Mañana, otra vez mañana, dicen que se levantará el secreto de sumario sobre unos 55.000 folios del caso Gurtel, pero todavía quedarán más papeles sujetos a secreto. Son 55.000 páginas llenas de texto legal de farragosa y lenta lectura, pero anuncio y me juego la barba a que será verdad:
1º.- Antes de las 4 horas tendremos valoraciones sobre el contenido completo de los 55.000 folios, a favor y en contra.
2º.- La valoración inicial de los medios de comunicación no se modificará en los próximos días, aunque la pausada lectura de todo el legajo ponga de manifiesto que alguien se ha columpiado de manera flagrante.
3º.- A los votantes del PP se les importa una higa que su partido esté de mierda hasta las orejas; lo que de verdad les importa, lo único que les importa, es que no gobierne el PSOE.
4º.- Desde Génova se lanzará el mensaje de que “respetamos la acción judicial y no nos pronunciaremos hasta que no haya sentencia sobre este caso, pero deseamos recordar que nuestro partido es y seguirá siendo ejemplar en su lucha contra la corrupción.”
5º.- El resto de los partidos demandarán que Rajoy actúe con determinación sin que el PP y la prensa de derechas haga nada.
6º.- La prensa y los medios de derechas recordarán los casos de corrupción que afectan al PSOE con todo lujo de detalles.
¿A que todos, más o menos, nos olemos la misma tostada y a que nadie se extrañará si las cosas suceden como las he contado?
Pues eso, que mañana, si es que por fin se desvela ese secreto de sumario, las cosas se producirán de manera parecida a lo que aquí se ha comentado y que todo el mundo lo verá como si fuera lo normal y no un esperpento patrio. Uno más y no será el último, por desgracia.
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