La noticia me deja en estado de shock: el gobierno se plantea hacer festivo el viernes para los musulmanes y el sábado para los judíos que vivan en España. ¿Alguien de los que en el gobierno andan en esta tontería ha mirado hacia Marruecos? En el país vecino, musulmán hasta las trancas, el día festivo es… ¡¡EL DOMINGO!!, con dos narices. O yo estoy castaña o alguien está de la olla. Me explico:
España está en Europa, lugar en el que el día festivo de la semana es el domingo y toda la actividad económica, laboral y de ocio atiende a que el día de fiesta, para todo hijo de vecino, es el domingo. ¿Que pretende el gobierno? ¿Qué no haya empresario que contrate a un musulmán? ¿Que los musulmanes tengan fiesta el viernes y domingo? ¿Estamos promoviendo una discriminación de facto? ¿Estamos todos tontos?
La cosa me parece tan obviamente idiota que no alcanzo a comprender el verdadero objetivo o motivo de esta medida. Ni tiene sentido, ni aporta nada ni ayuda en nada: ni a la integración del colectivo emigrante, ni a las empresas ni a la actividad económica, ni gaitas en vinagre. Lo único que puede conseguir es que haya más confusión, más xenofobia, más diferencia y más cabreo.
Los inmigrantes son bienvenidos, pero no debemos forzar nuestro marco social. Vivimos modelos de sociedad y esos modelos son completos: conllevan deberes y obligaciones, ventajas e inconvenientes y deben ser aceptados en su integridad. A nadie se le oculta que el islam es una religión que vive momentos cuando menos complicados y convulsos, poco adecuados para entender y valorar medidas tan angelicales.
Europa ha tenido, y tiene, una postura muy generosa con el islam y cada día estoy menos convencido de que los núcleos fundamentalistas no estén aprovechando esa generosidad para conseguir el efecto contrario al pretendido. Europa es generosa y quiere que esa generosidad ayude al inmigrante a integrarse, pero no para que la inmigración cambie el modelo. ¿Hay que recordar la situación social que viven los países de origen de esta inmigración musulmana? ¿Nos hemos olvidado que esas sociedades, basadas en la teocracia en su mayoría, han generado miseria, desigualdad de géneros, injusticia social y una emigración masiva?
Desde mi particular punto de vista, debemos mantenernos más tranquilos, menos “culpabilizados” ante el islam y sus creyentes. Que vengan, que trabajen, que sus hijos y sus hijas estudien con normalidad; démosles protección a sus mujeres para que puedan vivir sin discriminación, sin estigmas externos como burkas o velos ignominiosos y seamos conscientes de que nuestro modelo social es este y no otro y que si quieren de nosotros la parte más amable, deben aceptar, también, la parte que menos les gusta pero que es tan nuestra y tan indivisible del todo como la otra.
No me siento culpable ni injusto, ni siquiera me siento mínimamente incómodo defendiendo esta postura. No me importa que haya mezquitas, me parece perfecto que si hay trabajo acojamos inmigrantes con toda naturalidad y amabilidad, pero no creo que eso nos obligue a pedir perdón por creer que el hombre y al mujer tienen los mismos derechos; que nos regimos por el código civil y por la Constitución y no por lo que dice la Iglesia y que todos los que quieran compartir esos valores son bienvenidos, pero no lo son los que quieran cambiar todo eso por una teocracia medieval.
De acuerdo: si nosotros les acogemos, les damos derecho a todo el biesnestar social que nunca han disfrutado y procuramos que se integren sin traumas de ninguna clase, también debemos exigirles que respeten y sigan las normas de un país que bastantes problemas tiene como para perder el tiempo y las energías en temas que no mejoraran en nada su situación, ni reportarán ningún beneficio a la convivencia en general.
ResponderEliminar4 de Marzo de 2010. a.m.
Nota suelta:
ResponderEliminarLa Amistad es el regalo que más se agradece.