del Ramiro de Maeztu: Francisco Galán, de nefasto recuerdo. Llegados a esta parte del escrito de hoy, me gustaría, más que nunca, ser capaz de emular a Quevedo en la descripción del Dómine Cabra y volcar toda la inquina que siento hacia ese mal bicho en el papel.
Visto ahora, con la luz de los 50 años pasados, no soy capaz, todavía, de encontrar ni una sólo justificación a su falta de humanidad. Era deleznable en todos y cada uno de los aspectos que hacen grande a un educador. Era oscuro, mediocre y ruin; vengativo con el débil, como si sus alumnos, cautivos e incapaces de actuar en su contra, fueran un regalo de la fortuna para vengarse de su propia existencia. Hoy le recomendaría que se suicidase después de darle un par de bofetadas bien dadas en nombre de todos los que sufrimos sus malos tratos, pues su vida era el compendio del manual del fracaso, el tedio y la mediocridad.
Cuando se ejerce de profesor el poder es enorme, para lo bueno y para lo malo. En el Ramiro teníamos buenos ejemplos de la influencia benéfica de un docente, pero también teníamos los peores ejemplos de vagos enchufados (los de FEN y de Educación Física), personajes pintorescos o curiosos y otros que languidecían de burocracia y tabaco negro de cuarterón o calo de gallina, pero malas personas había pocas y este, este en concreto, pertenecía a esa abyecta clase.
Este estúpido, que no había trabajado en su vida en algo decente, se permitió el lujo de vejar a un pobre chaval porque en sus ganas de colaborar con la clase y ante la pregunta de ¿alguien tiene música en casa? trajo unos discos del pop de la época que salieron volando por la ventana. Esa era la categoría moral del sujeto que se enfrentaba a niños de diez años.
Uno de los amigos que mantiene encendida la esperanza de verlo un día por la calle y meterle miedo de verdad en el cuerpo dice que lo que habría que hacer es someterlo al mismo régimen de terror que él instauró para nosotros y hacerlo por el mismo número de horas sin perdonarle ni una.
Es posible que mi amigo tenga razón, pero eso no me arreglará mis carencias y yo seguiré echando de menos esa parte de mi vida que no me enseñaron a usar y que me ha privado del inmenso placer de disfrutar de una de las actividades humanas más placenteras. Esa es la tragedia y la pérdida, lo otro sólo es venganza y como toda venganza, básicamente triste.
CAFÉ
Hoy he tenido una experiencia que demuestra hasta qué punto se nos está yendo la pelota. La escenita, originada por el solidario deseo de compartir consumos de oficina, se ha producido en la tienda Nespresso de El Corte Inglés de Princesa.
La historia empieza con la aportación d una cafetera por parte de uno de los que compartimos ofi, cafetera que además de hacer un café magnífico, debe usar los cartuchos de la marca en cuestión. Y allí estaba yo, iluso, pensando que en un vuelo pasaba por la tienda, pillaba cartuchos negros y me piraba. Idiota.
La cosa no es tan simple: primero, nos encontramos con una de las mejores estrategias de marketing a las que hacer frente. Vd. ya no toma un simple café; ha entrado en un universo nuevo en el que descubrir matices, sabores, combinaciones, concentraciones y variedades.
Si quiere tomar una café, palurdo, vaya al bareto de la esquina. Se nos ha ido la pelota, pero hay un problema para mandarlos al cuerno: que el café está rico de narices, aunque el invento sea snob, un poco cursi, muy paletito y caro de narices, el café está de toma pan y moja.
La derecha ha tenido la ventaja, habitualmente, de que sus costumbres han sido más agradables que las de la izquierda y claro, eso se nota. Si la derecha es suiza, además de buen gusto tenía pasta y todavía se nota más.
Moraleja: aprenderemos a degustar el café casi seguro.

10 de Diciembre
La marabunta

Hoy he estado buscando fondos editoriales libres de derechos y me he dado de manos a boca con las derrumbadas puertas del campo. La red está plagada de sites dedicados al préstamo e intercambio de archivos de libros de máxima vigencia, no de los que están libres de derechos.
Como sucedió con la música, los particulares han adelantado a las editoras por arriba, abajo, derecha e izquierda y van a llegar tarde, como llegaron tarde a la música. Ahora mismo, en unos 10 minutos alguien es capaz de llenar su PC y lector de libros con miles, y digo miles sin exagerar ni un ápice, de títulos.
Si alguien tiene dudas, que entre en http://bibliotecaoculta.es.tl/ que se va a quedar verde y posiblemente encantado: yo ya me he bajado Astérix y los Normandos y me pienso bajar la colección completa.
¿Qué quiere decir esto? Pues que la tecnología, otra vez hablando de la sociotecnología, ha dotado a los ciudadanos de una herramienta mortal. Cuando mi generación era joven, hacíamos grabaciones caseras en cintas, casetes y poco más, pero es que ahora una copia es cuestión de segundos y lo que es peor: una vez realizada esa copia, la distribución masiva, una cuestión nimia.
La industria no estaba, ni está, preparada para esta pedrada en el escaparate. Todavía mantienen la ilusión de que controlan el mercado. O no navegan o no hay nadie que les diga a los jefazos que van de rasca. Llenar la biblioteca es cuestión de minutos, pero las editoriales siguen en sus trece diciendo que la cosa es pequeña, que hay que pensar y seguir dando vueltas alrededor del negocio de siempre, de los formatos de siempre, de la estructura económica de siempre.
Por favor señores: miren los números de la música y verán su futuro. No lo duden ni un solo segundo. La marabunta llega y Vds. no tienen insecticida.
11 de Diciembre
De los amores patrios sin pasar por caja
El Tribunal Supremo le ha metido un puro de 3,5 millones de euros a Arancha Sánchez Vicario por no tributar religiosamente el IRPF alegando una extraña residencia andorrana. Sinceramente, me alegro y lejos de mí la maldad gratuita de la envidia cochina, pero acepto que tengo que explicarlo.
Hace años, servidora se cabreó bastante cuando se le concedió a esta tenista el premio Príncipe de Asturias del Deporte y se cabreó porque más o menos en esa época se había hecho público que Arancha no tributaba en España sino en Andorra. Desde mi punto de vista, un deportista es alguien que se beneficia de los enormes réditos de una sociedad que ya ha pasado del estado de subsistencia y se permite el lujo de derrochar recursos en algo tan superfluo como el deporte de élite - ojo, no confundir con la práctica habitual del deporte como hábito social y personalmente saludable, por favor – y en justa correspondencia ejerce de modelo y patrón sobre el que los jóvenes deberían guiar sus trayectorias.
Si sobre ese ejemplo deportivo se busca el reconocimiento de un premio tan prestigioso que mezcla el éxito profesional con el desarrollo de valores morales, uno muy importante es el de una ejemplar ciudadanía que revierte, en forma de impuestos, parte de los beneficios que se han obtenido gracias a disfrutar de un tejido social favorable. Es obvio que pocos tenistas de élite se han formado en los basureros de las afueras de Lima o de Quito, donde el deporte es escapar de o comerse a las ratas con las que se comparte la existencia.
Pues bien, si no hay pago de impuestos, la cosa del modelo, del ejemplo y de los valores queda reducida al mero aprovechamiento egoísta de las oportunidades, sin pensar en nada más que en el propio beneficio. Es admisible, humano y hasta normal, pero no es ejemplar, de forma que yo soy mucho más partidario de buscar otros deportistas que, habiendo cosechado éxitos muy relevantes, sean de verdad un ejemplo o el premio les pueda servir de recompensa si es que el deporte elegido no goza de las bendiciones económicas de las que gozan el tenis, el golf o la Fórmula 1.
Arancha demostró que el tesón, la voluntad y el trabajo pueden superar las desventajas de un cuerpo inadecuado, pero no demostró grandeza. Ganó dinero, supongo que bastante o el suficiente, pero ni en sus declaraciones públicas tras sus logros, ni en la concreción de un supuesto amor patrio, pudo nadie ponerla como ejemplo ni de fair play ni de elegancia deportiva.
Hoy el Supremo ha dejado las cosas reducidas a una sentencia que no cuantifica la gloria, ni los valores ni el prestigio. La sentencia pone las cosas en su sitio y le dice a una ciudadana que intentó defraudarnos a todos que la han pillado y que tiene que pagar. Si el Patronato del Premio Príncipe de Asturias funcionara como el CIO, Arancha debería devolver el premio, pedir perdón y reconocer que ha hecho trampa.
Esta deportista ha hecho trampa y nada se coloca más lejos del espíritu deportivo original, que la mentira, la trampa y el engaño. Lo bueno es que la historia nos alcanza siempre a todos.
12 de Diciembre
Decepción Sindical
Los que me conocen podrían confirmar algunos aspectos de mi personalidad o perfil personal que quedan claros a los pocos minutos de hablar de temas serios: un rojerío marcado, antirreligioso y muy poco corporativista.
Este último aspecto, poco coherente con ese primer rojerío consolidado, me viene de varias experiencias personales poco recomendables con aquellos que viven del cuento y alimentan sus andanzas con los esfuerzos y problemas ajenos. La primera experiencia universitaria casi me cuesta un disgusto físico con los grises, cuando eran grises, y la segunda, ya en el ámbito profesional, se asentó al ver la actitud de los sindicalistas municipales con los que tuve que convivir y cuyas acciones eran tan ajenas a la ética que merecen un comentario más sarcástico que reflexivo salvo en un punto: el daño inmenso que hacen este tipo de personajes a la necesaria defensa de los trabajadores.
Ese punto es el que me impide el humor, pues ha sido el responsable de que hoy, décadas después de los enormes esfuerzos hechos por los sindicatos de verdad y por los trabajadores comprometidos, e movimiento obrero ni exista como tal ni se le considere para nada.
Los actuales sindicatos españoles que yo he conocido son bazofia. Es cierto, y cualquiera me podría poner colorado al respecto, que sólo conozco lo más cutre de la representación sindical, los emboscados, y no a los que, de verdad, están en los terrenos duros del metal y otras industrias.
Yo conozco a los sindicalistas de salón, los que viven escondidos en la administración pública de Madrid –Ayuntamiento y Telemadrid – donde es probable que se haya conseguido reunir lo más miserable de las Centrales Sindicales. A ellos les he oído discursos tan antiguos y desfasados como los que largaban los tardo franquistas pero al revés. Hablaban a los “compañeros” de las maldades de la “patronal” y de los derechos “vulnerados”; de trabajadores “represaliados” y lo hacían de una forma tan falsa que causaba vergüenza ajena. Eso sí: liberados o no, no se les encontraba trabajando ni en sueños.
Si de ellos hubiera dependido, el derecho fundamental que hubieran reivindicado para los suyos es el de cobrar sin trabajar. Vamos, que lo ideal es que te manden la nómina a casa y que a la patronal le vayan dando. Todo eso de la responsabilidad en el trabajo; de la empresa competitiva que pueda asegurar la viabilidad de los puestos de trabajo etc., ni una palabra. Vamos, que todo eso sonaba a chino, a tener que pensar y comprometerse, con lo que cansa eso.
Es una lástima, pero yo he conocido eso, no otra cosa y todavía cuando veo las banderas y oigo los mismos términos y me llegan los mismos planteamientos, me acuerdo cuando uno de mis jefes me decía: ”¿Quieres ver cómo se acaba esto? Colocando a su cuñado, que ya me he enterado de que su hermana se ha casado y el novio no tiene curro. Eso se acaba mañana si los del XX se bajan del burro y nos dejan…” Al final, miserias personales y a cambiar cromos, que todo era tan pequeño como eso.
13 de Diciembre
Violación
Hay frases que se convierten en auténticas tumbas para la evolución de la humanidad. Una de ellas es la que afirma, como si fuera un axioma inmutable y permanente, que la prostitución es la profesión más antigua del mundo. La prostitución no es una profesión, la prostitución es una maldición, una lacra que maldice a la mujer en la misma medida que condena al hombre al ejercicio de un papel miserable y odioso.
No me voy a colocar como posible modelo de nada, pero jamás he estado con putas, primero asumiendo un condicionamiento mental que respondía a los relatos del barrio chino de Barcelona sonde mi padre debía perseguir a las putas para hacer las correspondientes pruebas sanitarias para poder sellar el carnet de prostituta libre de enfermedades de transmisión sexual. Las imágenes de los clientes haciendo cola para “aliviarse” me persiguieron en mis veinte añitos con la imagen asquerosa de catres sudados y la eterna seguridad de llevarme puesto el recuerdo de los predecesores.
Tras la defensa sanitaria de mis gónadas, vino el convencimiento de que pagar por el sexo es cambiar la dominación física de una violación común y corriente por la dominación que permite el tener dinero. Se argumentará que hay una opción puramente libre y personal que debe asegurar el libérrimo derecho a ejercer la prostitución y no lo niego, pero con demasiados matices como para hacerlo viable.
En primer lugar, el porcentaje de putas libres es tan pequeño que casi desaparece de las estadísticas dominadas por el horror: la trata de blancas, las mafias de pasaportes robados, las redes internacionales, la compraventa de niñas y niños condenados a una vida miserable y oscura y…son tantos los ejemplos de esclavitud, violencia y daño que la relación sería inacabable. Frente a estos millones de vidas perdidas y robadas, algunas putas de lujo levantan la bandera de su libertad mientras las sociedades, de forma casi unánime, miran hacia otro lado.
Debe acabar. Debemos terminar con esta moderna esclavitud que persiste porque los gobiernos y los cuerpos de seguridad callan, participan del negocio o miran hacia otro lado. Hay que machacar el mensaje de que la esclavitud sexual se mantiene gracias a que hay guarros que pagan para acostarse con menores, con negritas con buenos culos o con lo que sea.
Hay que ir a las cabezas y cortarlas. Hay que buscar el dinero y agotarlo. Hay que echarlos del mundo. Hay que decirles a los que cuentan sus aventuras con las putas que son unos miserables y que las bromas con ese tema no hacen gracia, que dan asco y que los colocan, para nosotros, en el mismo nivel que ocupa lo peor de nuestra sociedad, que son basura y que su dinero mantiene la estructura del horror.
Emma Thompson ha encabezado la presentación de una exposición que nos enseña el espanto en el que una pobre chica tuvo que vivir años enteros. Su vida transcurrió en un constante infierno cuyas llamas aviaron, polvo a polvo, todos aquellos que pagaron por su cuerpo mientras su alma lloraba, en silencio, por la libertad perdida.
14 de Diciembre
El fracaso de la palabra
Silvio Berlusconi está en un hospital con la cara rota por la agresión de un medio loco que sin quererlo, le habrá otorgado un buen número de votos. Que Berlusconi es un personaje nefasto para la historia de Italia, no es dudoso, pero que la forma de romperle de verdad la cara es que los italianos le dejen sin votos en las urnas tampoco es dudoso.
No me gusta el personaje, pero me gusta menos que en la discusión política aparezca la sangre. Cuando la sangre impera, la palabra fracasa y eso es perverso. No podemos renunciar a la historia y a la esencia de la democracia; la discrepancia civilizada, la gestión pública vigilada, tutelada y sometida a juicio por los ciudadanos, el respeto al otro desde la divergencia, la controversia edificante. Vale, soy un místico idiotizado por sus sueños, pero si la palabra se va: ¿Qué nos queda?.
España tiene una historia capaz de recrear un catálogo siniestro de lo que queda: de pistolas, tiros en la nuca, paseos en la noche y confrontaciones civiles. Esa es la bestia que se esconde tras el paso de la sangre, la violencia y la sinrazón de las masas en armas en un todos contra todos para ver quién es más bestia, más cruel o tiene más tanques, pero nunca más razón.
Unamuno firmo un orto discurso lleno de razón y de verdad: “Venceréis, porque tenéis las armas, pero no convenceréis”. No fue vencido, pero sí silenciado por un enfermo de odio cuyo cuerpo dio testimonio de su crueldad para todos, incluido su propio físico sacrificado para glorificar un credo de muerte y destrucción; nunca de vida.
El gesto agresivo siempre destruye más al agresor que al agredido, por mucho que el segundo sufra el dolor y el primero aparezca vencedor ante los testigos. El que agrede retrocede, se envilece, renuncia a la faceta más elevada de su humanidad y retrocede al salvajismo simiesco de miembro de horda simiesca. El agredido se eleva a la estatura del símbolo, del colectivo herido que solidariamente protege el patrimonio de la idea como algo propio de todos y cuyo valor reconocen todos, menos el agresor.
Y además, el tonto este de las narices que le ha pegado un piñazo al nefasto, le ha hecho un favor enorme: lo ha consagrado, lo ha martirizado por sus ideas y le ha dado miles de votos, argumentos para sus discursos y una bandera de enganche y reclutamiento para hacer más grande el ejército de seguidores. Eso es lo que ha conseguido, seguro.

15 de Diciembre
Curiosas coincidencias
El problema del agua en el mundo está alcanzando unos niveles lo suficientemente altos como para que ya se empiecen a posicionar los tiburones en busca de negocio. La necesidad humana siempre ha sido fuente de negocio, pues la ética nunca ha tenido nada que hacer en esa pelea. La época es convulsa y las coincidencias informativas muy curiosas.
Estos días vivimos las convulsiones de la cumbre de Copenhague, la lucha por el denominado climagate y el mar de fondo de las petroleras reivindicando su inocuidad frente al clima, pero es que debajo hay otra capa de intereses que duermen anestesiados por los que esperan oportunidades de caza mayor.
Hoy, ahora mismo, un enorme porcentaje de la población mundial no tiene acceso al agua potable y esa situación se ha convertido en uno de los retos políticos más importantes para, por ejemplo, América del Sur. Si de América nos vamos a África, la cosa es todavía mucho peor: allí no sólo no se accede sino que el agua que había desaparece para dejar el sitio a desiertos de polvo, muerte y hambre. Los países africanos han abandonado a la cumbre en un intento de forzar la máquina de las decisiones y hacerse notar frente a los poderosos. Para los grandes es posible que la cosa se reduzca a pasar un poco más de calor. A ellos, y a muchos otros, les va la vida.
Lo terrible es que el mantenimiento del poder económico al servicio de muy pocos junto con el surgimiento de un mercado potencial de proporciones gigantescas es una tentación imposible de considerar. ¿Interesa a unos pocos que muchos pasen sed para venderles agua? ¿La cosa puede ser tan simple como eso? ¿Cuántos estudios de viabilidad económica se habrán hecho ya sobre el tema? ¿Podemos reutilizar todos los barcos que ahora se desguazan para transportar algo tan accesible como el agua? ¿Cuántos millones moverán las futuras guerras del agua?
Alguien me podrá llamar paranoico, pero soy lo suficientemente mayor, viejo y escéptico como para no darme cuenta de que se está gestando un negocio de proporciones colosales y que eso es peligroso para los que se ha decidido que tienen que ser los paganos. Que muchos de esos paganos mueran no deja de ser algo necesario para que los que queden vivos se den cuenta de que la cosa va en serio y que los que mandan no van a dar marcha atrás.
¿Qué es espeluznante? Por supuesto, pero lo más espeluznante es que sólo será una ignominia más unida a las del Coltán, los Diamantes, el Petróleo y otras muchas sobre las que se ha construido la historia de la humanidad.
No somos capaces de pensar como colectivo y la razón de la especie nos es ajena por completo. Nunca hemos pasado del nivel de la tribu o del clan a la hora de establecer estrategias colectivas. Ha habido momentos en los que teníamos cerca una meta superior, pero enseguida se nos escurre entre los dedos. ¿La última vez? La Unión Europea, que pierde terreno por días a favor de referéndums independentistas en pueblos de Cataluña. Esa es la verdadera amenaza: lo pequeño de nuestras metas si las comparamos con la grandeza que anida en la ambición de los poderosos: nos dejan pelear por el patio trasero cuando ellos quieren redecorar el mundo y nos van soltando señuelos para que nos confundamos.
Los neocons dicen que no está claro que el planeta esté cambiando, que no hace falta el esfuerzo colectivo, que eso de gastar dinero para cambiar el cambio climático es un derroche absurdo y lo que de verdad están comprobando es que ese cambio:
a.- se produce a la vez que suben sus ingresos por la venta de combustibles y energías sucias.
b.- les abre nuevas oportunidades de negocio
c.- la defensa de lo parcial hace que no nos unamos para defender el todo
¿Es posible que se lo estemos poniendo tan fácil? ¿Será verdad que no hemos aprendido nada? ¿La solución? Pasado mañana, en los libros de historia que hablen de las guerras del agua.

16 de Diciembre
Virulento debate
Mañana y pasado, entre el 17 y el 18 de Diciembre, el Parlament de Catalunya vivirá inmerso en un debate que pone sobre los atriles de sus señorías un tema del que se han hecho banderas para unos y para otros. Mañana y pasado se debate y se vota si Catalunya abandona la fiesta de los toros sigue con ella.
Primero: fiesta. Millones de horas de discusión, pero sí, hay que reconocer que, para aquellos que disfrutan de ella, es una fiesta. Los calificativos de los que no disfrutamos de ella, son demasiado diversos como para intentar enumerarlos todos.
Como no quiero hacerlo demasiado algo, me gustaría concentrarme en algo que no he visto en los últimos artículos, muy sesudos ellos, en los que abordan la cuestión desde varios punto y orientaciones. Sí, es verdad que las dehesas de Andalucía forman ecosistemas estupendos, pero también esas mismas dehesas crían cerdos y retintas n Extremadura sin necesidad de dedicarse, exclusivamente, a la ganadería de bravo. Como siempre, los maximalismos son complicados de manejar. Afirmar que la dehesa de la baja Andalucía desaparecería i desaparecieran las ganaderías bravas, es un exceso literario de primer orden, pues esos campos se aprovecharían de mil formas distinta, incluida la caza que tanta importancia económica tiene en este país y tantas discusiones genera entre favorables y contrarios. Si un toro de bravo vive bien, una vaca normal, vive igual de bien acompañada de cerditos, ovejas y lo que se quiera intentar criar que tenga buena salida comercial.
También se aborda el tema de la fisiología para, en una paja mental complicada, negar el dolor del bicho sólo porque es capaz de sobreponerse en aras de la pelea por el territorio. Simplemente grosero el razonamiento. Para esos simples, el toro bravo debe poseer poderes que inhiben la acción de los neurotransmisores de forma milagrosa. La cosa no tiene un pase.
La pervivencia de la especie sin las corridas. Touché, pero con matices. Hoy por hoy hay diversas formas para conservar tan bonito bicho: congelar embriones, hacer reservas de ecosistemas originales con ganado suelto, linces, águilas y lobos etc. Sería la bomba. Imposible, pero bonito. En todo caso, hoy se pueden congelar varios cientos de embriones con un coste mínimo a la espera de mejores ideas. No desaparecerían, pero estarían pendientes de solución.
Estética. Si es verdad que hay momentos con un desarrollo plástico increíble, pero a costa de hacer salchichas a un bicho y ese coste, ese balance imposible es el que se olvida en el debate.
Nuestra evolución como especie, nuestro camino desde la prehistoria, nos ha ido dulcificando, limando aristas y centrando nuestra percepción estética lejos de todo o que tenga un coste que se considera excesivo o inadecuado. Vuelvo a poner el ejemplo de los gladiadores, profesión – no todos eran esclavos – que reunía las mejores esencias de la espiritualidad y de la vida cotidiana de los romanos. En sus luchas se honraba a los muertos; se elogiaban las escuelas de esgrima y la limpieza de las estocadas, que enseñaban a los jóvenes la adecuada técnica de combate en las guerras suyas de cada día. Reunía religión, necesidad y disfrute, pero se abandonó, como se han ido abandonando todos los espectáculos y actividades basadas en la muerte de un ser vivo.
Que estos dos días mantengan o condenen las corridas de toros es casi intrascendente, pues las corridas se desvanecerán y ellas solitas se instalarán en la historia, ocupando un espacio propio y un recuerdo dividido según lo recupere uno u otro. Lo que hoy no tendría que ocuparnos, y lamentablemente nos ocupa, es la orientación política de los prohibicionistas o defensores. Me parece absurdo ligar una concepción política determinada a algo tan absurdo, visceral y atávico como disfrutar o no del espectáculo de la muerte de un pobre toro.
¿Mi opinión personal? Ojalá le demos un empujoncito a la esperada llegada el futuro. Visca Catalunya sensa festa.

17 de Diciembre
Locura de honor
El musulmán Mehmet Goren no aceptaba que Tulay fuera cortejada por un hombre de una rama distinta del islam
Mehmet, asesino, loco, fanático y miserable, es, él mismo, una víctima más de la religión. En este caso es una víctima del islam, pero sería igual que fuera de otra, el caso es que cualquier religión puede llevar al hombre a la negación de su propia naturaleza.
El que un padre mate a un hijo, sea por la causa que sea, se entiende como una aberración, como algo que niega la naturaleza de la relación padre – hijo que se establece en la desigualdad: el padre debe proteger la vida de los hijos, pues en ellos reside la pervivencia de su propio genoma. Este padre entendió que su hija debía morir por el hecho de que mantenía una amistad con un hombre que pertenecía a una rama religiosa distinta a la suya. Ojo, que ni siquiera era un “infiel” sino simplemente algo más tibio o más tranquilo.
Si alguien piensa que un mandamiento religioso nunca puede ser contrario a la vida de un hijo, que se lo piense antes de abrir la boca. Ya he hablado en este cuaderno del famoso camino de Abraham que tan querido era para mi profesor de religión. Uno de los hitos de ese camino se estableció con el claro mandato de Dios para que Abraham le ofreciera a su propio, y único, hijo en sacrificio. Y allí tenemos a Abraham con el cuchillo en alto –hay que reconocer un cierto sentido escénico en la redacción de la escena – pensando que a lo mejor Dios se había pasado un par de pueblos y esperando la contraorden casi sin respirar. La cosa no es si lo mató o no, la cosa es que ESTABA DISPUESTO A MATARLO y esa era la moraleja ejemplarizante del curilla: no hay nada que no se DEBA hacer si es para mayor gloria de Dios. ¡¡Con dos cojones, si señor!!
Afortunadamente, a este pavo le ha caído una hermosa cadena perpetua, pero si este hecho se hubiera producido en muchos países, la cosa se hubiera tapado sin demasiados problemas. Hoy, todavía hoy, en pleno Siglo XXI, las presentadoras de la TV Saudí parecen fantasmas vestidas de negro s in enseñar ni un centímetro de piel mientras occidente mira hacia otro lado. Nos llenaron los ojos con imágenes de Burkas y afganas para justificar cualquier cosa, pero eso es un engaño que nos presenta sólo una cara del problema, cuando en realidad nos enfrentamos a un monstruo de tanas cabezas como religiones contamos en este mundo. Los Sijs se parten la cabeza con quien haga falta, mientras talibanes, fanáticos de Estados Unidos claman a Dios por la venganza ante el extranjero y….millones de rezos y plegarias se elevan todos los días para que uno u otro dios acabe con la vida de “los otros”.
Ante esta situación hay que empezar (no se ha empezado aún) un movimiento que consiga silenciar cualquier religión en nuestra vida en común. La religión, ya que no puede erradicarse, debe ser colocada en el ámbito de lo privado, de lo silencioso y de lo oscuro.
Mientras tanto, seguiremos asistiendo horrorizados a estos crímenes del honor que nos avergüenzan a todos por lo que de inhumano y antinatural tienen. Qué pena.
20 de Diciembre
La incoherencia de las palabras
Últimamente estamos asistiendo a una deformación de los significados y a la degeneración de la palabra. Se enarbola la bandera de la libertad como si esa palabra justificara la aceptación de los principios más reaccionarios y conservadores, olvidando la verdadera raíz que dio origen a la nominación de “liberales” a aquellos que intentaban subvertir el orden monárquico para conseguir que los estados actuaran como tales y dejaran de ser fincas privadas de los reyes.
Lo único que estos conservadores intentaban es que la corona “liberalizara” la posibilidad de hacer negocios con lo que, hasta ese momento, era monopolio del rey: los tabacos, el comercio con la indias, los servicios de correos y lo que a cada cual se le ocurriera. Lejos de su pensamiento la peregrina idea de que el individuo actuara lejos del orden establecido, abandonara los preceptos religiosos o se le ocurriera negar la naturaleza divina del orden social y la separación de las clases sociales.
Para esos objetivos y menesteres tuvieron que derramarse ríos de sangre de otros protagonistas, no de los liberales ilustrados y conservadores. Los herederos de aquellos primeros liberales apestan a cirio de sacristía y a incienso de misa mayor; a polvo de alfombras silenciosas de despachos bancarios y a gasolina de berlinas de lujo. Son carcas, fachas no el sentido de fascistas arrojados y heroicos de soñadora historia gloriosa, sino a cobardes emboscados que sólo hacen sangres de los caídos y de los débiles. Permanecen en las sombras, cantan las futuras desgracias y la desaparición del mundo, pero se quedan en segunda línea de la historia y cuando les llega la oportunidad de dar la cara y hacer retroceder la historia hasta el lugar que ellos quieren, se inhiben, se acomodan y callan.
Eso ha sucedido con todas las leyes que han significado un verdadero avance social en nuestro país. No derogaron la ley del aborto, no han dado la cara nunca, pero arrojan sobre la cara de la izquierda el estigma del apocalipsis social. Son cobardes meapilas de sacristía que chupan cirios mientras se complacen en vaticinar desastres. Son lo peor de la inacción política, del aprovechamiento de la inercia de la historia. Ellos no hacen nada salvo esperar el desgaste del enemigo y cuando llegan al poder, no dan la cara para que nadie reconozca su hipocresía. El PP de España ha convivido dos legislaturas con la antigua ley del aborto, no cambiará la recién aprobada ni derogará la ley de dependencia cuando llegue al poder, que acabará llegando a pesar de la desidia de Rajoy.
Mientras, se dedican a mentir, a entorpecer, a alegrarse de los errores y dificultades ajenas, a echar mierda en la esfera internacional (recordemos a Aznar llamando pedigüeño a González en medio de una negociación muy complicada con la Unión Europea).
Los medios de derechas, llamados “liberales”, usan el diccionario con ánimos oscuros y colocan a la palabra libertad al frente de las conductas y pensamientos más reaccionarios. Con la última polémica de los toros, la salida de la derechona más reaccionaria ha sido enarbolar la libertad de que cada uno haga lo que quiera. Aznar reivindicaba su libertad para conducir borracho como un pingüino sin que nadie le dijera las copas que podía o no podía tomar y ahora, sus cachorros, nos dicen que su libertad está por encima de los derechos de un animal o de su sufrimiento.
Para la derecha, la libertad consiste en eso: en poder abusar de un pobre animal en aras de la contemplación de su agonía porque “somos libres”. En esta polémica, todos, unos y otros, han dejado que el protagonista no cuente: siguen sin preguntarle al toro lo que piensa sobre la fiesta. Ni nacionalismo catalanista ni nacionalismo español, coño, que sólo se trata de no divertirse a costa del sufrimiento de un animal. Y que nadie me argumente el tema de la comida: una cosa es ser coherente con tu naturaleza omnívora y otra pasarlo bomba con lo que pasa en los mataderos, lugar que, de momento, no vende entradas para que la gente se emocione viendo cómo mueren los terneros. Un poco de elegancia y de nivel en la argumentación, por favor.
22 de Diciembre
50.000 pesetas!!!!!!!!!!
Inevitablemente, ha llegado el día. Ya está aquí la navidad y el pistoletazo de salida en forma de la puñetera cancioncita de los niños anunciando los premios de la Lotería. La depresión invade todo mi ser, la navidad se adueña de mi ánimo y quiero huir, escapar de ese estado de ánimo colectivo que nos impulsa a comer, beber y divertirnos por obligación.
En lo que a mí respecta, esta época es de negra reflexión, de pensar en que otro año se va y sigo sin haber hecho nada medianamente decente con mi vida. He tenido que elegir en lo que, casi seguro, ha sido el momento más complicado de mi vida, entre la comodidad y el dinero y mis principios éticos y morales. Perdió la comodidad pero, a partir de ese momento, la cuesta arriba amenaza con convertirse en una escalada imposible.
He podido comprobar, una vez más, los que son de verdad y los que son de mentira, los que están ahora y los que, si la cosa vuelve a ir bien, volverán a estar con una sonrisa de aquí no ha pasado nada que me dará ganas de partirle la boca. Ha habido sorpresas muy agradables, demostraciones de fe en mis posibilidades realmente inexplicables pero que me han dado muchos ánimos, como la relación establecida con Antonio que además, abre un terreno que me apetece colonizar y que me da una ilusión enorme.
Ha pasado un año más, doce meses de crisis y pelea que me vuelven a colocar ante un espejo cuya imagen se presenta borrosa, con más oscuros que claros y que me coloca ante la aceptación de o inevitable, de que para bien o para mal, esto es lo que hay, que soy como soy y no como me gustaría ser: a joderse.
Escribo encerrado en casa, sin radio ni tele que me haga llegar el soniquete del día y lo agradezco, que cualquier ayuda contra la depre es bienvenida.
Por cierto, hay un salto de días debido a un enganchón del cuello que me ha tenido medio retirado de la circulación en un estado lamentable.
Convictos
He asistido a una comida de ex - convictos, y a mucha honra. A uno de ellos ya lo conocía, una persona que sobre una vida complicada ha sabido trabajarse su propia actualidad de felicidad y una cierta comodidad económica. Sobre la mesa se han ido proyectando escenas y personajes, anécdotas y situaciones que, contadas con perspectiva y buen humor, nos hacen sonreír y confirmar lo que ya se sabía: la policía político social franquista no era una broma ni algo suave a medida de la actual memoria de algunos jovencitos medio fascistas.
Era una época jodida y cuidado, que no estamos hablando de los negros 50, ni los duros 60. Estamos hablando de dos ingresados en Carabanchel en 1971, cuando Franco ya estaba de retirada y su imagen coincide con ese esperpento que nos quieren vender ahora de abuelito despistado y bonachón que reñía amablemente a los nietos.
Franco seguía siendo un auténtico dictador, un cruel, sangriento y frío dictador que no cejaba en su empeño de limpiar el país de rojos peligrosos. Todavía era capaz de dictar sentencias de muerte y firmarlas tranquilamente sin más temblor que el propio de su anciano Parkinson.
Mis dos ex – convictos salieron el 5 de diciembre de 1975, quince días después de la muerte de Franco, con la primera de las amnistías políticas y se despidieron de 4 años de cárcel, de cartas, de paellas en las galerías, de clases a los analfabetos, de sueños de libertad, de miradas tristes y soñadoras cuando llegaban noticias de casa. Se despidieron de una parte de sus vidas que algunos pretenden negar y que ellos rememoran llenos de solidaridad, de tranquila seguridad y conocedores de que lo que ellos atesoran forma parte de una historia colectiva que es mejor no olvidar, que este país necesita recordar sus tropezones y sus errores para no caer en la tentación del olvido.
También la charla me refuerza una idea antigua: escribir un libro sobre el desastre nacional que durante muchos años fue España. Por los unos y por los otros. Unos porque pensaban que podrían acabar con la dictadura y la dictadura paranoica perdida pensando en los millones de conspiradores que no dormían pensando en cómo subvertir el orden establecido. Sueños contra sueños con algo muy malo: los muertos, los golpes y las prisiones siempre les tocaban a los mismos, y eso es jodido. Además de cansado, claro. Si alguien se apunta, el proyecto se llama MANGA POR HOMBRO.
23 de Diciembre
ENCUESTA DEL CIS
La última encuesta del CIS ha puesto de manifiesto algo que para algunos es obvio desde hace años. En este mismo cuaderno ya he hablado de la escasa categoría y el nivel de nuestros políticos, pero ese clamor ha tomado proporciones épicas y se ha colocado como el tercer problema más preocupante para los españoles.
Los que tenían que hacer nuestra vida mejor; aquellos en los que hemos delegado la necesidad de organizar nuestras vidas, esos que cobran por hacer que el país funcione, han demostrado su absoluta ineficacia. Es la constatación del desastre, de que la vida pública ha llegado al encefalograma plano, al desmoronamiento general sin solución a la vista.
¿Listas abiertas? ¿Otra estructura de partidos? ¿Populismo? ¿Berlusconismo? ¿Fascismo? Si lo pensamos un poco, no tenemos un recambio aceptable para el actual sistema democrático. Hay, sí, muchas amenazas que, en caso de que llegaran a triunfar, encontrarían justificación en el desánimo, en la desilusión, en la ineficacia de las instituciones y de la clase política.
Zapatero prometió no “desilusionar” y eso es, exactamente, lo que ha pasado: que estamos hartos de que los políticos no hagan política común y se dediquen a las pequeñas y pírricas victorias; victorias que nos están llevando a la ruina colectiva y cuya responsabilidad quieren pasarnos a nosotros. Pues de eso, nada. Esta mierda es suya y ellos la tienen que arreglar.
Les han dado argumentos a los fascistas, a los que llevan décadas diciendo que todos son iguales, que la democracia no funciona, que mejor que roben unos cuantos a que roben todos. Los argumentos de los taxistas más furibundamente incívicos están glorificados y eso es culpa de unos políticos cuya cortedad de miras sólo es comparable a su falta de preparación, proyectos y capacidad.
Tenemos una clase política local empobrecida y una política europea que ha desperdiciado el regalo de unos gigantes que pusieron en marcha el proyecto colectivo más importante de los últimos siglos. Ese regalo se ha desperdiciado en Europa y en España, cuya transición supuso una inversión de esperanza, de generosidad y de trabajo que estos cenutrios desprecian. Sólo hablan de la transición para apuntarse una, para ganar ventaja sobre el otro, para justificar una amenaza, como si romper aquellas reglas de generosidad legalizara la toma de posturas de fuerza y la rotura de las reglas de la convivencia democrática. La derecha parece esconder la carta de “os dejamos jugar porque íbamos a seguir mandando, pero si no mandamos, rompemos el permiso” mientras que la izquierda mantiene una actitud timorata, como si el mayor esfuerzo, como si la principal inversión en olvido y perdón no fuera suya y todavía tuviera que esperar a legitimarse ante alguien.
Hay que terminar con esta situación, hay que dejar tres cosas aparcadas en el armario del patrimonio intocable y pelear a muerte por el resto. La educación, la sanidad y la justicia son de todos y están al servicio de nuestro futuro como país, el resto debe ser cuestionado, ganado palmo a palmo, mejorado constantemente, puesto al servicio de la política y de los grandes proyectos y modelos.
Nuestros políticos son un insulto y nosotros les debemos exigir el cambio. Se han dejado corromper, no han tenido el pudor de hacer público escarnio de sus faltas y corruptelas y han perdido el apoyo de los ciudadanos.
24 de Diciembre
Viento
En las últimas etapas lluviosas se ha venido repitiendo un fenómeno bastante extraño que me tiene despistado. Son aguas violentas que consiguen empapar el suelo, aunque les cuesta penetrar, pero en cuanto las nubes se van aparece el viento. Un viento que se acerca con violencia, que agita árboles, ramas y arbustos y extrae la humedad de la tierra con la vehemencia de un avaro reclamando una deuda.
Ese viento no aparecerá en las estadísticas del año hidrológico, pero nos robará el agua, secará raíces y campos, se llevará el hálito del campo y no dejará huella en los papeles, en los ordenadores o en la memoria de los urbanitas. Sólo los pocos que quedan viviendo de esa humedad maldecirán los vientos anticipando la escasez de comida para las bestias. Nadie entenderá sus maldiciones.
Enredarse nuevamente en la polémica del clima puede parecer ridículo, cansino o poco práctico, pero ¿de verdad podemos vivir como si no pasara nada? ¿Cómo si todo permaneciera inmutable? El mundo cambia y fue esa percepción de la tierra como un organismo vivo lo que permitió los grandes avances científicos que culminaron con la teoría de Darwin. ¿Qué papel estamos jugando en ese ballet cambiante; en ese devenir sin sentido que niega el protagonismo trascendente y central del ser humano? Si, como parece claro, somos una enfermedad en la piel de la tierra, es posible que la tierra se cure este sarpullido en pocos siglos, los necesarios para hacer subir el nivel de las aguas media docena de metros; o quizás jugar con las profecías catastrofistas del 2012 y cambiar unos cuantos grados la inclinación de su eje de rotación y generar varios cientos de nuevas formas de catástrofes naturales desconocidas hasta ahora.
¿Qué pasará? ¿Qué huella dejará ese desastre? Es más: ¿Dejará alguna huella? ¿Servirá de algo el que el ser humano haya habitado la tierra? Lo más probable es que no, que nuestro paso se quede resumido a unos pocos cientos de miles de años en contacto con un sistema solar perdido en una parcela marginal de uno de los brazos de una galaxia en espiral de unos ciento cincuenta millones de años luz de diámetro. Nuestra ciencia nos permite conocer esos datos; nuestro sistema de vida nos ha llevado a generar tal cantidad de deshechos que la tierra no es capaz de eliminarlos y ahora, por primera vez, cumplimos la máxima que Carl Sagan nos planteaba como el gran reto de la especie: ¿Esta sociedad, capaz de autodestruirse, será capaz de sobrevivirse a sí misma?
No tengo datos como para alistarme en uno u otro ejército, pero tengo claro que aquí está pasando algo y no me gustaría acabar parodiando a Gila con el famoso “aquí alguien ha matado a alguien y no miro a nadie”, pero creo que hemos pasado esa línea a partir de la cual el sistema no tiene capacidad de regenerarse; una especie de punto de no retorno para un sistema complejo sobre cuyas variables hemos actuado como monos borrachos sin poder anticipar las consecuencias de nuestros actos.
En apenas tres siglos, los que han transcurrido tras la revolución industrial y las máquinas de vapor, el hombre ha sido capaz de envenenar, contaminar, desertizar, desecar y aniquilar, pero no ha demostrado que sea capaz de reverdecer, limpiar, regenerar y crear las condiciones necesarias para que la vida se manifieste en todo su esplendor.
Todas las escuelas médicas han bendecido, esperado y agradecido lo que se llamó, desde muy antiguo, “vix natura medicatrix”; el poder sanador de la naturaleza; esa fuerza vital que actúa a favor de la vida y restaura el equilibrio de los organismos enfermos. ¿Está la tierra en condiciones de esperar ese auxilio? ¿Estamos a tiempo de parar y esperar cruzando los dedos a que nuestros actos dejen de matar?
De lo que si podemos estar seguros es de que hemos administrado nuestros recursos realmente mal. Recibimos, nuestros bisabuelos recibieron, un mundo que tenía intacto todo su potencial, todo su poder vital y nos ha durado apenas tres o cuatro generaciones. En estos años casi acabamos con las ballenas, el mar de Aral es poco menos que un barrizal con los barcos a decenas de kilómetros del mar; la lista de animales en peligro de extinción engorda cada mes con hambre asesina y la lista de desastres es infinita.

¿Tenemos la culpa del aumento de las temperaturas? ¿Están subiendo esas temperaturas? Lo ignoro, pero lo que si se es que estamos dejando el planeta hecho unos zorros; que las fotos que se tomaron en parajes conocidos hace cien años no tienen nada que ver con la situación actual: me refiero a glaciares de montaña, bosques y selvas, paisajes marinos etc: todo está hecho mierda, hablando en plata.
A estas alturas el consenso sobre la necesidad de no enmerdar más debería ser universal, pero no lo es. Las pocas zonas que se conservan sin contaminar se encuentran cercadas. Los negacionistas del clima y de la contaminación acechan Alaska con los colmillos afilados para perforar en busca de petróleo. Mientras haya dinero flotando en suciedad, muchos serán los que sólo vean el dinero, aunque la suciedad sea veneno para todos los que no participan del negocio.
Es posible que las Navidades afecten mi ánimo, pero no encuentro ni un solo elemento que apoye el mínimo optimismo. Nos cargaremos el planeta, seguro: no hay ni una sólo posibilidad de actuar de forma global, al unísono, movidos por la misma necesidad imperiosa. Mientras unos cuantos puedan beneficiarse a costa del desastre colectivo, se beneficiarán sin tener ningún pudor. Ellos no beberán aguas contaminadas, sus hijos no acumularán venenos como los supervivientes de Bophal y si los animales mueren, nos recordarán que Dios puso la creación al servicio del hombre.

Que tan peregrina afirmación sustente cualquier clase de abuso, es un misterio que se va manteniendo en todas las sociedades, que no se libra ninguna. Si alguien lo duda, que mire lo que está pasando en China, los depósitos de aceites y metales pesados que se extienden en el fondo de la presa de las tres gargantas que han contaminado millones de metros cúbicos de agua dulce, tan necesaria en la zona.
Miremos donde miremos, las negras huellas de nuestros pies sobre la naturaleza nos delata y no hay posibilidad de ocultar la culpa. Necesitamos que esos vientos nuevos, esos vientos que secan los campos, borren las huellas de nuestro paso sobre la tierra y la vida empezará de nuevo. Esperemos que ese experimento le salga mejor que el actual, que no se puede negar que ha sido una cagada completa.

A POR EL REY
Ya se han puesto en marcha y no van a parar. Harán del Rey, del que querían que fuera SU Rey y no el de todos, el blanco de todas sus presiones. Probablemente pondrán el ejemplo del belga que abdicó durante un día para no formar una ley contraria a sus principios. No van a parar ante nada, van a mentir, retorcer y forzar la realidad hasta que no reconozcamos nuestro propio entorno. Van a poner a este país a los pies de los caballos y no les importa nada lo que se van a llevar por delante.
Han convocado una misa el domingo para cantar el fin del mundo que se avecina. Van a hablar de libertad, como siempre de la suya, esa que significa que los que pueden prohibir son ellos, no el resto; van a llenarnos de imágenes y de investigaciones; van a querer presentar la ley del aborto bajo el absurdo de que el gobierno quiere obligar a las mujeres, a todas las mujeres, a abortar quieran o no quieran.
No creo confundirme si me la juego a que el Rey es de derechas, que la sorpresa sería que fuera de izquierdas. Siendo así, además de ser de los pocos españoles que se reconocen como tal, (recordemos que todos los fachas de este país son centristas del PP) demuestra un sentido del deber que le honra, pues lleva años firmando leyes que le deben poner los pelos de punta y lo hace con una sonrisa en los labios. Su papel, el papel que tan necesario nos resulta a todos, es el de la no intervención y la sanción, firmada, de cuantas leyes le llegue votadas por el parlamento, sin entrar a valorar si le gustan o no le gustan.
El problema es que esta gente no quiere entender que hay una parte de España que no desea vivir conforme a las normas que estos energúmenos os quieren tatuar a sangre y fuego. Son estos talibanes intransigentes los que han demostrado ser capaces de todo; son los herederos de las peores guerras religiosas, de las hogueras de los autos de fe: son la leche.
Revisar los titulares de la prensa más derechista es acabar con los pelos como escarpias. No aceptan ni la ley, la tímida, incompleta e imperfecta, ley del 85. Han convocado manifestaciones ante las clínicas que practican abortos (Ojo, que recuerda demasiado a lo que pasa en EEUU con los ajusticiamientos divinos y las sentencias de muerte por asesinato) y espero que la cosa se mantenga en el terreno de la palabra, aunque me temo lo peor.
Juan Carlos es el rey que se ha ganado el respeto de los demócratas de este país y el desprecio de los fascistas. Estos malos bichos se creían que el rey iba a jugar el papel que le había encomendado Franco, no el pueblo español. Les salió el tiro por la culata y el rey campana (apodo que acuñaron ellos mismos) hizo lo que la historia demandaba de la corona: ser el rey de todos los españoles.
Por eso, por eso precisamente Juan Carlos hará, una vez más, lo que todos los españoles llevamos años disfrutando: firmar una ley emanada del órgano representativo de la voluntad popular. Firmará lo que el Parlamento le pida que firme antes de publicarlo en el Boletín Oficial del Estado.

El club de los calcetines rojos
Los creyentes y católicos de este país andan estos días bastante sorprendidos con las declaraciones de la conferencia episcopal. Ellos se habían creído eso de que la iglesia católica es la casa de todos; que el Padre es misericordioso y generoso y que se alegra de la vuelta de hijo pródigo.
No se acuerdan de que la Iglesia Católica Apostólica y Romana es cualquier cosa menos una asamblea autogestionaria. La Iglesia dice lo que se puede o no se puede pensar; lo que es pecado y lo que es correcto y ahora están crecidos, se han venido a arriba y no ceden ni un palmo de terreno.
El actual portavoz, Martínez Camino, es un elemento de pura raza: un mastín de los que muerden y no sueltan la presa. Ya ha avisado a todos los que tenían que oír el mensaje, fundamentalmente en su propio terreno: a estos, ni agua. No importa que Bono o que cualquier otro sean unos meapilas importantes, lo importante es que Martínez Camino quiere el titular: quiere ver en negro sobre blanco que un curita, un obispo o cualquiera que pasara por allí, ha tenido el valor de negarle la comunión a los del PNV o a alguno del PSOE. Ese día Martínez Camino habrá demostrado que el acero se ha templado de nuevo; que la espada ha sido nuevamente forjada y que quiere pelea.
Personalmente, prefiero a esta Iglesia integrista y primigenia; esa Iglesia forjada en el concilio de Nicea y que se ha alimentado del poder durante siglos. Quiero que se manifieste en su plenitud doctrinal; con sus anatemas, sus herejes y sus Sambenitos de cucuruchos amarillos ardiendo bajo la autoridad del brazo secular.
Lo que no entiendo es la tibieza de los sorprendidos. Que el español haya sido capaz de hacerse una religión a su medida y haya domesticado a una parte de la Iglesia no ha hecho sino aumentar la confusión. Cuando los mayores se han enterado han puesto las cosas en su sitio y han reivindicado los reglamentos del club: aquí manda el que manda, es decir, yo.
La Iglesia, coherente con esta época digital se decanta: o conmigo o contra mí. Ya está bien de medias tintas y de medias creencias. La Iglesia manda, no es democrática; mantiene que hay cielo e infierno; que no hay sexo, sólo se procrea; los obispos los elige el Papa y todos obedecen. ¿Queda claro?
Yo lo tengo tan claro que me provoca arcadas, pero quiero que todos lo tengan tan nítido como yo lo tengo, aunque sigo echando de menos el último paso, la proclamación del valor y el coraje de estos soldados de Dios: estoy deseando que monten un partido político. El día que se presenten a unas elecciones lo celebraré con toda la escenificación académica, pedete incluido.
Lamentablemente, harán lo que siempre han hecho: permanecer en retaguardia diciendo que su reino no es de este mundo mientras dan por saco con la ley de Dios y el evangelio, como si el famoso evangelio fuera algo más que un manido y deformado cuento de viejas beatas que acabó diciendo lo que convenía que dijera. No darán la cara, pero seguirán molestando, jodiendo la convivencia de los ciudadanos y mirando para otro lado cuando las investigaciones judiciales ponen de manifiesto sus propios pecados, violaciones y torturas.
Una vez más, los que dicen poseer la verdad no quieren saber nada de la verdad.


26 de diciembre
Resaca
Ya pasó. Dos días de excesos, falsedad, negación de la evidencia, mística y estética se han ido para acecharnos de nuevo a la vuelta de un año. Es verdad que para mí es una época siniestra y depresiva, pero es que reconozco que es mucho más fuerte que yo: me puede, me arrasa, destruye mis defensas y sólo un cierto cinismo militante consigue mantenerme medianamente intacto mentalmente.
Como todos los años se han llenado las comisarías de peleas familiares; los futbolistas han entregado regalitos en los hospitales, Benito se llevó un susto muy importante cuando una loca se le tiró encima cuando empezaba la misa del gallo y las lluvias y tormentas han protagonizado los titulares de sucesos.
La información se ha visto inundada por la indecencia protagonizada por Díaz Ferrán, presidente de la CEOE y propietario de Air Cometa que ha dejado tirados a miles de viajeros en la terminal de Barajas sin dar muestras del mínimo sentido del decoro. Antes, cuando el lenguaje era lenguaje sencillo, claro y descriptivo hasta la médula, a estas cosas se les llamaba estafa, desfalco, robo, delincuencia y otros calificativos del código penal. Hoy, cuando el lenguaje tiende hacia lo políticamente correcto y a la confusión de los conceptos, las descripciones de este hecho han bordeado el absurdo, pero todos sabemos que, al final, este pavo no entrará en la cárcel y si pisa un juzgado, será de refilón para salir de rositas.
Debe lo que no está escrito, no ha pagado a sus trabajadores, no ha pagado a la Seguridad Social, no ha pagado al propietario de los aviones que alquilaba y que ha sido el ejecutor del cerrojazo y le deja un pufo a Airbus de los gloriosos y de los que hacen daño: 80 aviones entre los que destacan 4 de los gordos, los a 380.
Pero si alguien echaba de menos alguna guinda, este pavo riza el rizo de la jeta y dice no deja su puesto en la CEOE porque no se siente obligado a ello, la junta de diciembre le confirmó su confianza y aquí paz y después gloria.
España debe quitarse de encima a estos personajes, debe mandarlos a las sentinas, no podemos vivir con ellos y mucho menos utilizar el lenguaje para anestesiar a la sociedad. De estos canallas hay que hacer ejemplo, despellejarlos de toda vestimenta y dejarlos desnudos delante de la moral colectiva. Ya está bien de que la ingeniería financiera, los movimientos contables, os conglomerados societarios y la madre que los parió presente esta marranada como si de una desventura cósmica o persecución se tratara. Este delincuente dice que “le exigían que pagara la deuda o parte de ella”. Sr. Díaz Ferrán: a muchos de esos trabajadores a los que Vd. no paga y a los que debe 7 nóminas les van a echar de los pisos que compraron con créditos que su incompetencia, soberbia y falta de escrúpulos y profesionalidad les impiden pagar. A ellos no les van a dar tantos meses y tanto crédito como ellos le han dado a Vd. Ellos se han portado con Vd. mucho mejor que Vd. con ellos.
Sr. Díaz Ferrán: es Vd. el compendio de lo más repugnante de la escala social; es Vd. un delincuente, no un empresario con problemas, no un gestor al que no entienden, no un emprendedor perdido en el marasmo de la burocracia, no una víctima. Vd. es repugnante y debería enfrentarse con la ignominia del ostracismo, la cárcel y el descrédito. Frente a frente con el daño que ha causado durante todos los años de su largo cautiverio.
27 de Diciembre
EPS
EPS, El País Semanal, vivió años dorados de prestigio, influencia y habitó el Olimpo de los símbolos. Hoy, EPS se ha convertido en una constante decepción completamente descolocada con respecto a la realidad española. No conozco a los que mantienen el rumbo de esta publicación en los últimos años, pero la realidad y la plasmación de su trabajo, semana a semana, los hace merecedores de varios premios.
El primer premio que se les debería dar es el de Autistas de Honor. Pase lo que pase en el mundo, ellos siguen con su mezcla imposible de moralina y pijerío que hace que se nos pongan los pelos como escarpias. En el mismo número son capaces de mezclar el aniversario de la tragedia de Bophal y la vergüenza de la Union Carbide con un despliegue de imbecilidades relacionadas con la importancia de llenar nuestra vida y nuestro espíritu con los últimos modelos de chanclas hawaianas fabricadas por el descerebrado de moda.
Segundo premio: antes Muerto que sin Lujo. De cuando en cuando, más bien casi constantemente, las páginas de EPS se llenan de artículos completamente inútiles, superfluos y extravagantes. Estos artículos se esconden bajo titulares del estilo de REGALOS IMPRESCINDIBLES A BUEN PRECIO, LO ÚLTIMO EN TECNOLGÍA PARA TODOS y otros con el mismo aire de normalidad que esconde la tiranía del consumismo más abyecto. Uno, que es de natural pasota con respecto a las tendencias, no se ve muy afectado, pero me imagino el calvario del que lee esos titulares bajo la lente de su ajustadísima nómina y se da cuenta de que ha perdido el tren, de que ya no es normal, de que su vida es un infierno por la simple razón de que no se puede gastar 500 € en una maquinilla de afeitar que perfila las patillas. Esto se está convirtiendo en un problema muy serio para miles de adolescentes que sienten que su vida es un infierno por no poseer determinados artículos.
Tercer premio: de la Asociación de Defensores de la Anorexia y tallas sorpresivas. Este punto, que es mejor reducir al absurdo a través de un cierto humos negro, es muy grave y hay que decirlo sin tapujos. Os que se encargan de las páginas de estilo, moda y selección de modelos deberían estar en la cárcel. Dicho esto, me gustaría tener una entrevista con ellos para saber de qué cuevas oscuras sacan a esos espectros hambrientos con los que llenan las páginas cada semana. Uno, que también se declara heterosexual y muy receptivo a la llamada de la sangre en materia de sexo, se declara asexuado ante estas pobres chicas más dignas de conmiseración, piedad y donación de alimentos hiperproteicos que de un buen arrechuchón en el pajar. La repercusión que esa constante ofensa a la salud tiene sobre la auto percepción del propio cuerpo en las adolescentes es dantesca. Esas chicas enseñan sus cuerpos imposibles y ENFERMOS como si de un canon se tratara y las chicas, normales ellas y en algunos casos “hermosas”, lloran de impotencia y rabia en los probadores donde se amontonan las prendas de una talla 36 cuya cintura es más propia de una muñequera que de una cintura destinada a albergar hígado, páncreas y un par de riñones funcionales.
Señores del EPS, por favor, tomen tierra y coloquen su publicación en el centro de una sociedad a la que están obligados a formar y no a deformar. Entiendan las dinámicas y miren la realidad con los mismos ojos que sus lectores. Se quejan de que los lectores bajan y de que cada vez se lee menos. Con todo respeto: ¿Vds. creen de verdad que se hacen merecedores de nuestra atención, valoración y seguimiento? Sinceramente, lo que yo creo que lo que se merecen es engrosar las largas listas del paro y poder tomarle el pulso a esa sociedad agredida que Vds. se niegan a ver.

FIESTA DE LA FAMILIA CRISTIANA
Mientras escribo estos deberes diarios que cada vez son más placenteros, Telemadrid cubre la celebración de la misa de la Familia Cristiana. Telemadrid ya ha colocado la asistencia entre 800 mil y un millón de personas, faltaría más, pero lo que quiero comentar se ciñe a determinaos usos del lenguaje muy propios de estos círculos.
La primera que me asalta los idos es la palabra GOZO. Un italiano dice que viene a Madrid a demostrar cómo vive, come, pasa frío y GOZA una familia cristiana italiana. La verdad es que esa vivencia, tan puramente cristiana, empieza a causarme envidia. Yo, que siempre he estado abierto a vivencias agradable, no conozco la experiencia del gozo. Es más, no conozco a nadie fuera de los círculos más estrechos del cristianismo católico militante que conozco lo que es gozar.
La gente nos lo pasamos bien, estupendo, de cojones e incluso de puta madre, pero nunca gozamos. Gozar, lo que se dice gozar, sólo gozan los curas, las monjas y los Kikos, opusinos, Legionarios de Cristo y se acabó. Los cristianos de base que van a misa y poco más, no alcanzan las dichas de la experiencia del gozo. Se quedan a gustito después de confesar y comulgar; disfrutan de la misa y se van a casita tan ricamente, pero no alcanzan el orgasmo espiritual que debe configurar la esencia del gozo. Hay que hacer algo para determinar si eso del gozo es pecaminoso, peligroso o susceptible de colectivizar, que debe ser la leche de agradable y no es justo que el resto estemos privados de esa maravilla.
Otra expresión que ha llamado la atención viene de la explicación de una señora que contaba cómo se han puesto de acuerdo para dar albergue a los llegados de fuera. Unos han acogido a una familia de Sevilla, otros han cenado con una familia de Córdoba y a ella “le ha tocado un presbítero. Hemos tenido un presbítero durmiendo en casa”.
Si a cualquier padre de este país su hijo le pregunta “¿Papá, puedo tener un presbítero? De verdad, te juro que yo lo cuidaré y recogeré las cacas” la contestación inmediata es NO. Es más, yo mismo he tenido que ir al diccionario para consultar el verdadero significado del palabro: Clérigo ordenado de misa
Lo que esta señora tenía acogido en casa es un vulgar curilla que, en lugar de irse a molestar a un colega y apretarse un poco en la casa parroquial, le echa jeta y ganas de mejorar la pitanza y se mete en la casa de unos pardillos que no se van a librar de esa ladilla ni con agua caliente.
Latín. La misa ha empezado y ya he cambiado de canal, pero como hay que hacerle la pelota al jefe, Rouco le dedica a Benito unos cuantos salmos en latín para que no haya duda: hay que volver a la liturgia de siempre, al latín y al cura de espaldas. Una mejora sobre otra experiencia que luego comentaré: sólo los profesionales, los curas, cantan esos salmos. La plebe permanece muda y un poco sorprendida preguntándose que qué les ha pasado en la boca.
Año: Muchos años atrás en una de las visitas de Juan Pablo II alias “El Azote de Dios”. Lugar: la Universidad Complutense de Madrid. Hora: 12.00. El polaco se dirige a los jóvenes amontonados ante la fachada de un edificio: ¿Queréis ángelus?. La multitud contesta enardecida: SÍ. Y el Papa, complaciente, inicia el rezo del ángelus en un perfecto latín de sacristía. Juro que mi sorpresa fue completa por varios motivos. Primero: jamás, y he nacido en 1958, había oído el ángelus en latín. Segundo: juro que ninguno de mis más lejanos coetáneos conocidos era capaz de rezar el ángelus en latín. Tercero: Juan Pablo palito palito salió de España convencido de que todas las Universidades, Facultades y Campus de este país, paraban sus actividades docentes y festivas a las 12 para rezar el ángelus en latín sin que fallara uno. Hay que joderse.

28 de Diciembre
Reflexiones sobre la indignación
En la comida de los lunes uno de los asistentes me ha confesado que dio de baja mi mail en la lista de distribución de las habituales tonterías de internet porque una vez manifesté una opinión contraria al escarnio de las hijas de Zapatero.
Mi contestación exacta fue:
“¿El que ha hecho esta demostración de mala baba y mal gusto no tiene hijos?
Alguien podría decirle que pasara el tiempo con las de romolandia, (estas chiquitas suelen aparecer en los envíos de esta lista muy ligeras de ropa y contribuyen a alegrar el día) a ver si ellas le hacían caso o no.
Hay cosas que mejor ni en broma. Seguro
Por si alguien quiere saber lo que pienso, que lo lea, que ya está bien”
Luego seguía lo que escribí el 30 de Septiembre sobre otro comentario miserable de Antonio Burgos.
La cosa, según me comenta mi amigo, es que algunos de los que recibían estos mails se quejaron de mi envío, lo cual me hace reflexionar sobre la mecánica general de las ofensas y los ofendidos.
La primera reflexión se la dedico a mi amigo, que sin tener ninguna culpa de mi pública manifestación se ve envuelto en una polémica no deseada. Como mi actuación se produce sobre SU LISTA, para él mis disculpas, mies excusas y mi solicitud de perdón.
La segunda reflexión me acerca al verdadero meollo de la cuestión. Veamos: Alguien, para darle a Zapatero donde más le duele, usa las fotos de sus hijas, las manipula y hace una pretendida gracia bajo el supuesto de que “sale gratis”. Este señor puede hacer trizas a unas menores pensando que a ellas no les va a llegar la polémica, que no va a suponer ningún problema para ellas sin pararse a pensar que, muy posiblemente, el mero hecho de tener que soportar la parte proporcional de la vida pública de su padre sea la causa de muchos problemas vitales que tendrán que resolver.
Pensar, desde una mentalidad formada y adulta, que habitar la Moncloa es una bicoca, es una generalización que para un niño puede ser excesiva. Que con 10 años, más o menos, te veas bajo una dinámica vital tan absolutamente abrumadora como la que rige a los habitantes de esa casa puede ser causa suficiente para el desarrollo de muchos y variados problemas.
Al fin y al cabo, el que ha elegido ese tipo de vida es su padre, no ellos mismos. Más dura es la vida bajo la amenaza del paro, pero eso es una reflexión adulta. Bueno, pues todos estos aspectos son inexistentes para aquél que se dedico a elaborar un escarnio suficientemente ofensivo, ridiculizante y caricaturesco dedicado a estas chicas que aparecieron el ópera de NY por imperativo de una invitación oficial.
La otra parte hace referencia a la susceptibilidad del ofendido, cuestión que por encima de otras, me hace gracia. El autor del libelo sólo acepta la risa, la cuchufleta y el abuso sobre el débil, pero cuando al débil le sale un defensor la postura es de indignación.
Como siempre, el que da la bofetada se olvida, pero el que la soportó sin poder escapar o defenderse, no se olvida jamás.
Siento que mi amigo tuviera un problema (No demasiado importante, espero) y otra vez pido disculpas y perdón por la respuesta, pero aseguro que ante una acción tan absolutamente cruel, zafia, grosera y mal intencionada ejercida sobre las mismas personas, actuaría exactamente igual y volvería a mandar un escrito defendiendo la intimidad, el derecho y la libertad de actuación de esas dos crías, por mal gusto que ténganlas chicas, que eso es indudable.
Santi, de verdad lo siento y un abrazo.

HAY QUE ESCRIBIR SOBRE EL EXAMEN DE PROSTATA DE PADRE DE FAMILIA
(Guardado para un día de humor que esté inspirado)






29 de Diciembre
Curioso
Sobre la evolución de la población humana en los últimos 12.000 años


Lo primero que tengo que hacer es recomendar un blog que se llama eltamiz.com y que se dedica a la divulgación de la física y la explicación de algunas preguntas curiosas. En la contestación de la pregunta ¿Cuánto tiempo le queda a la raza humana tal y como hoy la conocemos? Incluye este gráfico de población que pone un poco los pelos de punta.
Esa figura es la base de una argumentación apocalíptica denominada Argumento del Día del Juicio Final, nombrecito que se las trae y que ya nos indica tanto procedencia como destino. Olvidando la parte apocalíptica, podemos centrarnos en lo que nos indica ese enorme pico formado desde el año 1600 y que se eleva en una progresión imposible en los últimos siglos.
Darwin tuvo que detenerse en las implicaciones que las teorías de Malthus tenían sobre la población de los seres vivos para dar con la calve de su teoría, pero si viera esa gráfica en sus últimos 300 años, nunca hubiera pensado en su teoría basándose en la enorme mortalidad de de las poblaciones animales.
Nuestra especie está alcanzando un éxito que la naturaleza no ha previsto para ninguna especie. Los creacionistas irán que Dios si lo había previsto y que todo el mundo natural está al servicio del hombre y debe ajustarse a su destino triunfal. A mí, que todo eso me suena a milonga, lo que me sugiere el cuadro es que nos hemos colocado en una posición cuyo equilibrio es precario.
Lo poco que se sobre naturaleza me recuerda la tragedia de una mortalidad infantil y juvenil altísima; de que son muy pocos los individuos que llegan a la edad de reproducción y menos aún los que consiguen la viabilidad de la prole. Si nos fijamos en las especies que ocupan la cúspide de la cadena alimenticia, pirámide de alimentación o como se quiera llamarlo, el crecimiento de la población de origen es casi un milagro y el mero hecho de mantener el número original, enormemente complicado. Si sólo nos fijamos en los machos, la mortalidad es exageradamente cruenta.
Todo eso no ocurre con el ser humano, cuyas poblaciones masculinas y femeninas están más o menos equilibradas (otro día hablaremos del paso de las hordas simiescas y la organización sexual al modelo más restringido del actual humano), sigue ocupando todas las cimas habidas y por haber y su población se dispara como si fuéramos lemings a punto del suicidio colectivo en el mar del norte.
Con estos datos: ¿Cuánto nos queda? Pues la conclusión es que o colonizamos nuevos hábitats o tal como nos conocemos hoy, estamos fritos: nuestro crecimiento nos hará inviables. Puede ser divertido aventurar ese final.
30 de Diciembre
Amazon ha anunciado que en esta fecha ha vendido, por primera vez, más libros electrónicos que editados en papel

La tecnología parece mantener una capacidad de victoria que debe tener algo que ver con la esencia de la naturaleza humana. Somos primates curiosos que tienden a consolidar las conductas mejor adaptadas, las tecnologías y los conocimientos con una vocación que heredamos del primer ancestro que dio lugar a la rama evolutiva de la que venimos.
Bien se trate de macacos japoneses que aprenden a lanzar el trigo al mar para quitarle la arena y añadirle el agradable toque de la sal; chimpancés que deben fijarse en cómo usar martillos para abrir nueces y orangutanes que se divierten usando barcas en Borneo, adivinamos una raíz común que pone en marcha el motor interno de aceptación del cambio.
La humanidad se suele debatir entre las fuerzas contrarias de la acción y la reacción, sin darnos cuenta de que la batalla suele estar perdida de antemano. El ser humano abre puertas y ventanas; se introduce por los recodos del camino en busca de algo que signifique mejora INMEDIATA. Ese motor primigenio parece tener un tempo antiguo, el tempo de la geología o de la evolución cuyas unidades son los eones. El ser humano mide su vida en segundos, sus unidades son tan pequeñas que no avanzan el futuro con la debida exactitud. La reacción nos favorece en el sentido de que retiene la explosión inmediata a la que nos aboca el ritmo al que descubrimos y hacemos uso de las novedades.
Sin ese freno, la tecnología nuclear habría llegado a sus aplicaciones bélicas como un caballo desenfrenado, cosa que hizo, pero no habría tenido ningún freno como luego ha tenido. Las investigaciones de células madres o de cualquier rama de la ciencia médica, física o matemática participan de la velocidad y la inmediata puesta en marcha. Si alguien lo duda, puede imaginar la siguiente escena en un laboratorio: “No podemos seguir. Esto es demasiado incierto, demasiado resbaladizo para nosotros. O podemos asegurar su control”. Ni de coña. Se puede llegar a pensar que es posible que alguien lo diga, justo antes de oír una contestación parecida a esta: “¿Estás loco? ¿Quieres parar el programa después de lo que hemos invertido? ¿Qué dirá XXX (pagano, vamos)? Hay que seguir y desarrollar los protocolos de control que aseguren la rentabilidad/puesta en marcha…”
Vivimos condenados a probar, a descubrir, a innovar, a intentar mejorar nuestra adaptación al medio aunque esa adaptación resulte antieconómica. Ya hemos hablado de la mala gestión del trabajo de la llamada “sociedad del ocio” y la necesidad de invertir tres veces más tiempo y esfuerzo en encontrar el sustento que la más “atrasada” tribu de cazadores recolectores del Kalahari. Los resultados son crueles, pero es que nos acercamos a un punto en el que la descompensación entre lo obtenido y lo invertido nos conviertan en una sociedad en bancarrota.
La huella ecológica de un libro es demasiado profunda como para que el e-book no se imponga; demasiada novedad; demasiada tecnología, novedad y comodidad. El bit se ha convertido en el héroe de nuestros días en su batalla contra el átomo. Lo virtual sobre lo real; lo inmediato sobre lo futuro; lo limpio gana la batalla y la edición virtual será el entorno cultural de las generaciones que ahora andan a gatas. Los viejos nos beneficiaremos de sus tamaños de letra. No es poca cosa, de verdad.
31 de Diciembre
Despedida y cierre
Hoy cierro este cuaderno en que se han reflejado los deberes diarios desde el 24 de Septiembre hasta hoy. ¿Pretensiones? Pues la verdad es que pocas. Haciendo honor al título he querido tocar un poco las narices, meter el dedo en ciertos asuntos y temas que suelen estar demasiado dormidos en esta época; molestar conciencias y llamar la atención sobre temas, comentarios, formas y costumbres que van anestesiando la sensibilidad y elevando el umbral de percepción de lo inadecuado.
La sociedad de hoy nos acostumbra a un menú de cebadero industrial en todo lo que roza el campo de la “intelectualidad”, que decía el chotis, se rechaza de plano e incómoda. Usuarios y medios, todos de acuerdo y muy contentos, se han instalado en los casilleros elegidos y desde ese momento el rancho es único, común y de bajo nivel. Engorda, anestesia, y satisface, pero no eleva el espíritu ni plantea debate o evolución de las ideas. No hay contraste de ideas: los verdes con los verdes y cada vez más verdes; mientras que los amarillos se lanzan proclamas para ser más amarillos cada día y ser felices en su propio mundo. Cada día más pobres, cada día más planos, pero cada día más convencidos de que el mundo sería mejor si los otros desaparecieran. Es verdad que el infierno son los otros, pero para muchos de éstos los otros son los que tratan de abrirles la percepción y obligarles a pensar otra vez en los principios más básicos, sencillos y normalmente positivos de todo cuerpo doctrinal.
Ya hemos comentado que antes de formar con unos o con otros, hay que estar convencido del sistema en el que hemos integrado nuestra convivencia. Esta apuesta de partida es clave para entender los movimientos sucesivos. No sirve ser demócrata a plaza fija. Hay que entender los movimientos y éxitos de las otras ideas; hay que replantearse constantemente el lugar que ocupamos como individuos y como colectivo; hay que PENSAR y hacerse incómodos a los acomodados que dirigen el aparato de los partidos, que son ellos los que más interés tienen en que sigamos dormidos o despertemos sólo para meter el hocico en el pesebre.
Es verdad que me estoy haciendo mayor, pero me exaspera la falta de preguntas; la falta de rebeldía que aspire a un modelo definido. No basta decir que no se está conforme con lo que pasa, hay que dar alternativas sociales que resuelvan los enormes problemas que hemos creado en los últimos años. Los últimos cuarenta años han hecho moverse al mundo con una velocidad y una dirección insospechada. La historia evolucionaba con una cadencia suave y de repente ha llegado el rock and roll. Habrá sociólogos que digan que cada época se manifiesta de forma global en los gustos, usos y costumbres de la moda, la música, la literatura y la cultura en su conjunto. Si eso es verdad, los últimos 40 años han sido una batidora en la que ha prevalecido, sobre cualquier otro basamento, la provisionalidad y lo efímero.
No sabemos lo que queremos o lo que hacemos, pero hay que hacerlo muy deprisa: hay que inventar y abandonar antes de conocer por completo lo que ya damos por pasado y por inservible. No se puede arreglar nada, hay que comprar de nuevo el modelo siguiente, aunque no tengamos que cubrir ninguna necesidad nueva. La necesidad es, esencialmente, la propia necesidad de consumir y percibirse “igual”, acorde con la corriente dominante que valora la superficie muy por encima del fondo.
De una persona nos interesa más su primera vista y entrada que su postura ante la vida. Si no viste como tiene que vestir, consume lo que tiene que consumir, ya habita las tinieblas de afuera y no cuenta para el sistema.
¿De verdad queremos que el futuro de nuestros hijos se base en eso? ¿De verdad queremos que tengan que trabajar sin dotarse de los principios éticos y morales básicos para encarar una profesión de forma completa? ¿De verdad nos sentaremos frente a ellos para decirles “La única moral válida se registra en el extracto que llega del banco”? ¿De vedad el futuro será de los que hacen prevalecer el beneficio a cualquier coste?
Siempre que me acerco a estos temas me acaba visitando el miedo: miedo de que mis hijas pierdan oportunidades sólo porque su padre no quiso jugar sin respetar las reglas; que sus opciones se reduzcan y sus cartas se manchen con las marcas del perdedor por no haber salido en la posición de ventaja que yo les debo proporcionar.
Tendrán un ejemplo cercano de alguien que antepuso sus principios al beneficio, que peleó contra un determinado sistema de hacer las cosas y que se dejó “la piel en el pellejo”. Si eso les aporta algo, estupendo. Si no se lo aporta, lo siento, pero al final te das cuenta de que todos somos esclavos de nuestro propio destino como individuos y que traicionar esa lealtad es la peor derrota que se puede sufrir pues además de dura, resulta ignominiosa.
Cierro el año con la sensación, familiar, antigua y conocida de haber hecho el canelo una vez más, pero siendo perfectamente consciente de que no puedo entender mi vida de otra forma y que esa exigencia siempre me va a llevar a resolver las dudas de la misma forma: optando por la vía complicada, difícil y menos rentable. Ojalá, como Grucho, pudiera decir “Estos son mis principio. Si no le gustan, tengo otros”.
Muera el año y viva el siglo, que la vida continúa. Suerte a todos, que hace falta y nos vemos en el siguiente cuaderno de deberes.

1 comentario: